Este "post" de hoy es un pequeño apendice al anteriór, adherido a la jornada por la convivencia en la "blogosfera".
Nací en la Calle del Hospitál de Barcelona, una de las calles transversales que arrancan en la Rambla de Las Flores. A un paso de uno de los paseos mas bellos del mundo, y a unos metros escasos del Gran Teatro del Liceo, monumento de la cultura lírica y musicál. También muy cerca del Mercado de la Boqueria, otro monumento, pero de la cultura gastronomica mediterranea. Alimento para el espiritu y el cuerpo.
Los lectores que me sigan desde fuera de Barcelona, y sean aficionados a la literatura negra, quizás tengan referencias del barrio a través de la obra de Manuél Vázquez Montalbán. Su serie de novelas protagonizadas por Pepe Carvalho están ambientadas en sús calles, y reflejaban con bastante fidelidád el ambiente del lugár.
No puedo decír que la mia fuese una infancia idílica, pero no me faltó nada de lo esenciál que precisa un niño para crecér. Vivír en este barrio, a pesár del mala fama que acarreaba en aquélla época, fué un privilegio. La belleza y la miseria convivian en el barrio, interactuando entre ellas. Allí convivian humildes trabajadores con la pequeña delincuencia endemica en el barrio. Las prostitutas y las amas de casa que realizaban las compras en el mercado compartian aceras.
Aunque ahora, con la perspectiva de los años pasados, creo que aquella pequeña delincuencia era bastante ingénua, "naíf" por decirlo de una manera gráfica. Llevaban una vida aparte, en sú mundo, sin interferír casi en la vida del resto del vecindario, gente de clase trabajadora compuesta por pequeños artesanos y comerciantes de la zona, pescadores, marinos y trabajadores portuários. Eso fué antes de que las drogas irumpiesen con fuérza en el viejo bárrio, con toda sú carga de dramatismo y miséria. La heroina mandó a las cárceles o al cementerio a toda una generación de jóvenes.
En 1.974 mi familia decidió mudarse al Ensanche. Surgió la posibilidád de irnos a vivír a la calle Córcega, cerca de la Escuela Industriál y el Hospitál Clínico, y mi madre, algo cansada del mál ambiente que empezaba a extenderse por la zona, convenció a mi padre de realizár la mudanza. Tengo que reconocér, que aunque mi madre no conocia a fondo el ambiente del barrio, tenia una fina intuición. Las flores del mál estaban creciendo en sús oscuros rincones hasta desbordarlos.
Me adapté rápidamente al nuevo barrio, y mi entrada en la adolescencia abrió paso a una época frenética de mi vida. Compaginár un prematuro trabajo con mis estudios nocturnos no me dejaba demasiado tiempo, ni siquiera para añorár las amistades y compañias del viejo bárrio. Mis visitas a él eran poco menos que ocasionales, y la vieja pandilla de amigos se habia dispersado, unos siguiendo el ciclo de estudios ó trabajo, otros, los menos, iniciando sú descenso a los infiérnos que suponian la delincuencia, las drogas y la cárcel.
Fué a finales de los años setenta. A los políticos municipales de la época, el nombre de "Barrio Chino", o él "Chino" les desagradaba, para los políticos progresistas, señoritos de la parte alta de la ciudad, era un nombre que evocaba delincuencia, drogas y prostitución. Decidieron cambiár la denominación por la de "El Ravál" ó "Ravál", mas politicamente correcta para ellos. La verdád es que para los residentes del barrio, y para mí, el viejo nombre no tenia nada de peyorativo, incluso nos sentiamos orgullosos de él. Un nombre ó una palabra, intrinsecamente nunca són negativos. El nuevo nombre intentó sér una capa de maquillaje para dulcificár la degradación progresiva de aquellas calles.
Volví casuálmente una mañana de primavera de 1.989. Yo era un jovén comerciál de una empresa metalúrgica especializada en recambios para automóviles de importación, y uno de los clientes más interesantes de mi cartera tenia las oficinas en la calle Peu de la Creu, en el corazón del barrio chino. Decidí prescindír del coche y desplazarme en el ferrocarríl metropolitano, aparcár un coche en aquella zona ya era una misión imposible en aquella época. Emergí a las Ramblas desde la estación de Liceo, y me detuve unos instantes a contemplár los puestos de flóres del tramo centrál del paseo. Aún reconocí las caras de algúnos-as de los vendedores, habian mas canas y arrugas que antaño, pero seguian en sús pequeños puestos, inundando de colór y belleza aquél lugár como siempre habian hecho. Los colores de fuego de las rosas me daban la bienvenida.
El viejo barrio habia seguido recibiendo inmigrantes continuamente desde que me marché de alli. Pero esta véz no procedian de otras zonas del país. Llegaban del otro lado de los mares que nos rodean. las calles se habia poblado de gentes del Magréb, de Paquistán, del África negra y de Ásia. Habia bastante recelo por parte de los antiguos residentes hacia los recién llegados. Sús complicaciones con el idioma eran una dificultád añadida, y los problemas de integración, bastante sérios. Los roces y los conflíctos, inevitables.
Crucé las pequeñas calles contemplando el espectáculo de la nueva diversidád instalada allí. Carnicerias Halál para el consumo de los musulmanes, pequeños bazáres de electrónica barata regentados por paquistaníes habian desplazado a los negocios tradicionáles. Los primeros chinos habian abierto sús pequeños restaurantes.
Llegué a la calle de los Ángeles justo a las doce del mediodia. El viejo colegio daba la salida a las clases de la mañana, y un grupo de crios en la entrada del colégio con sús gritos llamó mi atención.
Era un grupo hetereogéneo, mucho. Casi parecian el arco iris. Habia entre ellos magrebíes, negros, blancos y algún asiático. Tenian como origen los cuatro puntos cárdinales. Estaban abrazados por los hombros, y cantaban al unísono, a berrido límpio con toda la fuerza de sús jóvenes pulmones un viejo y conocido himno : el del Fútbol Clúb Barcelona.
La imágen de aquél grupo de mocosos multicolores, súcios trás una sesión intensiva de recreo, y cantando alegremente el himno del "Barça" me llegó al alma, y barrió todos mis prejuicios y mis desconfianzas hacia la nueva inmigración de un solo gólpe.
Puede sér que sús padres tengan serios problemas para hacerse entendér, que quizás nunca acaben de integrarse del todo. Pero sús hijos han arraigado en esta tierra con raices fuértes, son uno más de nosotros, y tienen aquí sú vida, sú futuro y sús sueños.
Me alejé del grupo de pequeños con un nudo en la garganta. Me habia reconocido en ellos.
Hoy mi antiguo bárrio se hunde en la degradación. El escándalo de corrupción en la Concejalia del Distrito es solo la parte visible de la decadencia ideológica y materiál que sufre toda Barcelona.
Treinta y trés años de gobierno municipál del mismo colór político son demasiados. Al ex-alcalde Pascuál Maragáll, artífice de la transformación olímpica de Barcelona, a quién tengo que reconocér sú profesionalidád, sú trabajo y sú éxito en el ayuntamiento, le han sucedido un pár de alcaldes mediócres, rodeados y ayudados por concejáles más mediocres aún. El gobierno municipál se limita a "parcheár" los problemas con soluciones ineficaces que solo buscan el titulár periodistico de urgéncia. La diferencia entre un político y un estadista, es que el político gobierna con soluciones a corto plazo, y el estadista busca soluciones que dentro de veinte, treinta años, sigan siendo aún válidas. Necesitamos estadistas con urgéncia.
Hace falta un cambio profundo. Por muchos motivos, pero principalmente por higiene democrática. Paradojicamente, la democracia ha desarrollado una tirania blanca y blanda, pero tirania al fín y al cabo. Bajo las sombras de un podér político tan prolongado, siempre crecen los parásitos indeseables.
Estoy cansada de los chinos. He pasado por París, Nueva York, Roma y en todos lados hay chinos, chinos... Basta de chinos...
ResponderEliminarP.D: Me dijeron que los hijos de los chinos que nacen en España, son españoles, será cierto?
Me tomo un lexotanil...
Un beso
Pués como vuelvan a tenér otro "follón" como el de la plaza de Tiannamén otra véz, vete preparando para verlos en todas las esquinas. Están muy hartos del Comité Centrál del Partido.
ResponderEliminarBueno, coñas aparte, en aquella época en el barrio no habia ni un solo chino. Tengo que investigár seriamente de donde procedia el sobrenombre del barrio, porque era una autentica paradoja.
Un beso, guapisima.
Otro ejemplo que he podido vivir a la salida de un colegio es ver esa manada de energia multicolor hablando en catalán. Tienes razón que la joven generación a echado raices, esperemos que sus progenitores les den la libertad y el ámbiente necesario para que florezcan como deseamos, tanto los de un color como los del otro.
ResponderEliminarRespecto la necesidad de estadistas, estoy plenamente de acuerdo contigo.
Por cierto intento mandarte un presente cibernético y no consigo tu mail (eso del google talk no se como va). Me puedes enviar un mail y te respondo.
Un abrazo.
Gracias bandero. La dirección es rodericus2009@live.com
ResponderEliminarGracias por tú amistád
Ayy cuantos recuerdos me trae este relato en aquella época en la que el carrer Nou del Moli era Conde del Asalto, lo recuerdas?, yo cuando era una nena crecí en la calle Carretas, y poco después a los 12 años nos mis padres cambiaron de barrio y nos fuimos a vivir a Poeta Cabanyes vecina puerta con puerta d'en Serrat en Poble Sec estudié en la Academia Creus al lado de la Cots donde estudio Serrat, nos veimos a menudo con Guillermina Mota, en Peret i sus hijas..
ResponderEliminarLuego con el tiempo nos fuimos a Gracia..
Que vidas aquellas... y que recuerdos de niñez y juventud
Ahora como dices amigo todo es una mezcla de diferentes culturas entre sudamericanos,pakistanesos,chinesos, todo es un mundo de colores y culturas varias.
Un placer continuar recordando contigo
Que tengas un feliz dia junto con tu familia
Un abrazo
Emotivo post, Rodéricus. De acuerdo contigo y con El Bandero, pero en democracia la mayoría (a veces borreguil) manda.
ResponderEliminar¡Saludos!
Lisebe, mis recuerdos son calcados de los tuyos. La calle de la Cera y sús gitanos, del clan de Perét y los Amaya, sonidos de guitarras un anochecér de verano. Con el Pueblo Seco también tengo aún buenas relaciones. Trabajé unos años en la calle Elkano, y tengo un buén amigo que tiene un pequeño negocio en Poeta Cabanyes, unas puertas mas abajo de donde viviste. Los del Ayuntamiento han fastidiado a los vecinos de último tramo de la calle levantando un bloque de pisos en el solár del finál de la calle. Les han "robado" toda la lúz ( otra "alcaldada" ). Frecuento bastante el barrio, de hecho nos reunimos allí los sabados unos pocos amigos para almorzár y disfrutár de unabuena conversación. "El meu carrer te nom de poeta...."
ResponderEliminarSaludos.
Carlos, tendria que habér algún mecanismo que nos defienda de los "padres de la patria" cuando confunden el dominio público con sú hacienda privada. En este caso han convertido la ciudád en el negocio de unos pocos. El referendum sobre la Diagonál es el ejemplo más claro. O el de los vecinos de la calle Poeta Cabanyes que disfrutaban de una panorámicas y una lúz magnificas, y a los que el Ayuntamiento ha "emparedado" levantando un bloque de pisos innecesario donde realmente no se podia con el reglamento de urbanismo en la mano.
ResponderEliminarY criticaban a Porcióles en sú época.
saludos.
A la fuerza entonces nos tenemos que conocer!!! Es toda una casualidad que la vida y la red nos brinda encontrarnos... jajaj. En la calle Elcano aún vive un hermano mio.. Y sobre el comentario que has dejado en mi blog aquest rellotge del que parlas esta en el poble a on visc actualment a l'Anoia casualitat o no tenim vida molt paralelas..
ResponderEliminarM'encanta saps!!
Petonetssssssssssssssssssssssssssssss
Lisebe, no se si nos conocemos personalmente, pero lo seguro es que nos hemos cruzado infinidád de veces por esas calles, y que tenemos muchas vivencias comunes, y que podriamos tenér conversaciones interminables sobre nuestro pequeño mundo. Cuando te apetezca te invito a un café.
ResponderEliminarUn beso.
Si cuando baje a Barcelona me gustará tomar un café y compartir recuerdos del ayer de vivencias comunes, será un placer.
ResponderEliminarPetonets
Precioso y emotivo post...me encantó por lo bien que lo relataste. Gracias amigo por pasrte a tomar un café conmigo, estamos juntos de nuevo y nos leemos. Un fuerte abrazo don todo mi cariño. Uru.
ResponderEliminarUru, seguiremos tomando cafés juntos hasta que todo lo que estás viviendo ahora te parezca tan solo un mál sueño, y puedas paseár pletórica de fuerzas por las calles de Montevideo, y respirár los aromas de una nueva primavera.
ResponderEliminarUn beso.
Hola preciosa imagen y estupendo texto , un placer leer tu post.
ResponderEliminarTu Madre mujer sabia y inteligente.
Un abrazo bloguero de MA y mil gracias por pasar por mi blog tu blog amigo y dejar tu hermosa huella escrita.
MA, gracias. Espero que llegue el dia en que los arcanos del universo nos revelen sús secretos, y poderlo vér antes de dejár este mundo. Cruzo los dedos para que ese reactór de fusión experimentál tan caro que crece en el súr de Francia nos revele los secretos del universo. Un fogonazo de sabiduria, comprenderlo todo en un solo instante, y conocér la arquitectura del universo en un parpadeo.
ResponderEliminarSaludos y un beso.
saludos y un beso