CODICIA, NEGOCIOS E INVERSIONES.

                                                          Don Jose Mª Ruiz-Mateos


Seguimos parafraseando el tango "Volver" como en "post" anterior : Treinta años nos son nada, y la historia del holding empresarial Rumasa se repite casi treinta años mas tarde con Nueva Rumasa, grupo de empresas propiedad de la familia Ruiz-Mateos.

La noticia ha saltado estos dias desde las secciones de economía a las primeras planas de los diarios : diez de las empresas del grupo Nueva Rumasa se acogen al llamado "concurso de acreedores " por falta de liquidez. El procedimiento del "concurso de acreedores" no es otra cosa que el conocido anteriormente como suspension de pagos. En este procedimiento, una empresa afectada por falta de liquidez para atender sus pagos financieros, se somete a una intervención judicial en la que negocia con sus acreedores la refinanciación de las deudas contraídas. No significa necesariamente la quiebra de las empresas sometidas a este proceso, pero si no lo superan, el siguiente paso es la quiebra y la liquidacion de los activos de la empresa.

Nueva Rumasa es un grupo de empresas relacionadas con el negocio de la alimentación en el ámbito español. El asunto no llamaría la atención dentro de los turbulencias económicas que vivimos desde hace tres años tras el estallido de la crisis financiera, si no fuese porque Nueva Rumasa, coincidiendo con el inició de la crisis, lanzó una agresiva campaña de captación de fondos de inversores particulares mediante una emisión de obligaciones financieras a vencimiento de un año y a un altisimo interés : ente un seis, ocho y un diez por ciento de interés anual.

Dicha emisión quedó fuera de la cobertura y supervisión de la Comisión Nacionál del Mercado de Valores debido a un tecnicismo legal que obligó al gobierno a corregir posteriormente el reglamento que regula estas operaciones. La campaña publicitaria que lanzó el grupo para captar inversores fué bastante potente : anuncios a página completa en los periódicos de tirada nacional, y abundantes cuñas de publicidad en emisoras de radio y televisión. Amplia publicidad en la que incluso se ponía como garantía el "stock" de un conocido "brandy reserva" de unas de las bodegas del grupo.

Se calcula que Nueva Rumasa recaudó unos 150 millones de Euros de miles de pequeños inversionistas con esta operación.
La contabilidad de las empresas afectadas arroja una deuda de 700 millones de Euros, frente a un patrimonio acumulado por valór de 6.000 millones de Euros.

Una de las pocas ventajas de la crisis por la que atraviesan las finanzas de este país, es que a estas alturas, hasta los legos en economía empezamos a entender de estos asuntos, muy a nuestro pesar.

Cuando los rendimientos de una presunta inversión superan por mucho el interés interbancario, que en estos momentos ronda el dos y medio por ciento, algo no funciona muy bien en esa "inversion".

Tenemos muy recientes los casos de Forum Filatelico y Afinsa, dos supuestas sociedades de inversiones en activos filatélicos que resultaron ser monumentales estafas piramidales, con miles de ahorradores arruinados. En lo internacional, el caso Madoff, otra inmensa estafa también por el sistema piramidal.

¿ Que tienen en común estos escándalos financieros ?. Todos tienen el denominador común de los altos intereses ofrecidos a los inversores.

La captación de inversores ha jugado con la codicia y el afán de hacer fáciles y buenos negocios sin tener ningún conocimiento del mercado financiero y sin ninguna otra preocupación, sin caer en la cuenta de que en los "mercados finacieros" no se fabrica el dinero. Allí sencillamente, cambia de bolsillos, y a veces, desaparece.

No me gustaría ver a los inversores reclamando su dinero con pancartas en manifestaciones, y exigiendo que el estado se haga responsable de su codicia inversora, a pesar de los repetidos avisos que lanzó la Comisión Nacional del Mercado de Valores

Espero que por el bien de los inversores, y sobre todo, por la plantilla de empleados de las empresas del Sr. Jose Mª Ruíz Mateos, la situación sea reversible y las empresas puedan ser reflotadas. Porque al final, la codicia, la falta de escrúpulos en los negocios y la ambición de unos pocos, la acabamos pagando todos los demás a costa de nuestros impuestos.