viernes, 8 de abril de 2011

LOS METALES, LOS LADRONES Y EL VIL METÁL












Desde hace algún tiempo, el robo de metales industriales se ha convertido en una autentica plaga tanto en Cataluña como en el resto de España
Esta semana, un par de noticias procedentes de la zona levantina dan a pensar que en materia de robo de chatarras, se está alcanzando el "mas difícil todavía".

La primera : la policía local de una población murciana detiene a tres jóvenes españoles de 23, 27 y 35 años acusados de intentar robar tramos de raíl de la linea del  ferrocarril auxiliar Torreciega-Escombreras. Según la policía, los detenidos declararon " estar en paro y no tener dinero ". Les sorprendieron desmontando, o intentando desmontar los raíles de una tramo de vía férrea que transcurre tras unas naves industriales, equipados con diversas herramientas y un soplete de butano.

Ni como ladrones de chatarra son eficientes, la llama de un soplete de gas butano apenas hace efecto sobre los raíles. Hay que utilizar un soplete combinado de acetileno-oxigeno para conseguir cortar el acero de un raíl ferroviario.

La segunda  :  Dos personas han sido detenidas en Elda ( Alicante ) acusadas del robo de una torre eléctrica en la zona del monte Bateig, para su posterior venta como chatarra. Los detenidos cometieron el robo hará cosa de una semana. Desmontaron la torre en tramos de unos trescientos kilos de peso, para poder ser trasladada en su vehículo.
Los daños al tendido eléctrico que han causado estos dos "angelitos" están valorados en casi veinte mil Euros. Por no hablar de los costes de la interrupción del servicio eléctrico.
 La operación de la venta de la torre como chatarra, les podría haber proporcionado como mucho algo mas de doscientos Euros a precio de hierro viejo en el mercado.

En la zona donde yo vivo, el Bajo Llobregát, se está dando el robo sistemático de los picaportes de latón de algunas puertas. El latón se cotiza en el mercado de las chatarras metálicas a poco más de tres Euros el kilo.
El método empleado para robarlos, es sencillo, pero no lo explico detalladamente para no dar pistas a los "amigos de lo ajeno", también conocidos vulgarmente por ladrones.

Hará también cosa de una semana, un conocido empresario del negocio de las chatarras, José C. G, residente en la exclusiva zona de Sant Cugát del Vallés ( Barcelona ), fué detenido por la policía y puesto posteriormente en libertad bajo fianza tras declarar delante de un juez. Su delito : liderar una banda compuesta por treinta y cinco "cacos" especializados en robar camiones pesados cargados de metales para procesos industriales, metales que después eran triturados y vendidos como chatarra industrial a las fundiciones.
El "buen hombre" está en libertad con fianza porque según el código penal vigente, el delito de receptación de mercancías robadas tiene un tratamiento penal mas leve que el delito de robo en sí.

La vieja historia de siempre, el "adinerado empresario" en libertad, y los "piojosos" ladrones, en prisión incondicional, cuando para actuar en justicia, el chatarrero también debería estar en prisión preventiva. Sin un comprador, no existirian estos robos.

El robo continuado de metales de valor, está alcanzando cotas nunca vistas. El mas valorado, por su alto precio es el cobre. Instalaciones eléctricas en desuso están siendo saqueadas sistemáticamente, e incluso las que están en uso continuo, con  el consiguiente riesgo de electrocución para los "cacos".

Dentro de las instalaciones ferroviarias, estos robos empiezan a ser ya preocupantes. Un intimo amigo mio es un mando intermedio en ADIF, la compañía estatal de ferrocarriles. Me asegura, que empieza a ser demasiado frecuente el corte y robo de tramos de linea catenaria , que pueden tener una alimentacion, una corriente electrica de hasta veinticinco kilovoltios ( veinticinco mil voltios ). Para hacernos una idea, la red domestica habitual funciona a doscientos veinte voltios de intensidad. Las catenarias están hechas con cobre de alta pureza, cuyo precio cotiza a unos seis Euros el kilogramo en el mercado de las chatarras.

Según mi amigo, no han encontrado aún ningún ladrón de catenarias "asado" por una descarga eléctrica.
Aparte de las catenarias, las lineas de conducción auxiliar de corriente para señales y iluminación que corren paralelas a las vías, también son objeto de la atención de los ladrones, con el consiguiente peligro de provocar un accidente ferroviario con estas manipulaciones.

Las causas a esta situación, hay que buscarlas en dos áreas diferentes. En los últimos años, y sobre todo, en los últimos meses, el valor de los metales en el mercado de recuperación ha subido de una manera continuada, lo que estimula de por sí esta clase robos. Y por otro lado, la miseria causada por la crisis económica por la que atraviesa este país hace el resto.

Pero sin ninguna duda, el rey de la chatarra "robada" fue un tipo que jamás se ensució las manos con óxido : Victor Lustig ( 1.890-1.947 ).

Nacido en lo que hoy es la República Checa, era hijo de una familia adinerada. Su padre, era el alcalde de Hostinne, su localidád natal. Estudió en su juventud en Francia y Alemania, ( o al menos era lo que creía su padre) y desarrolló muy precozmente una innata habilidad para la estafa. Se le daban bien los juegos de naipes, y durante una temporada se dedicó a "desplumar" incautos adinerados en las mesas de juego de los buques trasatlánticos que enlazaban Europa y Norteamerica, haciéndose pasar por noble centroeuropeo, y haciéndose llamar Victor "Von Lustig".


                                             Victor Lustig, maestro en el arte de la estafa.

Nuestro hombre residía en Francia allá por 1.925. Por estas fechas, el Ayuntamiento de París se estaba cuestionando la demolición de la famosa Torre Eiffel. Los altos costes de mantenimiento y conservación del monumento, hicieron replantearse a los políticos locales el desmantelarla. Hay que mencionár, que por aquellas fechas, la torre aún no se había ganado el simbolismo que hoy ostenta, y como todas las obras arquitectónicas singulares, había sido bastante cuestionada por algunos de los vecinos de la ciudad. Fue levantada originalmente para los fastos de la Exposición Universal en 1.889, y originalmente, debía ser desmantelada tras el fin de la Exposición. En el año 1.900, el ejercito francés reparó en el valor de la torre para situar antenas de radio que garantizasen la comunicación militar a largas distancias. De esta manera, por el interés nacional, la Torre Eiffel se vio indultada del triste fin programado tras la Expo.

Pero los gastos de mantenimiento de la mole de acero, eran también de altura, y las posibilidád de desmantelarla se barajó en varias ocasiones entre los políticos. Los rumores acerca de su demolición corrían por la ciudad con bastante frecuencia.

El gremio local de los empresarios de la chatarra, estaba atento a la evolución de los hechos.

Victor Lustig ideó un plan ingenioso para lucrarse con aquél asunto.Suplantó la identidad del vice-director  del Ministerio de Correos y Telegrafos, entidad que tenia competencias sobre la Torre, y contactó con cinco selectos empresarios locales metalúrgicos, para informarles del "plan secreto" de demolición de la Torre Eiffel. Los empresarios, debian pujar en oferta a sobre cerrado el valor para hacerse con los derechos de venta de la chatarra.
Lustig se fijó en uno de los empresarios, que había dado muestras de una ambición desmedida y de cierta ingenuidad a la vez : André Poissón. En una reunión privada con él, Lustig le hizo saber que su oferta, por escaso margen era la mejor situada, y también le dejó entrever su escaso sueldo como funcionario. André Poisson captó inmediatamente el "mensaje" del supuesto sub-director, y le ofreció un jugoso soborno.

No hay que decir que Lustig, en cuanto hizo efectivo el cheque bancario, desapareció de París rápidamente.
Poco tiempo después, repitió exactamente la misma estratagema, con idéntico resultado, otro empresario incauto "desplumado" a cuenta de la chatarra de la Torre Eiffel.

Desde que álguien, en la remota prehistoria descubrió que mezclando cobre y estaño, podía producir bronce, la historia de los metales ha sido también la historia de la ambición humana.

No tenemos remedio.

Asi que, amigos mios, aparte de cuidar con atencion las joyas de valor, echadle también un ojo al picaporte de latón de vuestra puerta.

4 comentarios:

  1. Muy interesante! Que campeón el checo este del que nos hablas, lo mejor de la historia es que repitió la estafa dos veces, que grande.

    Tienes toda la razón cuando dices "No tenemos remedio".

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  2. Otro resultado de esta situación es la de la venta de chatarra a las fundiciones sin tener ningún control de su procedencia. En Megasa (Narón - A Coruña) ya han tenido dos incidentes graves: en uno de ellos les vendieron chatarra procedente de una central nuclear, aunque los detectores de la planta los pillaron y evitaron que se convirtiesen en hierro para obra; en otra ocasión la cosa fue más grave, porque entre la chatarra se coló una granada de artillería pesada, que voló uno de los hornos. Los daños fueron de cientos de miles de euros.

    En Acerinox (Cadiz) hubo otro caso con un contenedor de material radiactivo hospitalario. Los detectores de la planta no registraron nada, pero empezaron a llegar llamadas de Francia, Italia, Suiza y Austria preguntando qué demonios pasaba. La historia completa la cuentan en La Pizarra de Yuri.

    Yo también creo que esto se acabaría con tres o cuatro chatarreros en la cárcel. Pero claro, teniendo pobres que encarcelar...

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  3. victor lustig es mi zen zey ... un gran estafador !!

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