sábado, 2 de septiembre de 2017

DIA DEL ORGULLO FANTASMA



No soy de los que cuando eligen un bar, restaurante o local de hostelería, siga las recomendaciones de las redes sociales, ni de las críticas o recomendaciones que hayan puesto en ellas los anteriores clientes o presuntos clientes de ellos.

En primer lugar, porque tenga ya una cierta variedad de locales a los que suelo acudir cuando el bolsillo nos permite darnos un homenaje gastronómico, y también porque suelo fiarme del criterio de mis pocos amiguetes al recomendarme algún lugar nuevo o desconocido.

También he de advertir que en la mesa soy un tipo de gustos bastante sencillos, lejos, muy lejos de las florituras gastronómicas tan en boga últimamente.  

Tan solo pido que sea un lugar donde haya honradez en los fogones, tanto en la calidad de la materia prima de los platos sencillos que me zampo, como en su elaboración.

A pesar de lo reacio que soy ante algúnas de las nuevas tecnologías, tengo que reconocer que lo de "Google Maps" incorporado al móvil es un buen servicio para los que nos movemos con alguna frecuencia en lugares poco conocidos. Es impagable el poder echar un vistazo a un mapa con geolocalización instantánea cuando uno está buscando una dirección en una calle o barrios desconocidos. 

De vez en cuando, al consultar los mapas, recuerdo con algo de nostalgia aquellas guias urbanas de la Editorial Pámies, que tan útiles me fueron  en el pasado, y que ahora son objetos de coleccionismo ( aún conservo la última edición que compré allá por 1.994 ).

Al principio de usar el servicio de Google Maps, me sorprendían las encuestas de la empresa acerca de los locales de hostelería que frecuento, y me aficioné a leer las críticas y comentarios que otros usuarios habían hecho del lugar.

Pura curiosidad, ya digo que muy poco me influyen las opinione ajenas sobre un local que yo conozca previamente. Sencillamente curiosidad y certificar lo ya conocido.

La mayoria de las críticas suelen se equilibradas y respetuosas, algunas resaltando con amabilidad y buenas maneras algún posible fallo o servicio indebido o mejorable.

Pero siempre he constatado que hay algunas que suelen ser demoledoras y catastróficas para la casa. El denominador común en estas crìticas casi insultantes : no se identifica claramente el autor, suele esconderse bajo algún seudónimo mas o menos elaborado. Anonimato total.

Y así, lo que podria ser una encuesta bastante fiable de usuarios, con un uso correcto, se convierte en una sarta de despropósitos y mentiras para los que ya conocemos el local previamente, y en algo inquietante para quien no lo conoce.

Y para el propietario o el administrador del sitio, un auténtico suplicio y un descrédito para su profesionalidad. 

El colmo de este juego perverso que hacen algúnos con el prestigio y la respetabilidad ajena ha tenido lugar a principios de esta semana.

Un "supuesto" cliente, hace una crítica en la plataforma de Google, de los servicios de un hotel en Pamplona, ¡¡ que aún no se ha inaugurado !!.

El administrador "colgó" una respuesta cargada de gracia e ironía que reproduzco aquí debajo.





Todo un compendio de fina ironía
No creo que haya sido un error involuntario, mas bien ha sido alguien que se dedica sistematicamente a colocar críticas destructivas en toda encuesta de Google que se le pone por delante No hay mas que situarse unos minutos en la puerta del local, para acceder a la ficha del mismo y colocar el comentario que se desee. 

También podría ser cosa de un competidor a quien no le haga ninguna gracia un nuevo hotel en la vecindad, que de todo hay en este mundo.

Otro caso ha sido el de una señora, la cuál se quejaba amargamente en Google de que en un restaurante de una pequeña población se hubiesen negado a servirle un menú infantil a su "chiquitín" de quince años de edad. La respuesta del dueño del local fue directa y sin ambages :


- " Yo, con quince años, ya me almorzaba medio conejo ".

Pués sí, también un  servidor, con quince años de edad comia considerablemente mas que en la actualidad.

No se que me produce mas risa, si la franca respuesta del restaurador, o imaginarme al "chiquitín" de quince añitos, zampándose unos macarrones con tomate y equipado con un babero de esos en los que se puede leer : " Come y Calla".

Indudablemente que nos asisten nuestros derechos como consumidores, pero además existe el sentido común, y el sentido del ridículo.

Volviendo al principio, hasta que no se regule por ley el verter injurias e insultos en las redes de forma anónima, compadezco al los que padecen los ataques gratuitos de estos perturbados.

Porque puedo entender al que quiere sacar un provecho material al insultar y desprestigiar a otro. Pero el insulto gratuito, sin ningún beneficio personal,  es cosa de imbéciles.

Cuando era un adolescente, y algo mas adelante, existía un término para referirse a alguien que impostaba unos conocimientos que no tenía, o que fantaseaba con un estatus social superior al suyo : "fantasma". Ahora este calificativo ha caído en el desuso.

Era el peor insulto que podían dirigirte en nuestras interminables tertulias juveniles que manteníamos sobre literatura, música o cine : "Anda, largo por ahí, so fantasma, que vas a opinar tu sobre Kúbrick si solo has visto una de sus películas".

Y creo que seria muy adecuado para estos indeseables por una doble razón : mentir y además, mantener oculta su identidad.

Propongo que se celebre un "Día del Orgullo Fantasma" anual, para que puedan emerger de sus rincones y agujeros donde teclean continua y enfermizamente, a la luz de sol, y desfilen todos juntos reivindicando su derecho a la estupidéz. 

Aunque sea cubriéndose la cara con unas gafas de sol y la capucha de la sudadera.





15 comentarios:

  1. Si entras en Tot, en alguna ocasión verás algún insulto.
    Los hay porque pienso en la madre de aquellos que cometieron el atentado, y digo que ha de ser muy duro enterarte de que tu hijo ha hecho una salvajada.
    Los hay porque digo que soy de loq ue no cree en las votaciones que se nos vienen encima.
    Las hay porque pongo que Paco fue un simple cabo.
    Las hay porque pienso que nos gobiernan los últimos de la clase.
    Tuve alguna en que se me insultó porque escribía , además de en cataán, en castellano...
    LLevo casi doce años y más de 3.200 entradas...Pero siempre RODERICUS, quien me insulta lo hace en ANÓNIMO, eso si, ANÖNIMO puro.
    No hay nadie que ponga su nombre ni su remite.
    Un abrazo
    salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Miquel, el anonimato es el medio perfecto para comportarse como un sinvergüenza impunemente. Y aquí, tenemos la oportunidad de serlo.

      Hay que recordar lo del motín de Esquilache, cuando aquél gobernante quería prohibir los sombreros de ala ancha y los embozos de las capas, para acabar con la impunidad en los crímenes de algúnos.

      Hay que aplicar el razonamiento aquel de : "no ofende quien quiere, sino quien puede".

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Lo que fastidia es que te tachen y te repartan el carnet de buen o mal catalán, porque no estés o si de acuerdo con el prosses.
    Hoy he visto otra entrada de otra persona a la que sigo que la ponen fina.
    Mañana hago una entrada a propósito de esto.
    Un abrazo
    Hablamos.
    salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Miquel, recuerda que Pujól también repartía carnets de buenos catalanes, y mira está ahora.

      Cuando todo esto pase, y el agua vuelva a sus niveles anteriores, creo que mas de uno deberia reflexionar sobre todo lo que ha ido diciendo.

      Lo que no se decirte es cuando bajará este "suflé".

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. hay mucho fantasma, y también mucho bocazas. El del hotel és muy de fina ironía en la contestación, y el otro lo que tu dices, igual sistemáticamente se quejan de hoteles en los que ni han estado, sólo para fastidiar. También hay mucho graciosillo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fantasmas, bocazas, desaprensivos, indocumentados...

      Todos son variantes de lo mismo, canallas amparados con un sobrenombre.

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. No entiendo ese deseo irrefrenable que algunos tienen de dejar comentarios y mierda por donde quiera que pasan.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La única explicación es que se comportan como mis perros : levantan la pata para marcar todos los arboles que se les pone a tiro.

      Saludos.

      Eliminar
  5. Hay mucho impresentable. Y con las redes sociales afloran que da gusto. Precisamente me fui una temporada de ellas por esa razón. Estaba harto de insultos (no a mí) y de apologías de cosas chungas.
    Ahora regreso, pero en plan muy selectivo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido otra vez Cayetano.

      Entiendo que se siente en esas situaciones. Aquí, con el "monotema", tenemos asegurados líos para rato. Porque cuando se mezclan las pasiones por la política, ¡¡ salen panes como ostias !!.

      Hala, ánimo. Siempre cuenta mas la mayoria educada y dialogante que cuatro impresentables.

      Un abrazo

      Eliminar
  6. Yo tampoco hago caso, ni siquiera busco opiniones de los restaurantes que elijo. Entro en los que me parecen bien, así, a ojo. No suelo fallar. Claro que tampoco soy exigente ni me van las florituras, una comida sencilla y bien cocinada es más que suficiente.

    Abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tenemos los dos bastantes cosas en común en cuanto a la gastronomía.

      Pero ya te digo que siento curiosidad por ver lo que han publicado otros, curiosidad truculenta, porque te encuentras cada comentario chorra, fuera de tono, o directamente mentiras como el ejemplo que he puesto.

      Un abrazo.

      Eliminar
  7. El anonimato hace valientes a muchos, que aprovechan para decir cosas que en persona jamás se habrían atrevido. Además, por algún motivo parece que las críticas negativas, las descalificaciones e incluso los insultos, siempre atraen más la atención.

    Un saludo, Rodericus.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, y lo que llama mas la atención es el contraste entre las negativas y las otras. Es cuando te das cuenta de que pasa alguna cosa rara.

      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Pero, en esencia, la mayoría ya sabemos discernir.

    ResponderEliminar

Si has leído mis desvaríos y tienes algo que aportar, hazlo aquí.