Banda sonora para este "post": "Nana de Lluvia", Carlos Núñez
Esta canción quieres ser un homenaje por mi parte a todos aquellos que
perdieron su vida tratando de ganarse el pan trabajando en los mares.
No hay muerte mas insoportable para sus seres queridos que la del
marino que desaparece en el mar. No queda siquiera un lugar adonde
llevar flores.
"Te has quedado a mis hombres,
yo no quiero venganza,
vengo a darte cariño, vengo sola y sin armas.
Quiero que estes, como cada mañana,
junto a mis piés, enredado en mi falda.
duerme mi mar, que ya llega la calma "
Estamos en una tierra afortunada, a pesar de que a veces nosotros mismos no lo creamos así. Tenemos una riqueza de paisajes, de cultura y de clima envidiables. Pero todas estas ciudades y pueblos por los que he pasado, tiene algo en común, por humildes que sean : monumentos levantados a la mayor honra de algún hijo ilustre del lugar.
Santoña es una villa del litoral Santanderino, con un pequeño puerto de pescadores, y cuyo principal motor económico hasta hace algunos años fue la pesca y las salazones y conservas de bonito y bocarte, este ultimo, la materia prima de las anchoas del Cantábrico, una vez pasados por salazón y envasados en aceite de oliva.
Como otros lugares, no escapa al tópico de levantar monumentos y estatuas a los "hijos prodigos" de la villa. Dos de los mas conocidos, son Juan de la Cosa y el almirante Luis Carrero Blanco.
A Juan de la Cosa, creo completamente justificado levantarle un monumento en su villa natal. Propietario de la nao Santa María, y competente navegante, sin su colaboración dificilmente Cristobal Colón habría llegado a las costas Americanas. Levantó uno de los primeros mapas de las costas de América, y realizó seis viajes mas al continente americano, encontrando allí la muerte en el último, en un enfrentamiento contra los indígenas en la bahía de Calamar.
La leyenda local cuenta que Juan de la Cosa. se llevaba al partir en todas sus expediciones, una imagen de la Virgen que se veneraba en la iglesia de Nuestra Señora del Puerto, y que en la última, olvido llevarse la imagen con él, achacando su muerte a la falta de la protección de la virgen. Aunque yo creo mas bien que fue consecuencia de la pericia con el arco, y el veneno de los indígenas.
Toda una vida de leyenda, y me sorprende que en Hollywood no hayan tomado nota aún. ¡¡ Ah, claro, es que era español !!.
Sobre el almirante Luis Carrero Blanco, prefiero no opinar demasiado. No por su participación en la guerra incivil enrolado en la marina franquista, porque considero que en una situación semejante, a veces no se puede elegir un bando, la vida te pone en el. Pero su participación en los sucesivos gobiernos del general Franco durante la dictadura, arroja negras sombras sobre el personaje. No estoy muy convencido sobre la verdad absoluta sobre el atentado de ETA que le costó la vida. Creo que tardaremos bastantes años en conocer toda la verdad de aquellos hechos, y no soy alguien dado a creer en teorías "conspiranoicas".
Pero en Santoña, hay dos monumentos que escapan al tópico, y que llaman la atención, el primero, un monumento al bocarte. Situado en una rotonda a la entrada del casco antiguo de la población, en la confluencia de las calles de Baldomero Villegas y Manzanedo, sorprende por el realismo de los peces, aumentada la escala del tamaño real de los animales. Un merecido homenaje a la industria conservera que ha dado vida al lugar, y al pez que la ha sostenido.
No esta mal, "de bien nacidos, es ser agradecidos". Aunque echo en falta un monumento también a los pescadores que desaparecieron en el mar, persiguiendo con sus redes los bancos de bocarte. El mar Cantábrico es un mar recio y cruel cuando se levanta la galerna. Incluso Charles Lindbergh tuvo que realizar un amaraje de emergencia en la ría de Santoña allá por 1.933, debido a las pésimas condiciones meteorológicas que encontró al cruzar la zona a los mandos de un hidroavión.
La segundo fotografía, retrata una simpática imagen en bronce a tamaño real, ubicada en un parque público cerca de la anterior. Retrata fielmente a uno de esos empleados municipales que hace ya algunos años, se encargaban de mantener limpias las calles y regados los jardines a golpe de manguera. Un personaje popular en su momento en el pueblo, supongo.
Me parece fantástico que un ayuntamiento, honre a la vida real de su localidad con monumentos como estos. Creo que salvo excepciones, nos sobran monumentos dedicados a "padres de la patria", políticos y gentes semejantes. Porque quizás el autentico patriotismo, lo ejercen gentes anónimas que trabajan de una forma callada, todos los días, y acaban cobrando una pensión de retiro bastante discreta. Al revés que nuestros políticos.
La fotografía del monumento al bocarte, está bien,
ResponderEliminarpero la del empleado municipal, cuando iba a orinar en el árbol, no me gustó... ;-)
saludos
Pues tiene usted razón, joven, coco de costumbre.
ResponderEliminarP.D. Soy Fox, Carlos Fox
¡UY!"coco", no. Quería poner como.
ResponderEliminarMuy buen post Rodericus, un homenaje a esas personas que un día además de hacer su trabajo lo dignificaron, los dos monumentos son geniales, el de Bocarte, sabes recuerdo cuando por la calle en Pueblo Seco pasaban los escombriaires con el camión cisterna y con la manguera mojaban las calles y se llevaban calle abajo la suciedad , hojas etc,hasta bajar al Paralelo donde desembocaba, recuerdo que cada domingo por la mañana se escuchaba el mismo sonido del camión pararse en cada travesía.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho!!
Un beso y feliz fin de semana Rodericus
Lucrecia, siento informarte de que la "manguera" que tiene el caballero entre las manos, no es la que imaginas. Mas que nada, es que con semejante "longitud", me temo que se habria dedicado a otras cosas que no regar las calles y los jardines. ¡¡ Traviesa !!.
ResponderEliminarUn besote
Carlos, lo de "coco" no esta mal. Aquel personaje de Barrio Sesamo era encantador. Ojala tuvieramos muchos "cocos" en nuestro mundo reál. ¿ Que tal está el mundo del cacao ?.
ResponderEliminar¡¡ Ay, pillin !!, que a ti tambien te gusta Eight Wonder, como a mi.
Saludos
Lisebe, " el meu carrer te nom de poeta". Sigo manteniendo mis lazos con el Poble Sec. De vez en cuando me dejo caer por allí. Parece que está recuperando la vida de barrio que conocimos poco a poco, despues del vacio de estos años.
ResponderEliminarTengo una pelicula grabada en mi alma como algo mitico. "Los Tarantos" de Rovira Veleta. Es aquella versión de "Romeo y Julieta" gitanos que se rodo en los sesenta. Hay una escena, con Antonio Gades bailando en las Ramblas, mientras los empleados del ayuntamiento riegan el paseo, que para mi es la muestra viva de la alegria de vivir.
Saludos y un beso, preciosa.
Bueno Rodéricus, más que Eigth Wonder, me gusta Patsy Kensit. Aunque también.
ResponderEliminarCarlos, los dos sabemos a que nos referimos. Tiene una belleza muy particular.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Muy buena entrada, instructiva, pues todavia no conozco España. Por ser nativa de Republica Dominicana si he escuchado sobre las leyendas de Juan de La Cosa y la virgen. Un homenaje es justo para aquellos que han perdido la vida trabajando en el mar. Hasta muy pronto
ResponderEliminarGracias Marylin.
ResponderEliminarJuan de la Cosa debio ser todo un personaje.
Con gente así, nunca sabes donde acaba la realidad, y donde empieza la leyenda. En un tiempo donde los medios de navegación eran tan precarios, relaizar siete travesias del Atlantico no era nada fácil, Solo por eso, merece nuestro respeto.
Saludos.
Tuve que aumentar de tamaño la imagen. Todo quedó en un susto
ResponderEliminarVale Maruxela, no seas mal pensada, ya se que el angulo de la foto no es todo lo bueno, pero de ahí, a confundir la manguera con eso.....
ResponderEliminarBesitos.