sábado, 13 de junio de 2020

REVISIONISMO DE BROCHA GORDA



¿ Alguien podria imaginar el paisaje del puerto de Barcelona SIN la majestuosa estatua dedicada a Cristobal Colón ?.

A un servidor le resultaría muy difícil.  Pero quizás nos tengamos que hacer a la idea de su desaparición, si prospera esta ocurrencia de Jessica Albiach, líder en el Parlament de Catalunya de los "Comunes" de Ada  ColaCau.

Todo esto viene a remolque de las protestas en Estados Unidos por el enésimo crimen racista cometido por la policía contra un ciudadano negro. El ultimo de una serie de ellos que arranca prácticamente desde la independencia de país. 

Nada nuevo, pero en esta ocasión había muy cerca del lugar alguien filmando los hechos, mostrando con detalle la muerte del pobre George Floyd a manos de un policia uniformado en Minneapolis. 

Pero en esta ocasión, la pésima gestión del incidente por parte de Donald Trump ha desatado las iras de la comunidad negra y de medio mundo, y ha destapado el racismo anclado en la mentalidad de las fuerzas de policía norteamericanas.

En unos tiempos en los que la política patria se "alimenta" con mensajes en las redes sociales, nuestros políticos de pseudo-izquierda no han tardado ni cinco minutos en sumarse al clamor antirracista con "ocurrencias" mas o menos acertadas.

Y he aquí que la idea del "antirracismo" fácil ha entrado en nuestro Parlament a través de la señora Albiach, tildando a Colón de instrumento necesario para el genocidio y el racismo. 

Ya en alguna ocasión, he dicho que nuestros políticos, y los de la supuesta izquierda concretamente, sufren una indigencia intelectual bastante apreciable, que no se puede maquillar con carreras universitarias ni con post-graduados y "masters".

Juzgar al viejo almirante desde nuestra mentalidad y conocimientos actuales es totalmente aberrante. Colón, cuando llegó a las Antillas, era sencillamente un buen "piloto", un navegante que quizás jugó con una información confidencial que creyó que le llevaría hasta las costas del Extremo Oriente navegando hacia el oeste.

Un tipo ambicioso y arriesgado, curtido en el arte de la navegación, y experto en la cartografía marina de la época, con unos mapas donde existían muchas áreas en blanco, o zonas donde la única acotación era : "Aquí hay dragones".

¿ Racismo hispano en el siglo XV ?. Pues sí, España acababa de arrebatar al rey Boabdil el último y minúsculo reino musulmán de la península. Los musulmanes eran el enemigo ancestral, la iglesia católica veía a los judíos como una amenaza latente, y desconfiaba de los conversos. El noventa por ciento de la población era analfabeta, y tan solo disponía de una "red social" : la iglesia.  

La cuál predicaba el odio y el exterminio a los practicantes de cualquier otra religión.

Con este panorama social, ¿ puedo yo juzgar y tachar de racista a las gentes que en el siglo XV vivían o malvivían en España ?.

Seamos sensatos, si aplicamos la "tesis" de la señora Albiach, ya podemos ir derruyendo todos los monumentos anteriores a mil novecientos ochenta.

-Habría que derribar el anfiteatro de Tarragona, levantado por unos crueles esclavistas que disfrutaban allí viendo luchas entre gladiadores.

- Habría que derribar la Torre de los Escipiones, dos imperialistas que masacraron a los antiguos celtíberos.

- Habría que derribar la estatua de Ramón Berenguer III, por atizarle a los musulmanes y también por emparentar con  Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, otro experto en limpieza étnica de musulmanes.

Y así hasta el absurdo mas ridículo.

A la señora Albiach yo le sugeriría que emplease el coste del derribo de la estatua de Colón, que no seria pequeño, en mejorar por ejemplo las vergonzosas condiciones de vida de los temporeros de la fruta en Lleida.

En comedores sociales, que esta época de crisis son mas necesarios que nunca, en combatir la pobreza infantil  ( un veinte por ciento en Catalunya ) y conseguir que ningún niño se vaya a dormir sin haber cenado.

En la fachada de la Universidad de Salamanca hay una inscripción latina que, traducida reza :

"Lo que la naturaleza no dota, Salamanca no lo presta".

Nos sobran políticos sin formación humana, y nos sobran sus "ocurrencias" para disfrazar su falta de ideario lógico y su indigencia mental.