domingo, 13 de junio de 2010

"LA PRECISIÓN EN EL LENGUAJE"


Voy a abrir una nueva serie de articulos en este "blog" dedicada a las grandes o pequeñas frases pronunciadas por persojes públicos o conocidos, que por su contenido ó el contexto en que se pronunciaron tengan interés, sean ejemplares, o sencillamente cómicas, patéticas o desgraciadas. Podriamos denominarlas "frases lapidarias", porque la mayoria merecerian grabarse en granito para la posteridád.

Sobre Don Camilo José Cela Trulock, ( Padrón 11-5-1.916- Madríd 17-1-2.002 ) poca cosa nueva voy a descubrír en este artículo que no sea conocida.  Arrancó su carrera literaria como periodista, formó parte de la censura franquista en sú `primera época y se hizo un lugár de honór entre los escritores españoles del siglo XX al sér galardonado con el prémio Nobel de Literatura.

Hombre socarrón y hasta en ocasiones impertinente, manejó siempre con precisión impecable e implacable el lenguaje.

Durante la primera legislatura de la transición democratica en España, fué senadór por designación reál entre 1977 y 1979, retirandose de la política activa para dedicarse otra véz a las letras.
Durante esa etapa, alcanzó notoriedad entre sús compañeros senadores por sús siestas acompañadas de ronquidos y sús sonoras y fragantes ventosidades en los plenos del senado.
En una de estas ocasiones en las que Don Camilo dormia plácidamente sú siesta durante un pleno, el senadór del escaño continuo lo despertó sacudiendole por el brazo :
- Señór Cela, estaba ustéd dormido.
Cela, obviamente molesto por la interrupción de su siesta, replicó :
- No señór, no estaba dormido, ¡¡ estaba durmiendo !!.
- ¡¡ Pero si es lo mismo !!, respondió el senadór.
- No señór, no es lo mismo. NO ES LO MISMO ESTAR JODIDO, QUE ESTAR JODIENDO.

Si en aquellos años, en el arranque de nuestra democracia, las sesiones del senado eran soporiferas, ahora deben de sér mortales de necesidád, debido a la calidád humana e intelectuál de los senadores actuáles.

Cela era uno de esos personajes que no dejan indiferente a nadie. Personálmente he leido casi toda su obra de ficción, he encontrado obras sublimes, como el drama "La familia de Pascuál Duarte" y la tragicómica "Mazurca para dos muertos". Y también coñazos ilegibles como el caso de "Cristo versus Arizona", públicado en sús últimos años.

En todo caso, un grán escritór y un gran carácter.

5 comentarios:

  1. También dijo :

    Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar.

    * * * * *

    Si el escritor no se siente capaz de dejarse
    morir de hambre, debe cambiar de oficio.
    La verdad del escritor no coincide con la verdad de quienes reparten el oro.


    El mal lenguaje engendra las ideas falsas,
    y las ideas falsas conducen a las malas acciones.

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  2. Y a la pregunta que le hacían en un anuncio de la guía Michelin:

    Camarero: ¿Una caldereta Don Camilo?

    El susidicho contestaba: ¡Venga!

    Y añado yo:

    ¡Que aproveche Don Camilo!

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  3. Este hombre me despertaba una gran antipatía por ser tan arisco y al mismo tiempo le tenía cariño por el mismo motivo.
    Lo que está claro es que fue todo un personaje y un gran escritor.

    Un bico

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  4. Jajajajaja, ¡y cuánta razón llevaba! Mira que no lo conocía, pero me llevo una muy buena primera impresión de él.
    En cuanto tenga menos tiempo y más descanso, buscaré sus trabajos, my love.
    ¿Cómo has estado? ¿Qué cuenta la vida?
    Espero que todo vaya viento en popa :D

    Te mando miles de besos y bonitas vibras.

    Muá :D

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  5. Lucrecia, fué un tipo con agallas y consecuente con sús ideas, aunque yo no las comparta totálmente. Consiguió sér uno de los mejores escritores españoles de sú epoca, vivír de la pluma y ser reconocido.
    Aunque sús últimos años me parecieron un poco esperpenticos, por sú obra finál y por su boda con la señora Castaño

    Carlos, aquella campaña publicitaria de la Guia Campsa era geniál. Se interpretaba a sí mismo viajando otra véz por la Alcarria con Rolls Royce y una chófer negra que recordaba a Grace Jónes y a la que él, con su retranca gallega llamaba "Oteliña". No sabia nada el abuelo.

    Tuxina, tenia esa cualidád, ó te hacia sonreír, ó te daban ganas de mandarlo a la m.....

    Siberia, por aquí bién. Rutina dentro de la miseria imperante, supongo que algún año de estos volveremos a la normalidád. Un beso cariñoso para tí también.

    Con vuestro permiso, he creado un enlace directo a vuestras páginas desde aquí. Es una manera de agradeceros vuestra amistád y hacér llegár un poco mas lejos vuestros pensamientos.

    Saludos a todos.

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