jueves, 19 de diciembre de 2013

LA CARA OCULTA DE LA HISTORIA ( V ) EL VERDUGO EFICIENTE


"Garrote Vil"  ( Ramon Casas, 1.894 )

Hace ya algunos años que se acuñó el término "telebasura" para referirnos a programas televisivos especializados en estimular el morbo de los espectadores con asuntos de baja estofa que todos tenemos presentes, como es la vida personal, amoríos, sexualidad, desamores, divorcios y separaciones, paternidades dudosas y demás descalabros personales de personajes que han ganado su celebridad a base de participar en esa clase de programas, sin ningun mérito añadido más que su capacidad para explicar delante de las cámaras los detalles mas íntimos y escabrosos de su vida. 

Y aunque todo esto debería importarle un rábano a la inmensa mayoría de la población española, estos programas cosechan unas audiencias millonarias, aunque casi nadie se atreva a "confesarse" en vez alta espectador de este tipo de espectáculos.

También existe la variante de estos programas especializada en noticias truculentas, accidentes espectaculares y otros asuntos que el fondo son intrascendentes, pero que brindan imágenes muy resultonas a la hora de editarlas y emitirlas. ¿ Motivación para contemplar estos espectáculos ?, El morbo, inherente a la condición humana.

Definición del termino "morbo" segun el Real Diccionario de la Lengua Española :

1º  enfermedad
2º Interés malsano por personas o cosas
3º Atracción hacia acontecimientos desagradables.

Queda claro que la segunda y tercera acepción son las que definen este comportamiento nuestro.
¿ Pero como se las arreglaba el público para satisfacer esta curiosidad malsana cuando aún no existía esa caja de tonterías conocida por televisión ?.

Desde el principio de los tiempos, ha existido el morbo.
Primero aguzando el oído cuando algún otro miembro de la tribu fornicaba, discutía o lloraba, para acto seguido, salir corriendo a explicar el hecho al resto de la misma.

Cuando el ser humano desarrolló su gusto por contar y explicar historias, nació el teatro. En la época del Emperador Augusto, era habitual que los actores de obras populares cerrasen el último acto de la obra desnudándose todos, hombres y mujeres. Como diría Timoteo : "El Apoteosis Final ".

- ¿ Y no tengo razón, "nene" ?.
- Toda.

El hecho en sí, aseguraba que por mala que fuese la obra representada, el aforo de espectadores fuese siempre alto. Los actores en la Roma imperial, eran adorados y vilipendiados a partes iguales. Como ahora ahora sucede con ciertos personajes de la "telebasura".

Otro espectáculo de la era pre-televisiva que siempre contaba con una elevada audiencia, eran la ejecuciones públicas.  Y el personaje que traigo hoy es Nicomedes Méndez López  ( 1.842-1.912 )




Nicomedes Méndez, retrato publicado en "la Vanguardia" el 16 de Enero de 1.892

Nicomedes Méndez fué el verdugo oficial de la Audiencia de Barcelona a finales del siglo XIX, siendo también suplente en las de Valencia y de Zaragoza. Pluriempleado, vaya.

Nicomedes, inicialmente zapatero de profesión, y verdugo por casualidad al principio, fue un tipo orgullos de su oficio y convencido de la utilidad social de su profesión. Llegó incluso a perfeccionar su "herramienta de trabajo", el siniestro "garrote vil".

A Nicomedes nunca le faltó el "trabajo", a los delitos comunes de aquella época en Barcelona se sumaba la violencia social y política de una ciudad en pleno crecimiento industrial. La  impotencia de la clase obrera para mejorar sus condiciones laborales, cristalizó en un movimiento anarquista que en bastantes ocasiones utilizó la violencia contra los empresarios y  la patronal. Estos, en respuesta, utilizaron a bandas de pistoleros a sueldo para contrarrestar a los anarquistas violentos. Hubo muchas semanas en que se produjeron uno, dos, tres atentados violentos al día de uno y otro bando.

Este ambiente de violencia salvaje, le valió a Barcelona el sobrenombre de "Rosa de Fuego" en aquellos años.

Precisamente fue Nicomedes quién ejecutó la pena de muerte dictada contra  Santiago Salvador, autor convicto y confeso del atentado con bombas contra el público que asistía a una sesión de opera en el Teatro del Liceo el 7 de Noviembre de 1.983. Aquél atentado ocasionó veinte muertos, y veintisiete heridos, aunque tan solo estalló una de las dos granadas que Santiago lanzó contra la platea. Aquella masacre ha quedado para siempre en el inconsciente colectivo de esta ciudad.

Las ejecuciones se realizaban en público, en un solar conocido como "el patio de los cordeleros", ubicado en la actual Ronda de San Pablo, a espaldas de la prisión de mujeres, ubicada allí por aquella época. A las ejecuciones, asistía todo tipo de público, como podemos contemplar en la pintura de Ramón Casas que ilustra este articulo, incluidos niños, algo que hoy nos resultaría impensable. En muchas ocasiones, el patio de los cordeleros se quedaba pequeño para la multitud que asistía, encaramándose una parte de la concurrencia a los árboles y tapias cercanas.

Parece ser que Nicomedes desarrolló con su siniestro oficio  unas ciertas dotes teatrales, algo histrionicas, tomándose la libertad de discursear y arengar a las masas presentes en las ejecuciones.

Pero a nuestro hombre, muy a su pesár, le llegó la jubilación allá por 1.908. En los últimos años, había perdido vigor físico, y manejar con solvencia la manivela del "garrote" exigía una cierta fortaleza para hacer un "trabajo" rápido y limpio, y no tener al reo agonizando por asfixia durante incontables minutos, con el consiguiente cabreo del respetable público.

Así que nuestro hombre, retirado forzosamente de una profesión que adoraba y que le había costado alguna amargura ( su hija se suicidó tras el abandono de su prometido, médico de profesión, que el "oficio"  de su futuro suegro, salió a comprar tabaco y no regresó jamás ), ideó instalar un curioso espectáculo en la zona del Paralelo, junto a lo que ahora es "El Molino", por entonces una barraca de variedades conocida como "La Pajarera Catalana".

Planeó instalar también una barraca que iba a llamar "El Palacio de las Ejecuciones", donde el y un ayudante, en cada sesión del espectáculo, procederían simular la ejecución de un par de maniquíes de ambos sexos. Solicitó el permiso a la autoridades para abrir su proyectado espectáculo

En aquellos tiempos, los gobernadores civiles de cada provincia eran bastante cuidadosos con respecto a los espectáculos públicos, y parece ser que al que ejercía en aquél momento en Barcelona, el teatrillo propuesto por Nicomedes no le hizo ninguna gracia, así que denegó el permiso de apertura.

Nuestro hombre, frustrado, no se dio por rendido y se instaló en una tasca cercana de la calle Vilá Vilá, Can Ramón, donde al principio, a cambio de algún dinero al principio, y por unas copas después, daba "conferencias" sobre su experiencia "apiolando" a desgraciados delincuentes, y contando anécdotas morbosas, mitad ciertas y mitad inventadas, sobre las ejecuciones.

Sobre su cifra de "trabajos", no se ponen de acuerdo los historiadores, cifrándose entre cincuenta y ochenta.

En su figura, se inspiró el novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez para un personaje de uno de sus relatos cortos, también un verdugo. Y aunque no he podido documentarlo, estoy casi convencido de que Luis Garcia Berlanga se inspiró en su figura para el personaje central de su magnifica película El Verdugo

Murió el 27 de Octubre de 1.912. Cuando su plaza quedó vacante, fueron muchos los que la solicitaron, entre ellos una buena cantidad de médicos. Seria irónico que su frustrado yerno hubiese sido uno de ellos.

Como podemos ver, el gusto por lo morboso y lo macabro, es intemporal. La única diferencia, es la cantidad de audiencia. De unos centenares, a unos cuantos millones.


5 comentarios:

  1. Interesante la entrada, Rode, da hasta cierto morbillo leerla jaja
    No creo que yo asistiera a esos desgraciados espectáculos.
    La telebasura tampoco me atrae. Saber la vida de los famosos es algo tan aburrido que no entiendo que pueda interesar, pero el espíritu cotilla existe y en cantidades industriales.
    También lo he observado en el blog, no creas :)
    Bicos y Felices Fiestas!

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  2. ¡¡ Vaya que si existe el morbo !!. Lo bueno del caso, es que los que airean su vida, no me interesan para nada, y los que me realmente me interesan son bastante anónimos.

    Felices fiestas a ti también, y otro beso.

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  3. Seguro que este elemento era mejor verdugo que el que tuvo el pobre Puig Antich.
    Ojalá en Argentina de la razón.

    Bones festes!

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    Respuestas
    1. Pues parece que sí, que lo era. Sobre lo de Argentina, tengo mis dudas, la ley de amnistía de 1.977 protege a los carniceros del viejo régimen. Tendría que ser la Corte Penal de la Haya la que interviniese en este asunto, pero habida cuenta de que estamos integrados en la U.E. será casi imposible que hurguen en el pasado.

      Un abrazo, ¡¡ bones festes !!.

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  4. Que ameno el recuento! Vaya personaje!
    Feliz Navidad y que el año que viene sea de paz y prosperidad.

    un beso!

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