El pasado Lunes 27 de Abril se celebró en la basílica de la Sagrada Familia un funeral por las victimas del trágico vuelo 4U 9535 de GermanWings.
Una tarde triste, en la que hasta el clima pareció añadirse al duelo, descargando el cielo un chaparrón de agua sobre la última gran catedral de Europa.
La ceremonia fue oficiada por el cardenal de Barcelona, Luis Maria Martínez Sistach, y a ella asistieron las máximas autoridades del país, sus altezas los Reyes de España, el presidente del gobierno, el presidente de la Generalitat de Cataluña, el presidente del Congreso de los Diputados, el alcalde de Barcelona, y varias decenas mas de cargos políticos.
En pocas ocasiones se han reunido semejante cantidad de autoridades bajo un mismo techo.
Lo que tendría que haber sido un acto de consuelo para las familias que han perdido a alguno de sus miembros, acabó convertido en una ceremonia-escaparate a mayor gloria de los poderes políticos de este país.
De entrada, lo que tendría que haber sido una ceremonia interconfesional, ( había entre las victimas católicos, protestantes, ortodoxos, hebreos y musulmanes ) se convirtió en una ceremonia exclusivamente católica por la obstinación de monseñor Sistach en no ceder protagonismo a las otras religiones, aunque eso sí, al final de la ceremonia se permitió a representantes de los otros ritos tomar la palabra.
¿ Si la muerte les sorprendió a todas las victimas juntas, no habría sido mas adecuado honrar su memoria exactamente igual ?.
Entre las victimas habia 16 alumnos de enseñanza secundaria del instituto Joseph Kónig Gymnasium, de la localidad de Altern am See, Alemania, que regresaban a sus hogares tras pasar unos días en Llinars del Vallés, en el marco de un programa de intercambio escolar con los alumnos del Instituto de Enseñanza Media Giola de esta localidad barcelonesa.
Poco antes del inicio de la ceremonia, los alumnos del Instituto Giola depositaron ciento cincuenta velas frente al altar mayor. Una por cada una de las víctimas.
Me quedo con esta imagen, con los muchachos y muchachas desfilando por la nave central en silencio, vestidos con naturalidad, como lo que son, adolescentes, entre la parafernalia de autoridades ataviadas con sus mejores galas.
Un par de dias mas tarde, leo en la Revista Digitál del Vallés, que la directora del Instituto Giola, Silvia Genís, ha hecho pública una carta donde refleja el malestar de los familiares de los alumnos alemanes con los organizadores de la ceremonia.
Se han quejado de la ausencia de traducción de la ceremonia, y de que fueron ubicados en un rincón del templo, alejados de los familiares de los alumnos del Instituto Giola, a pesar de haber manifestado su voluntad de estar junto a ellos en la ceremonia. Al fin y al cabo, eran las ultimas personas que habían convivido con sus hijos, los últimos que los habían visto con vida.
Y uno se pregunta a que viene tanta parafernalia de ópera barata, si se acaba arrinconando a los destinatarios reales de esta ceremonia, los familiares de las víctimas.
Si contamos las oficinas de protocolo implicadas, había unas cuantas : la de la casa real, la de presidencia del gobierno, la de presidencia de la generalitat, la del ayuntamiento de Barcelona, y hasta la de presidencia del Congreso. Debió haber bastantes nervios para colocar a todo el mundo en su lugar, aunque para ello hubiese que arrinconar a los autenticos protagonistas del acto, de un acto del que no entendieron ni media palabra.
¿ Y que demonios hacia allí el presidente del Congreso, Jesus Posadas ?. Pues aburrirse soberanamente, a la vista de los indecentes bostezos que sin ruborizarse soltó durante la ceremonia.
Afortunadamente, el personal docente y los padres de los alumnos del Instituto Giola se volcaron arropando a los familiares de los alumnos alemanes para mitigar en lo posible su dolor, en unas circunstancias difíciles, y después de un accidente tan trágico e inexplicable por la lógica como ha sido este.
Los alumnos del Giola han plantado dieciseis cerezos y dos cipreses en los jardines del instituto en memoria de sus compañeros y de las dos profesoras que les acompañaban.
Y los políticos, a lo suyo, a ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el niño en el bautizo.
Una tarde triste, en la que hasta el clima pareció añadirse al duelo, descargando el cielo un chaparrón de agua sobre la última gran catedral de Europa.
La ceremonia fue oficiada por el cardenal de Barcelona, Luis Maria Martínez Sistach, y a ella asistieron las máximas autoridades del país, sus altezas los Reyes de España, el presidente del gobierno, el presidente de la Generalitat de Cataluña, el presidente del Congreso de los Diputados, el alcalde de Barcelona, y varias decenas mas de cargos políticos.
En pocas ocasiones se han reunido semejante cantidad de autoridades bajo un mismo techo.
Lo que tendría que haber sido un acto de consuelo para las familias que han perdido a alguno de sus miembros, acabó convertido en una ceremonia-escaparate a mayor gloria de los poderes políticos de este país.
De entrada, lo que tendría que haber sido una ceremonia interconfesional, ( había entre las victimas católicos, protestantes, ortodoxos, hebreos y musulmanes ) se convirtió en una ceremonia exclusivamente católica por la obstinación de monseñor Sistach en no ceder protagonismo a las otras religiones, aunque eso sí, al final de la ceremonia se permitió a representantes de los otros ritos tomar la palabra.
¿ Si la muerte les sorprendió a todas las victimas juntas, no habría sido mas adecuado honrar su memoria exactamente igual ?.
Entre las victimas habia 16 alumnos de enseñanza secundaria del instituto Joseph Kónig Gymnasium, de la localidad de Altern am See, Alemania, que regresaban a sus hogares tras pasar unos días en Llinars del Vallés, en el marco de un programa de intercambio escolar con los alumnos del Instituto de Enseñanza Media Giola de esta localidad barcelonesa.
Poco antes del inicio de la ceremonia, los alumnos del Instituto Giola depositaron ciento cincuenta velas frente al altar mayor. Una por cada una de las víctimas.
Me quedo con esta imagen, con los muchachos y muchachas desfilando por la nave central en silencio, vestidos con naturalidad, como lo que son, adolescentes, entre la parafernalia de autoridades ataviadas con sus mejores galas.
Un par de dias mas tarde, leo en la Revista Digitál del Vallés, que la directora del Instituto Giola, Silvia Genís, ha hecho pública una carta donde refleja el malestar de los familiares de los alumnos alemanes con los organizadores de la ceremonia.
Se han quejado de la ausencia de traducción de la ceremonia, y de que fueron ubicados en un rincón del templo, alejados de los familiares de los alumnos del Instituto Giola, a pesar de haber manifestado su voluntad de estar junto a ellos en la ceremonia. Al fin y al cabo, eran las ultimas personas que habían convivido con sus hijos, los últimos que los habían visto con vida.
Y uno se pregunta a que viene tanta parafernalia de ópera barata, si se acaba arrinconando a los destinatarios reales de esta ceremonia, los familiares de las víctimas.
Si contamos las oficinas de protocolo implicadas, había unas cuantas : la de la casa real, la de presidencia del gobierno, la de presidencia de la generalitat, la del ayuntamiento de Barcelona, y hasta la de presidencia del Congreso. Debió haber bastantes nervios para colocar a todo el mundo en su lugar, aunque para ello hubiese que arrinconar a los autenticos protagonistas del acto, de un acto del que no entendieron ni media palabra.
¿ Y que demonios hacia allí el presidente del Congreso, Jesus Posadas ?. Pues aburrirse soberanamente, a la vista de los indecentes bostezos que sin ruborizarse soltó durante la ceremonia.
Afortunadamente, el personal docente y los padres de los alumnos del Instituto Giola se volcaron arropando a los familiares de los alumnos alemanes para mitigar en lo posible su dolor, en unas circunstancias difíciles, y después de un accidente tan trágico e inexplicable por la lógica como ha sido este.
Los alumnos del Giola han plantado dieciseis cerezos y dos cipreses en los jardines del instituto en memoria de sus compañeros y de las dos profesoras que les acompañaban.
Y los políticos, a lo suyo, a ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el niño en el bautizo.
" Todo por el pueblo, para el pueblo, pero sin el pueblo ".
Los cerezos del Instituto Giola han florecido estos días, quizás como la señal y la esperanza en un futuro mejor, libre de idiotas y de tontos solemnes.
Lo has bordado, Rodericus, pero esto forma parte del paisaje español. De una iglesia solo católica, apostólica ...y los demás es igual. En cuanto a los políticos no descubriremos nada si decimos que siempre se escapa un bostezo o una cabezada (que esperaba que lo dijeras)
ResponderEliminarEl personal docente y los padres de los alumnos del Instituto Giola se volcaron arropando a los familiares de los alumnos alemanes para mitigar en lo posible su dolor, en unas circunstancias difíciles, y después de un accidente tan trágico e inexplicable por la lógica como ha sido este. Pues claro, amigo mio, quien si no, el rey?
No, siempre son los que no salen en la foto.
Lástima, nos hemos perdido otra gran oportunidad que comportarnos como Dios manda (nunca mejor dicho tratándose de que se encontraban en la última gran catedral de Europa).
Una abraçada.
Josep, Sistach me ha defraudado bastante, creia que era mas abierto en cuanto a doctrina.
EliminarTienes razón, se ha perdido una oportunidad de hacer las cosas bien, en un lugar majestuoso. Si el viejo Gaudí levantase la cabeza, los corria a gorrazos.
Un abrazo.
Vaya detalle más bonito, no sabía que los alumnos del Giola habían plantado dieciseis cerezos y dos cipreses en los jardines del Instituto por sus compañeros y las dos profesoras que les acompañaban, me ha emocionado ese detalle, y además, dices que han florecido.
ResponderEliminarNo el funeral del otro día, pero según cuentas, me parece bochornoso que el Presidente del Congreso, Jesús Posada bostezara en señal de aburrimiento, como se nota que entre los fallecidos no iba ningún familiar suyo.
Un beso.
Perdón, quise decir que no vi el funeral del otro día, me comí la palabra "vi".
EliminarOtro beso.
Gracias Maria. Si, los cerezos han florecido, la vida siempre se abre paso.
EliminarPosadas es un viejo tonto solemne, y un cacique de la vieja guardia.
Un beso para tí también
Parece una maldición de este pueblo nuestro, de charanga, pandereta, cerrado y sacristía... Hasta cuando parece que vamos a hacer bien las cosas, las acabamos haciendo rematadamente mal. País de Pepe Gotera y Otilio.
ResponderEliminarUn saludo.
Toda la razón del mundo, una gran oportunidad perdida de hacer bien las cosas, máxime cuando el acto ha sido visto por medio mundo.
EliminarUn abrazo.
"...Y los políticos, a lo suyo, a ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el niño en el bautizo..."
ResponderEliminarAsí es, tal como lo cuentas.
Miquel, la triste realidad. la clase política española, de todos los colres, se ha convertido en una caricatura de si misma. Cuando veo el "Polonia", hay veces que tengo que recordarme a mi mismo que es una parodia y no la realidad.
EliminarUn abrazo.
Triste el suceso, triste la exposición mediática en la que faltó un poco de consideración y la guinda del pastel es hacer campaña de la tragedia, y discriminar a las personas por una creencia. Me parece terrible que haya quien ni siquiera en este tipo de situaciones sea capaz de ser persona. Y terrorífico pensar los cargos que ocupan
ResponderEliminarBesos
A mi me parece también terrible, creía que la iglesia catalana era mas abierta de miras y menos dogmática. Sistach me ha defraudado profundamente.
EliminarLo de los políticos, era de esperar.
Un beso.
Yo me quedo.........con que aquí se pudieron oír los idiomas mayoritarios de las víctimas.........con que aunque fuera poco y casi testimonial, algunas religiones tuvieron cabida (Otra cosa hubiera sido con el Carles o con el Rouco...)...aunque por supuesto y sin ninguna duda... hubiera preferido un acto laico......unas imágenes bellísimas de un lugar maravilloso que es La Sagrada Familia.........Y sobre todo y sobre todas las cosas......espero que haya servido para mitigar el profundo dolor de los familiares y amigos.
ResponderEliminarPara olvidar....el ninguneo hacia los alumnos...catalanes y alemanes.... el mercadeo del Sistach con el acto en sí...... la falsedad de algunos políticos....con las cabezas coronadas al frente...buscando la emoción y la lágrima para la foto, ambas ausentes.......
Lo has resumido perfectamente.
ResponderEliminarY seguimos teniendo la sensación de impotencia por lo que sucedió en los Alpes, la ausencia de una respuesta que nunca tendremos, la desazón de la sinrazón.
Un beso.
Qué asco me dan estas ceremonias! Mientras unos lloran por los suyos otros mercadean sentimientos.
ResponderEliminarUn muy fuerte abrazo.
Gracias Ohma.
EliminarUn besazo.