"Jamas seria socio de un club que admita como miembros a gentuza como yo". ( Groucho Marx )
sábado, 14 de octubre de 2017
LAS CEBOLLAS REBELDES
Sábado. El dia de la semana en que un servidor dedica algo de tiempo a cocinar el menú del mediodía.
En casa somos amigos de los platos simples y contundentes, pero elaborados con buenos ingredientes, y sobre todo, hechos con mucho cariño.
Regreso del paseo matutino con los "chicos" despues de haber pasado también por el quiosco para conseguir la prensa del dia.
Hoy toca elaborar una tortilla de patatas. Es uno de esos platos que aparentan una cierta simplicidad de elaboración, pero que son engañosos. Elaborar una buena tortilla de patatas es toda una suma de detalles precisos y cuidadosos. Sobre todo, con los ingredientes.
Así que en la cocina limpia y ordenada, dispongo los ingredientes sobre el mármol. Un buen aceite de oliva vírgen andaluz escogido, no por nada soy descendiente de aceiteros andaluces. Unas exquisitas patatas gallegas de montaña, consistentes y gustosas. Unos huevos de corral de Teruel, de gallinas alimentadas en libertad. Y un buen par de cebollas moradas de Figueras, que aportarán suavidad, aroma y melosidad al conjunto.
Me dispongo a tomar un nuevo café, leyendo la prensa del dia, que continua preñada de noticias sobre la no-independencia feroz que nos ataca. Acabo ensimismado solucionando los "sudokus", para desconectar un poco de la paranoia en la que nos hemos instalado.
En medio de mi baile de números y coordenadas, me parece escuchar unas voces procedentes de la cocina, que aparentan una discusión acalorada.
Lo achaco a los vecinos de la lado. Nunca he conseguido entender como una mujercita de apenas metro sesenta puede tener ese vozarrón digno de un vendedor de mercadillo semanal.
El run-run de la discusión me hace prestar mas atención. No procede del piso de al lado, ¡¡ es en mi cocina !!. ¿ Pero si estamos a solas los perros y yo en casa, quien coño habla ?.
Algo acojonado, no lo voy a negar, y con un paraguas en la mano ( lo mas parecido a un arma que he podido encontrar en casa ), entreabro la puerta de la cocina para seguir escuchando con más claridad.
Las dos cebollas, ¡¡ hablan, y además, están arengando al resto de los ingredientes !!.
- ¡¡ No, y nooooo !!. Nosotras nos separamos. No os aguantamos más. Tú, aceite, ¡¡ nos robas nuestro aroma y nuestro espíritu !!. Vosotras, patatas. ¡¡ Nos tapais, nos ocultais y no se nos distingue en la tortilla !!. Ahhhh, y vosotros, huevos. Sois los peores de todos. Nos cubrís con vuestra viscosidad, y ahogais nuestras ansias de libertad.
Oigo un murmullo de respuesta de los otros ingredientes, que nos consigo descifrar ni entender.
Las cebollas, prosiguen con su soflama reivindicativa
-¡¡ Por eso, y despues de votar, vamos a ejercer nuestro mandato democrático inapelable, y nos vamos de aquí !!. ¡¡ Adiós tortilla !!.
Las cebollas saltan de la encimera al suelo, y aprovechando la puerta entreabierta, cruzan rodando a toda velocidad el comedor. Enfilan la puerta abierta del balcón, y colándose entre los barrotes de la baranda, saltan a la calle. "Atila" y yo nos miramos con cara de asombro, y nos precipitamos hacia el balcón.
Al asomarnos, "Atila" y yo contemplamos a las cebollas sobre el asfalto dos pisos mas abajo. Por la calle adelante, llega el barrendero del barrio, un hombre mayor, al que le queda poco tiempo para jubilarse. Se dirige hacia las cebollas escobón y capazo en mano. Se le escucha rezongar en voz alta.
- Si es que esto está hecho una mierda desde que llegaron todos esos extranjero. Primero, las bolsas de basura en las papeleras, porque a esos cabrones no les da la gana llegarse a dejarlas en los contenedores. Ahora, verduras pasadas tiradas en medio de la calle. ¿ Que coño será lo siguiente ?.
Con un hábil golpe de escobón, las cebollas desaparecen dentro del capazo, rumbo al carrito de la basura.
Toda una metáfora de la vida. De ser unas estupendas y apetitosas cebollas moradas, a material destinado al triturado y compostaje en un solo instante.
"Atila" obsequia al barrendero con un par de ladridos cariñosos, y yo vuelvo a la cocina pellizcandome un brazo para saber que estoy despierto y no estoy soñando.
Pues me he quedado sin cebollas para la tortilla, y si me entretengo en volver a comprar algunas, no voy a tener el almuerzo listo a tiempo, Cocino la tortilla con el resto de ingredientes, y preparo también una buena ensalada a base de lechuga fresca.
Acabo justo a tiempo de que se enfríe lo suficiente antes de que llegue rendida de trabajar y hambrienta la señora Estupenda..
Ya en la mesa, Estupenda y yo nos repartimos la tortilla recién hecha mientras en la televisión emiten el telediario de la tarde.
Estupenda frunce algo el ceño al probar la tortilla.
- No está mal, Rodrigo, pero a esta tortilla le falta algo, ¡¡ está como insípida !!.
- Ya, es que no lleva cebolla.
- Pero si tenias un par de ellas en la nevera, ¿ porqué no las has usado ?.
- Bueno.... es que, ¡¡ ejem !!, es que las cebollas han decidido ejecutar un mandato democrático inapelable, y darse a la independencia y a la fuga.
- Rodrigo, ¡¡ te tengo dicho que esa medicación que tomas para la lumbalgia no se puede mezclar con el alcohol !!, todo junto provoca alucinaciones. ¿ Man-da-to de-mo-crá-ti-co ina-pe-la-ble ?. ¿ De que me suena a mi eso ?.
Miro a "Atila" que esta sentado en el suelo a mi lado. El perro cruza su mirada conmigo, y despues gruñe y ladra en dirección al balcón abierto.
- Mira Estupenda, la próxima vez que necesitemos comprar cebollas, compra las de Fuentes de Ebro, por favor. Son igual de melosas y buenas.
- ¡¡ Ah !!, ¿ si ?. ¿ Porqué, que les pasa a las de Figueras ?.
- Es que son algo conflictivas, cariño.
- ¡¡ Ayyy, por Dios!!, cada dia que pasa estas mas raro, Rodrigo.
Seguimos comiendo en silencio, mientras escuchamos de fondo el noticiario.
- ¡¡ Noticia de última hora !!. Uno de nuestros periodistas casualmente ha sorprendido a la Vírgen de Montserrat tomando un AVE hacia Zaragoza en la estación de Sants de Barcelona.
Aparece una fotografía en pantalla donde se distingue a la Virgen con el niño en brazos, arrastrando una maleta con ruedas por los andenes de la estación. Le sustituye la imagen del presentador del telediario.
- En una exclusiva para nuestra cadena, la Virgen de Montserrat ha declarado que cambia su sede social al Monasterio de San Juán de la Peña, y que antes pasará unos dias en Zaragoza en compañía de su amiga, la Virgen del Pilar. - Lo siento, pero ha sido una decisión meditada, ¡¡ ya no lo soporto más !!, entre todos me tienen ya negra, ¡¡ negra !!.-
A Estupenda, con el pasmo, se le cae el trozo de tortilla que se llevaba a la boca en esos momentos.
- ¿ Habías dicho algo sobre mis alucinaciones, cariño ?.
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Y a este hecho, el de que las cebollas se peleen con el aceite ¿ no se le puede denominar violencia ?
ResponderEliminar¿Fue menos violencia cuando el recordado Carod Rovira viajó hasta el País Vasco para negociar con los de la ETA pidiéndoles que no cometieran atentados en Catalunya ?. Fuera si, porque no es lo mismo un catalán que un aragonés, un gallego o un andaluz.
¿ Y no es menos violencia que mientras estamos haciendo una manifestación en Las Rambles, con 14 muertos presentes y sin enterrar, los que creen que tener cuatro barras valen más que los que creen que tienen dos, van y abren un pasillo declarando no se que de las libertades.
Debe de ser un sentimiento muy interior, y yo debo de ser un desalmado, porque carezco de lo que se llama sentimiento patrio, el mio sólo es metafísico e individual para cada uno de los 16 muertos y las madres de los terroristas, porque también tienen madre, y no quisiera estar en la piel de ninguna de ellas. Ha de ser muy triste.
Perdona, pero viene a colación por una respuesta que le han hecho a un buen amigo y mejor persona.
No entiendo a la gente. No la entiendo. Van a ver fútbol y se hinchan a palos con trapos que no son ni los colorinches de su equipo. Y aunque así fuera. Seguiría sin entenderlo.
Un abrazo y pon paz, y sobre todo, no se te ocurra ahora poner cebollas de Figueras con las de Zaragoza....a ver si la cosa acaba mal ¡¡¡
Salut
Vuelvo a repetírtelo. La violencia es inherente al ser humano. Es un recuerdo de nuestro pasado animál, la clave de la supervivencia del individuo mas fuerte.
ResponderEliminarY tres millones de años de evolución no han conseguido borrarla de nuestros genes cuando ha dejado de ser útil para conservar nuestra vida.
Después está la agresividad hacia el otro, hacia el desconocido en el que no nos reconocemos, el que no piensa o actúa como nosotros, al que consideramos un extraño peligroso, por la sencilla razón de no ser como nosotros, o de no pensar igual. Se convierte entonces en una amenaza a la que hay que eliminar.
En nuestra mente conviven el poso cultural que hemos acumulado en siglos d civilización, con la programación genética de un primate tosco que responde a sus miedos con violencia.
No tenemos remedio Miquél, ni redención posible.
Un abrazo.
Genial y divertido, sólo el humor y la ironia nos pueden salvar de tanta estulticia.
ResponderEliminarFRancesc, sí hay que morir, al menos que sea de risa.
EliminarHay que descojonarse de todo y de todos, hasta del muerto, y de quien lo vela, como dice el refrán.
Un abrazo.
Muy divertida la historia y sumamente oportuna. Faltaba un buen vino de Tierra de Barros que, a las dos copas, habría servido para no dar demasiada importancia a las cebollas. Eso sí, habría aumentado la intensidad del conflicto familiar. ¿Qué tal para el próximo día un buen salmorejo cordobés con un par de rebanadas de pan de payés?
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Cayetano. Lo tomaré en consideración. Podría ser un serial, algo así como "vivir en tiempos de no-independencia", je,je.
EliminarGrácias por enlazarme.
Un abrazo.
Con tu permiso, pondré un enlace en facebook para que la gente venga a leer tu historia. Es muy divertida.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Has de saber que las patatas gallegas nacen un Burgos, en la zona de Losa y la Lora, vienen a por patata de siembra a Burgos y con esa simiente nacen las gallegas..
ResponderEliminarSin connotaciones políticas ninguna, prefiero la tortilla española ("opresora" dirán algunos) sin cebolla...
Daniel, ahí si que tenemos un motivo muy serio de división : ¿ con cebolla o sin cebolla ?. Familias enteras han dejado de hablarse por ello, y no por la independencia.
EliminarSi, estoy enterado del asunto de las patatas burgalesas que acaba siendo simiente de las gallegas para las siguientes cosechas. Y ahí está el ejemplo de que la variedad genética da calidades excelentes al mezclarse. El sol y las lluvias de Galicia hacen el resto.
Un abrazo.
Me parece tremenda barbaridad una tortilla de patatas sin cebolla, eso sí, yo uso de Fuentes.
ResponderEliminarJe, je. Militamos en la misma mitad de la humanidad.
EliminarUn abrazo.
Habrá que intentar poner todo el esfuerzo en analizar de dónde nos viene esta violencia. Entenderla para aplacarla, reconducirla hacia el impulso generoso. La colaboración siempre beneficia, y es una verdad avalada por la Teoría de Juegos.
ResponderEliminarla verdad, lo veo un poco difícil. Mas que nada, porque para aplacar la violencia hace falta dialogo, y eso supone reconocer que el otro, el oponente, tiene autoridad y algo de razón.
EliminarY aquí, hemos caído en la "post-verdad" mas miserable por ambos lados.
Un besazo
Me ha encantado...hoy me haré una tortilla y le añadiré unas guindillas picantes con ajitos revoltones a ver si las de Figueras tragan y colaboran...Un abrazo cocinero !!
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