sábado, 12 de mayo de 2012

LA SUTIL TRAMPA DE UNA PALABRA


                                
                            Tell it like it is ( Llamalo como lo que es )  Aaron Neville


Un servidor, lleva un cierto tiempo quejándose y arremetiendo contra el concepto del lenguaje "políticamente correcto" que desde hace unos lustros a esta parte, se nos viene imponiendo desde los medios de comunicación, e indirectamente, desde la política de este país colapsado por la incompetencia de unos ( la mayoría de la clase política ), la incapacidad de otros ( nosotros, el pueblo llano ) y la codicia y rapacidad de otros ( conocidos también como "ladrones sin fronteras e ideología ", todo sea por la "pasta" ).


Ayer por la tarde, después de una semana complicada en lo laboral y lo personal, me tomo un ligero descanso y una cerveza bien fría. El día ha sido caluroso en la zona de Barcelona. El verano, empieza a asomar por el horizonte. 


"Bares en los que la calma y la cerveza, salvan nuestra vida y mi cabeza". ( Ismael Serrano, Kilómetro Cero )


Ojeo con desgana la prensa del día, y me tropiezo con una palabra que ya hace bastantes años, circula por ahí como modelo de integración en una sociedad como la nuestra, que en pocos años, ha conocido un fenómeno extraño para nosotros hasta poco, la inmigración masiva.


España, tradicionalmente, hasta hace veinte años, había sido un país netamente emisor de emigrantes. Durante todo el siglo veinte, y en especial, al termino de nuestra "guerra incivil", una parte de la población rural, decidió buscar su sustento y su pan fuera de su tierra. Algunos, emigrando a las zonas industriales del país, Cataluña y el País Vasco, y en menor medida, Madrid, fueron sus destinos dentro de la piel de toro. Pero otros, se desperdigaron por media Europa, ( Francia, Alemania, Belgica, Suiza ) y algunos, por toda Hispanoamerica, ( Argentina, Uruguay, Chile, etc ).


Pero desde hace una veintena de años, España se convirtió en país receptor de inmigrantes, que al olor de la cocina y de la tasa de crecimiento económico que registrábamos aquí en aquella época, empezaron a llegár hasta nuestra tierra. Y empezamos a conocer un fenómeno hasta entonces inedito para nosotros : convivir con gentes procedentes de otras culturas bastante diferentes a la nuestra.


Fué en ese momento, en aquella época cuando empezó a sonar la palabra a la que me refiero, definiendo una actitud nuestra delante del fenómeno de la inmigración masiva : 


                                     Tolerancia.


Ayer por la tarde, tropiezo con este vocablos en la prensa como actitud ante las costumbres, religiones y forma de vida de los recién llegados. Y después de años de leerlo y escucharlo aplicado al caso que menciono, reflexiono sobre esa forma de aplicar esa expresión


A mí, "tolerancia" me suena a la actitud que mantenemos cuando algo o alguien nos molesta, pero por deferencia, o buena educación, no mostramos nuestro rechazo hacia la causa o el causante de nuestra molestia o enojo. 
A la actitud que mantenemos cuando por ejemplo, un crío mal educado se comporta de una manera ruidosa o molesta. Cuando pensamos : "si no fuese porque esta delante tu padre, chaval, te iba a dar un coscorrón y ya verías como dejabas de berrear inmediatamente ".


Este uso de la palabra "tolerancia", también encierra para mi una cierta condescendencia, un sentirnos superiores al  "otro". Un mirarle por encima del hombro de una manera algo despectiva.


¿ No seria mas sensato emplear el termino "respeto". Respetar conlleva asumir la diferencia del otro, sin menospreciarlo, considerándolo un igual.


Me viene a la memoria una intervención de Sir Winston Churchill en el parlamento británico tras la intervención de un diputado radical.  Churchill, después de escuchar a aquél energúmeno dijo :


"No comparto su opinión, es mas, estoy en las antípodas de su pensamiento. Pero me dejaría matar para que usted pudiese seguir opinando libremente ".


Respeto es esa actitud que demostró Churchill, no compartir nada con el otro, pero hacer todo lo posible para que el otro ejerza su derecho a expresar libremente su diferencia.


Creo que tendríamos que empezar a sacudirnos de encima la filosofía de "lo políticamente correcto" en el lenguaje que empleamos, y empezar a revisarlo, substituyendo términos que son ambiguos, "blandos" si queremos describirlos así, por otros mas realistas.


Términos como "desaceleración económica", para referirse a la crisis, o "crecimiento negativo" para referirse a la caída de la productividad, están pasando a la historia como soberanas tonterías que he escuchado repetidas hasta la saciedad. O aquella otra tan buena de "cese temporal de la convivencia" para referirse a un divorcio


Habrá que empezar a llamar a las cosas por su nombre. Quizás sea la manera de ir tomando conciencia de la realidad.




- ¡¡ Joder "nene" !!, veo que sigues cabreado con el resto del mundo mundial.
- No es eso, Timoteo. Pero empiezo a estar harto de esta forma amanerada y fofa de ver las cosas que tenemos todos en general. ¡¡ Al pan, pan, y al vino, vino !!. ¡¡ Mierda de falso "buenismo", coño !!.
- Voy a ver si aún queda algo de bourbon.








8 comentarios:

  1. Me decían de pequeña, seguramente copiado de algún famoso genial que "la diplomacia es el arte de decir bonito perrito mientras se busca una piedra que tirarlo con la mirada".
    No soporto la diplomacia cuando enmascara.
    La tolerancia es algo totalmente diferente, es un valor a cultivar.
    Besos

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. No la había oido antes, pero es una definición geniál. Me recuerda al famoso "doblepensar" que planteaba George Orwell en "1.984".

    Gracias.
    Mas besos.

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  4. Rodericus, ¿no has ido a la Plaza de Cataluña a participar en las protestas en el aniversario del 15-M, a reivindicar que otro sistema es posible?... ;-)

    besos

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  5. Lucrecia, cuando los del 15-M salgan de la "asamblea permanente" y se decidan a empezar a hacer algo en serio, yo estaré allí.

    Un beso.

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  6. Esto Mafalda lo entiende muy bien. El cantito como siempre fantástico.

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  7. Gracias, Carmen.

    Un besazo.

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  8. Todos somos todos. Todos podemos vernos en la necesidad de emigrar un día hacia otro lugar. No hace falta tolerancia, hace falta que entendamos que cada persona que viene es otra igual: a quienes podemos ser nosotros en un momento dado.
    Eso y nada más.

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