Adagio del ballet "Espartacus", dirigido por André Rieu
Uno de esos lugares donde la banda sonora es la de los camiones que atraviesan el lugar reduciendo la velocidad pero sin detenerse. Dia y noche.
La N-340, el estado de la cual es la vergüenza patente del Ministerio de Obras Públicas, y una muestra de la visión miope y centralista de los gobiernos de Madrid. En buena parte sigue el trazado de la antigua Vía Hercúlea romana.
Dos mil doscientos años más tarde de su construcción, sigue teniendo la misma capacidad, una carreta en cada sentido de la circulación. Y es la carretera mas larga del país, enlaza Barcelona con Cádiz
En un tramo de cincuenta metros al borde de la carretera, se alinean una farmacia, una panadería, la agencia local de un banco, y un coqueto restaurante especializado en menús.
Los servicios esenciales del pueblo, en un pañuelo.
Los viñedos rodean el lugar y nos recuerdan que estamos en tierras de vino, del cava. Las cepas ha estado presentes aquí desde la época romana. Forman un mar verde a ambos lados de la carretera, con el que ni siquiera pudo la filoxera, y seguirán estando aquí mucho tiempo después de que yo haya desaparecido, cuidadas con dedicación y mimo por generaciones y generaciones de payeses.
Una vez resuelta la emergencia laboral y los pequeños problemas que me ha llevado hasta aquí, decido detenerme unos minutos en el restaurante para desayunar.
Entro en el restaurante, vacío a aquella hora de la mañana, no se muy bién si desayuno tarde, o quizás demasiado pronto para la costumbre de lugar. Echo un vistazo al menú para el fín de semana, bien visible. Son platos sencillos, pero contundentes y de calidad. El precio parece bastante sensato.
Me atiende una camarera de la Europa del Este, que habla un castellano impecable, casi sin acento. Una mujer en la cuarentena, con una belleza serena, sin estridencias pero elegante, y que atiende a la parroquia con una amabilidad justa que se agradece.
Mientras consumo mi café con leche y me pringo los dedos con un croissant cubierto de azúcar-lustre ( no se a qué demonios viene esta moda de recubrirlos con azúcar ), aparece otro parroquiano.
Es casi un anciano, con la delgadez enjuta de alguién que una vez llevó ropa dos tallas mas grande que la actual. Le pide un café con apenas un hilo de voz, y mientras ella se lo sirve, le comenta que desea reservar mesa para el y su familia allí este fin de semana.
La camarera toma nota en la agenda de la reserva, y le dice al anciano que no se preocupe, que queda hecha la reserva para el domingo. El anciano apura su café, paga la consumición, y se despide dando las gracias a Elena por su atención.
Elena y yo volvemos a quedarnos solos en el local, cada uno en su lado de la barra. Yo sigo hojeando las miserias cotidianas en la prensa del dia.
Mientras ella seca una taza con un trapo, empieza a hablarme con voz queda
- ¡¡ Que pena !!.
- ¿ Pena, por qué ?- respondo.
- Ese hombre sufrió un cáncer de garganta hace un par de años.
- Ya, había notado algo extraño en su voz.
- Pero es que ahora se le ha reproducido, y ya no tiene remedio. ¿ Sabes lo que ha hecho ?.
- Creo que os ha reservado una mesa para el domingo.
- Sí, para el y toda la familia. Quiere despedirse de ellos, ¡¡ que lástima !!.
- Pues sí, morirse, y saber que estás muriendo sin remedio no es agradable.
Elena y yo cruzamos una mirada de circunstancias
-Pero creo que está haciendo algo precioso y digno, despedirse de los que ama y aprecia con un banquete para que todos disfruten, y mientras el conserva aún suficiente integridad física.- Dije tras la pausa.
- Algo hermoso, y que los suyos recordarán siempre.
Acabé el desayuno y me despedí de Elena con un "hasta la próxima".
Salí a la calle meditando en como un desconocido, sin quererlo, me había dado una lección de cómo vivir, y cómo saber morir.
Y creo que si estuviese en las mismas circunstancias que ese buen hombre, haría exactamente lo mismo. Reunir a todos los que amo o he amado algúna vez alrededor de una mesa.
Conservando la lucidez y la paz a pesar de saber que mi tiempo se acaba
Para agradecerles todo lo que he recibido de ellos, para pedir disculpas por mis ofensas. Para compartir un rato de risas y alegrías, para contemplar en sus rostros lo que una vez fueron, muchachos y muchachas que nos creíamos inmortales, y ver la pátina que el tiempo ha dejado en nosotros.
Y tras una larga sobremesa con café y licor, subir a mi viejo coche y poner rumbo al sol poniente, escuchando el adagio de Espartacus sonando a todo trapo en los altavoces, sin ninguna añoranza.
Sin ninguna prisa, por supuesto, y contemplando el paisaje.
he aqui una de mis obsesiones, lo plasé en esten corto poema:
ResponderEliminarM'agradaria si fos possible
estar conscient en el moment
de la meva mort.
Crec que és un dret
acomiadar-te dels teus,
i fer-ho també de tu mateix,
car saps no us tornareu
a trobar mai més,
que en tancar els ulls
per última vegada, et sentiràs
envoltat per la foscor, i
una sensació....
............ d’angoixa infinita.
Muchas gracias Francesc, por compartir con nosotros unos versos tan cargados de sentimientos íntimos.
EliminarUn abrazo.
Conocía a un maño de un pueblo llamado Castellote que hizo lo mismo, pero él lo dejó pagado después de su muerte, de tal manera que dejó cierta cantidad de dinero a un restaurant del pueblo (se ve que la cantidad fue grande), para que todo aquel que quisiera quedarse a comer después de su funeral lo hiciera, con la condición de celebrarlo y brindar por él.
ResponderEliminarMe comentaron (de esto hará ya 3 años largos) que el restaurant se llenó y que al propierario le sobró dinero del convite, de tal manera que estuvo repartiendo copas de coñac hasta que quedaron a la par con lo que le había dado.
Me gustó la anécdota.
y también me gusta el poema de Francesc. Siempre me ha gustado la persona sensible, poco dada al maniqueísmo y que pisa de pies a tierra.
Un abrazo a los dos, Rodericus y Francesc.
Ahhhh....cullons, se me olvidaba....salut...mucha salut
No está nada mal tampoco el ejemplo que citas. Este hombre sembró de alegría su memoria para sus paisanos.
EliminarY el del restaurante, deberia ocuparse de mantener limpia la lápida del paisano en el cementerio en agradecimiento.
En la cultura irlandesa es tradicional que los parientes del finado ofrezcan un banquete en casa tras el entierro, que acaba regado con abundante wiskey.
Miquel, un abrazo, y salut !!.
Parece que es una costumbre entre algunas personas ese tipo de despedidas. Mejor así que cuando el deterioro imponga otros tipos de ritual.
ResponderEliminarUn abrazo, Rodericus.
Esto si es despedirte como debe ser, y no que te vayan a ver a la UCI cuando ya ni siquiera puedas hablar.
EliminarUn abrazo.
Bonita manera de despedirse y bonita pieza musical.
ResponderEliminarGrácias por tu comentario. Creí que debía compartir esta experiencia con todos vosotros.
EliminarUn abrazo.
Yo hago mia la frase:
ResponderEliminar"Pensar como un griego, luchar como un espartano y morir como un romano.."
La verdad es que yo no he muerto nunca y no se como sera, pero si se como quiero que sea: "Hasta aquí hemos llegado, ha sido un placer con algunos y con otros no tanto y nos vemos, o no.. "
Mi epitafio seria :
Eliminar" ¿ Tanto follón para esto ?. "
Un abrazo
Tiene que ser horrible saber que el tiempo se acaba, que no queda nada, solo de pensarlo me entran escalofríos, pero cada uno es como es, y algunos la muerte saben afrontarla bien.
ResponderEliminarBesazos y feliz noche.
Tienes razón, ser consciente de que vives un tiempo limitado, que quizás no veas el próximo fin de año debe ser horrible.
EliminarLo poco bueno, es que si mantienes algo de serenidad, da tiempo a despedirse así, y a dejar tus asuntos resueltos.
Marcharte sin la inquietud de dejar algo incompleto, sin resolver, puede que ayude a un tránsito lúcido y sereno.
Un besazo
Quizá por ello, vaya uno a saber, me gusta la leyenda que llevan muchos relojes de Sol, pero en su versión en catalán, verán el porqué, "TEMPS FUGIT". Es tanto como decir "Tiempo huido", pero no es la acepción correcta en castellano. Tampoco lo es "Tiempo escapado". Creo que queda muy bien en catalán, que en este caso sería latín.
ResponderEliminarTemps fugit...si, se nos escapa el tiempo, y nosotros coleccionando cosas en anaqueles.
Un abrazote
Desde los orígenes de la filosofía, siempre hemos sido conscientes de que cada segundo que vivimos es un tiempo que no volverá nunca más.
EliminarHago mio el diálogo final de la película "Blade Runner" :
" He visto cosas que no creeriais .......todas esas cosas se perderán en el tiempo, como mis lágrimas bajo esta lluvia...".
Un abrazo
Me ha gustado mucho, la vida es breve, vamos a morir todos por mucho que nos neguemos a pensar en ello, quizás deberíamos abrazar la muerte como abrazamos la vida y celebrarla cuando ya es pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso creo yo. Este hombre ha conseguido desdramatizar su muerte lo suficiente como para buscar un final sereno con los suyos.
EliminarUn besazo.
Rodericus, yo he vivido las dos situaciones. El final es el mismo.
ResponderEliminarA una señora le daban quimio como a mi, ya nos conociamos. Josep, por favor, llama al médico, y que venga con todos los papeles que hagan falta, me voy, y no solo del Clínic.
Y se fue!!
La otra era una señora de Girona que nos conocimos a través de su blog y el mio. Cuando le detectaron un cáncer me dijo que intentaria superarlo, pero que si no fuera así se despediría de mi.Antes de morir se despidió a través de su blog, y a mi me envió un correo electrónico.http://llampsitrons-crepiq.blogspot.com.es/
Son formas de despedirse, verdad?
Un abrazo.
Si Josep, son formas de despedirse. Y dentro de la tristeza que es perder a alguien amado o bien a quien aprecias, es algo hermoso.
EliminarPara el que se va, es la ocasión de hacer las paces consigo mismo y con los demás. Y para los que se quedan, el saber que esa persona te ha considerado una parte importante de su vida, es un consuelo que puede aliviar en algo el dolor de perderla definitivamente.
Un abrazo, amigo mio.