jueves, 8 de julio de 2010

EXILIO O PRISIÓN















En alguna ocasión anteriór ya he hablado en este "blóg" sobre Cuba y sobre algún Cubano ejemplár. Como Españól y Catalán, tengo una especiál sensibilidád por la isla y sús asuntos.

España ha tenido siempre una torpeza penósa en los procesos de descolonización de las tierras que en sú momento fueron colonias de nuestro país, al revés que nuestros vecínos Ingleses, capaces de sacarse de la manga un invento la Commonwealth, a través del cuál han sabido defendér sús interéses comerciales de una forma disimulada, revistiendolos con un barníz culturál.

El ejemplo más patente de esta incapacidád manifiesta es el Sáhara Occidentál, cuyos problemas de encaje con el Estado Marroquí se han cronificado desde que en 1.975 el Estado Españól retiró de allí su administración de una forma precipitada trás la llamada "Marcha Verde" realizada por el reino Marroquí reivindicando la anexión del territorio, anexión completemente injustificada.

Hassán II decidió aprovechár el momento de debilidád politica de la dictadura, dado el momento de incertidumbre provocado por la mala salúd y previsible próxima muerte del generál, para imponér sú dominio en la zona.

Fuimos incapaces en aquellos momentos de salír de allí de una forma ordenada, dejando una administración nativa competente, y un futuro estable asegurado para los Saharauis. Estos quedaron abandonados a sú suerte.

Con Cuba, quizás nuestra responsabilidád quizás no es tan sangrante. Perdimos una guerra abiérta con los  E.E.U.U y las condiciones del tratado de páz posteriór trás una desatrosa derrota, no nos dejaron demasiado márgen de maniobra.

Cuba pasó de sér una colonia de la Corona Española, a sér un país teoricamente soberano, pero con una Constitución dictada por los norteamericanos, y un férreo contról sobre la isla por parte de Washington.
Pero allí quedaron una buena cantidád de Españoles que decidieron sér Cubanos, y después hubo una fuerte corriente migratoria de Españoles que buscaron fortuna y pán bajo el sól del Caribe. Por todo eso, creo que también tenemos una fuerte responsabilidád morál con Cuba y el pueblo Cubano.
Estos dias, tenemos a nuestro ministro de asuntos exteriores, el Sr. Moratinos, de viaje oficiál en la isla, negociando la libertád de algo más de cincuenta presos de conciencia Cubános, con la medicación de la Iglesia Católica. Sú libertád está condicionada a sú inmediata sálida del país. La disyuntiva es dolorosa, cárcel ó exilio. O pudrirse en una prisión castrísta en unas condiciones penósas, o marcharse sin esperanzas de retorno, dejando atrás familia, amígos y tierra.

Guillermo Faríñas, periodista y opositór al régimen, está embarcado en una huelga de hambre desde hace varios meses reivindicando la libertád de todos los presos de conciencia Cubános. No reconoce esta salida forzada del país de sús compañeros como una solución, y persiste en sú postura, a pesár de que su salúd está seriamente afectada, de tál manera que sú horizonte de vida no pase quizás de algúnas semanas más.

Como solución humanitaria, el exílio es preferible al encierro. Pero la normalización de la vida y la politica en la isla, no pasa por aquí.

Habria que empezár por reinstaurár la libertad de prensa y de opinión en el país, excarcelár a los presos acusados de delitos políticos, y sentár las bases de un proceso de transición ordenada.

Bienvenidos sean a España todos los que quieran acogerse voluntariamente a esta via para recuperár la libertád. Tradicionalmente hemos sido un país que ha producido exiliados por razónes políticas. Afortunadamente, ya hace muchos años que nadie tiene que escapár de aquí de forma clandestina, en el trén de medianoche por sús ideáles.

Algún sectór de la opinión pública, y sobre todo, una parte de la supuesta "intelectualidád" de este país tendria que dejár de apoyar por omisión y tacitamente, a la dictadura Castrista, y enfrentár la realidad de un régimen despótico y policiaco.

Arcadi Espada es un buén periodista en la esfera de la politica nacionál, aunque yo a veces, no esté demasiado de acuerdo con algúna de sús opiniones. Aquí os dejo un enlace a uno de sus recientes artículos, uno en particulár, donde se refleja la connivencia entre una cierta intelectualidád Iberoamericana y el régimén Castrista, muy interesado en promovér sú imagen exteriór através de sús invitados de lujo.

No tiene desperdicio, tanto por el papél de los servicios secretos cubános en el asunto, como por los detalles morbosos que han quedado al descubierto. No os lo perdáis.

2 comentarios:

  1. En defensa de la administración española de la época, debo decir Rodéricus, que entiendo que no quisieran entablar una guerra que hubiera implicado a un ejército no profesional nutrido con contingentes de leva. Y ya que, por otra parte nos estaba ostigando del "Frente Polisario", ahora el pueblo saharaui "que se lo coma con patatas". ¡Que se entienda con los marroquies.! No tienen más que lo que se merecen.

    Saludos Rodéricus.
    Y por otra parte,

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  2. Que bien narrado está este post! Además me ha impresionado que hayas dicho, español y catalán... y me ha impresionado por las consabidas luchas de BCN por su no inclusión en una España cada vez más diseminada. Felicidades. Eso es identidad!

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