Es como una infección enquistada, cuando la creemos superada por la acción de los antibióticos adecuados, y tras un tiempo largo libres de sintomas, una fiebre inesperada y devastadora nos corroe : sigue estando en nuestro organismo, incubandose en las celulas más jóvenes.
Este pasado fín de semana, los mozos de escuadra han tenido que abortár un homenaje de grupos anti-sistema, ocupas y elementos de ideologia anarquista a la recién liberada de la prisión tras nueve años de condena por delitos de terrorismo y colaboración con banda armada Laura Riera.
Laura Riera trabajaba como auxiliár administrativo en el ayuntamiento de Terrassa, en el departamento de negociado de multas. En el periodo de tiempo comprendido entre mayo y diciembre del año 2.000, entró en doce ocasiones en el banco de datos de la Dirección Generál de Tráfico para recabár los datos de las matrículas de los vehículos privados de varios miembros del Partido Populár en Catalunya, sin ningún motivo justificado por sú trabajo en el negociado, y filtró los datos de estos vehículos. La información acabó llegando a manos del "comando Barcelona" de ETA, con el resultado de la muerte en atentado con bomba lapa adosada a sú vehículo del concejál por el Partido Populár Francisco Cano en el ayuntamiento de Viladecavalls, una población próxima a Terrassa.
Los etarras siempre han actuado contra objetivos y personas con poca o nula protección, y supongo que el tristemente desaparecido Sr. Francisco Cano debia sér el objetivo más asequible de toda la lista. A un humilde concejál de una pequeña población como Viladecavalls, en Catalunya, no se le debe pasár por la mente que pueda sér un objetivo para una banda terrorista como ETA.
Durante los nueve años que Laura Riera permaneció en diferentes prisiones, el autodenominado movimiento politico "alternativo", compuesto por pequeños grupos anraquistas y de ultraizquierda ha estado calificando a Laura de "presa politica catalana" y orquestando pequeñas campañas para pedír sú acercamiento a prisiones catalanas, exigiendo sú liberación y argüyendo que sú confesión fué conseguida mediante torturas por parte de la guardia civíl.
En primér lugár, en España, desde 1.977, año en que se dictó la ley de amnistia por delitos políticos, no existen los presos políticos, y es imposible que nadie pise una prisión por mantenér cualquiér tipo de ideologia. Otra cosa es que en nombre cualquiér ideologia se cometa un delito, como es el caso de la señorita Laura Riera, pero entonces se és un preso ó presa por delitos comúnes.
La denuncia de malos tratos durante la detención, es una táctica habituál de los miembros de ETA, que incluso aparece en el manuál interno de la banda en cuanto al comportamiento a seguír trás una detención. Lo hacen sistematicaménte, y sistematicamente los informes forenses realizados trás la puesta a disposición del detenido a la sala pertinente de la Audiencia Nacionál las desmienten.
Estos "revolucionarios" de salón no soportan la incomunicación en los calabozos de la Audiencia Nacionál ni la presión psicologica de los interrogatorios, y literalmente se "cagan" en los pantalones. Con posterioridád, achacan a los malos tratos su confesión voluntaria.
En el caso de Laura Riera, hay tres delitos diferentes acumulados :
1º Publicación indebida de datos confidenciales y vulneración de secreto oficiál.
2º Colaboración con banda armada.
3º Complicidád necesaria en la comisión de un asesinato.
Salvo la clara actuación y las declaraciones de la Consejera de Interiór de la Generalitát, Señora Montserrát Tura, y la lógica protesta del Partido Populár en Catalunya, el silencio del resto de la clase política catalana sobre el homenaje a la Señorita Riera ha sido estruendoso, incluyendo al alcalde de Barcelona, el señór Jordi Hereu, ya que el pretendido homenaje se enmarcaba durante las fiestas mayores del barrio de Grácia.
El lema con el que se convocaba a este "acto" era "Contra la represión a la disidencia". Aquí y ahora se puede ser claramente disidente con el sistema político actuál, la Constitución Española establece la plana libertád de ideas y de credo político y la posibilidád de formár cualquiér plataforma ó partido político, siempre y cuando se acaten las normas democráticas y se respete la integridad de las leyes, sin temór a ninguna represalia.
Conozco un poco a los integrantes del llamado movimiento antisistema. Paradojicamente, no son jóvenes procedentes de la clase proletaria, hijos de la clase obrera. Son en sú mayor parte hijos de familia bienestante, y bastantes de ellos, universitarios. No se han leido ni siquiera la contraportada de "El capitál" de Marx, ni a los postulados anarquistas de Bákunin, salvo tres o cuatro consignas y frases lapidarias sacadas de contexto.
Tan solo práctican una cierta estética revolucionaria, que no la ética en sí. Algúno de ellos acumula en sú cartera más tarjetas de crédito de las que hay en mi casa. En el fondo, son una pandilla de bons vivants que viven de sus padres hasta el momento en que puedan vivír a costa de sus hijos, y que no tiene clara la diferencia entre la opinión y el delito común.
Sú ideologia recortada y sú estética me recuerdan bastante a los integrantes de la "Fracción del Ejército Rojo", también conocidos como la banda terrorista "Baader-Mainhoff", que sembraron el cáos en la República Federál Alemana de los años setenta, esperemos que no sean el mismo caso
Para sabér lo que es realmente sér un disidente, tendrian que viajár a lugares como Cuba, Birmania, China, ó a Irán, que nos cae más cerca, donde curiosamente existe una policia politica que se llama "Los Guardianes de la Revolución" . En esos lugares sí que es peligroso disentír del sistema en vóz alta en mitád de la calle.
Laura Riera, durante el juício en la Audiencia Nacionál.
Rodericus,
ResponderEliminarNo puedo añadir nada a este post, estoy completamente de acuerdo contigo.