Desde mis inicios en la "blogosfera", hará ya un par de años, soy un puntual seguidor de los artículos que publica en su "blog", que no es otra cosa que una transcripción del articulo que publica en el suplemento "El Semanal XL", un suplemento que se entrega junto a algunas de las ediciones de la prensa dominical.
Para el que quiera echar un vistazo a sus escritos, hay un enlace directo en mi lista de "blogs" recomendados.
No siempre estoy de acuerdo con algunas de las opiniones que Pérez Reverte refleja en sus artículos, pero admiro la capacidad que tiene para meter el dedo en la la llaga de la cultura de nuestro país, y sobre todo, la espontaneidad que le impulsa a decir lo que piensa en voz alta y sin complejos. Para entendernos, Pérez Reverte no es nada "politicamente correcto".
En el "blog" de Arturo, hasta el pasado día 18, cabía la posibilidad de dejar comentarios escritos acerca del artículo publicado. Pero desde hace un tiempo a esta parte, salvo honrosas excepciones, la sección de comentarios se había convertido en una sarta de despropósitos publicados de forma anónima. Había quién aprovechaba para despotricar de una forma vergonzosa e insultante contra todo y contra todos, y en algunos casos, con escritos de una extensión mareante.
La red nos da la oportunidad de dejar nuestras opiniones de una manera pública sobre cualquier cosa, pero hay que diferenciar siempre entre una opinión legítima., y un rebuzno.
La mala calidad del periodismo español, parece ser que se ha contagiado al público lector. Vivimos unos días, en los cuales encontrar un razonamiento claro, concreto e interesante en nuestros medios de comunicación, es difícil. El viejo axioma periodístico de separar la información y la opinión, ha quedado apartado a un lado. Eso en los medios tradicionales impresos en papel, porque en la mayoría de medios digitales, la desinformación interesada y partidista es la norma, dependiendo del color ideológico de quién firma el artículo.
Es como la diferencia entre el ruido y la música. Una música adecuada puede acunar nuestros sueños, el ruido constante, acaba provocandonos insomnio.
Habrá quién acuse a Pérez Reverte de atentar contra la libertad de expresión y de réplica. De amordazar opiniones distintas a la suya. Pero si para disentir de alguien hay que recurrir al insulto fácil, a emborronar un espacio con mentiras y descalificaciones que no tienen sentido, mas vale cerrar ese foro, porque no aporta nada.
Cuando era un jovencito, me educaron con una norma : " Si no tienes nada interesante que decir, mejor quédate callado". Ultimamente, echo en falta los silencios cargados de inteligencia.
Esta véz, ha vuelto para seguir predicando asiduamente : El Evangelio según san Timoteo Pistolero
Ganas me dan de guardar silencio, pero me arriesgaré, si se tratase de censurar o no opiniones, entiendo que hablasemos de ello, pero cuando se trata de proteger simplemente el espacio propio y no dejar que lo manchen, es triste pero preciso.
ResponderEliminarUn saludo
Opino lo mismo que tú Pilár. La libertad de expresión está por encima de todo, pero cuando es una coartada para que los indeseables rebuznen...... Mejór el silencio.
ResponderEliminarSaludos.
Me muevo entre gente joven últimamente y sin duda el periodismo barato y las series baratas de televisión están causando estragos. De lo de saber unos de otros por medio del dichoso tuenti ya ni te cuento, todos son jueces de todos y arman cada jaleo de aquí te espero. Estoy tentada -dios no lo quiera- de escribir algo al respecto y enviarlo a concurso literario. Todo es ruido y ruido alrededor, creo que no son buenos tiempos para el silencio inteligente; y conste que me sumo porque últimamente largo que no veas...
ResponderEliminarSaludos
Begoña, gracias por estar por aquí. Con las redes sociales, los chicos han perdido el sentido de la privacidad. No deja de ser la versión moderna de los antiguos chismorreos de pueblo, pero quizás mas adelante se arrepientan de "colgar" su vida y milagros en facebook y el tuenti de marras.
ResponderEliminarSi escribes algo de todo eso, hazlo en clave de comedia. Billy Wilder dijo una véz que la única forma de criticar a álguien sin que te partan la cara después, es haciendole reirse de sí mismo.
Me ofrezco a echarte una mano.
Saludos.