UN PLATO DIGNO PARA ALGUNA CELEBRACIÓN

Fue hace cosa de dos o tres semanas, un sábado a primera hora de la tarde. Timoteo y un servidor estábamos dando buena cuenta de uno de mis platos favoritos.

- ¡¡ Hummm !!, efto egtaa muu guueffnoo.

- Timoteo, mastica, traga, y después me hablas, que con la boca llena no se te entiende nada.

Acaba de masticar el bocado, y se aclara la garganta con un sorbo de vino.

- Decía que esto está buenísimo, "nene".

- Solo hay que verte devorarlo para darse cuenta de que te gusta., Timo. Anda, al menos saborealo un poco mas despacio, que no hay ninguna prisa.

- ¿ Donde aprendiste a cocinar ?.

- Mi madre era cocinera profesional, Timo. Y hacia autenticas maravillas con cuatro ingredientes y mucho cariño. A mi, cocinar me relaja y me distrae. Me siento bién empleando las manos en hacer algo de provecho, y apetitoso.

- Pues es un autentico plato de lujo, y con ingredientes sencillos. ¿ Porqué no pones la receta en tú "blog" y la compartes ?. Puede ser una buena sugerencia culinaria para estas fiestas. Por cuatro perras y un rato de trabajo en la cocina, tienes un plato señorial.

Timoteo tiene razón. Podrida ser una receta estupenda para compartir en la mesa con amigos y familiares, y con un coste económico humilde. 

          Pastel de patata relleno de atún con mahonesa casera

                                                Ingredientes para 3-4 personas :

                                             

                                             - 2 kilogramos de patatas rojas

                                             - 50 gramos de mantequilla

                                             - 1 bote de tomate natural triturado de 400 gramos

                                             - cebolla mediana

                                             - 1 lata de bonito en conserva de 100 gramos

                                             - 1 huevo

                                             - aceite de oliva virgen

                                             - 1/2 limón.

Primero, procedemos a elaborar el relleno del pastel. Preparamos un sofrito de salsa de tomate, sofriendo primero la cebolla en la sartén con una cucharada de aceite a fuego medio. Cuando la cebolla esté bién pochada y transparente, añadir el tomate triturado, especiar al gusto, y reducir el fuego al mínimo. Para realizar esta receta, es aconsejable dejar reducir el sofrito a la consistencia casi de una mermelada. Esto llevará unos veinte minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando para no quemar el sofrito.  Normalmente, suelo hacer el sofrito el día anterior, y lo reservo en la nevera. Así, la consistencia es mas espesa aún, y se puedes escurrir el exceso de aceite de la fritura con comodidad.

Una vez realizado el sofrito de tomate, abrimos la lata de bonito, escurrimos el aceite de la conserva al máximo, lo desmigamos con ayuda de un tenedor, y mezclamos el bonito con el sofrito de tomate uniformemente. Ya tenemos el relleno listo. Yo empleo un bonito del norte en conserva, porque me gusta el contraste algo duro que da la carne del bonito del Cantábrico.

Cocemos en agua hirviendo con algo de sallas patatas cortadas a dados medianos y regulares, porque así la cocción será uniforme. El punto de cocción para realizar el puré, será cuando podamos cortar un dado de patata con el reverso de un cuchillo.

Yo empleo patatas rojas del la raza Red Pontiac porque la textura firme su carne cocida me parece ideal para moldear el pastel con comodidad, y aporta una textura agradable al paladar. No obstante, se puede emplear cualquier tipo de patata roja de carne dura.

Una vez cocida la patata, hacemos un puré chafando las patatas con un tenedor en una fuente, mezclando el puré con la mantequilla, y consiguiendo una masa uniforme y relativamente elástica y moldeable a voluntad.

Para el moldeo, empleo un molde rectangular de los empleados para hornear bizcochos y puddings.  

Recubro el interior de film de plástico, para que el desmoldeo se mas cómodo y limpio. Recubro el fondo y las paredes del molde con el puré de patatas y mantequilla. En el hueco, deposito el relleno de sofrito y bonito, lo reparto uniformemente con una espátula, y doblo hacia adentro el sobrante de puré de las paredes, cerrándolo sobre el relleno. Añado algo más de puré sobre el relleno, para encapsularlo totalmente. Desmoldeo sobre una bandeja, retirando el film de plástico ( foto ).

Para la cobertura del pastel, hago una mahonesa casera, empleando la yema de un huevo y el aceite de oliva vertido muy poco a poco, apenas un hilo, sobre la yema que remuevo en el fondo de un plato con un tenedor. Añado unas gotas de limón para darle un punto ácido a la salsa, y rebajo la consistencia de esta si queda demasiado espesa con unas cucharadas de la clara de huevo levantada a punto de nieve.

Lo de hacer la mahonesa a mano, sin batidora, es una elección personal mía. Me agrada la consistencia densa y cremosa resultante, ya que las realizadas con batidora siempre emulsionan algo de aire en la salsa. Si el aceite de oliva virgen os resulta demasiado fuerte para vuestro gusto, siempre se puede mezclar con aceite de girasol para hacerlo algo mas suave.  

                                             Vista del pastel una vez moldeado y cerrado                     

                            Mahonesa casera ( para que veáis que no es ningún "farol" mio ).

                                                     Pastel recubierto con la mahonesa.                                  

                                    Aspecto de la composición una vez servido en la mesa

Yo no le añado ninguna decoración, pero se le puede añadir varias al gusto de cada uno. Admite tiras cortadas de pimiento rojo asado, rodajas de huevo cocido, o ahora que estamos en navidades, surimi triturado que le dará la apariencia de "nieve" recién caída. También podéis variar el relleno del pastel a vuestro gusto. Esta es una receta que admite muchas variaciones, al gusto de cada uno.

Este puede ser el plato principal de la comida navideña, acompañado de unos buenos entrantes, como pueden ser unos espárragos de Navarra, o unos buenos embutidos cortados con su pan con tomate.

Para acompañarlo, una buena sugerencia es un cava "brut" fresco y afrutado. Los hay realmente buenos por un precio que ronda los cinco Euros. 

Y un consejo : aprovechemos que nos reunimos en la mesa con aquellos que amamos. 

Desconectemos los "smartphone" y dejemos en paz los "whassaps". Apaguemos la televisión y su programación navideña, y miremos a los ojos de los que tenemos frente a nosotros. Dejemos que fluya la conversación, y escuchemos a los demás. Seguro que tenemos muchas cosas a decirnos. Recuperemos la sobremesa tras los postres, y la magia de una tarde juntos y sin prisas.


                         Timoteo, los "chicos" y yo, el "nene" 
                 os deseamos una feliz navidad.

Cita de la semana : " Comer y rascar, todo es empezar "  ( Refrán popular ).