martes, 27 de marzo de 2018

IDENTIFICARSE CON LA TIERRA




El comentario que aparece arriba, apareció hace unos dias en un "blog" amigo que suelo frecuentar : Mil Demonios.

En esta entrada, el autor es bastante crítico con el espectáculo que todos pudimos contemplar el pasado sábado en el Parlament de Cataluña, cuando el presidente del mismo, Ferrán Torrent escenificó el enésimo desacuerdo de los partidos independentistas para nombrar un candidato presentable para presidir la Generalitat y sacar a Cataluña del pantano donde está inmovilizada, y ahogándose.

Este comentario me hizo reflexionar sobre los conceptos que maneja la ideología independentista para justificarse. Y el principal de ellos es la  "tierra/terra".

Notad el detalle de que nunca usarán el término "patria". No, no lo usarán por las connotaciones que tiene para ellos el uso y abuso que hizo de esta palabra el franquismo durante cuarenta años.  Prefieran usar el eufemismo "tierra/terra", que suena algo mas suave y elegante.

Pero en el fondo, es el mismo truco, usar una entelequia inexistente. Porque las tierras, en si mismas no tienen carácter ni identidad propias.  Pueden ser peores o mejores, tierras fértiles, desiertos arenosos, bañadas por el mar o bendecidas por los ríos. Mas frias o más cálidas.

Pero solo son eso, territorios. Los que llenamos de sentido, vida e identidad a los territorios, somos las personas que en ellos habitamos. Sin nosotros, solo son eso, tierras.

Hoy he podido leer en la prensa que por segunda vez, familiares de los soldados argentino muertos durante la guerra de las Malvinas han podido visitar el cementerio donde reposan los restos de sus seres queridos.



Cementerio argentino en Darwin  ( Malvinas/Falklands )

La mayor parte de los militares argentinos enterrados allí permanecen sin ser identificados, casi todas las inscripciones de las tumbas rezan así

" Aquí descansa un soldado Argentino solo conocido por Dios".

Doscientos dieciocho militares descansan cerca del lugar donde la mayoria cayeron en la batalla mas intensa de la guerra : Goose Green, el Prado de los Gansos.

La Guerra de las Malvinas es una perfecta muestra de un intento de manipulación de los sentimientos patrióticos.

A principio de los años ochenta, la dictadura militar argentina estaba seriamente cuestionada entre la población argentina. Los asesinatos y las desapariciones de opositores al régimen dictatorial empezaban a hartar seriamente a la sociedad argentina, y se articulaba un tímido pero firme movimiento opositor a los militares.

Acosada por la opinión publica internacional, y por la oposición interna, la junta militar presidia por Galtieri, decidió sacar un conejo de la chistera, y desenterrar una vieja reivindicación nacional : desalojar a los británicos de las Islas Malvinas, aunque fuese por la fuerza.

La maniobra funcionó relativamente bien, y la causa de las Malvinas cohesionó momentáneamente a la población del país, acallando a la oposición.

La campaña acabó en un fiasco militar tremendo. La profesionalidad de las fuerzas de mar, tierra y aire británicas se impuso al ejército de reemplazo argentino, que mal equipado y peor entrenado no pudo evitar que los ingleses recuperasen el control del archipiélago tras unos cortos y cruentos combates.

La estrepitosa derrota militar, acabó por acelerar el fin de la dictadura militar argentina, y sentó en el banquillo de los acusados a aquellos de los militares implicados en el genocidio cometido contra su propio pueblo

Por supuesto que a ningún argentino se le ocurrió preguntar en su momento a los habitantes de las islas si deseaban seguir siendo subditos ingleses o querrían hacerse argentinos.

Y la respuesta era obvia, los "kelpers", la población de las islas Malvinas/Falklands prefieren seguir siendo británicos, cosa que aclaró el referéndum efectuado el 10 y 11 de marzo del año 2.013. 

El  98.9 por ciento de los votantes decidió seguir teniendo la nacionalidad inglesa.

¿ Realmente es válido el patriotismo cuando se emplea en contra de la voluntad de una población ?.

Con respecto a la situación de Gibraltar, nos encontramos en la misma situación. La población del Peñón prefiere mantener su nacionalidad inglesa, por muchas campañas que han lanzado y lancen los diversos gobiernos españoles de turno. Sencillamente han hecho de su situación como colonia una forma de vida bastante satisfactoria para sus habitantes, y salvo algún cataclismo, un referéndum entre los gibraltareños daría poco mas o menos el mismo resultado que en las "Malvinas/Falklands".

Toda esta diatriba la escribo para demostrar que los territorios no tienen identidad ni carácter, solo obedecen a los intereses de su habitantes, cosa que me parece muy respetable.

El patriotismo suele usarse para ocultar asuntos bastante inconfesables.




Esta fotografía la he tomado esta tarde, en eun polígono industrial de Badalona. La nave es un almacén de un importador de articulos chinos.

 Como se puede comprobar, en el "muestrario" del negocio, conviven en paz  tres banderas muy diferentes.

La "estelada" de los "indepes" ( con la estrella algo torcida ), la de los "horteras" que adoran al "tótem" del toro de lidia incrustado en la bandera española, y una bandera Constitucional Española.

La respuesta de un "indepe"  hiper-ventilado ante esta imagen seria :

- Je, je, si es que ya se sabe, los chinos hacen negocio con todo, hasta con las banderas.

Cierto, los chinos hacen buenos negocios con casi cualquier cosa, pero no son los únicos en hacer buenos negocios con las banderas, o mas bien, a costa de las banderas.

Tenemos una buena parte de la clase política catalana, que en pocos años, han pasado de ser nacionalistas moderados y liberales, a rabiosos independentistas.

 ¿ La razón de este cambio ?. Pues que los latrocinios y robos cometidos en algo más de dos décadas de poder ininterrumpido en Cataluña amenazaban con sentar a sus responsables en el banquillo de los acusados bajo la acusación de apropiación indebida y saqueo sistemático de los fondos públicos.

El "caso Pujol" y el "caso Palau" no son mas que la punta del iceberg de la corrupción sistemática que existía en el "oasis catalán" en los buenos tiempos en que Convergencia i Unió gobernaba estas tierras.

No, no ha sido solo el famoso "tres por ciento" que Pascual Maragall les reprochó en su momento, ha habido bastante mas aún.

Y como la justicia y la UDEF son lentas, muy lentas pero inexorables, la solución para intentar escapar de la justicia para algunos ha sido saltar en marcha del tren.

Si a este panorama de ladrones reconvertidos en patriotas, le añadimos el gobierno mas nefasto e incompetente que ha conocido la historia moderna de España y que dirige Don Mariano Rajoy, tenemos el resultado actual. El caos mas absoluto.

Vuelvo al principio, no puedo identificarme con un lugar, porque no tiene alma.  Me identifico con la gente que lo habita.

Cataluña será lo que quiera ser, pero nunca podrá ser nada en contra de la voluntad de la mitad de los catalanes.

Como tampoco serán argentinas las islas Malvinas/Falklands, ni español Gibraltar en contra de la voluntad de su habitantes.

Y yo, soy catalán. Y la independencia y la República Catalana, no son mis prioridades. Por delante de todo eso, está el bienestar, el mio y el de mis conciudadanos. 

Hoy por hoy, un veinte por ciento de la población catalana está por debajo del umbral de la pobreza. Un treinta por ciento de los niños catalanes no tiene asegurada una alimentación correcta.  Proliferan los "empleos-basura", y los desahucios están a la orden del dia en todas las poblaciones del territorio.

De todo esto, los "indepes" no hablan, y su "programa" electoral se limita a decir que cuando se instaure la República, todos seremos felices, de una forma machacona y algo beatorra. Como si la independencia fuese una nueva religión redentora que nos garantice el Paraiso

Lo que no explican, es como conseguiremos esa felicidad bastante tontorrona, como todos los intangibles identitarios.......









martes, 13 de marzo de 2018

BEBER DE LAS FUENTES




Aún recuerdo como  cuando era un adolescente algo gamberro, me gustaba sacar de sus casillas a nuestro viejo profesor de religión :

-- Don Rosendo, ¿ puedo hacerle una pregunta ?
-- Como no, hijo mio, ¿ que quieres saber ?.
-- ¿ Podría explicarme otra vez eso de la Santísima Trinidad, lo de Dios Uno y Trino ?. Es que no consigo acabar de entenderlo muy bien.
-- ¡¡ Rodrigo, es usted un alcornoque y un ca.. ( Piiiiiiiiip ) !!. Déjese de cachondeo, ¡¡,co...( Piiiiip ) !!.

Y es que en el fondo, el buenazo de Don Rosendo tampoco tenia muy claro aquello de un solo Dios y tres personas diferentes. Y yo, lo habia notado.

 Otro de los consejos que Don Rosendo nos dió, y que me ha sido de mucha utilidad, es que si quería conocer de verdad la realidad de algo, tenia que acudir a su origen, beber del conocimiento en su fuentes.

Estas semanas atrás, un cierto ánimo sombrío me ha hecho buscar el sosiego de lecturas interesantes y algo trascendentes. Hacia algún tiempo que el libro que os recomiendo hoy dormía el sueño de los justos en mis estanterías, hasta que hace unos dias, decidí saciar la curiosidad que me impulsó a comprarlo.

Si, sentía curiosidad por los orígenes de eso que hoy conocemos como Cristianismo, y que ha marcado la historia de medio mundo desde hace bastantes siglos.

Sobre todo, sobre las primeras escisiones en lo que ahora aparece como una fé monolítica, todo aquello que siglos después hemos conocido como "herejías"  que se apartaron del dogma oficial de la Iglesia Católica.

De mis clases de historia en mi adolescencia aún resonaban en mi mente nombres como "arrianismo", "maniqueismo", "donatismo" o "priscilianismo", exhalando el aroma de lo desconocido, lo prohibido y lo olvidado.

El autor, Antonio Piñero Sáenz tiene la solvencia suficiente como para afrontar una obra esclarecedora, sin dogmatismos y desapasionada que nos lleva desde el primer concilio de Jerusalén, hasta el arranque de la reforma de Lutero.

Descubrimos como los primeros cristianos eran un movimiento reformador dentro del judaísmo clásico, sin ninguna voluntad de convertirse en una religión separada, y como en el transcurso del tiempo, se fué levantando toda una teología y una liturgia que ya nada tenia que ver con sus orígenes primitivos.

De como se rechazaron evangelios, y se aceptaron otros, que a su vez, se fueron corrigiendo en el tiempo según la voluntad de los jerarcas eclesiásticos del momento.

De como se establecieron dogmas de fé como la ya mencionada Trinidad ( motivo de auténticas guerras civiles entre partidarios y detractores ), o la virginidad de Maria, la naturaleza divina de Jesucristo, y de como se resolvió su supuesto origen ( engendrado, NO creado ) intemporal.

De como se persiguió a sangre y fuego a todos aquellos que no comulgaban con los dogmas oficiales, y aspiraban a vivir su fe de otra manera difeente

El autor, experto en griego clásico y en arameo, no pone ni quita ni una sola coma a los escritos analizados, tan solo nos expone la cronología de la evolución de la fé y la teología cristiana.

Y al final, el lector crítico es consciente del soberano, y a veces burdo montaje sobre el que se asienta la doctrina oficial de la Iglesia Católica, y del Cristianismo en general : mitos, leyendas, invenciones, algunas afortunada y otras mas "pedestres".

Con una visión desapasionada y crítica, cuesta mucho trabajo creer que en nombre de la fé se hayan cometido tantas injusticias, crímenes y tropelias sin cuento. De que se haya utilizado la fé como una herramienta de control y sumisión durante siglos y por la fuerza.

De que la razón se haya sometido a la superstición, el oscurantismo y la ignorancia. Por medio de la violencia y de la fuerza del temor.

Una lectura muy recomendable para todos aquellos que quieran explorar la profundidad de la religión que triunfó en Occidente

Mientras escribo estas lineas, escucho en las noticias que el equipo de cirugía renal del Hospital del Mar de Barcelona ha desarrollado una nueva técnica para trasplantes renales que no necesita de transfusiones de sangre para realizarla.

¿ El motivo ?, pues la negativa de los miembros de una "determinada" secta religiosa a que sus miembros reciban transfusiones de sangre bajo ningún concepto, ni siquiera en caso de vida o muerte del enfermo.

¿ Puede ser justa una fe, una religión que le niega cuidados médicos vitales a sus seguidores ?.

Honradamente, si me dan a elegir entre mi fé, y la vida de un ser amado, elijo la vida sin pensarlo dos veces.

Días atrás, en la página de un "blog" amigo andábamos reflexionando sobre la existencia de un ente "supremo" mas allá de nuestra capacidad humana.

Me reiteré en mis ideas, de que somos los descendientes de una bacteria "peleona" que decidió reproducirse a toda costa, adaptándose a los cambios en el medio, y desarrollándose contra todo pronóstico en un mundo hostíl, hasta llegar a nosotros.

Hubo quién sintió su fé ofendida, y me pidió respeto a la fé de los creyentes.

Puedo respetar a los creyentes. No vivimos en un mundo idílico y fácil, Este es un lugar difícil, y puedo entender las ansias de trascendencia de quien cree que existe otro mundo mejor, donde habrá una compensación a las penalidades que el ser humano sufre en su vida material.

Pero que no me pidan que respete a instituciones que basan su poder en la mentira y en el sometimiento absoluto de sus fieles. Instituciones que siempre han estado al servicio del poder de turno, y se han enriquecido a su amparo.

Solo hay una frase de las Escrituras que tiene verdadera importancia para mí : "la verdad os hará libres".....

Y creo que la tomaron prestada de la filosofía griega clásica.