Hubo olor a hierba recién segada, rumores de esquilas en los montes.
Vimos que aquello que una vez sembramos,
sigue creciendo como promesa de sombra
en el estío y frutos cada año
Paseamos por senderos de montaña con horizontes abiertos
Ni allí nos libramos del los rigores del calor. A falta de gorra,
el minino se las arreglaba con una hoja de col.
Compensados con algunas tormentas refrescantes
Hubo tiempo para reírnos de nosotros mismos
Momentos de calma y siestas plácidas
Descubrimos otras maneras de viajar, ni peores
ni mejores, sencillamente diferentes
Nos sorprendió algúna extraña niebla surgida de ninguna parte al mediodía
Descubrimos nuevas tecnologías, como este " invento "
para escanciar la sidra sin riesgo de mojarse los zapatos
Y siempre hubo una mirada para esos momentos mágicos
en los que casi nunca reparamos.
Estamos de vuelta, un año más. Con mas sosiego que cuando nos marchamos, y algo mas de energía.
- "Nene", ¿ compraste ese artilugio para tirar la sidra ?.
- No, Timoteo.
- Que lástima, lo que iba a presumir yo con ese trasto delante de los amiguetes.