Extracto del comunicado del I.S.I.S reivindicando los atentados de París el pasado viernes |
" [Ellos también atacaron] el Centro de Conferencias Bataclan, donde cientos de apóstatas se habían reunido en una fiesta de la prostitución libertino, y otras áreas en el 10 y el 11 y 18 [distritos] y de manera coordinada. Así Paris tembló bajo sus pies, y sus calles estaban apretados sobre ellos, y el resultado de los ataques fue la muerte de no menos de 100 cruzados y heridas a más de ellos, y Alá es toda alabanza y gratitud."
Islamo-fascismo.
Es la palabra que se abre paso en mi pensamiento tras leer el comunicado con el que los perturbados del llamado Estado Islámico reivindican la masacre sucedida en Paris.
Y creo que a partir de ahora, seria sensato que la usásemos todos, para distinguir a estos psicópatas asesinos de la mayoría de los musulmanes inocentes.
No comulgo demasiado con el ideario de François Hollande, pero en algo estoy de acuerdo con el : nos han declarado la guerra.
No es una guerra convencional, con un ejercito localizado, y unos objetivos claros. Aquí, el campo de batalla puede ser una sala de fiestas, la terraza de un bar, una estación de metropolitano. Puede suceder en cualquier lugar.
El objetivo de estos nuevos nazis no es la expansión territorial, ni los recursos industriales o económicos. El objetivo de estos fascistas es la libertad, nuestra libertad. La libertad de vivir como creamos conveniente sin mas normas que la legalidad y respetar la libertad de los otros.
No hay silencio mas estruendoso que el que sigue a una explosión. es algo que aprendí cuando otros fascistas aterrorizaban a nuestro país invocando el nombre de un pueblo al que no representaban, y al que también secuestraron mediante el miedo durante décadas.
Y cuando se está sumergido en ese silencio, uno se pregunta : ¿ porqué ?.
Es fácil caer en esa pregunta tramposa. No existe ninguna razón, tan solo que estabas allí, cuando un criminal decidió dar rienda suelta a su odio. No existe ninguna razón, salvo la locura.
Tenemos que mantener la mirada levantada, y la serenidad. Apoyar a los que han sufrido y sufren la irracionalidad. Sin caer en la trampa del odio ciego ni en la islamofóbia.
Y sobre todo, seguir viviendo con serenidad, y disfrutando de lo que ellos mas odian realmente : nuestra libertad.
No será fácil derrotarlos, pero al final serán vencidos. Quizás nos lleve tiempo, seguramente volveremos a sufrir y llorar mas muertes.
Pero ellos han perdido ya la partida. Aunque aún no lo crean.
Voy a sentarme en la terraza de la esquina y disfrutar de una cerveza fresca, mientras escucho música, acaricio a mis perros y sigo con la mirada a mis vecinas que han rebasado ya la cuarentena, y siguen siendo diosas de la femineidad.
Voy a disfrutar de la belleza de la vida, de todo aquello que vosotros odiáis, asesinos.
Es mi forma de haceros la guerra, sencillamente vivir. Estoy solo y desarmado.