Montcada y Reixach, 10 horas de la mañana del jueves 2 de febrero.
La nieve empieza a caer con fuerza.
"Stormy Weather" ( Tiempo Tormentoso ), Jeff Lynne
Esta ultima semana, en Cataluña la noticia relevante ha sido la climatología. Vivo en una zona privilegiada en lo tocante al clima, la franja costera. Solemos tener un clima generalmente suave, con unos inviernos relativamente cálidos en relación a las temperaturas que se soportan en el interior del país.
Es por eso que esta semana ha sido noticia la previsión de nevadas generalizadas en toda la región, incluida la franja costera, y con especial incidencia en esta zona.
Es extremadamente inusual que nieve con fuerza en esta zona. Tan solo recuerdo haberlo visto en tres o cuatro ocasiones. La última vez , en marzo del año 2.010, la nevada acarreó unos tremendos problemas a la actividad cotidiana. Fue una nevada extraña. El tipo de nieve que cubrió la región, granulada y extremadamente húmeda, es típica de la alta montaña, pero cayó en extensas zonas a cota cero de altura.
Las calles se volvieron impracticables para el tráfico rodado con un grueso de apenas diez centímetros de nieve. El tráfico se colapsó. Un recorrido en automóvil en el que habitualmente yo invertía media hora, se convirtió en una "odisea" que duró tres horas. Casi la totalidad de los autobuses de transporte urbano de la zona metropolitana de Barcelona, quedaron inmovilizados en las calles, y bastantes conductores tuvieron que abandonar su vehículo en mitad de las diferentes vías, y continuar su trayecto a pié.
De lo extraño e inusual de aquella nevada, da una idea el que una buena parte de las lineas eléctricas de alta y media tensión, fueron derribadas por el peso de la nieve acumulada en los cables, una nieve con una adherencia muy alta. Los daños, fueron bastante importantes, y se tardó semanas en recuperar la normalidad.
En aquél incidente de hace un par de años, no hubo una advertencia suficientemente anticipada por parte del servicio meteorológico de Cataluña, ni una previsión por parte del gobierno para prevenir el caos que podía acarrear una nevada en un día laborable, con las calles y carreteras abarrotadas por el tráfico habitual. El asunto se saldó con un escándalo político, y la opinión generalizada de que las autoridades competentes, no se habían comportado con la responsabilidad que exigían las circunstancias. Se alzaron voces pidiendo alguna dimisión por el fiasco, pero como de costumbre, NADIE en la esfera del gobierno asumió la responsabilidad del desastre.
A principios de esta semana, el servicio meteorológico comenzó a advertir la posibilidad de nevadas importantes hacia la mitad de la semana. Un masa de aire polar extremadamente fría descendia por toda Europa. Una confluencia de esta masa de aire frío en altura, con otra masa de aire más cálido y cargado de humedad en la cuenca mediterránea, barruntaba casi con seguridad una copiosa nevada en las zonas costeras de Cataluña.
La mañana del jueves 2 de Febrero, los responsables de la Consejería de Interior, a la vista de la evolución climatología, decidieron poner en marcha el protocolo previsto para estas ocasiones. Se suspendió el transporte escolar, los escolares fueron enviados a sus casas al mediodía, y se recomendó no utilizar los vehículos privados innecesariamente.
Afortunadamente, salvo en puntos concretos, la nevada no pasó de ser algo anecdotico, con unos gruesos de nieve muy discretos, y que solo han servido para realizar alguna foto pintoresca como la que aporto, y poco más.
Y aquí, ha empezado el escándalo otra vez, pero en sentido opuesto en esta ocasión. Se ha empezado a acusar a las autoridades de crear un alarmismo injustificado, a la vista de la escasez de la cantidad de nieve caída.
Vivimos en una sociedad que ha experimentado unos tremendos avances tecnológicos en los últimos años, impensables hace veinte o treinta años atrás. Y tenemos la tendencia a creer que es aplicable a todo nuestro entorno.
Pero la meteorología, NO ES CIENCIA EXACTA AL CIEN POR CIEN. Una previsión meteorológica pierde precisión proporcionalmente a la anticipación con la que se realiza. Factores como la dirección del viento y su velocidad, fluctúan constantemente. Una ligera variación en estos valores, puede ser la diferencia entre una nevada copiosa, o una muy leve, como en el caso que nos afecta.
Finalmente, el cambio de velocidad del viento húmedo del Mediterráneo, ha hecho que la nevada sea leve en Cataluña. Pero en las isla Baleares, la precipitación de nieve ha sido la mas fuerte que se recuerda desde 1.956 hasta ahora. En Italia, el centro del país está cubierto por un manto blanco, y la nieve decora las venerables piedras del Coliseo romano. Por Roma, solo circulan los vehículos de servicios en emergencias, y equipados con cadenas.
Aquí, hasta los hosteleros de la zona del Pirineo han levantado la voz en contra de las alertas dictadas por Interior, quejándose de las anulaciones de las reservas que tenían cerradas para este fin de semana, y de la falta de clientela para estos días. Cuando lo mas sensato en estas circunstancias, es evitar desplazamientos y viajes que no sean estrictamente necesarios.
No deja de sorprenderme la manera en que responsabilizamos a las autoridades de esto o de aquello, abdicando de nuestra responsabilidad individual en circunstancias como esta.
En caso de accidente de trafico, tenemos tendencia a responsabilizar a las autoridades en última instancia por el mal estado de la carretera, por la presencia de hielo en la misma, o por cualquier otra razón, sin reconocer nuestra propia responsabilidad por circular en esas condiciones, o bien por no tener el suficiente sentido común como para hacerlo con la debida precaución. En ultima instancia, los que empuñamos el volante y conducimos, somos nosotros.
Pero parece ser, que si nieva, la culpa es del gobierno, y si no nieva, ¡¡ TAMBIÉN !!.
Y si nos rompemos la crisma conduciendo, la culpa será del mal asfaltado, de la valla de seguridad, o de su ausencia, de que aquella curva está mal diseñada, o sencillamente que el suelo está mojado.
¿ Y donde está nuestra responsabilidad personal ?.
Ya sabes Rodericus que para alguna gente siempre es más fácil echarle la culpa a los demás...y no se responsabiliza de sus decisiones.
ResponderEliminarEmpezamos a practicar desde pequeñitos. Cuando nos suspenden es culpa del profesor, nunca es culpa de que nosotros no sabíamos esa pregunta o no acertamos...;-)
Respecto a mi entrada del libro, creo que la entendiste mal. Lo has cogido al revés.
Yo puse:
"No porque el libro no enganche, para nada, sino porque está escrito en otra lengua, y aunque la ame con todo mi corazón por varios motivos -entre ellos el futbolístico-, no es mi lengua."
Aunque sea del F.C.B., me encante Barcelona, y ame su lengua, no es mi lengua porque soy cántabra, y me fue díficil, aunque por contexto lo entendí!!
Besosss helados impregnados de viento.
Pues sí Rebeka, siempre tenemos tendencia a buscar un culpable externo, cuando muchas veces tendríamos que hacerle caso a esa vocecita interna que nos pide precaución.
ResponderEliminarLo de mi comentario en tú entrada, era una broma. El esfuerzo que haces por leer y entender el catalán es loable, y máxime viniendo de alguien que como tú, vive fuera de Cataluña. Ya me gustaría que mucha gente que vive, e incluso ha nacido aquí, tuviese tu misma actitud. A veces, arrancar a hablar aquí con un desconocido, es un ejercicio de habilidad para cambiar a la lengua adecuada sin que la persona que tienes delante se sienta ofendida. Y que conste que no tenemos ninguna "guerra" con el idioma, como a veces dan a entender algunos desde fuera de Cataluña. Por mi parte, domino el gallego leído y hablado, con el escrito ando algo peór. Y fue por motivos familiares como lo aprendí.
Saludos.
Esta nieve viene de Galicia. ¡Los gallegos tienen la culpa!...
ResponderEliminarabrazo nevado
Lucrecia, hace un tiemmpo, reinaba en España un fresco general procedente de Galicia.
ResponderEliminarBesos.
Si es que todavía hay algo peor con lo que algunos se llevan fatal: el Azar, o eso que los antiguos llamaban Fortuna. Y es que somos mortales.
ResponderEliminarPero hay quienes están muy malacostumbrados a salirse siempre con la suya. Y como mamá Naturaleza no tiene hojas de reclamaciones ;)...
Besos.
Es mas facil echar las culpa asl gobierno de todos los males, nu mal más no les hace daño. Es un mal habito que tenemos, en vez de responsabilizarnos nosotros mismos. Estoy de acuerdo
ResponderEliminarEs cierto, este finde, yo misma protagonicé alguna escena ridícula, en base a algo que sucedió y que no esperaba. Y es que solemos echar la culpa a quien sea, antes de reconocer un error. Ya no solo nuestro, si no de la gente que queremos.
ResponderEliminarA veces pecamos de ridículos.
Olvido, la naturaleza no tiene ventanilla de reclamaciones, ni el gobierno porque garantizarnos nuestra integridad física. Cada uno de nosotros tiene que afrontar los riesgos midiendolos, y si vale la pena lo que apostamos a cambio de nuestras acciones.
ResponderEliminarSaludos.
Marylin, en Italia hay un dicho popular que reza así : " ¡¡ Piove !!, ¡¡ porco goberno !!, ¡¡ non piove !!, ¡¡ porco goberno !!. (¡¡ Llueve !!, ¡¡ cohino gobierno !!, ¡¡ No llueve !!, ¡¡ cochino gobierno !!). Nos hemos acostumabrado a buscar culpables de nuestras propias e intimas desdichas. Así nos va.
ResponderEliminarSaludos.
Begoña, me criaron inculcandome la responsabilidad por cualquier acto propio. Afortunadamente, he tenidos pocos y leves accidentes de automóvil, pero en los que he tenido, siempre he encontrado mi parcela de responsabilidad en lo ocurrido. Y he procurado sacar lecciones de lo perdido, y no repetir los mismos errores. Aunque tampoco estas a salvo de las imprudencias ajenas.
ResponderEliminarSaludos.