Das atrás la prensa barcelonesa se hacia eco de una noticia algo chusca : una pareja había practicado sexo en una estación del metropolitano el pasado fín de semana, con total despreocupación y a la vista del resto de los viajeros que había en la estación a aquellas horas de la madrugada.
Alguno de aquellos viajeros filmó la escena a distancia, e inmediatamente la "colgó" en las redes sociales.
No es la primera vez que sucede algo así, ni será la última, pero la noticia animó las tertulias ciudadanas un par de días.
Alguien, no recuerdo quién, lamentó que la difusión pública del "acto" afee la imagen de Barcelona como ciudad turística, y actúe como reclamo para el turismo barato que centra su interés en el alcohol, la juerga y el desenfreno.
Mi opinión particular es de que ya es tarde, que este "incidente" es consecuencia precisamente de este turismo barato que ha invadido el casco viejo y el centro de la ciudad, y que es obra de la combinación de vuelos de bajo coste y los alquileres ilegales de apartamentos por días.
El perfíl tipo de este turista es alguien que viaja en grupo, usa aerolíneas de bajo coste, se hospeda en pisos del casco viejo alquilado a través de Internet, que no declaran ni tributan los ingresos ( en grupo los precios se abaratan bastante más que un hotel ), come por cuatro euros en hamburgueserías o pizzerias de cadenas multinacionales, y durante su estancia bebe como una esponja y comete pequeñas tropelías que no osaría realizar en su país de origen.
A muchos europeos, les sale mas barato pasar un par de días de juerga desenfrenada en Barcelona que en sus países de origen.
Quien haya visitado Londres y se haya tomado un par de copas en un típico "pub" inglés podrá entenderlo perfectamente. El coste de las bebidas alcohólicas en Europa es astronómico comparado con el precio en nuestros bares locales.
Cierto es que es imposible tener un vigilante o un policía en todos los rincones de la ciudad, pero lo que también es cierto es que hay una cierta relajación en cuanto a la vigilancia de las calles por las fuerzas del orden ( guardia urbana, mozos de escuadra ) y que existe una cierta sensación de impunidad ante la inexistencia de uniformados en las calles ( deben de estar muy ocupados dentro de las comisarias ) patrullando a pié.
Para "rematar" el asunto, la diputada por la CUP en el parlamento catalán Anna Gabriél hizo unas declaraciones bastante sorprendentes sobre este incidente a la prensa. Gabriél opina que realizar sexo en el metropolitano es bastante normal, y que la culpa de que la noticia se haya hecho viral en los medios de información, ¡¡ es culpa de la concepción pecaminosa del sexo que tiene la iglesia católica !!.
Aprovecha para enlazar el incidente con el concepto social sobre la menstruación femenina, un asunto en el que la CUP lleva ocupada un par de semanas, denostando el uso de compresas y tampones e intentando promocionar el uso de esponjas naturales y de copas vaginales.
Llegados a este punto, mi asombro y pasmo son infinitos. ¿ A que clase de gente hemos metido en el parlamento catalán ?.
Creo que buscando alternativas a los políticos corruptos e inútiles tradicionales, hemos añadido un espécimen mas a la "fauna" política : el bobo o boba de solemnidad, disfrazado de "progre" radical de izquierdas.
Que cree que la transgresión de las mínimas pautas de educación y civismo también es un acto revolucionario en su lucha contra el capitalismo y la burguesía.
Si creen que con el anticlericalismo barato y el desprecio por las normas de convivencia se hace la revolución social, flaco favor le hacen al ideario de izquierdas.
Empiezo a pensar que estos chicos de la CUP, no son otra cosa que unos niños de familia bien que han adoptado una cierta estética "anti-sistema", unas gotas de pensamiento ecologista muy superficial, y que han colocado las obras completas de Carlos Marx en la estantería de su casa sin haberlas leído siquiera.
Lo de ser "anti-sistema" puede sonar muy "guai" como dicen ellos, pero para cambiar realmente el sistema, hay que integrarse en el, y hacer el cambio desde su interior, desde sus tripas.
La alternativa que nos ofrecen a la política clásica, es bastante "naïf", y daria mucha risa de no ser por los momentos graves por los que atravesamos. Es una perdida absoluta de tiempo, medios y dinero.
Y lo que realmente me fastidia, es que además, ¡¡ intentan adoctrinarnos al estilo bolchevique!!.
Volviendo a la "parejita" protagonista de todo este embrollo. Si uno contempla la escena superando el pudor y la vergüenza, solo inspiran pena y compasión.
El sexo de verdad está completamente reñido con el alcohol y las drogas. La plenitud del sexo se alcanza con unos sentidos despiertos y afinados, con sensibilidad en cada poro de nuestra piel, sin prisas, y en la intimidad de un lugar tranquilo y agradable.
Lo demás es pura imitación.
