A veces, tener un nombre y unos apellidos muy comunes, puede dar ocasión a confusiones frecuentes acerca de la identidád de la persona que los ostenta. Confusiones que pueden llegar a ser algo divertido, y en otras ocasiones, algo francamente incomodo
Los mios, por ejemplo, son bastante frecuentes. la guia telefónica de Barcelona tiene registrada una veintena de tipos que se llaman casi exactamente como yo, pero supongo, que colocados en fila uno al lado del otro, nuestras diferencias físicas nos hacen muy diferentes entre sí.
Tengo un buen amigo que es el claro ejemplo de la honradéz. Trabajadór incansable, felizmente casado y con dos hijos a los que a base de esfuerzos y ahorro, ha conseguido enviar a la universidád. Salvo una hipoteca que liquidó años atrás, nunca ha debido dinero a nadie
No haré público su nombre, supongamos que se llama Juan Pérez Martín. Hará cosa de un año, empezó a recibir unas llamadas telefónicas en sú domicilio. Procedían de una conocida empresa financiera. Desde la central de Madrid, le reclamaban el pago de un crédito a nombre de un tal Juan Manuel Pérez Martín. Juan, al principio trató de aclarar de una manera amable y dialogante que se había equivocado de persona. Las llamadas se seguían repitiendo espaciadas en el tiempo, y en cada ocasión, con un interlocutor diferente. Juan acabó perdiendo la paciencia, y en la última llamada que recibió, despachó a su interlocutor con malas maneras, harto del acoso intermitente. Las llamadas entonces, cesaron.
Al cabo de unos meses, recibió un buro-fáx en su domicilio, donde una conocida empresa de cobro a morosos, le advertía de que había efectuado una "cesión de crédito" con la empresa financiera, y que procederían a cobrar la deuda que él mantenía sin saldar. No hizo demasiado caso
A partir de aquí, las puertas del infierno se abrieron para mi amigo Juan. Recibió visitas en su domicilio, en su empresa y en el domicilio de algunos familiares de un "gestor de cobros", como son denominados en el argót técnico, de un cobrador de esta empresa. Tras presentar una denuncia en la comisaria de policía, por acoso, injurias y amenazas, mi amigó se dirigió a la sede de esta empresa en Barcelona. Tras solicitar la presencia del gerente, procedió a identificarse con el numero de su documento nacional de identidád. El gerente de la empresa de cobros palideció al comprobár que habían estado acosando, persiguiendo e insultando a la persona equivocada.
La denuncia ha sido admitida a trámite por un juzgado, y está pendiente de sentencia.
Hará unas semanas, otro amigo mio, agobiado por su situación de paro laboral, se presentó a una selección de personál para una de estas empresas de "gestión" de cobros. Pasó el corte de selección de personal, y le comunicaron que estaba seleccionado para el puesto de trabajo.
Nada más incorporarse a la empresa, le hicieron leer el manual de procedimiento interno. Como trabajadór, se comprometia a realizár las labores de cobro con total diligencia e interés, aunque la empresa nunca se haría responsable de los métodos de cobro que emplease para tal fin, y que la empresa quedaba exonerada de responsabilidad en caso de litigio ante un tribunal. El contrato era de la modalidad "mercantil", lo que significa que la empresa podía prescindir de sus servicios en cualquier momento sin ningún aviso previo
El día transcurrió siguiéndole los pasos al jefe de recursos humanos, que le iba poniendo al corriente de lo que seria su trabajo. Familiarizarse con el papeleo administrativo. Llamar por teléfono a los deudores reclamandoles el pago de las deudas, incluyendo amenazas veladas y malas maneras. Clases sobre la psicología y tipos de morosos.
A estas alturas de la jornada, mi amigo empezaba a dudar de que aquél trabajo, a pesar de las dificultades que vivimos para encontrar un empleo digno, fuese el más adecuado para él.
A última hora de la tarde, regresaron a la oficina el grupo de cobradores que la empresa tenia gestionando los cobros. El gerente llamó a todo el personál de cobros a una reunión para planificar el siguiente día de trabajo. Mi amigo se encontró rodeado de un personál variopinto. Allí había una autentico zoológico humano. Buscavidas diversos, algún tipo que no habría desentonado en una cárcel, y una mezcla de listillos y asociales. Se sorprendió comprobando como alguno de aquellos tipos había violado el correo de alguno de los morosos, robando documentación bancaria con los saldos en cuenta del deudor.
El gerente pidió las previsiones de cobro a sus empleados. Al parecér, la previsión del dia siguiente no era gran cosa.
- ¡¡ No presionais lo bastante!!, ¡¡ mañana quiero que los teléfono echen humo con vuestras llamadas !!. ¡¡ Denuncias, quiero denuncias, hace dias que la policia no viene por aquí con quejas sobre vosotros. ¡¡ A ver si despabilais de una véz !!.
Aquella noche regresó a su domicilio, y le costó conciliar el sueño. Al día siguiente, presentó su renuncia al empleo.
- Rodrigo, ese trabajo no es para mí. Nunca había visto tanta miseria humana junta. Tanto los deudores, como los cobradores, son eso : miserables.
Vaya por delante que los deudores profesionales, que los hay y los ha habido siempre, no me merecen ningún respeto. La legislación sobre deudas del código penal, me parece demasiado blanda. En este país, extender un cheque sin fondos no supone ningún problema para el infractor. En el resto de Europa, un cheque significa una garantía total de pago, y en caso de inexistencia de fondos, el banco emisor se hace responsable del pago, retira los cheques al defraudadór, y procede judicialmente contra el deudór.
En cambio, en España, un cheque bancario es un papel de dudoso valor hasta que lo cobras en el banco emisor. Esta debilidad de la legislación, ha fomentado la existencia de una casta de caraduras que viven muy bién a costa de contraer deudas que dificilmente pagan en alguna ocasión
Y por otro lado, la existencia de estas empresas de cobro a morosos que emplean métodos de dudosa legalidad, aplicados por matones sin escrúpulos. Estas empresas, se embolsan una comisión del cuarenta, el cincuenta y a veces el sesenta por ciento de la deuda pendiente, aplicando un interés de demora del veinte por ciento anuál, totalmente irregulár.
Pero que aparte de acosár, perseguír, presionár con visitas a familiares, chillar en la via pública aireando las deudas del moroso y hacerle la vida imposible, legalmente no pueden hacer nada más para cobrar.
Existe un vacio legál sobre el funcionamiento de estas empresas y una ausencia de regulación. Como en el mar Caribe en el siglo XVII, la época de los piratas.
Diós nos libre de tenér un nombre parecido al de un moroso profesionál.
Sigue las andanzas del pistolero visionario y su tribu :
El Evangelio Según San Timoteo Pistolero
Tengo un buen amigo que es el claro ejemplo de la honradéz. Trabajadór incansable, felizmente casado y con dos hijos a los que a base de esfuerzos y ahorro, ha conseguido enviar a la universidád. Salvo una hipoteca que liquidó años atrás, nunca ha debido dinero a nadie
No haré público su nombre, supongamos que se llama Juan Pérez Martín. Hará cosa de un año, empezó a recibir unas llamadas telefónicas en sú domicilio. Procedían de una conocida empresa financiera. Desde la central de Madrid, le reclamaban el pago de un crédito a nombre de un tal Juan Manuel Pérez Martín. Juan, al principio trató de aclarar de una manera amable y dialogante que se había equivocado de persona. Las llamadas se seguían repitiendo espaciadas en el tiempo, y en cada ocasión, con un interlocutor diferente. Juan acabó perdiendo la paciencia, y en la última llamada que recibió, despachó a su interlocutor con malas maneras, harto del acoso intermitente. Las llamadas entonces, cesaron.
Al cabo de unos meses, recibió un buro-fáx en su domicilio, donde una conocida empresa de cobro a morosos, le advertía de que había efectuado una "cesión de crédito" con la empresa financiera, y que procederían a cobrar la deuda que él mantenía sin saldar. No hizo demasiado caso
A partir de aquí, las puertas del infierno se abrieron para mi amigo Juan. Recibió visitas en su domicilio, en su empresa y en el domicilio de algunos familiares de un "gestor de cobros", como son denominados en el argót técnico, de un cobrador de esta empresa. Tras presentar una denuncia en la comisaria de policía, por acoso, injurias y amenazas, mi amigó se dirigió a la sede de esta empresa en Barcelona. Tras solicitar la presencia del gerente, procedió a identificarse con el numero de su documento nacional de identidád. El gerente de la empresa de cobros palideció al comprobár que habían estado acosando, persiguiendo e insultando a la persona equivocada.
La denuncia ha sido admitida a trámite por un juzgado, y está pendiente de sentencia.
Hará unas semanas, otro amigo mio, agobiado por su situación de paro laboral, se presentó a una selección de personál para una de estas empresas de "gestión" de cobros. Pasó el corte de selección de personal, y le comunicaron que estaba seleccionado para el puesto de trabajo.
Nada más incorporarse a la empresa, le hicieron leer el manual de procedimiento interno. Como trabajadór, se comprometia a realizár las labores de cobro con total diligencia e interés, aunque la empresa nunca se haría responsable de los métodos de cobro que emplease para tal fin, y que la empresa quedaba exonerada de responsabilidad en caso de litigio ante un tribunal. El contrato era de la modalidad "mercantil", lo que significa que la empresa podía prescindir de sus servicios en cualquier momento sin ningún aviso previo
El día transcurrió siguiéndole los pasos al jefe de recursos humanos, que le iba poniendo al corriente de lo que seria su trabajo. Familiarizarse con el papeleo administrativo. Llamar por teléfono a los deudores reclamandoles el pago de las deudas, incluyendo amenazas veladas y malas maneras. Clases sobre la psicología y tipos de morosos.
A estas alturas de la jornada, mi amigo empezaba a dudar de que aquél trabajo, a pesar de las dificultades que vivimos para encontrar un empleo digno, fuese el más adecuado para él.
A última hora de la tarde, regresaron a la oficina el grupo de cobradores que la empresa tenia gestionando los cobros. El gerente llamó a todo el personál de cobros a una reunión para planificar el siguiente día de trabajo. Mi amigo se encontró rodeado de un personál variopinto. Allí había una autentico zoológico humano. Buscavidas diversos, algún tipo que no habría desentonado en una cárcel, y una mezcla de listillos y asociales. Se sorprendió comprobando como alguno de aquellos tipos había violado el correo de alguno de los morosos, robando documentación bancaria con los saldos en cuenta del deudor.
El gerente pidió las previsiones de cobro a sus empleados. Al parecér, la previsión del dia siguiente no era gran cosa.
- ¡¡ No presionais lo bastante!!, ¡¡ mañana quiero que los teléfono echen humo con vuestras llamadas !!. ¡¡ Denuncias, quiero denuncias, hace dias que la policia no viene por aquí con quejas sobre vosotros. ¡¡ A ver si despabilais de una véz !!.
Aquella noche regresó a su domicilio, y le costó conciliar el sueño. Al día siguiente, presentó su renuncia al empleo.
- Rodrigo, ese trabajo no es para mí. Nunca había visto tanta miseria humana junta. Tanto los deudores, como los cobradores, son eso : miserables.
Vaya por delante que los deudores profesionales, que los hay y los ha habido siempre, no me merecen ningún respeto. La legislación sobre deudas del código penal, me parece demasiado blanda. En este país, extender un cheque sin fondos no supone ningún problema para el infractor. En el resto de Europa, un cheque significa una garantía total de pago, y en caso de inexistencia de fondos, el banco emisor se hace responsable del pago, retira los cheques al defraudadór, y procede judicialmente contra el deudór.
En cambio, en España, un cheque bancario es un papel de dudoso valor hasta que lo cobras en el banco emisor. Esta debilidad de la legislación, ha fomentado la existencia de una casta de caraduras que viven muy bién a costa de contraer deudas que dificilmente pagan en alguna ocasión
Y por otro lado, la existencia de estas empresas de cobro a morosos que emplean métodos de dudosa legalidad, aplicados por matones sin escrúpulos. Estas empresas, se embolsan una comisión del cuarenta, el cincuenta y a veces el sesenta por ciento de la deuda pendiente, aplicando un interés de demora del veinte por ciento anuál, totalmente irregulár.
Pero que aparte de acosár, perseguír, presionár con visitas a familiares, chillar en la via pública aireando las deudas del moroso y hacerle la vida imposible, legalmente no pueden hacer nada más para cobrar.
Existe un vacio legál sobre el funcionamiento de estas empresas y una ausencia de regulación. Como en el mar Caribe en el siglo XVII, la época de los piratas.
Diós nos libre de tenér un nombre parecido al de un moroso profesionál.
Sigue las andanzas del pistolero visionario y su tribu :
El Evangelio Según San Timoteo Pistolero
Increible!!! Y digo yo que estoy de los nervios que llevo dos semanas que ni vivo de agobiada, y si me encuentro con esto.. ya ni te cuento acaban conmigo!!
ResponderEliminarPero no están prohibidas por Ley esta clase de empresas? Creo haber leído que habían cerrado muchas de ellas..
Besos Rodericus y feliz finde
Hola Lisebe. Espero que vayas recuperando el ánimo. Pués han cerrado algúnas que se habian "pasado" claramente de la delgada linea roja que separa reclamár una deuda, de los chantajes y la extorsión. Pero la que nos ocupa, y de donde mi amigo salió corriendo, sigue funcionando. Pequeños delitos como la violación de correspondencia son dificiles de demostrár, y aunque les denuncian por sus modos mafiosos de actuár, mientras no caigan en la agresión física ó el allanamiento de morada, poco se puede hacér judicialmente contra ellos. Por otra parte, obligan a firmár a sus empleados un documento, por el cuál exoneran a la empresa de sús posíbles comportamientos "irregulares", que la empresa siempre negará conocér.
ResponderEliminarUn besazo, y muchos ánimos. A ver si vienes algún dia por BCN y tomamos ese café pendiente.
El año pasado compré un vestido en El Corte Inglés de Plaça de Catalunya y creo que me olvidé de pagarlo. Luego de unos meses vino un cobrador a mi casa y me dice: -Usted es Lucrecia Borgia?
ResponderEliminar-No señor, le dije, está equivocado, me llamo Andreu Boronat. Me miró confundido, me pidió disculpas y no volvió mas... ;-)
un beso adeudado
Pues, segun tengo entendido Rodéricus, una de las funciones de la Diputación de Barcelona, es "putear" hasta el cobro o embargo de los bienes a quien tiene alguna deuda contraída y no saldada con los ayuntamientos de la "Xarxa de municipis" adscritos, utilizando los mismos métodos que has mencionado o muy similares. ¡Diputació de Barcelona: Sempre al servei del ciutadá! ¡Vivir para ver!
ResponderEliminar¡Un foxi-abrazo!
Lucrecia, esos tipos son como los tiburones, cuando muerden, siempre arrancan un pedazo.
ResponderEliminarTe debo dos besos y un piropo.
Carlos, las entidades oficiales, SIEMPRE cobran. Tienen una facilidad tremenda para embargár cuentas, y si no localizan nada, les pasan el expediente a la Agencia Tributaria. Aquí, hasta respirár tiene un coste.
A mi también me embargaron por el dichoso recargo del transporte, con el que no estoy de acuerdo.
Saludos
Hay que votar bien mañana...
ResponderEliminarNI MAS NI MENOS ... ;-)
un beso pensado