LOS VIEJOS DEMONIOS

Hay fechas y aniversarios de los que uno quiere huir, y a pesar de todo, acaban alcanzadote.

Ayer, 18 de Julio, fue una de esas fechas malditas y siniestras que uno cree que debieran ya haber pasado al olvido, pero que se resisten a diluirse en la historia y la memoria de un pueblo.

Sábado de verano que amanece caluroso y espeso, como todos los días anteriores desde hace ya cuatro semanas. El calor continuado parece que empieza a afectarnos a todos. 

El día anterior fui testigo de uno de esos accidentes de tráfico que se dan en los cruces de calles. No hubo heridos, ni siquiera leves, un golpe absurdo que solo se puede achacar a la falta de atención de un conductor agobiado por el tráfico intenso y el calor. Parece que la humedad y el bochorno del verano barcelonés empiezan a pasarnos factura a todos. 

Andamos con los nervios algo alterados

Desayuno ojeando el periódico. Se ha desatado una polémica en Bacelona,  la alcaldesa, Ada Colau no ha autorizado una misa en homenaje a los fusilados por el bando republicano durante la guerra civíl en el castillo de Montjuich.  Este homenaje se venia celebrando ininterrumpidamente desde 1.940, y era una cita para todos los nostálgicos de franquismo, y para la minoría que es la ultraderecha barcelonesa.

Hay que recordar que la propiedad y la gestión del castillo son de titularidad municipal desde que en el año 2.007 el gobierno central lo cedió al ayuntamiento. Hasta entonces, había sido una dependencia de carácter militar gestionada por el ministerio de defensa.

Días atrás, participe en un debate abierto en una página de Facebook dedicada a la publicación de fotografías de la Barcelona antigua. Una buena amiga mía "colgó" una fotografía de la Avenida de la Diagonal durante el desfile de la victoria en 1939. . . . .   ¡¡ Y se desataron todos los infiernos !!.

La discusión que abrió la imagen en el foro duró dos días de interminables comentarios y discusiones feroces, entre los detractores y partidarios de Franco.

Hasta que asqueado con tanta discusión y tiempo perdido inútilmente, acabé respondiendo :

" Mientras nos preocupamos tanto de los franquistas

y de un pasado que realmente no podemos cambiar, 

sus sucesores siguen haciendo bien su trabajo.

Estos no te fusilan, no te encierran, ni te obligan

a realizar trabajos forzados, pero también arruinan tu

futuro, enviándote al paro, a la indigencia, o si tienes

suerte y eres joven con algo de formación, al exilio de

                                      la emigración. Tenemos otra guerra civil en marcha,

                                    pero en esta no es necesario mancharse las manos de

                                   sangre para vencer "

Alguien de ideas próximas al Partido Particular, me denunció al administrador de la página, y como las normas de la misma prohíben las discusiones políticas, fui educadamente expulsado de la pagina. 

Conclusión, no se pueden decir las verdades en voz alta. Puedes discutir y despotricar sobre el pasado, pero como menciones el presente, te arrojan a los infiernos del ostracismo.

Tras el desayuno, decido "agenciarme" unos tejanos nuevos en las rebajas de verano de una conocida cadena de almacenes. Acudo al complejo comercial ubicado en la vecina Cornellá del llobregat. Localizo unos de mi gusto y talla, y cuando paso a los probadores para cercionarme de que se adapten bien a mi cuerpo serrano, descubro con consternación un fallo de diseño en el edificio : los probadores de caballero son una construcción de mamparas de madera añadidas a la estructura original, ¡¡ y carecen de cualquier tipo de ventilación !!.

Tardo apenas cinco minutos en probarme los nuevos pantalones, pero la humedad y el bochorno de los probadores hacen en mí el mismo efecto que un baño de vapor, y acabo completamente empapado de sudor.

Tras realizar alguna compra mas de suministros necesarios para la intendencia de casa, y con la garganta tan reseca como un bacalao salado, decido tomarme una cerveza bien fría en un bar situado frente al complejo comercial.

"Bares en los que la calma

y la cerveza, salvan nuestra

vida y mi cabeza
soñando estar bajo tu ropa"

De calma en el bar, nada de nada. Iluso de mí.

Es un local relativamente pequeño, regentado por una familia de asiáticos. A duras penas consigo alcanzar la barra, varios parroquianos ya en la tercera edad, anda alborotados discutiendo a gritos, como buenos sordos que son, sobre la efeméride del día y su protagonista, el general Franco.

Mientras paladeo el liquido frío y dorado, es imposible no escuchar la discusión de los "yayos".
El asunto "va" sobre las tropelías de uno u otro bando, sobre la hipotética necesidad de "otro" Franco, ( según alguno de ellos ) y como no, sobre la comparación con los políticos actuales.

Mientras acabo la cerveza, el grupo de abuelos "airados" se dispersa entre gritos y reproches mutuos. Visto el carácter de los "paisanos", uno puede llegar a entender lo encarnizada que fue la guerra civil.

Tan solo queda uno de ellos, sentado a mi lado en la barra que musita solo :

- ¡¡ "Chorizos, estos de ahora son una pandilla de chorizos".

Sorprendo al abuelo respondiéndole :

- La culpa de que lo sean, es nuestra y solo nuestra.
- ¿ Pero que podemos hacer nosotros ?.
- Si no fuese a votar nadie. . . .
- ¡¡ Pero es que entonces se quedarían los de ahora  !!.
- Si hubiese un ochenta por ciento de abstención, tendrían que replantearse todo el sistema.

Dejo al abuelo meditando mi última frase. Parece una de esas personas "binarias", o cero, o uno, o blanco o negro. No admiten que pueda haber mas de dos soluciones para un problema.
Para el, la solución es que los "suyos", posiblemente los socialistas desalojen del poder al gobierno actual. Sin reconocer  que los "suyos", también han contribuido y mucho al desastroso estado actual de este puñetero país.


Casualmente, ando leyendo estos dias " El Gigante Descalzo", del militar e historiador Gabriel Cardona, recientemente desaparecido.

Un servidor ha leído bastante bibliografía sobre la guerra civil, pero nada sobre el ejercito de Franco, y su composición y situación tras esta.

No lo he terminado todavía, pero leyéndolo, uno llega a la conclusión de que el ejército que venció también fue otra víctima mas de Franco. La consecuencia mas directa de la guerra, y la posterior guerra mundial, fue la miseria.

La miseria que ahogó a todo el país casi sin distinción de vencedores y vencidos. Hambre, desempleo, una red de estructuras devastadas por la destrucción, sin posibilidad de reconstrucción por la situación internacional, y por el original alineamiento de Franco con las potencias fascistas, que cuando la victoria empezó a decantarse por el bando aliado, se trocó en una supuesta "neutralidad" .

El producto interior bruto ( PIB ) de 1.932 solo volvió a recuperarse definitivamente allá por 1.969. Estas cifras nos dan la medida exacta de la debacle y la ruina. Esto solo por el lado de la economía. Algo mas de treinta años perdidos.

Pero después estaba la miseria moral. Cuatrocientos mil muertos en la contienda, a los  que hay que añadir unas cien mil víctimas mas de la represión, de los fusilamientos. Primero sin ningún tipo de procesos, y mas tarde, con procesos sumarísimos sin apenas defensa legal y con leyes tergiversadas.

Una oleada de terror que duró décadas, porque los vencedores se encarnizaron para evitar que nadie se levantase, o tuviese la voluntad de hacerlo, pare pedirles responsabilidades. 

Y el miedo y la miseria, también se instaló entre los vencedores. Miedo a ser depurados del ejército por cualquier excusa y perder sus míseros privilegios. Miedo a la delación, miedo a hablar con franqueza.

Miedo a vivir con un poco de dignidad, o tan solo a pensarlo.  De una manera u otra, también fueron víctimas. Cuarenta años tragando mierda.

Aunque no me inspiran ninguna compasión, es el precio que hay que pagar por venderle el alma al diablo.

Para terminar, me sigue asombrando el peso que aún tiene la guerra civil en la actual sociedad española. Los viejos demonios aún nos provocan pesadillas

No podemos hacer nada para cambiar el pasado. Todo aquello fue una pesadilla sangrienta, y es inútil revolver las heridas. Tan solo tenemos que entender las causas reales de aquella carnicería, para no volver a repetirla. Y no me parece que lo tengamos claro todavia

Pero lo importante, es nuestro presente y el futuro. Debemos tener la voluntad de empezar a reformar esta caricatura de democracia que tenemos actualmente, y eso empieza porque todos entendamos bien como funciona nuestro estado, nuestros partidos y nuestra clase política.

Y empezar a ser exigentes con todo ello. No es tan simple como introducir una papeleta en una urna cada cuatro años, no. Es bastante mas complicado.

Soy algo optimista dentro de mi perpetuo pesimismo, parece que algo está cambiando.