CAN VIAS, O EL PAISAJE TRAS LA BATALLA

Manifestación contra el desalojo de "Can Vies"

El barrio de Sants en su tiempo fue una pequeña población vecina a Barcelona, hasta que allá por 1.897 fué anexionada a la municipalidad de Barcelona. A pesar de la absorción, Sants ha sabido mantener su carácter própio. La fuerte industrialización de la zona, que se mantuvo muy activa hasta los años sesenta del siglo XX, le dio al barrio una población compuesta básicamente por obreros y pequeños artesanos. Fábricas como La España Industrial o Can Batlló entre otras, emplearon a centenares de trabajadores, y propiciaron la existencia de pequeños talleres auxiliares en la zona, dedicados al mantenimiento de la maquinaria industrial, o a trabajos complementarios a las producciones textiles de las industrias de la zona

El poso de toda esta historia de lucha social en el barrio, es una fuerte tradición asociasonista entre el vecindario actual, descendientes de aquellos esforzados trabajadores del sector textil. El orgullo de clase, la solidaridad y el espíritu libertario, siguen impregnado las calles del viejo Sants.

Los vecinos de Sants consiguieron tras una enconada lucha a finales de los años setenta, que el espacio vacío que quedó tras el traslado de la fábrica "La España Industrial" fuese convertido en un a zona verde, en contra de los planes de la propiedad, que preveían la construcción de viviendas en todo el solar.

Mas reciente ha sido el caso de la antigua fábrica "Can Batlló", en el que la lucha vecinal ha conseguido la cesión del llamado "bloque once" para las actividades de las asociaciones vecinales, y la revisión del proyecto de construcción de viviendas en el solar, con un ampliación de la zona destinada jardines.

El movimiento asociativo de Sants continua bastante activo, con una asociación de vecinos muy comprometida con la vida social y cultural del barrio

El local de la calle Jocs Florals, era originariamente un local de oficinas y un taller de mantenimiento del ferrocarril metropolitano de Barcelona. Tras el traslado de las actividades que allí desarrollaba el metropolitano, fue "ocupado" hace diecisiete años por miembros del movimiento anarquista y libertario del barrio. Situado al final de la calle, debe su sobrenombre a las vías de los ferrocarriles metropolitanos de la linea 1 y a las vías de Renfe que transcurren paralelas ( ahora soterradas bajo un anti-estético cajón de hormigón ) y que cortaban la calle en su abrupto final.

Sobre la aceptación por el vecindario de la calle de las actividades que se desarrollaban en "Can Vies" no tengo una versión unánime. He escuchado versiones contradictorias. 

Para unos, las fiestas y conciertos que se desarrollaban allí producían unas molestias insoportables, con ruidos atronadores y suciedad en la calle. Para otros, eran unos chicos modélicos, bien educados, y que se preocupaban por no causar problemas innecesarios al vecindario, e incluso se preocupaban por la limpieza de su sector de la calle.

Supongo que la realidad, es una mezcla de las dos versiones. Personalmente, no me habría gustado tenerlos como vecinos, soy algo quisquilloso en cuanto a la tranquilidad y la quietud para descansar adecuadamente.

Diecisiete años de ocupación son muchos, y una buena parte de la gente joven de la barriada ha pasado por "Can Vías" en alguna época de su vida.

El pasado lunes dia 26 de Mayo ( un día después de la elecciones al parlamento europeo, ¿ casualidad ? ), el Ayuntamiento de Barcelona procedió al desalojo del local,  para ejecutar una sentencia judiciál que daba la razón al legitimo propietario del inmueble, la Entidad del Transporte Metropolitano de Barcelona, frente a los ocupantes ilegales. Inmediatamente tras el desalojo, la maquinaria pesada entró en acción, iniciando el derribo de locales.

La reacción de los desalojados ha sido fulminante. Durante toda una semana y hasta la fecha, las noches del barrio se han convertido en una pesadilla de violencia callejera, con contenedores ardiendo, cristales de entidades bancarias y de algún restaurante de comida rápida destrozados, y algunos vehículos particulares quemados. Una buena parte de la ciudadanía del barrio se ha manifestado por las calles en apoyo de los desalojados de "Can Vias", o ha participado desde su casa en las "caceroladas" que se han sucedido casi todas las noches coincidiendo con los disturbios y las manifestaciones.

A fecha de hoy, el saldo de los disturbios arroja la nada desdeñable cifra de 200.000 Euros en daños al mobiliario urbano, ( sin contar los daños a particulares ), y una sesentena larga de detenciones por parte de las fuerzas de seguridad.

El colectivo de "Can Vias" ha dado a través de la Asamblea del Barrio de Sants sus condiciones para cesar sus movilizaciones.

     1ª  Dimisión del regidor del distrito, Jordi Martí, y del alcalde, Xavier Trias

     2º Paralización inmediata del derribo

     3º Liberación sin cargos de todos los detenidos durante los incidentes

     4ª Que se detenga el despliegue policial que "militariza" ( sic ) el barrio

     5º Paralización de todos los procesos de desahucio de todos los centros sociales ocupados

         en el resto de la ciudad.

- ¡¡ Y una ronda de copas para todos !!.

- Me lo has quitado de la boca, Timoteo, prosigo.

Como se puede ver, las reivindicaciones del colectivo de "Can Vias" no son precisamente de "mínimos" como para llegar a un posible acuerdo rápidamente

Pero en mi opinión, comparto uno de los planteamientos del colectivo : la dimisión del regidor del distrito, el señor Jordi Martí. Porque el señor Martí ha demostrado una tremenda miopía, y un desconocimiento absoluto de la realidad social del distrito que gobierna.

Soy de los que piensan que las leyes y las sentencias judiciales deben ser acatadas y respetadas, porque la única manera de vivir en una sociedad libre es colocando la ley por encima de todo y de todos.

Pero el desalojo de "Can Vías" se podría haber realizado de una manera negociada y pactada con el colectivo, ofreciéndoles alguna alternativa eficaz para seguir con su actividad en otra parte del distrito.

Por otra parte, el descontento y el desapego de una parte de la ciudadanía hacia la clase política, ha provocado que buena parte de los habitantes del distrito sienta simpatía hacia los del colectivo, a pesar de los alborotos y los destrozos en el barrio. La situación sin horizontes, sin salida de la juventud del barrio, provoca que sus mayores acepten "de facto" la violencia en sus reivindicaciones.

Algo está empezando a fallar en nuestra sociedad. El uso de la violencia, aunque sea de una minoría es intolerable, y el Ayuntamiento se ha metido en un callejón sin salida. Si pacta con los violentos, será acusado de ceder al chantaje. Y si no pacta, se le acusará de intolerante, y de no respetar la pluralidad de ideas, y de vivir a espaldas de la ciudadania.

Por otra parte, en esta historia hay otros factores en la sombra. El movimiento mas radical de los "anti-sistema" de Barcelona, los supuestos autores de los destrozos, está infiltrado por miembros de los Mozos de Escuadra, de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, y hasta creo que por los del C.N.I. No están tan "descontrolados" como podría parecer. 

Simultaneamente a todo esto, el Ministerio del Interiór ha destacado 300 efectivos de los cuerpos anti-disturbios de la Policía Nacional en el municipio de Calella, con la excusa de la "protección de edificios oficiales". ¿ Miedo a un estallido social ?. No lo creo. Que cada uno extraiga sus propias conclusiones.

La violencia, a veces también beneficia otros extraños intereses.

Por otra parte, hay otra noticia que ha pasado algo desapercibida en medio de todo este "follón".

Hace cinco dias, dimitió de su cargo Manel Prat, director de los Mozos de escuadra. 

No, no ha dimitido por la muerte de Juan Andrés Benítez meses atrás en El Ravál de Barcelona, tras recibir presuntamente una paliza por parte de un grupo de Mozos de Escuadra durante su detención en la calle. 

No ha dimitido por la muerte de Alfóns Bayard el pasado 2 de Abríl en la Plaza Molína, al ser inmovilizado por una patrulla de los Mozos de Escuadra, y al que no aplicaron los policias el protocolo para personas con problemas psiquiatricos, que tal era el caso del difunto Bayard

No ha dimitido por las cinco versiones diferentes dadas por la policía autonómica al juéz que investigaba como perdió su ojo Esther Quintana al impactarle una pelota de goma durante la jornada de huelga general del 14 de Noviembre del 2.012.

Tampoco ha dimitido porque el juez haya dado por probado que una pelota de goma procedente de la unidad Drago 40 de los Mozos ocasionó el estallido ocular de Esther Quintana, a pesar de que Manel Prat jurase y perjurase que no se disparó ninguna pelota de goma en la zona.

Ha dimitido por motivos "estrictamente personales" y porque ya "no tenia mas recorrido profesional". Tal como suena y leyendo un comunicado ante la prensa, y sin admitir ningún tipo de preguntas. Ni un solo reconocimiento de errores, porque para el, no los hay, y rematando la comparecencia con un : "Nunca he faltado a mi palabra ni a mi compromiso". ¡¡ Olé tus coj. . .  !!

Me recuerda a algunos militares que conocí durante mi estancia en la Armada Española. Aquellos tipos, envolvían sus carencias y su incompetencia con la bandera, con un patriotismo impostado. El ¡¡ Viva España!! compensaba la falta de profesionalidad y de capacidad personal. Es el mismo caso del señor Manel Prat, solo que esta vez es un ¡¡ Visca Catalunya!! lo que enmascara la incompetencia.

Tenemos en Cataluña un serio problema con la falta de preparación y de capacidad profesional de la policía autonómica. Si a eso le sumamos la falta de empatia y la soberbia de algunos de sus miembros con respecto a  la ciudadanía a la que tienen que dar servicio, que no se extrañen si la población no se siente demasiado identificada con ellos.

- Apañados vamos, "nene".

- Ya lo creo, Timoteo.