Moongate ( El portal de la Luna ) Secret Garden
Capitulo 1 ( 6ª parte )
ellas, se detuvo en una. Reconocía en aquél rostro al hombre
que había visto en aquella calle con una pistola en la mano. El texto, aclaraba
que aquél sujeto tenía antecedentes por complicidad
en el robo y manipulación de automóviles de alta gama para su venta fraudulenta,
aunque no había sido condenado por ello.
-- Ya te tengo, so
cabrón.
Descargó el
fichero de Timoteo, y con el redactó una orden de detención por intento de
homicidio. La envió por la red interna a todas las comisarias del país, y
preparó la documentación necesaria para presentar la denuncia en el juzgado de
guardia. Disponía de su casco como prueba, y el testimonio de los que le
rodeaban en aquél momento. No había podido regresar a aquella calle para
recoger los posibles casquillos del arma.
Los vecinos de las
“casas baratas” estaban eufóricos tras el triunfo que significaba la suspensión
de los desahucios. Una unidad móvil de una emisora de radio, Cat Radio estaba
destacada allí recogiendo información sobre los sucesos de aquella mañana. La
periodista Gloria Martí, una atractiva mujer madura y veterana informadora,
trataba de interrogar a los vecinos sobre los incidentes de la mañana, y sobre
todo, averiguar cómo habían conseguido echar de allí a las fuerzas de policía y
a los funcionarios judiciales. Había sido testigo desde la distancia de la
retirada ordenada por Hereter. Estaba acercándole el micrófono a uno de
aquellos vecinos ruidosos que celebraban su victoria. El buen hombre, había
estado brindando en varios de los bares del contorno durante un par de horas.
Se jactaba de haber estado en la barricada de la calle Seros.
-- Soy Gloria
Martí, de Cat Radio, ¿ querría usted explicarnos que es lo que ha ocurrido hace
un rato durante la carga de los policías ?.
-- Pué que va a pasá. Que ´sos tios son
unos mierda. Que con nosotros no pué naide. S´han acojonao. Son uno “membrillos”.
El aliento
alcohólico de aquél hombre y sus balbuceantes palabras, le indicaron a Gloria
que poco, o casi nada podría explicarle aquél individuo. Tras media hora de
seguir merodeando por la zona, y entrevistando a alguno más de los vecinos,
Gloria se convenció de que no iban a averiguar la causa. Decidió volver a la
emisora, en la avenida Diagonal. El técnico de sonido era también el conductor
del vehículo. Gloria comentaba con el durante el trayecto lo extraño de lo
sucedido aquella mañana.
-- Ha sucedido algo extraño dentro de esas
calles, Gloria. El oficial de policía no dejaba de mirar su casco y enseñarlo a
uno de sus hombres poco antes de retirarse de allí.
Cat Radio dio la
noticia del desahucio fallido, remitiéndose a una nota del gabinete de prensa
del ayuntamiento, complementada con alguna de las declaraciones tomadas por
Gloria a los vecinos. Aquella nota decía que el desahucio se había suspendido
por razones de seguridad, y para evitar daños accidentales a personas y bienes
en el barrio. La criptica nota del ayuntamiento, levanto aún más extrañeza
entre los periodistas sobre lo sucedido aquella mañana.
En todas las
profesiones, siempre existe algo de
endogamia. Gloria estaba casada con otro periodista, antiguo compañero en la
primera emisora de radio en la que realizó sus prácticas durante el último
curso en la facultad, Manuel Daroca. Daroca era un articulista y un periodista
de investigación bastante respetado entre la prensa escrita de la ciudad. Era
uno de los articulistas de cabecera del rotativo “El Jornal de Cataluña”.
Aquella noche,
cuando él regreso a casa tras el cierre de la edición, ya de madrugada, a
Gloria apenas le faltaba una hora para dirigirse a la emisora para empezar su
jornada. Hicieron el amor de forma rápida y apasionada, como dos amantes que
aprovechan la ocasión ignorando cuando será la próxima vez. Cuando el notó que
ella alcanzaba el segundo orgasmo encadenado, se dejó “ir” también. Veinte años
de matrimonio entre los dos, no habían conseguido relegar el sexo entre ellos a
algo rutinario. Mientras se duchaba, Gloria le comentó a su marido las novedades
del día anterior.
-- Ayer estuve
cubriendo con la “móvil” el desalojo del Bon Pastór. ¿ Ya te has enterado del
jaleo que se armó ?. Tuvieron que suspenderlo.
-- Algo he
escuchado, pero solo sé que se suspendió el desalojo de las primeras familias.
Publicamos una pequeña nota en las páginas locales de hoy.—Respondió el
sumergido en un dulce sopor provocado por el frenético coito, con un tono de
voz que se asemejaba al suave ronroneo de un gato satisfecho.
-- Tendrías que ir
por allí e investigar qué es lo que ha sucedido. Yo no conseguí sacar nada en
claro, tan solo que los policías y funcionarios tuvieron que retirarse de
aquellas calles. Y además, ¿ quieres saber un chisme, algo curioso que
contemplé ?.
-- Cuéntamelo.
-- Nuestro
flamante concejal del distrito, el Hereter, ¡¡ se cagó en los pantalones,
materialmente !!. Tenía una buena mancha, y se podía oler la mierda a decenas
de metros. Estaba bastante nervioso y agitado. No me atreví a pedirle ninguna
declaración en ese estado, je, je.
-- ¿ Puedo publicar eso, cariño ?. Te citaré
como fuente.
-- ¡¡ Ni se te
ocurra !!. Hay unos límites en nuestro trabajo, y ese pobre hombre tiene
derecho a tener un poco de dignidad.
-- Cariño mio,
cuando se entra en política, se pierde toda dignidad. Hay rumores por ahí de
que toda esta operación es un “pelotazo” urbanístico a la mayor gloria de unos
pocos bolsillos, donde irán a parar las plusvalías del negocio que será el
nuevo complejo de viviendas. Y parece que ese “pobre hombre”, como tú le
llamas, tiene algún interés inconfesable en todo ese asunto, aunque de momento,
no se puede probar nada.
Gloria volvió al
dormitorio para vestirse. Manuel observó el cuerpo bello y rotundo de su esposa
a la luz de la claridad que se filtraba a través de la persiana semicerrada.
Fue un momento mágico y fugaz, mientras ella se enfundaba en su ropa interior.
La madurez había pronunciado sus curvas. Incluso tenía una leve barriguita, que
a él le parecía que añadía un plus de atractivo a aquél cuerpo que adoraba, y
que no se cansaba de acariciar cuando podían compartir unas cuantas horas de
cama el fin de semana. Sintió otra vez la punzada del deseo, pero ya no había
tiempo para nada. Los problemas de tener horarios laborales divergentes.
-- De todas formas,
no olvides intentar averiguar algo sobre el follón de ayer, Manolo, creo que
sucedió algo raro. Si lo consigues, tendrás un artículo sobre eso que los
puristas de la pluma llaman “realidad social”.
Ya vestida, ella
se inclinó para besar a su marido. El sujetó su nuca con la mano, prolongando
el beso y explorando con su lengua la boca de ella. Magréo su pecho con la mano
que le quedaba libre. Ella se dejó llevar unos instantes, pero cortó en seco el
beso.
-- ¡¡ Deja de
excitarme aún más, so canalla !!, que aún llegaré tarde. Y procura tomar vitaminas
para el sábado, ¡¡ porque voy a follarte hasta que pidas socorro!!.
Manolo durmió
seis horas de un tirón. Al levantarse, tomó un bocado ligero con un zumo de naranja. Anotó en la agenda
el darse una vuelta por el Bon Pastor e intentar averiguar algo sobre aquella batalla campal. Salió hacia la redacción del periódico.
FIN
Hasta aquí llega el primer capítulo de la novela que trata las andanzas de Timoteo Bofarull en la Barcelona orgullosamente post-olimpica, ensimismada en si misma y en su imagen de modernidad, y que olvidó que bajo el asfalto, estaba la tierra de los antepasados.
Un personaje que vive en la difusa linea que separa el bien del mal, en una zona de penumbra. Que ha envejecido prematuramente a sus veintitantos años, y que decidió tirar por la calle de en medio cuando la sociedad le abofeteó en las dos mejillas. Que ha conocido lo peor de la condición humana, y ha decidido explotar el lado oscuro de esa condición en beneficio y lucro propio. Hasta que aquél día, todo se torció rápidamente.
Llevo la redacción de la novela bastante adelantada. Me gustaría conocer vuestra opinión sincera sobre lo que habéis leído.
Gracias
Hasta aquí llega el primer capítulo de la novela que trata las andanzas de Timoteo Bofarull en la Barcelona orgullosamente post-olimpica, ensimismada en si misma y en su imagen de modernidad, y que olvidó que bajo el asfalto, estaba la tierra de los antepasados.
Un personaje que vive en la difusa linea que separa el bien del mal, en una zona de penumbra. Que ha envejecido prematuramente a sus veintitantos años, y que decidió tirar por la calle de en medio cuando la sociedad le abofeteó en las dos mejillas. Que ha conocido lo peor de la condición humana, y ha decidido explotar el lado oscuro de esa condición en beneficio y lucro propio. Hasta que aquél día, todo se torció rápidamente.
Llevo la redacción de la novela bastante adelantada. Me gustaría conocer vuestra opinión sincera sobre lo que habéis leído.
Gracias