DESDE LOS ULTIMOS DIAS DE UN AÑO QUE AGONIZA

                                               La estrella errante de los Magos de Oriente


Me educaron en la fe cristiana.  Aunque uno con los años, se ha convertido en un agnóstico bastante escéptico. No voy a marearos con mi credo particular, pero lo sintetizaré en unas pocas palabras. Creo en un Dios, una inteligencia superior que escapa a nuestra capacidad de comprensión, y que diseñó este lugar maravilloso que este pequeño planeta azul que flota en la periferia de lo que conocemos como la Vía Láctea, una galaxia más del universo.

Lo que no creo, es que nosotros, los seres humanos, seamos el centro de su atención. Y mucho menos creo en todos aquellos que se han declarado como sus intermediarios, ya sean sacerdotes católicos, rabinos hebreos ó ulemas islámicos. Hay indicios históricos que señalan que Joshua, o Jesús, como es mas conocido, nació por primavera unos tres años antes de lo que marcan las tradiciones cristianas. Que lo que hoy conocemos como la población de Belén, en aquellas fechas ni siquiera existía.

Pero en lo que SI CREO, es en el mensaje de fraternidad, paz e igualdad que aquél joven rabino gritó a los cuatro vientos desde las colinas de Judea. Un mensaje revolucionario, que proclamaba la igualdad de todos los seres humanos por encima de su extracción social y su origen. Que clamaba por la piedad, por la caridad con el necesitado, por despojar a la religión de su opulencia y acercarla al pueblo llano. Por el cuidado y respeto a los ancianos, por devolverles la esperanza y la dignidád a los marginados. Por apostar siempre por la fuerza mas poderosa del mundo : el amor.

Estos motivos fueron los que le llevaron al patíbulo, a la ejecución mas cruel e infame que se pueda imaginár. El mensaje que lanzó, logró irritar a todo el sistema político y religioso que gobernaba entonces lo que conocemos como tierra santa, Era un mensaje subversivo, anteponía el SER al TENER, y renegaba del sistema de castas que regia en Israél, y en el sistema imperial Romano. Los ecos de todo aquello, han llegado hasta nosotros, y nos muestran un camino difícil, pero de esperanza.

En su recuerdo y respeto, tengo en cuenta estos días a todos aquellos que sufren todo tipo de carencias, pero sobre todo, a los que no tienen el calor y la ayuda de una mano familiar o amiga.

Quiero desde este rincón, hacer llegar a todos los que me seguís, mis mejores deseos de felicidad en estas fiestas. Que vuestra alma rebose con todo el amor que los vuestros os den. Que esa fuerza os acompañe siempre en vuestro camino, y que la esperanza os ayude siempre a vencer todo obstáculo que se interponga a vuestro paso. Que la felicidad real, no nos la dan los bienes materiales, aunque mitiguen nuestra hambre y nuestro frio. Nos la da el poder mirarnos en los ojos de una persona amada. Y sentirnos dignos de todo ese amor.


                      Os deseo toda la felicidad del mundo estos días,
               y ante todo, repartid esa felicidad a vuestro alrededor.

                             ( Firmado : Rodericus, Timoteo, y los "chicos" )