Que una publicación alcance los ciento cincuenta años de vida, aún siendo un anuario, siempre es una gran noticia. Es el caso del "Calendari dels Pagesos", ( Calendario de los Campesinos ).
El mundo allá por 1.861, era muy diferente del que conocemos hoy en día. La rapidez de nuestros medios de comunicación era entonces impensables. Ya hacia unos años que el telégrafo se había extendido por toda Europa. Hacia muy poco tiempo, en 1.948, que se había establecido la primera linea de ferrocarril en la España peninsular, concretamente entre Barcelona y Mataró, en 1.848.
Pero fuera de los grandes núcleos de población, la vida cotidiana estaba aún muy pegada a la tierra, fuente del sustento cotidiano. De la tierra se dependía para vivir y sobrevivir, y este pequeño anuario nació como una guia dirigida al campesinado catalán. Contenía y contiene informaciones como :
- Santoral detallado de todos los días del año.
- Guia sobre los mercados semanales en todas las poblaciones catalanas.
- Calendario de ferias y mercados anuales
- Calendario de las fiestas mayores en todas las poblaciones.
- Datos astronómicos de interés, fechas de entrada de las estaciones, eclipses visibles y visibilidad de
los planetas, etc.
Incluye también un calendario con las tareas agrícolas a realizar en cada mes. Unas cuartetas de un poema, resumían las labores del mes de una manera deliciosa e ingeniosa. Os reseño la del mes de Marzo :
Cuan lo mars fa´l menguant
la lluna, cuida pagés
de podá la vinya, pues
los brots ja apuntan
Ves estercolan las hortas
los camps de blat, ordi y
trafegars lo teu ví,
pasantlode cups a botas.
Lo temps, tens de aprofitá,
treballant sempre ab porfia,
y estiguis cert, que cap dia
del any, at faltará pá.
( Cuando en marzo, hace el menguante
la luna, cuida pallés
de podár la viña, pues
los brotes ya van apuntando
Ves estercando las huertas,
los campos de trigo, y
trasegarás tu vino
pasandolo de cubas a botas
El tiempo, tienes que aprovechar
trabajando siempre con porfia
y tendras asegurado, que ningún dia
del año, te faltará el pán ).
Otro de los atractivos de esta publicación, son los preciosos grabados que la ilustran, como podéis apreciar en la portada de la edición de este año.
En castellano también se edita el "Calendario Zaragozano ", con un planteamiento similár
Los tiempos han cambiado, y la profesionalizacion del campesinado que ha sobrevivido a las crisis agrarias en este país, es muy alta. Ya no se depende tanto de la climatología. Las sequías se combaten con modernos riegos por goteo que estiran el agua al limite de su aprovechamiento, aunque el granizo es tan letal ahora como entonces para los cultivos. Los modernos agricultores están asesorados por especialistas salidos de las universidades, y tienen a su disposición múltiples soluciones para aprovechar los cultivos, rentabilizandolos en lo posible.
Habrá quien piense que este anuario es un anacronismo, y quizás lo sea. Pero para mi, un "urbanicola" crecido en mitad del asfalto, destila el aroma del pasado, y de la vida de mis ancestros, de la dureza con la que vivían, y del esfuerzo que suponía ganarse el sustento diario.
Ojear sus paginas, es sentir la serenidad de un mundo intemporal. El contrapunto ideal a nuestros medios de información actuales, siempre al borde de la paranoia.
Bajo el asfalto, esta la tierra, el sudor y los anhelos de nuestros antepasados.
Pero fuera de los grandes núcleos de población, la vida cotidiana estaba aún muy pegada a la tierra, fuente del sustento cotidiano. De la tierra se dependía para vivir y sobrevivir, y este pequeño anuario nació como una guia dirigida al campesinado catalán. Contenía y contiene informaciones como :
- Santoral detallado de todos los días del año.
- Guia sobre los mercados semanales en todas las poblaciones catalanas.
- Calendario de ferias y mercados anuales
- Calendario de las fiestas mayores en todas las poblaciones.
- Datos astronómicos de interés, fechas de entrada de las estaciones, eclipses visibles y visibilidad de
los planetas, etc.
Incluye también un calendario con las tareas agrícolas a realizar en cada mes. Unas cuartetas de un poema, resumían las labores del mes de una manera deliciosa e ingeniosa. Os reseño la del mes de Marzo :
Cuan lo mars fa´l menguant
la lluna, cuida pagés
de podá la vinya, pues
los brots ja apuntan
Ves estercolan las hortas
los camps de blat, ordi y
trafegars lo teu ví,
pasantlode cups a botas.
Lo temps, tens de aprofitá,
treballant sempre ab porfia,
y estiguis cert, que cap dia
del any, at faltará pá.
( Cuando en marzo, hace el menguante
la luna, cuida pallés
de podár la viña, pues
los brotes ya van apuntando
Ves estercando las huertas,
los campos de trigo, y
trasegarás tu vino
pasandolo de cubas a botas
El tiempo, tienes que aprovechar
trabajando siempre con porfia
y tendras asegurado, que ningún dia
del año, te faltará el pán ).
Otro de los atractivos de esta publicación, son los preciosos grabados que la ilustran, como podéis apreciar en la portada de la edición de este año.
En castellano también se edita el "Calendario Zaragozano ", con un planteamiento similár
Los tiempos han cambiado, y la profesionalizacion del campesinado que ha sobrevivido a las crisis agrarias en este país, es muy alta. Ya no se depende tanto de la climatología. Las sequías se combaten con modernos riegos por goteo que estiran el agua al limite de su aprovechamiento, aunque el granizo es tan letal ahora como entonces para los cultivos. Los modernos agricultores están asesorados por especialistas salidos de las universidades, y tienen a su disposición múltiples soluciones para aprovechar los cultivos, rentabilizandolos en lo posible.
Habrá quien piense que este anuario es un anacronismo, y quizás lo sea. Pero para mi, un "urbanicola" crecido en mitad del asfalto, destila el aroma del pasado, y de la vida de mis ancestros, de la dureza con la que vivían, y del esfuerzo que suponía ganarse el sustento diario.
Ojear sus paginas, es sentir la serenidad de un mundo intemporal. El contrapunto ideal a nuestros medios de información actuales, siempre al borde de la paranoia.
Bajo el asfalto, esta la tierra, el sudor y los anhelos de nuestros antepasados.
En la librería de al lado de la casa donde crecí cada año ponían a la venta este anuario, siempre se me iban los ojos por los gravados de la portada pero nunca compré ninguno. Tras esta explicación cuando suba a ver a mis padres, entraré y compraré uno y lo ojearé. Gracias por el consejo!
ResponderEliminarPor cierto, muchas gracias por recordarnos lo que contiene la tierra bajo el asfalto, la vida contrareloj nos lo hace olvidar demasiado a menudo.
un abrazo!
Y lo más importante de todo: el calendario de las fiestas mayores! ese sí que debía dar los mejores frutos... XD
ResponderEliminarEn la tienda de libros de "El Corte Inglés", encontré el "Anuario de la cocina de la Comunitat Valenciana" y aprendí a cocinar la paella.
ResponderEliminarTambién estaba el "Calendario Maya". Este no lo quise leer porque me contaron el final. ;-)
un beso literario
Querido Rodericus, como sabes yo vivo ahora en una zona llena de vinyedos, la gente mayor que cuida las tierras son los mejores meterologos que he conocido, i el calendari dels pagesos en mi casa (mejor dicho en casa de mis padres siempre ha existido) cada año.. , mi padre en la tierra tenía plantado de todo , antes de morir y teníamos verduras y frutas todo el año.La pena es cuando se fue al otro barrio se llevó con el todo.. nosotros no hemos sabido mantener la tierra, por muchos motivos el principal, falta de tiempo y otras cosas que no vienen al caso.Pero con esto quiero decir que lo conozco muy bien, aún viviendo en Barcelona y de pequeña estaba acostumbrada a verlo por casa.
ResponderEliminarPara mí es pura artesania,i aunque es cierto que en los pequeños pueblos los abuelos son doctos en la tierra i el clima cuando no sabes alguna con consultar el "calendari dels pagesos" es suficiente, para saber si lloverá por ejemplo.
Algo que me llama la atención dels pagesos es que saben ciertamente si un año hará frio con mirar la altura de las cañas, este año decían " aquest ivern fará molt fred" les canyes están altes, i deunidó, lo que ha hecho por aquí que hemos estado a 6 y 8 bajo cero de momento con dias de descanso de frio...
Así que después de esta entrada (de comentario) va a ser mejor que lo deje aquí.
Un besazo mi amigo.
Uff perdona por las faltas de ortografia, escribir tambien es un arte y yo en este comentario he hecho una chapuza. Mil perdones.
ResponderEliminarMuy buena esta entrada, y esta frase: Ojear sus paginas, es sentir la serenidad de un mundo intemporal.
ResponderEliminarAcabas de resumir lo que para mí es la necesidad de novelar.
Por cierto, me ha encantado el enlace que dejas hacia hechos históricos, no conocía ese lugar y me parece interesante.
Saludos
Bandero, siempre vale la pena tomarnos un respiro de vez en cuando, e imaginar lo tranquila que era la vida al ritmo de una carreta de bueyes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pepi, la cosecha de las fiestas mayores era la mas importante. Alli se establecian nuevas relaciones, surgian matrimonios, y al cabo de unos años, mas parroquianos para las fiestas.
Un beso.
Lucrecia, cuidado con las paellas valencianas, porque cada pueblo de la comunidad anda a la greña con el de al lado, diciendo que su receta es la originál, y la de al lado, una mala copia.
Lo del calendario maya tiene una explicación lógica. ¿ Recuerdas el "efecto 2.000" ?. Va por ahí la cosa.
Un beso.
Lisebe, cultivar un buén tomate es una tarea de artesania tal y como lo has definido. Se necesita tiempo, paciencia y los consejos del abuelo para salir adelante. Hemos adquirido otras habilidades, pero perdemos las que ya no practicamos. De todas formas, hay bastante gente en mi barrio que ha vuelto a cultivár verduras en pequeños huertos, y con la practica, se van superando cosecha a cosecha. Con lo del clima, los payeses tienen una especie de archivo de memoria genetica, un sexto sentido que les advierte de los rigores de la estación. Y deja en paz las faltas, el leguaje, al fin y al cabo es una herramienta para transmitir nuestras ideas y sentimientos, no un fin en si mismo. Lo que cuenta, es la intención.
Un beso.
Begoña, cruzando los campos tengo la sensacion de rozar la eternidad. Estoy en contacto con una fuerza que ha estado ahí siempre, y seguira estando siempre cuando yo no este. La literatura, exactamente iguál, desde la epoca de los Sumerios, nos ayuda a transmitir nuestras inquietudes, al futuro. Podemos saber perfectamente que la preocupacion de un ciudadano de la Atenas Clasica eran las mismas que las nuestras, ser felíz a pesar de todo.
Saludos.