"CRISTO NO TOCABA EL TAMBOR"

Dias atrás, escucho en un noticiario que el ayuntamiento de Málaga ha prohibido a las hermandades de Semana Santa que las bandas de cornetas y tambores ensayen sús músicas procesionales al aire libre, debiendo hacerlo en naves industriales de la periferia, debido a las reiteradas quéjas del vecindario por el continuado escándalo de estas fanfarrias.

Me ha traido a la memoria un pequeño incidente ocurrido años atrás en mi barrio.

Vivo en Hospitalet del Llobregat, en los años cincuenta un pequeño municipio de caracter agricola al que la emigración interiór, principalmente de Andalucia, convirtió en la segunda ciudad de Cataluña por número de habitantes.

De hecho mi distrito lleva el nombre de una de las masias originales.Bajo el hormigón está la tierra de nuestros antepasados.

Los andaluces trajeron sús costumbres aquí, junto con la nostalgia de la tierra abandonada por razones de subsistencia.

A mediados de los setenta, un grupo de andaluces contemplaba a través de la televisión en un bar de la zona la retransmisión desde Sevilla de una de las procesiones del viernes santo.Colocaron sobre una mesa una imágen de una virgen con unas velas y salieron a la calle, montando de esa manera un paso procesionál espontaneo.

Ese gesto fué el embrión que dió nacimiento a la cofradia de los "Quince mas uno", la única cofradia laica de toda España.No están adscritos a ninguna parroquia, de hecho el obispado no tiene ningún contról sobre ellos y se han transformado en una de las asociaciones más populares del la ciudad.Financian sús gastos con aportaciones de los miembros y con las recaudaciones de actividades que ellos promueven.

Incluso son mimados por el podér politico locál, los miembros de Ayuntamiento procuran siempre aparecer en la procesiones del viernes santo con el collar de miembro de la cofradia bién visible para posár en las fotografias. Que no haria un politico para dár siempre la impresión de estár siempre al lado de sús votantes, aunque al dia siguiente le traigan al fresco los problemas de sú electorado.

Pués bién, la banda de cornetas y tambores de la cofradia empezaba los ensayos uno ó dos meses antes de las procesiones en el patio de un grupo escolár del barrio.Una hora diaria como minimo, normalmente entre las siete y la nueve de la tarde.

Y el vecindario próximo empezó a sufrír los cornetazos y el aporreo de los tambóres a diario durante una temporada.

Una mañana apareció una pintada en el muro del colegio : "Cristo no tocaba el tambór".Era la forma de protestar de algún vecino aburrido de la constante cacofonia supuestamente musicál, que fué borrada por los cofrades algúnos dias después.

Se ha quedado corto, pensé yo, habria añadido "ni los coj... tampoco", entonces se habrian apresurado a borrar la pintada inmediatamente, habria caido en el sacrilegio, según ellos, claro.

Hay que ponerse en la piél de los vecinos de aquella calle.Nunca he reconocido como música lo que interpretan esas bandas, mas propio de un desfile militár que de un acto religioso.

Durante mi infancia viví alguna semana santa en Andalucia.Recuerdos de imagenes religiosas de maravillosa factura que ponian los pelos de punta por sú realismo y por la crueldad que retrataban.Costaleros que aprovechaban la pausa de una saeta cantada para colarse en algún bar del recorrido y reponer fuerzas.Gente disfrazada con un capirote y una mascara en la cabeza sosteniedo un cirio y caminando descalzos.

Y sobre todo, la omnipresente figura de Cristo, semidesnudo, ensangrentado, arrastrando una crúz, y después clavado en ella.Un autentico ejercicio de sadismo.

Nunca he entendido esta faceta exhibicionista del sufrimiento que tiene nuestra religión, morbosa con la tortura.Tampoco he sido un cristiano al uso.

Creo en el Jesús historico, en un rabino que se rebeló contra el podér religioso del sanedrín de Jerusalén e intentó devolver la religión a sús origenes, despojandola del materialismo y de la hipocresia.Tratando de devolver un mensaje de esperanza a los desfavorecidos y perseguidos, a los marginados por aquella sociedad de la época, un mensaje de páz, de respetuo mutuo y de amor llevado por álguien que vestia con humildad, lejos del lujo del templo de Salomón.

No lo veo en el Jesús del crucifijo, ahí veo a un hombre torturado y ejecutado de la forma más cruél imaginable.

Va siendo hora de que con mucho cuidado, para no dañarle más aún, lo descolguemos de esa horrible crúz, se lo devolvamos a Maria de Magdala, para que ella, con sús cuidados y su infinito amór le devuelva la salúd y las fuerzas.Buscar sú manto, la tunica y las sandalias para que cuando se sienta en condiciones de hacerlo,vuelva a predicár por las colinas de Judea y podamos volvér a oír sus enseñanzas.

Porque creo que las hemos olvidado.

No quiero cantar, ni puedo

a ese Jesús del madero

sino al que anduvo en la már

(Antonio Machado, Cantares )