domingo, 21 de febrero de 2010

LA ESTATUA DEL GENERAL, EL COCHE DEL ESCULTOR Y UN ALCALDE MAQUIAVELICO


Desnudo recostado ( Josép Viladomát )


La pequeña historia de hoy trata de como un alcalde franquista consiguió que un escultor renombrado y de ideologia repúblicana realizase muy a sú pesár, una estatua ecuestre del Generál Franco, que el ayuntamiento de Barcelona erigió como homenaje al ditadór.

Josép Viladomát y Massanas ( Barcelona 1899-Escaldes Engordany, Andorra 1989 ) fué uno de los maestros  más reputados del arte escultorico catalán del siglo XX. Militante de la corriente artistica Los Evolucionistas, un movimiento artistico que pretendia reaccionár al Modernismo con un retono al realismo y a las fuentes de inspiración clásicas, fué uno de los protagonistas de la vida bohemia de la Barcelona de los años veinte y treinta.

En 1.937 se autoexilió en Andorra y consiguió el estatus de residente. No tengo la certeza, pero por el año en que decidió exiliarse, supongo que el horror debió apoderarse de él a consecuencia de los hechos sucedidos en Mayo de aquél año en Barcelona : las depuraciones efectuadas por el Partido Comunista de España a través del P.S.U.C contra sús aliados anarquistas de la C.N.T. y de los poco ortodoxos comunistas del P.O.UM. Aquellos hechos culminaron con la masacre de todos los elementos que amenazaban la supremacia del P.C.E dentro del gobierno de la República, y llenaron aquellos dias de tiroteos indiscriminados las calles de la ciudad. La legitimidád de la República habia desaparecido ahogada en sangre.

Una véz acabada la guerra, Viladomat continuó sú exilio Andorrano, aunque viajaba con frecuencia por Catalunya, y llegó un momento en que pasaba más tiempo en este lado de la frontera que en Andorra.

En 1.963 el gobierno del generál Franco cedió la propiedad y el uso de la fortaleza militár de Montjuích a la ciudad de Barcelona.
El alcalde de la ciudad en aquél momento era Josép Maria de Porcioles, el de mayór duración en el cargo, ya que lo ejerció desde 1.957 hasta 1.973.
Porcioles representaba a la burguesia catalana que apoyó al régimen de Franco, y aunque en estos ultimos años se ha intentado minimizár este apoyo, fueron muchos más de lo que ahora se quiere reconocér.
Porcioles buscaba agradecér al generál la cesión del castillo de Montjuích homenajeandolo con una espectaculár escultura ecuestre en bronce fundido que se situaria a la entrada de la fortaleza. Puesto en contacto con los escultores renombrados de aquella época, ninguno aceptó la idea. A todos les horrorizaba que en sú catalogo apareciese una obra en homenaje del generál, y la idea de Porcioles parceia que iba a quedár en nada.

Josép Viladomat habia adquirido un espectaculár cochazo de fabricación Norteamericana matriculado en Andorra, con el que recorria la geografia catalana, y que en aquella época de miseria ecónomica llamaba poderosamente la atención. Lá normativa de tráfico de la epoca establecia que los automovíles con matricula extranjera no podian circulár más de seis meses por las carreteras españolas, pero Viladomat estuvo circulando con el Cadillac mas tiempo del debido por aquí.
Un contról de la Guardia Civíl detectó este exceso en la documentación del vehiculo, y el Cadillac acabó confiscado e inmovilizado en el cuartél de la calle Sant Pau.
Viladomát recurrió entonces a Porcioles para recuperár el vehículo, con el que tenia algúna relación, ya que el alcalde ostentaba también simultaneamente el cargo de Juéz de Páz en Andorra. Le horrorizaba la idea de que algún jerifalte franquista se encaprichara de sú coche y lo perdiese definitivamente.
Porcioles se comprometió con él a hacer lo posible para restituirle el vehículo, pero a cambio ( favór con favór se paga ), Viladomát debia realizár el modelado de la estatua ecuéstre del generál Franco.
Viladomát tenia fama de mál hablado, y inicialmente sú respuesta en aquella reunión con Porcioles fué ciscarse en todo el santorál, el régimen de Franco y de propina en la corporación municipál de Barcelona.
Pero no le quedó más remedio que aceptár el encargo, eso sí, jurando en vóz alta a todo el que le escuchaba que iba a realizár el modelado todo lo rematadamente mál que pudiese.

El 17 de Junio de 1.963, la estatua a caballo del dictadór fundida en bronce, con pose de centurión romano, brazo derecho extendido en saludo fáscista fué pomposamente inaugurada en la explanada de entrada al Castillo de Montjuích, con presencia del homenajeado y del Consistorio en pleno. Viladomát habia recuperado su precioso vehículo y la escultura lucia aparentemente bién.

Aquella escultura, con la llegada de la democracia, se convirtió en un objeto polémico. En mayo de 1.985, una mano anónima le dió una capa de pintura colór rosa. Lo ignoro ciertamente, pero por el colór usado quizás fué algún miembro del Frente de Liberación Gay de Catalunya, bastante efervescente en aquella época, y hoy ocupados tan solo en preparár el desfile del dia del orgullo gay. Inicialmente fué trasladada al interiór del Museo Militár del castillo, posteriormente recolocada en una zona fuera del acceso público, y al finál, reposa oculta en un almacén municipál.

Sobre el pedestál, en forma de plinto y de una considerable altura, la perspectiva de la estatua no mostraba ningúna anomalia, pero desmontada de sú pedestál y vista a nivél, hay algo que llama la atención, la desproporción entre las piernas y el torso del generál, Franco aparece grotescamente ¡¡PATICORTO!!.
¿ Fué esta la venganza poética de Josép Viladomát ?. Posiblemente fuera así, y elaborada de una manera sibilina que quedaba oculta por la perspectiva. La obra con la que ilustro el"post", DESNUDO RECOSTADO nos dá una idea de la maestria y la esquisitéz del escultór al tratár la figura humana, con lo cuál, personalmente descarto ningún fallo insconsciente en la ejecución.

Así es la historia de nuestro país. Hasta los hechos más dramaticos guardan en sú reverso un lado cómico.
Fué la respuesta de un artista a un encargo que odiaba y al chantaje barriobajero al que fué sometido.

3 comentarios:

  1. Pues no se que decirte Rodericus, pero un buen escultor debe tener en cuenta la perspectiva y si no recuerdo mal, el David de Miguel Angel puesto a nivel tiene una cabeza exageradamente grande, pero visto desde el suelo conserva la proporcion.

    ResponderEliminar
  2. Vaya historia nos explicas, las triquiñuelas de un alcalde franquista y de un artista residente en andorra y que se paseaba con un Cadillac por la Catalunya de los años 60.

    Ninguno de los dos me despierta confianza.

    ResponderEliminar
  3. Carlos, mas allá del efecto calculado para la perspectiva, el resultado era grotesco, supongo que Viladomát lo hizo contando en que pasarian bastantes años antes de que "descabalgasen" al generál, como así fué.
    La lastima es que las fotografias donde se apreciaba la jugarreta han desaparecido, cosas de la censura de lo "politicamente correcto", a veces creo que los politicos actuales tienen pesadillas con Franco. Lo malo del pasado, es olvidarlo precipitadamente, corremos el riesgo de volvér a repetirlo.
    Me hubiera gustado que aquí hubiesen adoptado la solución que han tomado en Hungria con los monumentos de la época comunista, los han colocado todos en un parque de Budapest, que lleva el nombre de Recuerdo, y que cada cual los mire como le dé la gana.

    Bandero, en el fondo Viladomát era un bohemio y un bon-vivant, como la mayoria de los atistas de aquella época, algo excentrico y bastante pasota.

    ResponderEliminar

Si has leído mis desvaríos y tienes algo que aportar, hazlo aquí.