Dan Tyminski : The Boy Who Wouldn't Hoe Corn.
Creo que la primera forma de expresión humana, antes de que fuésemos capaces de articular ningún sonido con nuestra faringe, fué la música.
Quizás fué en el Paleolítico Superior cuando un antecesor nuestro aprendió a golpear rítmicamente un tronco de árbol vacío, y sin quererlo descubrió que aquél ruido controlado llamaba la atención de sus congéneres.
En estos tiempos actuales en que nadie parece entender a nadie, y que tampoco tiene ningún interés en hacerlo, la música emerge como un lenguaje universal.
Es algo que sabe muy bién Aeham Ahmad, el pianista sirio que tocaba el piano entre las ruinas del campo de refugiados de Yarmouk. Tocaba para aferrarse a la realidad en mitad de una pesadilla, tocaba por contrariar a los fanáticos del ISIS, que odian la música por considerarla pecaminosa. Tocaba el piano para sentirse como un ser humano en mitad del infierno de odio y de destrucción que es hoy Siria.
Es la principal cualidad el arte, la belleza no conoce idiomas. Podemos admirar la belleza de Friné a través de las esculturas de Praxíteles, dos mil cuatrocientos años después, sin conocer una sola palabra de griego clásico.
Descubrí esta deliciosa pieza de música popular americana hace pocos dias, por motivos demasiado largos para contar aquí, y me fascinó.
En la música popular de cualquier país se pueden apreciar los estratos de su historia como en una excavación arqueológica. Aquí podemos encontrar las influencias de los irlandeses, los alemanes, los centroeuropeos y de los españoles que se asentaron en Norteamérica desde su fundación.
Y nos dá una lección : del mestizaje, de la mezcla puede emerger algo bello y poderoso, una cultura con muchos marices.
Por mucho que les pese a todos aquellos que quieren levantar muros, que solo sirven para ocultar su propia miseria.
También para aquellos, que tengo mucho mas cerca, que están tan ensimismados en si mismos, y que pretenden separarse porque se creen la sal de la tierra, reinventando la historia e ignorando la voluntad de la mayoria.
Dedico esta pieza a todos ellos.
La historia de un muchacho campesino, algo torpe y muy vago, que no encontraba novia porque ninguna mujer de su pueblo deseaba mantener a un inútil.
También quiero disculparme con todos vosotros, los que me leéis de vez en cuando por este tiempo de silencio. No paso por mi mejores tiempos, y prefiero aparecer solo cuando tengo algo interesante que contar y compartir con vosotros.
Vendrán tiempos mejores.
Quizás fué en el Paleolítico Superior cuando un antecesor nuestro aprendió a golpear rítmicamente un tronco de árbol vacío, y sin quererlo descubrió que aquél ruido controlado llamaba la atención de sus congéneres.
En estos tiempos actuales en que nadie parece entender a nadie, y que tampoco tiene ningún interés en hacerlo, la música emerge como un lenguaje universal.
Es algo que sabe muy bién Aeham Ahmad, el pianista sirio que tocaba el piano entre las ruinas del campo de refugiados de Yarmouk. Tocaba para aferrarse a la realidad en mitad de una pesadilla, tocaba por contrariar a los fanáticos del ISIS, que odian la música por considerarla pecaminosa. Tocaba el piano para sentirse como un ser humano en mitad del infierno de odio y de destrucción que es hoy Siria.
Es la principal cualidad el arte, la belleza no conoce idiomas. Podemos admirar la belleza de Friné a través de las esculturas de Praxíteles, dos mil cuatrocientos años después, sin conocer una sola palabra de griego clásico.
Descubrí esta deliciosa pieza de música popular americana hace pocos dias, por motivos demasiado largos para contar aquí, y me fascinó.
En la música popular de cualquier país se pueden apreciar los estratos de su historia como en una excavación arqueológica. Aquí podemos encontrar las influencias de los irlandeses, los alemanes, los centroeuropeos y de los españoles que se asentaron en Norteamérica desde su fundación.
Y nos dá una lección : del mestizaje, de la mezcla puede emerger algo bello y poderoso, una cultura con muchos marices.
Por mucho que les pese a todos aquellos que quieren levantar muros, que solo sirven para ocultar su propia miseria.
También para aquellos, que tengo mucho mas cerca, que están tan ensimismados en si mismos, y que pretenden separarse porque se creen la sal de la tierra, reinventando la historia e ignorando la voluntad de la mayoria.
Dedico esta pieza a todos ellos.
La historia de un muchacho campesino, algo torpe y muy vago, que no encontraba novia porque ninguna mujer de su pueblo deseaba mantener a un inútil.
También quiero disculparme con todos vosotros, los que me leéis de vez en cuando por este tiempo de silencio. No paso por mi mejores tiempos, y prefiero aparecer solo cuando tengo algo interesante que contar y compartir con vosotros.
Vendrán tiempos mejores.
Ha valido la pena esperar en la ausencia, estos tipos són muy buenos y auténticos.
ResponderEliminarsalut
Si, Timinsky lidera un grupo de "blue grass", musica folk del medio oeste, los "Union Station". Los descubrí buscando de donde demonios había salido la canción de la BSO original de la película " O Brother". Porque George Clooney será muy guapo, pero no me lo creo cantando tal como aparece en la película.
EliminarAquí te dejo el enlace con la canción de la película :
https://www.youtube.com/watch?v=meCZ5hWNRFU
Un abrazo.
Cómo me alegra volver a leerte, como dice Francesc, ha valido la pena esperar tu ausencia.
ResponderEliminarUn besazo.
Muchas gracias por tu cariño Maria, mi poetisa.
EliminarUn besazo.
Hay un tiempo para cada cosa. Para reflexionar, para descansar, para leer y para escribir...ya lo dice el Eclesiastes.
ResponderEliminarUn abrazo
salut
Gracias Miquel, tienes razón, hay un tiempo para todo. Es cuestión de volver a encontrar el equilibrio interior, y en eso ando otra vez.
EliminarUn abrazo
Gracias, no conocía el autor y la pieza.
ResponderEliminarLa música nos salva, es un refugio para estos malos tiempos y, como bien dices, es universal, un camino seguro para la fraternidad y el encuentro.
Un abrazo.
Amaltea, el arte y el amor son las únicas cosas que pueden redimirnos de nuestras pequeñas miserias, y a veces, son los únicos refugios que nos quedan.
EliminarOtro abrazo para tí.
De hecho la música que más me gusta es la que tiene mezclas diversas, la fusión del rock o del blues con el jazz, por ejemplo. Viva el mestizaje y abajo las barreras que separan o dividen. No se es mejor por haber nacido en esta o en aquella orilla del río.
ResponderEliminarUn saludo.
Coincido contigo en el gusto por las fusiones musicales, Cayetano.
EliminarPor ejemplo, nunca le habia hecho caso al flamenco hasta que escuché a los Ketama. A partir de ahí, empecé a interesarme por él.
Un abrazo.
El futuro es mestizo porque la vida es mestiza. Eso le decía ayer mismo a Kyle antes de entrar a ver la última versión de Alien. Kyle tiene ahora 16 años y es el hijo adoptado de QK, mi novia que falleció de cáncer hace tres años. Kyle es de origen filipino y ahora vive con sus tíos en Barcelona, por supuesto ya habla catalán con casi normalidad. Ellos son originarios del Bierzo, gente que vino, como tantos a trabajar a Cataluña. QK nació en Barcelona, pero de mayor regresó al Bierzo, allí adoptó a Kyle.
ResponderEliminarMuros, fronteras, la sal de la vida, esconder las propias miserias, cultura, matices, reinventar la historia, la voluntad de la mayoría… contigo pan y cebolla, eres la mujer de mi vida, te voy a querer siempre, en la miseria y en la enfermedad… Eso es lo que le dice el marido cuando su mujer le pide el divorcio. Bueno, en realidad se lo dice antes que se lo pida, solamente cuando la esposa le comenta un día: “querido, tenemos que hablar”, y él le responde: “no hay nada de qué hablar, no levantemos muros, no escondas tus miserias en ellos…”.
La pieza musical es preciosa. Como dice Francesc, esos tipos son muy buenos.
Salud
Escuchar eso de "tenemos que hablar" es como para echarse a temblar, y si detrás te dicen : "no eres tú, soy yo", date ya por perdido.
EliminarPero, ¿ que seria de nosotros sin las mujeres de nuestra vida ?. No seriamos nadie.
espero que visualmente la última entrega de "Alien" valga la pena, porque creo que Ridley Scott el argumento lo ha estirado mas que un chicle.
Como le he indicado a Francesc, son los "Union Station", buenos músicos de temas tradicionales.
Un abrazo.