DE ACCIDENTES Y RESPONSABILIDADES

La linea editoriál de este "blog" siempre ha tratado de esquivár las noticias como la que voy a tratár hoy en esta entrada. Siempre busco el lado positivo en todo lo que publíco, para desgracias y preocupaciones ya tenemos los periodicos y los noticiarios de televisión, y particularmente los de algúna cadena, que utilizan siempre noticias como esta para la apertura, aunque el accidente haya tenido lugár en la Mongolia Interiór, verbigracia : Telecinco y el noticiario de la noche que dirije el inefable Pedro Piqueras. Dados los acontecimientos de la noche del pasado miercoles en el apeadero ferroviario de Castelldeféls, y sobre todo, las reacciones posteriores al terrible accidente, creo que el asunto merece una reflexión profunda.

La noche del pasado miércoles, celebrabamos la Verbena de San Juán, fiesta de origen cristiano que suplanta a la muy pagána y anteriór del solsticio de verano. En toda la comunidád catalana, esa noche la podriamos definír como "la madre de todas las juergas". La tradición de esa noche marca encendér hogueras en zonas despejadas a la puesta del sól, prendér petardos y fuegos de artificio, cenár unos dulces tradicionales :  las cocas de San Juán, ( nada que vér con lo que cultivan en Colombia ), acompañadas de buén cava o de champán semi-seco ( vá por tí, Carlos ). El remate de la fiesta es bailár hasta el amanecér, y tomarse un chocolate caliente con los primeros rayos del sól.

Quizás el mejór escenario para todo esto, son las playas, indiscutiblemente. Puedes refrescár el calór y los excesos en el agua marina y pasár una noche inolvidable.

La noche del pasado miércoles un trén de cercanias se detuvo en el apeadero de Castelldeféls, ( foto superiór ), una estación ferroviaria de tercera categoria a escasos centenares de metros de las playas de esta localidád. Eran poco más de las once y media de la noche, y el trén llegaba abarrotado de jóvenes que deseaban celebrár la fiesta en las playas, y asistír a un concierto gratuito programado allí por una estrella de la música Latina.

Para accedér a la salida de la estación desde el andén de dirección hacia Tarragona, hay habilitado un paso inferiór que comunica los dós andenes. Un grupo de viajeros, impacientes ante la lentitúd de la multitúd que accedia al paso inferiór, decidió cruzár las vias para alcanzár la salida, saltando a las vias desde detrás de la parte posteriór del convoy que les habia llevado hasta allí, que en aquél justo momento comenzaba a arrancár. Irrumpieron en las vias sin percatarse, por la falta de visibilidád, de que un trén regionál, que NO realiza paradas en esa estación, entraba en la misma a unos 130 kilometros/hora de velocidád. El desdichado maquinista no pudo hacér nada para evitár el atropello múltiple. Aún empleando el freno de emérgencia, el trén se detuvo a 800 metros del punto del atropello, ya pasada la estación.

El balance de la catastrofe ha sido escalofriante : doce muertos en el mismo instante, y varios herídos de diversa consideración, que en totál suman una veintena larga de personas atropelladas.

Vaya por delante mi apoyo y mis sentimientos de solaridád con las víctimas y sús familiares. Casi todos los fallecidos eran jóvenes que despertaban a la vida adúlta y tenian todo el futuro por delante, y si hay una muérte inútil, es la muerte en un accidente.

La actitúd de los familiares de las victimas me parece del todo comprensible. Es un golpe muy duro el perdér a un sér amado de esa manera, y es un mecanismo de defensa psicologica bastante estudiado el buscár causas externas a esa desgracia. De otra manera se haria insoportable mentálmente el duelo necesario para asimilár un hecho tan terrible.

Lo que no me parece tán admisible es la actitúd demagógica del cónsul Peruano en Barcelona, y algúnas otras voces ajenas a la trágedia  achacando el anómalo e imprudente comportamiento de los atropellados a una supuesta deficiencia en la señalización y las instalaciones de la estación. Esa misma noche sucedieron dós atropellos similares en puntos diferentes de la réd ferroviaria de Barcelona, afortunadamente con muchas menos víctimas. Hay que aclarár que varios de los fallecidos eran de nacionalidád Peruana.

Parece sér que es raro  el maquinista de ferrocarríl con más de diéz años de servicio que no se haya visto involucrado en algún atropello, ya sea por imprudencias como las de este caso, o meros suicidas que saltan al paso del convoy. El dia que se publiquen las estadisticas de estos incidentes, tanto en ferrocarriles de supercifie como metropolitanos, nos llevaremos una sorpresa desagradable por él número de víctimas.

Aquí entro en un concepto a la baja en los tiempos que corren : la responsabilidád individuál de cada persona. Tendemos a echarle la culpa de todos nuestros máles a las autoridades, y últimamente estamos confundiendo el "estado del bienestár" con una guarderia de preescolár donde los niños están arropados ante cualquiér contingencia.

Soy un viajero regulár de la lineas de metro barcelonesas, y últimamente me sorprendo al escuchár por la megafonia de las estaciones avisos como : "ESTÁ TERMINANTEMENTE PROHÍBIDO DESCENDÉR A LAS VIAS".  Me sorprendió la priméra véz que lo oí. ¿Pero a quién se le vá a ocurrír descendér a la plataforma de las vias ?.  Pués parece sér que es un comportamiento relativamente frecuente. Por un contacto personál dentro de RENFE, me he enterado de que es relativamente habituál que el personál de la compañia se encuentre a álguien que camina por los túneles subterraneos con toda normalidád como si se pasease por las Ramblas. Ó algún caso mas sangrante : gente que practica "footing" siguiendo las vias del tramvia mientra escucha música a través de unos auriculares

Hay que ponér los medios posíbles para minimizár estos tristes accidentes, pero dentro de los limités del sentido común, porque al fín y al cabo, nuestro comportamiento personál, nuestra responsabilidád individuál, es decisiva. No existe niguna instalación a prueba de irresponsables, ni de gente sin la mas minima educación cívica.