¡¡ MARCHANDO UNA DE PORRAS !!

           El señor Alberto Casillas, impidiendo el paso de la policía anti-disturbios a su local.
                                                        ( fuente :El Economista )


                        
Ayer fue uno de esos días en que la supuesta democracia en la que vivimos, vivió una autentica paradoja. La plataforma 25-S convocó para ayer, una jornada de protesta contra la amarga situación social que vivimos estos días en nuestro país.

La protesta consistía en rodear el Congreso de los Diputados, y hacer llegar de viva voz a los congresistas, y sobre todo a los miembros del gobierno, su disconformidad sobre las medidas de recorte social, y la forma en la que el gobierno del Sr. Mariano Rajoy  trata de sanear las cuentas estatales y "sacarnos" de la crisis económica.

El lema de la protesta, era toda una proclama de máximos : disolución de las cortes, abolición de la constitución y nuevas elecciones legislativas, casi nada.

El complejo del Congreso de los Diputados, amaneció ayer rodeado por un doble cordón de seguridad, que restringía el acceso a la Carrera de San Jerónimo en todo su tramo central.

Los diputados, nuestros ilustres "padres de la patria", salvo la excepción de algunos parlamentarios de la oposición que se acercaron hasta las barreras, escucharon desde muy lejos la protesta, ya que la mayoría accedió a la zona de seguridad a bordo de coches oficiales.

Al principio, la protesta transcurrió por cauces pacíficos, hasta eso de las siete de la tarde, cuando se desató la violencia y los golpes de porra de las compañías de Policía Nacional anti-disturbios.

El saldo ha sido de sesenta y cuatro heridos, y treinta y cinco arrestados. De estos últimos, parece ser que solo cinco tienen antecedentes penales por hechos violentos anteriores.

El nombre propio de la jornada, ha sido el encargado de la cafeteria El Prado, el señor Alberto Casillas,  situada en las cercanías del congreso. Durante una de las cargas policiales, algunos de los manifestantes se refugiaron en el local. El Sr. Alberto impidió la entrada de algunos de los policías al grito de : "En este locál, las unicas porras que entran, son las que sirvo yo ".

Para los lectores que lean esto desde fuera de España, tengo que aclarar que las "porras" son churros, una masa de harina frita que es el típico desayuno madrileño. Se suelen tomar acompañadas de café.

Si la policía, en pleno furor de la carga, hubiese entrado en el local repartiendo porrazos, seguramente habríamos tenido una masacre, y hoy seria una jornada bastante mas triste.

Las reflexiones que me inspiran los hechos de ayer, son varias. La primera, es que en todo acto de protesta callejera, se suelen infiltrar unos cuantos desaprensivos que aprovechan estas situaciones para provocar actos vandálicos, y que nada tiene que ver con la organización que promueve la manifestación o la protesta. El hecho de que una minoría de los detenidos, tenga antecedentes por este tipo de hechos lo demuestra.

La delegación del Gobierno en Madrid, ha declarado que en los disturbios de ayer han participado miembros del "Bloque Negro", una oscura organización anarquista,  procedentes del Pais Vasco y Barcelona. 

Sobre lo que se cuece en el Pais Vasco en medios libertarios, lo desconozco. Pero con respecto a Barcelona, puedo asegurar que al denominado "Bloque Negro", no lo conoce nadie por aquí. Y que probablemente, solo existe en las declaraciones que hicieron ayer los responsables de la seguridad del estado.

Esta "historia" sobre el temible "Bloque Negro", me suena a la invención de "La Mano Negra" , una inexistente organización anarquista que inventó la policía a finales del siglo XIX para justificar la dura represión contra los jornaleros en Andalucia. 

¡¡ Por favor, señores del gobierno  !!, que aún quedamos algunos que recordamos la historia de este país, y los errores que se cometieron para justificar los "crímenes de estado".

Otra reflexión, es que las manifestaciones ante el Congreso durante las sesiones parlamentarias, están prohibidas por ley :

                                        

El Código Penal castiga como delito contra las instituciones del Estado a los promotores de manifestaciones que alteren el normal funcionamiento de las Cortes.

- Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea legislativa de comunidad autónoma, cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento.

- Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año quienes, sin ser miembros del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea legislativa de comunidad autónoma, perturben gravemente el orden de sus sesiones. Cuando la perturbación del orden (...) no sea grave, se impondrá la pena de multa de seis a doce meses.

- Las penas se elevan de tres a cinco años de prisión para los que invadan por la fuerza el Congreso de los Diputados (art. 493) o intenten penetrar con armas para presentar peticiones (art. 495).

No deja de ser una paradoja, que el mismo pueblo que ha puesto a los diputados en el congreso, no pueda expresarles su desacuerdo sobre la forma en que son representados. Soy consciente de que esta ley fué promovida para evitar ningún asalto al congreso que pudiese perturbar gravemente las sesiones, pero aplicarla en este caso, me parece llevar la ley a su aplicación extrema.

Por otro lado, esta la intención del señor Fernandez Diaz,  ministro de Interior, de criminalizar cualquier protesta, incluso las pacíficas. Según sus propias declaraciones, tiene la intención de presentar un proyecto de ley que penalice ¡¡ hasta las "sentadas" no-violentas !!.

Estoy de acuerdo en que la democracia, es el menos malo de los sistemas políticos, pero también, estamos viendo las limitaciones de la democracia española, una democracia hecha a la medida del sistema político bi-partidista.

Un sistema que "coloca" a los diputados durante cuatro años en el escaño, y que no permite ningún control mas sobre ellos por parte de los electores, sin que escuchen las preocupaciones de los votantes, es muy, muy frustrante.

Aquí, el lema que se deberia poner en letras de molde en la sala de plenos del congreso :

    "Todo para el Pueblo y por el Pueblo, pero sin el Pueblo".

Nuestro sistema político,  nuestra democracia, y nuestra constitución, acumulan ya mas de treinta años. Creo que empiezan a necesitar una revisión, y algunos ajustes. Porqué sino, dejaremos de creer en ello, con el consecuente peligro que eso representa. Que en este país, siempre hemos sido muy brutos.