miércoles, 29 de diciembre de 2010

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Vertedero de residuos en Ghana
                                 ( Fuente : documental "Comprar, tirar, comprar". C, Dannoritzer )

A veces, un gesto cotidiano me hace reflexionar un poco mas de la cuenta. Días atrás, mi padre, involuntariamente estropeó la maquina de afeitar eléctrica que había venido usando desde hacia mas de una década, y quizás, dos. Dadas las escasas condiciones de movilidad en las que se encuentra debido a su salud y edad, me encargó que le adquiriese otra nueva. Dentro de los pequeños electrodomésticos, para mi las afeitadoras eléctricas eran un mundo casi desconocido. Desde que despuntó en mi cara la primera pelusilla, siempre he tenido la costumbre de afeitarme diariamente con cuchillas.

Una vez en la tienda especializada en electrodomésticos del barrio, una amable dependienta me muestra todo el catalogo de afeitadoras eléctricas. Me sorprendí al comprobár el abismo de evolución que existe entre la vieja máquina que usaba mi padre y las actuales. Aparte de la lógica evolución del diseño en todos estos años, lo que realmente me sorprendió es la diferencia abismal a la baja en la calidad de los materiales empleados. Aún adquiriendo una máquina de una cierta calidad, los materiales empleados en su fabricación no auguran una durabilidad comparable en tiempo a la que ha tenido la anterior.

Donde antes había materiales duraderos como acero y baquelita, resistentes a todo tipo de usos, ahora hay plásticos de diversas calidades, salvo las cuchillas, estas de acero, como las anteriores, pero estampado, un proceso de producción mas barato que el de fundición de las antiguas. En la calidad del motor eléctrico no tengo contraste alguno.

Mi conclusión tras comprobar todo esto, es que la nueva afeitadora, debidamente cuidada, con suerte durará cuatro o cinco años, antes de que la calidad de sus materiales provoque una avería que la inutilice.

Toda esta reflexión viene a cuenta de que empiezo a ser consciente, de que caso todos los bienes de consumo que nos rodean, de un tiempo a esta parte parecen estar diseñados y construidos para tener una vida limitada, de ahí el termino "obsolescencia programada".

Este concepto de duración limitada, aunque mas antiguo, se puso en práctica durante la segunda guerra mundial. Las producciones masivas de vehículos, aviones y barcos empleados por los dos bandos en el conflicto, exigió una reducción drástica en los costes de fabricación. Un tanque, un avión o un barco, seguramente serian destruidos en acción bélica antes de que los materiales con los que había sido fabricado llegasen al final de su resistencia a causa del desgaste. Esto hizo que los departamentos de producción de las diferentes empresas que fabricaban toda aquella maquinaria bélica, hiciesen todo lo posible para recortar los costes de fabricación rebajando la calidad al mínimo operativo en beneficio de la cantidad

Un ejemplo claro, fueron los buques cargueros de la clase "Liberty". Diseñados y construidos por encargo del Pentágono en el momento mas crudo de lo que se conoció como la Batalla del Atlántico, cuando los submarinos alemanes daban buena cuenta de cuatro o cinco cargueros diarios, su duración estaba calculada para soportar cuatro o cinco años de uso intensivo, eso si antes un torpedo alemán o japonés no lo enviaba al fondo marino. Al final de las hostilidades, bastantes unidades supervivientes fueron vendidas casi a peso de chatarra como excedentes de guerra, lo que aprovecharon varios navieros, entre ellos el legendario Aristóteles Onassis, para hacerse con unos buenos buques a precio de saldo.

Una vez de vuelta a la normalidad, las industrias volvieron a producir con conceptos de calidad duradera. Y yo creía que este concepto de producción barata forzada por la necesidad, era cosa del pasado. Hasta ahora.

Como hijo de una familia humilde donde nunca sobraba el dinero, me educaron en el cuidado y en el uso racional de todo lo que tenia a mi alrededor. Cuando algún utensilio domestico se ha estropeado, casi siempre por desgaste, he procurado repararlo, bien consiguiendo piezas de recambio, o pidiendo los servicios de algún profesional de las reparaciones. Lo he sustituido solo cuando la reparación exigía un desembolso igual o ligeramente inferior al precio de uno nuevo.

Pero recientemente me he dado cuenta que esta filosofía de consumo choca frontalmente con las tendencias de hoy. Se ha impuesto el concepto de "usar y tirar" en casi todas las actividades humanas. Una televisión, ya no se repara, de hecho encontrar técnicos en reparación de TV es imposible. Y las nuevas que se producen hoy, no admiten reparaciones, salvo algún ajuste. Esto se extiende a planchas, lavadoras, tostadoras de pan y a toda la parafernalia de electrodomésticos modernos. Toda una era del "consume barato, consume rápido, pero consume "

La siguiente pregunta que uno se hace, es :  cuando nos deshacemos de todos estos trastos de vida corta, ¿ donde van a parar ?. Porque salvo una minoría, casi todos los deshechos que producimos no se reciclan de una manera razonable, y las leyes medioambientales que se han promulgado recientemente, exigen el tratamiento de todos estos residuos, pero no se han instalado todas las plantas de reciclado que nuestro consumismo voraz precisaría, y al paso que vamos, la basura que estamos generando nos va a asfixiár. Determinados envases pagan una tasa en origen a cuenta de su reciclado final, pero este depende de que el consumidór tenga el civismo suficiente como para depositarlos en los puntos de recogida. No deja de ser otro impuesto más.

Investigando, uno descubre que hay lugares en África como el que ilustra la primera fotografía, donde la civilizada Europa acumula los residuos industriales dificiles de tratar aplicando nuestras leyes. Lugares, donde el podér corrupto de turno, a cambio de unos cuantos billetes, permite el acumulár residuos tóxicos, peligrosos o sencillamente incómodos.

Un escandalo sonado de exportación de residuos tóxicos e incómodos, fue el "asunto" del desguaze final del antiguo portaaviones de la armada Francesa " Clemenceau". Entregado a la marina Francesa en 1.961 y modernizado hacia 1.978, en su construcción se emplearon toneladas de asbesto ( amianto ), un aislamiento térmico y acústico magnifico hasta que se descubrieron sus propiedades carcenigenas para la salud humana. Desde finales de los años 80, en Europa existe una reglamentación muy estricta con su manipulación, y sobre todo, con su recogida y recliclado final. Causó baja en la armada Francesa en 1.998. Una vez desarmado el buque y retirados todos los equipos que pudiesen tener alguna utilidád, el barco fue enviado a remolque hacia un astillero en Turquía, donde se había contratado su desguaze. El escandalo organizado por varias organizaciones ecologistas en la opinión pública turca, motivó que las autoridades locales rechazasen la entrada del buque en sus aguas territoriales. Tras unos días, se decidió enviar el barco a otro astillero, concretamente en Gujarat, en la India. He podido ver las condiciones de trabajo en esos astilleros hindúes a través de algún documental, y son pésimas. Los trabajadores, sin ningún tipo de protección, desmontan los barcos a golpe de martillo y escarpa, literalmente. Curiosamente, ese astillero es un proveedor de materia prima para un gigante del acero mundial : Mittal.


                        
Portaaviones "Clemenceau"

Al final, el escandalo desatado también entre la opinión pública francesa, abortó la operación de desguaze a bajo coste en India, y el buque fue finalmente desguazado por un astillero especializado en Inglaterra.

En nuestro rico Hemisferio Norte Occidental, tendríamos que empezar a replantearnos nuestros hábitos de consumo, y empezar a escapar de la dinámica que nos quieren imponer los mercados para consumír productos baratos con voracidad. Si los países emergentes al bienestar ( India, China, Sudeste Asiático ), siguen nuestros patrones actuales de consumo, necesitaremos seis planetas como este para poder mantener nuestro tren de vida, y necesitaremos otros seis para depositar todas las basuras peligrosas generadas.

Soy optimista, y creo que las investigaciones científicas que ya están en marcha, y nuestra capacidad para resolver situaciones complicadas ayudaran en un futuro a resolvér estos problemas, pero no estaría de mas que todos nosotros, a nivel individual, nos replanteásemos nuestra actitud delante de estos problemas,. empezando por nuestro consumo compulsivo de bienes que no son imprescindibles . Podríamos empezar por colocár los residuos en los contenedores y puntos de recogida adecuados.



      ¿ Como un delicuente común puede haber llegado a convertirse en un profeta biblico ?
                La metamorfosis continua : El Evangelio Según San Timoteo Pistolero

4 comentarios:

  1. El mejor reciclaje es no generar residuos, creo que además de colocar los residuos en los contenedores y punts verds, lo que debe hacerse es antes de consumir preguntarse si uno realmente lo necesita.

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado tu post. Y sinceramente, espero que entre las toneladas de cosas que viajen a esos planetas que anuncias no vayan jamás seres humanos. Que del modo en que todo avanza miedo me da. Nos estamos convirtiendo en una sociedad distinta, pero que muy distinta a esa de la que venimos. Ya veremos cómo nos va.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Bandero, yo tambien creo que la clave es no desperdiciar nada. Recuerdo que cuando era crio, en las papelerias vendian unas extensiones metalicas para podér aprovechár los lapices de grafito casi hasta que no se podian afilár yá. Ese seria el ejemplo adecuado.
    Felíz año nuevo, amigo.

    Begoña los de los seis planetas lo leí hace unas semanas en un informe industriál. En el supuesto de que toda la población mundial pudiese y quisiera vivír con nuestro estilo de vida Europeo, harian falta los recursos naturales de seis planetas como el nuestro para atender toda la demanda. Y yo he supuesto que harian falta seis más para dedicarlos a vertederos de residuos. Espero que nunca lleguemos a esos extremos.

    Felíz año a tí también.

    ResponderEliminar
  4. Ig no ta men28 noviembre, 2012

    Los cepillos dentales ahora vienen con una parte coloreada que se "desgasta" e indica que uno debe comprar otro. Antes duraban mucho más.

    ResponderEliminar

Si has leído mis desvaríos y tienes algo que aportar, hazlo aquí.