Angeles del Infierno, agrupación de California.
Saturday night allright for fighting. ( Las noches del sabado son para peleár ). The Who.
Fue allá por inicios de los noventa cuando empecé a frecuentar un pequeño pueblo a la orilla del mar al norte de Tarragona. Es uno de esos lugares encantadores de la costa mediterránea, que tenia vida propia fuera de la actividad turística, y que han sido barridos por una oleada de hormigón que ha desfigurado la costa llenándola de puertos deportivos y urbanizaciones de segundas residencias hasta donde alcanza la vista.
Por aquellos años, aquél lugar mantenía su encanto, muy lejos de la masificación de estos últimos años. Durante los inviernos, recuperaba su espíritu perdido, y allí los fines de semana, tan solo estábamos los naturales de la población, y algún forastero contumaz que se había aclimatado a la zona como yo, y al que los naturales habían adoptado como un vecino más del lugár.
Para mí, un "urbanicola", aquél rincón era el paraíso perdido . Playas inmensas casi desiertas, rincones del acantilado donde se podían plantar las cañas y pescar con absoluta tranquilidad arrullado por el rumor de las olas rompiendo contra las rocas. Noches silenciosas tan solo alteradas por el ocasional paso de un tren de mercancías por la linea férrea Barcelona-Tarragona, un lejano rumor familiar que acunaba mis sueños.
Todo estos sucedía años antes de que se construyese e inaugurase un puerto deportivo, que acabó
centralizando allí la vida lúdica y nocturna del lugár. Antes de eso, solo existían dos o tres locales donde tomar una copa, escuchar música y dejar resbalar el filo de la medianoche hasta que el cuerpo te pedía descansar entre las sabanas.
Uno de esos lugares, era un peculiar local, una amplia cabaña levantada con traviesas de madera del ferrocarril, procedentes de las reformas de la vía férrea, una manera de practicar un reciclaje inteligente con una madera ultra-resistente y tratada para conservarse a salvo de los parásitos, los hongos y la humedad. Todo esto, mucho antes de que el concepto del reciclaje se extendiese ampliamente como en la actualidad.
Aquél bar, tenia un encanto muy peculiar. La cabaña se levantaba en el centro de un terreno que había sido rodeado por la reciente construcción de varios edificios de viviendas y locales comerciales, quedando rodeado como un pequeño oasis en mitad de una ola de hormigón armado. En el exterior de la cabaña, varias mesas servían para disfrutar del frescor de la noche fuera del ambiente enrarecido por el humo del interior. La banda sonora del locál, eran clásicos del rock de los años sesenta y setenta.
Creedence Clearwater Revival, Doobie Brothers, Jimmie Hendrix, Emerson, Lake and Palmer, Janis Joplin, Joan Baez, Bob Dylan y bastantes mas. Eran la música con lo que yo había crecido, y que sonaba continuamente en los altavoces de aquél lugar. Me sentia cómodo allí. Era un local con un cierto aire hippie decadente. Y uno siempre se ha sentido un "culo inquieto", un rebelde con difícil encaje desde la cuna, aunque con una actitud de rebeldía mas bien intelectual.
Me sentía a gusto rodeado de aquella gente que nadaba en contra de la corriente de la época, mucho antes de los "perroflautas", "yayoflautas" y todas las tribus contestatarias que han emergido en estos últimos tiempos, ( ¿ donde estabais vosotros y vuestra rebeldía mientras todos estos años atrás eran una fiesta que casi nadie ponía en cuestión ? ).
Allí empezamos a coincidir con una pandilla de "moteros" equipados con máquinas Harley- Davidson de diversas antigüedades. Algunas eran viejos modelos de los años sesenta cuidadosamente restauradas, otras de reciente compra. Eran tipos vestidos de cuero de los pies a la cabeza, con tatuajes en los hombros y el antebrazo, aspecto de feroz oso polar, y ávidos bebedores de cerveza y whiskey.
A raíz de una memorable partida de billar que casi termina en pelea, mis amigos y yo entablamos amistad con ellos. Vivían por la zona, alguno en el mismo pueblo, y otros por los municipios de alrededor, y su pasión por las motos chopper les había unido en el embrión de uno de los primeros clubes de fanáticos de las Harley que existieron en Tarragona.
Cuando llegué a conocerlos lo suficiente, descubrí lo que realmente había detrás de aquel grupillo ruidoso y con aspecto feroz. Durante la semana, alguno trabajaba como interventor de "La Caixa" en una de las oficinas del pueblo, otros eran abogados, oficinistas en una notaria, constructores, etc. Tipos que buscaban escapar de sus vidas rutinarias y aburridas metamorfoseándose en una pandilla de motoristas transgresores los fines de semana. Que se dejaban una fortuna en pulimento para metales abrillantando los cromados de sus "burras", sus motocicletas, y que pagaban cifras astronómicas por los accesorios originales para sus máquinas.
Si los "Hell´s Angels" originales levantasen la cabeza, y se los encontraran cara a cara, los correrían a gorrazos. ¿ Porqué ?.
Para saberlo, conocer a los "Ángeles del Infierno" originales, hay que hacer un poco de historia, para que como dice un historiador amigo mio : " La confusión no dure eternamente".
Retrocedamos al año 1.945. En Estados Unidos, la previsión de la duración de la guerra tiene al menos un par de años mas. Tras la caída de la Alemania nazi, queda la guerra en el frente del Pacífico contra Japón. El asalto y la batalla de Okinawa han dejado un tremendo saldo de perdidas de vidas y de materiales en las fuerzas armadas norteamericanas. La invasión de las islas metropolitanas japonesas promete ser una tremenda batalla de desgaste, y la industria de guerra sigue produciendo materiales con un ritmo frenético. El proyecto "Manhatann", el desarrollo de la bomba atómica, es un secreto bien guardado a pesar de su magnitud, y el alto mando militar norteamericano da por sentado que la derrota de Japón va a ser una ardua serie de batallas.
En Agosto de ese año, las dos explosiones nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, fuerzan la rendición incondicional de Japón.
Para finales de ese año, miles de pilotos de la fuerza aérea de Estados Unidos son desmovilizados y devueltos a su país, principalmente de las tres agrupaciones aéreas que volaban sobre Europa. Son tipos que han hecho del riesgo una forma de vida, y se han acostumbrado a sentir la adrenalina correr con frecuencia por sus venas. No hay empleo posible para ellos en el sector aeronáutico civil, y unos cuantos de ellos se establecen en la zona de California, comprando pequeños aviones con sus ahorros, y ejerciendo como profesores de vuelo, fumigadores agrícolas, y fotógrafos aéreos. Tienen el síndrome del ex-combatiente, y no se adaptan demasiado bien a la vida civil.
Simultáneamente, el departamento de guerra saca a la venta un excedente de varios miles de motocicletas militares Harley Davidson que tras el fin de la guerra, sobran en los almacenes. El precio, es casi irrisorio. Nuestros "chicos", aparte de buenos pilotos, también son excelentes mecánicos. Y se han acostumbrado a las motocicletas europeas, bastante mas ligeras y deportivas que las Harley militares que han comprado. Entre vuelo y vuelo, matan el tiempo modificando las motos, eliminando de ellas todo lo que consideran innecesario.
Tripulacion, mecanicos y armeros del "Hell´s Angels", bombardero B-17 perteneciente al 303escuadrón de bombardeo de la Octava Fuerza Aerea con base en Inglaterra.
Así, desaparecen los faros auxiliares, los guardabarros, los estribos, e incluso la suspensiones traseras de aquellas motocicletas, cualquier cosa que no fuese imprescindible, se sacrificaba para aumentar la relación peso-potencia.
Al caer el día, se reúnen en los bares de la zona, donde relatan interminables "batallitas" de la guerra, y hacen competiciones de velocidad y habilidad con sus maquinas "customizadas", ( adaptadas ). Surgen los primeros clubes organizados entre ellos : los "Bastardos Cabreados", y los "Peleones Mamados". Por entonces, bastante lejos de ser una pandilla de delincuentes organizados, tal como acabaron degenerando años mas tarde, aunque aquellos pequeños delincuentes ya nada tenían que ver con los miembros originales.
Ya he comentado que el núcleo originario, eran pilotos que habían volado en Europa en misiones de guerra. Posiblemente, alguno voló en el 303 escuadrón de la Octava Fuerza, unidad que adoptó el nombre de "Hell´s Angels", como nombre de guerra. El viejo nombre, resucitó un par de años después de la disolución de la unidad, para bautizar a un grupo de aviadores juerguistas inadaptados aún a la vida civil, y que acabaría siendo sinónimo de motoristas nómadas y delincuentes.
Pero eso, ya es otra historia.
Es por eso que pienso que si los Angeles originales, unos tipos realmente duros, supervivientes de una autentica masacre aérea, ( solo la Octava Fuerza Aérea tuvo algo mas de 115.000 bajas en toda la guerra ), que habían muerto también un poco a su manera y que no se sentían bien tratados a su regreso, se hubiesen encontrado con "mis" moteros, una pandilla de burgueses disfrazados, los habrían corrido a gorrazos.
Y aquí, mi pregunta sobre nuestra autentica identidad, la de cada uno. ¿ Quien era real, el tipo con chaleco de cuero y tatuajes escandalosos en los brazos, o el amable interventor de la oficina de "La Caixa" que atendía a sus clientes, los pequeños empresarios y los pensionistas de aquél pueblo ?. ¿ El jugador de billar tramposo con un arete en la oreja, o el abogado penalista que trabajaba en los juzgados de Tarragona ?.
En el fondo, eran corazas levantadas para proteger su vulnerabilidad frente al mundo. No hace falta ser un gamberro vocacional para subirse a una Harley, aunque eso sí, hay que vestirse con cuero o nómex, una caída sobre el asfalto tiene malas secuelas con vestimentas ligeras.
Para vivir de verdad, tenemos que prescindir de las "corazas" con las que nos envolvemos. Porque aún con ellas, seguimos siendo vulnerables, y son bastante incomodas.
Epilogo.
Aquél pequeño pueblo al norte de Tarragona, es casi irreconocible veinte años mas tarde. Su tranquilidad y su encanto han desparecido enterrados bajo una capa de hormigón que se extiende a ambos lados de la carretera N-340. Las urbanizaciones de chalets adosados se han multiplicado por los cuatro puntos cardinales del municipio. La multitud invade el centro del pueblo en los atardeceres de verano, y pasear por la calle mayor del pueblo, se convierte en un ejercicio para la paciencia.
Los viejos moteros, han envejecido y han dejado aparte su "rol" de rebeldía. Pasean orgullosos por la calle mayor empujando el cochecito de bebe donde transportan a sus nietos. Cuando nos cruzamos de tarde en tarde, me hacen un guiño de complicidad. Alguna vieja Harley, duerme su sueño en un garaje, bajo una lona que oculta el brillo impecable de sus cromados. Otras, han desaparecido en el mercado de motos de segunda mano, cotizadas a a buen precio.
Yo sigo siendo el "Bastardo Cabreado" de siempre, y últimamente, con mas razones para ello. Ya no intento competir bebiendo cerveza con ningún motero salvaje. No me apetece, pero tampoco me lo permitiría la policía de tráfico.
¿ Porqué demonios sentimos la necesidad de aparentar ser lo que realmente no somos ?.
Una tarde de verano, le conté a uno de aquellos viejos "osos tatuados" el origen de sus idolatrados "Angeles". Puso unos ojos como platos y no daba crédito a la historia, no la conocía. Se había quedado tan solo con su imagen, con la "pose" de rebeldía. En el fondo, eran una pandilla de ingenuos.
¡¡ Que tiempos aquellos !!.
- ¡¡ Vaya "nene", ¿ así que todos tenemos un pasado ?. No conocía esa faceta tuya.
- Para llegar a santo, antes hay que haber sido un buen pecador, Timoteo.
- Me "mola" esa canción de los "Who", no la había escuchado nunca, ¿ de donde ha salido ?.
- Es una versión de una canción de Elton John con mas "marcha" que la original.
- "Nene", lo tuyo con la música rock es una autentica pasión.
Histórico, social y personal, menudo cóctel que has preparado más ameno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Jose. Tengo la impresión de que tu también eres un viejo rockero. ¿Verdad?.
ResponderEliminarSaludos, y abrazos.
Me gusta perderme de la mano de tus letras a momentos pasados, narrados sin más pátina que la del tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Algunos recuerdos, son como un suave licor que conforta nuestro espiritu en los momentos oscuros. Evocar un pasado, que no fue mejor ni peor, sino diferente. Y la diferencia, es que entonces era mas joven e ingenuo.
ResponderEliminarGracias Pilar.
Un abrazo
Mi esposo hoy día aun suspira por tener una moto así...si, creo que le gustaría aparentar y presumir de " guerrero de la carretera , machito "-
ResponderEliminarVamos como yo de millonaria...jajaja-
Qué tendrá la primavera que a todos nos da , por ponernos melancólicos ?
besos-
Rosa, supongo que en esta época, todos hacemos un poco de limpieza en nuestro interior, y aparecen recuerdos casi olvidados con una nitidez que nos sorprende a nosotros mismos. Como si hubiese sucedido ayer mismo.
EliminarConfraternicé con una pandilla de moteros de Harley. La mayo ria, eran tipos que se metían en un disfraz, muy caro por cierto, y una minoría, eran unos pequeños delincuentes metidos en tráfico de armas, motos robadas, y menudeo de drogas, una pandilla de desgraciados. De tipos duros, nada de nada. El daño que ha hecho Hollywood con la imagen de estas pandillas......
Convencele de que se puede ser muy machote de cualquier otra manera.
Besos.
Me ha encantado tu post. Creo que a veces todos nos ponemos alguna coraza. Para ser lo que otros quieren que seamos (no poder vestir como uno viste en un trabajo) o porque nos da miedo mostrarnos tal y como somos.
ResponderEliminarYo si tendría dinero, le diría a mi chico que se sacase el carnet de moto y le compraría una Harley. O incluso yo misma me haría de ambas cosas. Porque con solo escucharlas rugir se me pone la piel de gallina.
Tendrías que vernos a los dos, con nuestra camiseta de "SONS OF ANARCHY" (serie de la Fox, que relata la vida y negocios de un club de moteros, enganchados estamos).
La hermana de mi tatuadora, tiene el concesionario de Harleys de aquí de Cantabria, y ya nos ha puesto los dientes largos. Quien sabe ;-)
Gracias como siempre por las clases de Historia, por al cultura que nos brindas en tus entradas.
Pero sobre todo quería darte las gracias por tus palabras en mi blog en estos días oscuros.
Un abrazo grande.
Rebeca.
Gracias a tí por tu amistad, Rebeka. Tu también me has apoyado en las semanas en que mi alma estab en coma, y yo me movía como un zombie por ahí, con el "piloto automatico" conectado, pero sin ningún ánimo.
ResponderEliminarBueno, la "cultura" de la Harley es muy particulár. Tiene un lema precioso : "Ride to live, live to ride", ( cabalgo para vivir, y vivo para cabalgar ). Por lo general, los moteros de Harley son gente pacífica, que tiene, una forma particular de ser. Lo que me sorprendió de mis "osos", era que la mayoría era gente con una vida muy burguesa, y que el fin de semana se transformaban en unos tipos ruidosos amantes de la juerga y el desenfreno. Eso sí, las resacas de los lunes eran del calibre 45 parabellum.
Había una minoría, agrupados algunos en un club de Barcelona, que no eran trigo limpio. Tráfico ilegal de armas, y compra-venta de motocicletas robadas. Exactamente como algunos de los protagonistas de la serie que citas. Aquello acabó mal, con detenciones, juicios, y la disolución del club, queacabó cambiando de nombre.
Si os gusta esa linea de motos, hay una serie documental sobre una pequeña fábrica de motos "custom" en Norteamerica que se pasa por las plataformas de TV de pago : "Orange County Choppers". Es fantastica por los modelos de motos que producen, y por los liso que hay en el taller. Es una empresa familiar fundada por un "oso" motero con la colaboración de sus hijos. La cantidad de disparates y de "tacos" empleados en la producción de cada máquina, que son todas diferentes, es increíble. Es casi una serie de humor y de intriga, muy recomendable.
Otro abrazo para tí.