"Jamas seria socio de un club que admita como miembros a gentuza como yo". ( Groucho Marx )
miércoles, 31 de mayo de 2017
EMPATIA ( O LA FALTA DE ELLA )
Hace unos pocos dias, tuve que pasarme por la oficina de la caja de ahorros donde tengo una cuenta abierta desde tiempos inmemoriales para resolver un trámite burocrático que exigía mi presencia allí.
Me refiero a la ya extinta Caixa de Catalunya, que fué absorbida por el banco BBVA hace ya algún tiempo. El proceso de absorción ha significado el cierre de multiples oficinas en toda Cataluña, y las que ha sobrevivido, han tenido que acoger a los clientes procedentes de las oficinas cerradas.
Concretamente en mi caso, la oficina que me corresponde ha recibido cuenta-correntistas procedentes de tres oficinas cerradas en la zona, ademas de gestionar a los propios.
Lo cuál ha ocasionado serios problemas para atender el aluvión de clientes que pasan por ella en el dia a dia. Y para evitar problemas, y orientar al cliente a los diferentes servicios, la entidad ha instalado un expendedor de números de orden muy similares a los instalados en las oficinas de Correos.
La pantalla de interfaz es algo complicada, y exige navegar a través del programa hasta encontrar la opción deseada ( ingreso en ventanilla, reintegro, pagos, consultas, etc. ). Después de unos segundos, extraigo mi resguardo con mi numero de orden, y me siento a esperar mi turno a pocos pasos de la máquina expendedora.
El numero que me ha correspondido dista bastantes del que está en turno de pantalla, así que me tomo la espera con calma y me dedico a observar la actividad frenética en la oficina atestada de usuarios. Observo también la reacción de los usuarios que llegan ante la pantalla expendedora.
Al cabo de unos minutos, aparece un anciano que se planta delante de la pantalla, y en absoluta inmovilidad y con expresión de no entender nada, permanece en pié delante de ella.
Debieron pasar unos treinta segundos, y la inmovilidad y la expresión del anciano denota su impotencia para sacar si ticket de orden.
Con un chirrido de mi nervio ciático me puse en pié, y le ofrecí al anciano mi ayuda para conseguir su número de tanda, que extraje por el del aparato. El abuelete me agradeció efusivamente mi ayuda y mi orientación hacia el mostrador donde debía aparecer su número.
Lo que me llamó al atención, fué la actitud de las personas que le rodeaban ( bastantes ) durante sus dudas delante de aquella pantalla. a pesar de que era muy evidente que aquél pobre hombre no tenia ni idea de como conseguir su número.
Nadie, NADIE movió un solo dedo por él hasta que yo me ofrecí a resolver su problema. Y es que además de la falta de colaboración, me pareció ver en aquellas caras algúna sonrisilla burlona ante los visibles apuros del abuelito.
No solo había falta de empatía en los presentes, sino algún signo evidente de recochineo a costa de aquél anciano.
Alguna vez ya he mencionado mi costumbre de escuchar la radio mientras trabajo en casa. Ayer por la tarde, el tema de la tertulia era la huelga nacional del servicio de taxi en protesta por la intrusión de servicios de taxi paralelos como es el caso de Uber y Cabify en las ciudades importantes de nuestro país.
La tertulia de radio efectuó una encuesta vía "wassap" entre los oyentes, para que diesen su opinión personal sobre la huelga, y averiguar a cuál de los sectores enfrentados apoyaban, si a los taxis de "bajo-coste" ilegales, o al los taxistas tradicionales.
Al escuchar los resultados, y las notas de voz que enviaron los oyentes, sentí vergüenza ajena.
Una mayoria apoyaba los servicios de "bajo-coste", e incluso algunos en sus notas de voz, denostaban a los taxistas tradicionales acusándolos de "ladrones" y de "mafiosos", y deseandoles una próxima desaparición arrollados por estos servicios.
Tengo que decir aquí que conozco perfectamente las circunstancias en las que trabajan los taxistas de Barcelona, ya que un familiar mio ejerce esta profesión. Y o es un trabajo fácil ni sencillo. Exige jornadas de trabajo de doce horas como mínimo para conseguir llevar a casa un salario digno.
Nadie reflexiona que con el importe de un trayecto, no solo paga este servicio del momento, sino que con ese dinero se consigue mantener un servicio de TRANSPORTE PÚBLICO digno y de calidad, que funciona las veinticuatro horas del dia, trescientos sesenta y cinco dias al año. Se financia la comodidad de un vehículo en buen estado y en óptimo estado de limpieza para viajar con eficacia en él cuando se necesite.
Y en lo que seguramente nadie de los que participaban en la encuesta ha reflexionado, es que un taxista paga impuestos por su trabajo a la Agencia Tributaria, cosa que Uber y Cabify no hacen, ya que son sociedades registradas en "paraísos fiscales".
Y pasemos a hablar de la empatia con los demás. La empatia tambien incluye el dignificar el trabajo de los taxistas y su derecho a tener unos ingresos dignos con los que mantener a su familia.
Ni los conductores de Uber, ni los de Cabify tienen un sueldo digno, trabajan por debajo de los costes autorizados al gremio de taxistas, en un caso claro de dumping ( si alguien no conoce este concepto, que clique el enlace ), lo que no permite apenas amortizar el vehículo, pagar combustible y además, ganar un salario decente.
En estos últimos años he detectado un nuevo espécimen humano : el "cazador de gangas" o el usuario compulsivo de servicios de bajo coste, los necesite o nó.
Pues bién, si tanto desean servicios de bajo coste, y esta tendencia se expande como desean algúnos, que tengan en cuenta que también ellos tendrán "nóminas de bajo-coste", y "trabajos-basura" a tiempo parcial. Aunque no le darán importancia, siempre encontrarán un pasaje de avión a "bajo-coste" para ahogar las penas en Berlín a base de cerveza barata de supermercado "low-cost", abierto las veinticuatro horas y regentado por un tipo de Afganistán.
Si no valoras el trabajo de los otros en su justo precio, si no lo dignificas, no esperes que te paguen un salario digno a tí.
Por cierto, ayer en Madrid, ante la falta de taxis convencionales, los de Cabify estaban cobrando mas de setenta Euros por el trayecto entre la ciudad y el aeropuerto Adolfo Suárez, cuando el coste establecido por el táxi municipal es de treinta Euros. ¡¡ Toma libertad de tarifas !!.
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En el Banco Santander también funciona como en Correos o la SS, letra y nùmeros y a esperar, y no solo los ancianos, bastante gente se azora y no se aclara. Es todo, menos atención al cliente.
ResponderEliminarY és que todo es un desastre, hace poco me cambié de Endesa a Gas Natural, me acogí a la tarifa plana, pero empezaron a venir recibos, 4 y sólo dos fras, devolvi los recibos sin fra, facturas que llegaron más tarde junto con otras cuatro más, tres de ellas duplicadas. Aclarado hoy todo co0n la compañia en sus oficinas resulta que lo que no me habian mandado eran los a bono que anulaban las facturas duplicadas. Entonces, la señorita de gas Natural me ha dicho, si lo paga hoy o mañana, ya no le mandarán el recibo, porque se puede encontrar que le manden el recibo por el total my no descuenten los abonos hasta más adelante.
Me ha parecido correcto, però, ai las! he ido al Banco de Sabadell (mi banco) y cuando despyés de 37 minutos de esperan en la cola me ha tocado, ai! sólo se pueden pagar estos recibos del 11 al 25 de cada més.
Respuesta mia al cajero (que non tiene ninguna culpa) iros a tomar pol culo.
SALUT i paciència.
La falta de sensibilidad y de empatía -también de inteligencia- es un bumerang que va y viene. Hoy lo sufren unos, mañana nos tocará a otros.
ResponderEliminarUn saludo.
Sube Mayte al metro. (Mayte es mi señora), yo detrás. Mayte lleva en brazos al nieto. El nieto tiene 3 años y dos meses.
ResponderEliminarTodos miran sus móviles. Todos y todas, que ellas también se las traen.
Hay una joven que es muy jocven (¿ 20/22 años ? y Mayte le dice que si le deja sentarse con el nieto...Dice que NO..que NO.
Yo, que cuando quiero ser maleducado soy muy maleducado, le quito de movil de las manos ..ella se levanta para cogerlo y le digo a Mayte...Sientate.
Le devuelvo el movil..y le digo lo que te imaginas...Ahora vas..y lo cascas.
Te aseguro que los que habían a mi lado, gente mayor se sonreían, y los del asiento de al lado de la idiota se acojonaron porque me vieron fuera de si.
Que se jodan. Tienen lo que se merecen Un gobierno de idiotas para una generación de idiotas.
salut
Bien hecho, Miquel. De vez en cuando, alguien les tiene que dar una lección a esos niñatos malcriados que nunca en casa les pusieron límites. A ver si cunde el ejemplo.
EliminarUn saludo.
El metro a rebozar, Cayetano Gea. Mi mujer con miedo a que pisen al niño. Nadie dice nada. Todo quisqui se esconde tras el movil. Gente joven con cara de cansada, pero no de descargar en el Dia, sino de traginar entre cubatas y movidas. Todos con el puto culo pesado. Le pides a una joven (nosotros tenemos 64 y 67 años, con un crio en brazos que te deje sentar donde pone que sólo se pueden sentar personas con problemas de edad o de imposibilidad, y te dicen que no...que no...A tomar por culo el movil y la madre que los parió. Que toquen la sirena y que paren el vagón y se vayan a tomar por culo. ¿A ver que pasa ?
ResponderEliminarY además, te digo, tuvoi suerte de que no enviara el movil a la otra punta del lugar...porque tuve miedo de darle a alguien en la cabeza.
Salut
La falta de empatía debe ir asociada a la falta de valores de hoy en día.
ResponderEliminarCuando llevaba carro de bebé solo se prestaban a ayudarme los sudamericanos.Y en una ocasión unos ancianos despotricaron contra mi por subir al autobús sin plegar el carro del bebé(entonces se debía plegar obligatoriamente)yendo el bus vacío.
Me niego a usar las alternativas al taxi porque además se te ha olvidado mencionar lo que han llegado a pagar algunos taxistas por las licencias que el estado limitaba.
Lo que han cobrado para ir al aeropuerto los días de la huelga me parece vergonzoso.
Fijándome en mi hija he llegado a la conclusión que la empatía no es innata...hay que educarla.
Nos está matando la insensibilidad, la falta de comprensión,el desinterés por quien tenemos al lado o lejos. Qué más da. Y es que nos creemos muy listos cuando solo atendemos a nuestro propio beneficio, y así lo pregonan en anuncios, de manera más o menos directa. El porque yo lo valgo y me merezco lo mejor nos envenena. El resultado es a muy pocos les importan que el anciano no sepa, no pueda. El "no es mi problema" figura como la peor de las epidemias sociales. Así nos va.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo creo que todos hemos vivido casos completamente diferentes y dignos de elogio. Estos aquí contados son muy dignos de mención y sangrantes también, y merecen ser destacados. La reacción de Miquel es muy elogiable, valiente y acertada.
ResponderEliminarPero, por suerte, también hay otras de signo contrario que merecen ser explicadas.
Yo vivo en un pueblo pequeño y he sido testigo de algún caso parecido, y es algo a lo que no estaba acostumbrado. Y lo que me llamó la atención es que no siempre se trata de personas jóvenes, sino que también he visto ese egoísmo e insolidaridad en gente que ya peina canas.
ResponderEliminarEn cuanto al conflicto del taxi, es absolutamente vergonzoso lo que están haciendo estas empresas "intrusas". Yo, que soy hijo de taxista, se perfectamente lo que cuesta en ocasiones conseguir un sueldo digno a final de mes, y la manera en que están hundiendo el mercado a base de eludir los requisitos y obligaciones que se le exigen a los taxistas, es simple y llanamente una estafa.
Un saludo, Rodericus.