VIDAS PARALELAS ( RELATO )

VIDAS PARALELAS ( RELATO )

El diario de ella :

Domingo 8 de Marzo

Ayer tendría que haber sido un día feliz y plácido para mí, pero no fue así. Hoy me siento como una mierda. 

Ayer fue el cumpleaños de Carlos, mi Carlos. 

Carlos, Carlos, mi vida y mi dolor.

Decidí regalarle una cena que debería haber sido maravillosa en aquél restaurante que descubrimos el verano pasado en Castelldefels, tan selecto y tan caro. Bueno, la cena en sí fue magnifica, digna de reyes, como magnifica fue también la minuta. Pero los que fallamos fuimos nosotros, no hubo el ambiente mágico y de noche electrica que yo esperaba.

Me vestí con el vestido negro de raso, de lineas sobrias y elegantes y con un justo escote que insinúa lo justo pero no muestra demasiado. Me esmeré en que le maquillaje fuese perfecto y equilibrado, que iluminase mi cara sin parecer que iba maquillada. También me puse el perfume que me regaló hace unos meses y que tanto le gustaba y excitaba. Antes de salir, me miré al espejo una última vez. Vi reflejada a una mujer guapa, elegante y deseable. A una mujer en la plenitud de su vida

Durante todo el día de ayer Carlos estuvo silencioso y algo ausente, no parecía alegrarle mucho su onomástica, a pesar de las múltiples felicitaciones de amigos y familiares que entraban a través del teléfono móvil. Tampoco pareció entusiasmarle demasiado la llamada de su madre, mi suegra. La pobre mujer se siente muy orgullosa de su hijo, su único hijo, y a ella le parecía también que el cuarenta aniversario de Carlos era una ocasión especial.

Durante el trayecto de vuelta a casa, ya pasada la medianoche, Carlos seguía ensimismado en sus pensamientos. Durante la cena, a pesar de todos mis intentos, las frases de su conversación apenas pasaban de la media docena de palabras, ¡¡ y mira que yo le hablé hasta por los codos !!.

No había manera de que yo pudiese hacerme con su atención de una forma continuada. Su mirada iba y venia por el comedor del local, posándose en cualquier lugar, pero vacía y sin ver.

Al salir de la autovía, nos tuvimos en un semáforo. Aproveche para acariciar su cara entre mis manos y besarle en los labios. Su reacción a mi beso fue algo mecánica, un beso de compromiso que interrumpió bruscamente con la excusa de que el semáforo cambió a verde.

Al llegar a casa, se marchó directamente a la cama. Me dijo que se sentía algo cansado. Yo me desvestí y decidí darme una ducha, una larga ducha. La calidez del agua resbalando sobre mí me relajó y alivió algo mi desazón. 

Una vez que terminé, me sequé concienzudamente, contemplando mi cuerpo en el espejo. Nunca he sido una vanidosa, pero el cuerpo que contemplaba reflejado en el mercurio me parecía bello y deseable. Una piel suave de tono levemente tostado, dos buenas tetas que a pesar de rozar los cuarenta siguen desafiando a la gravedad, un vientre casi liso con tan solo un leve asomo de grasa casi imperceptible, y unas piernas equilibradas y torneadas. No he perdido nada, todo sigue estando ahí, todo lo que el decía amar, adorar y desear.

Cuando llegué al dormitorio, Carlos ya dormitaba. Sin encender la luz, me introduje en la cama silenciosamente. Me apreté contra su espalda, intentando encontrar esa dulce modorra que anticipa el sueño, pero me sentía desvelada. De repente una idea se abrió paso en mi mente : ¿ y si habia otra ?. Aquel pensamiento acabó con todo posible atisbo de sueño. ¿ Y si todo ese desinterés que ha mostrado conmigo hoy es porque está pensando en otra mujer'?. Nunca he sido una mujer celosa o posesiva, pero aquél pensamiento negro empezó a martirizarme.

Noté que Carlos aún estaba en estado de duermevela, aún se movía de esa forma peculiar que tiene de hacerlo cuando busca el sueño. Acaricié su espalda levemente con mis dedos, resiguiendola hasta el final, y continué acariciando su cadera y su vientre. Cuando llegué a su pene, este ganó volumen lentamente entre mis dedos. Comencé a besarle con una mezcla de pasión y desesperación. El me respondió con sus caricias. Hicimos el amor sin decir palabra, y el se vació enseguida dentro de mí, se fue hacia su lado, me dio las buenas noches, y empezó a roncar levemente.

Yo me quedé despierta durante horas. No llegué al orgasmo, y el pareció no darse cuenta, y no remató la "faena" con sus caricias tal como acostumbraba a hacer cuando sucede esto. No se si fue mi excitación sin concluir, o aquel pensamiento que me había asaltado, pero no podía dormir. Y aquél maldito pensamiento me seguía martilleando, ¿ hay otra ?.

Hoy me he despertado triste. Y el, sigue en su mundo, a saber en que o en quién estará pensando. ¿ Que tendrá esa otra que no tenga yo ?.

El diario de el :

Domingo 8 de Marzo

Sigo sin entenderlo. Hoy he vuelto a revisar otra vez el encendido de la puta Impala y continua como ayer, sin funcionar. No parece que sea ni el cableado ni la bujía, por lo que debe ser la mierda de plato magnético el que está estropeado. Pues vale una pasta. ¿ Quien me mandaría a mí encapricharme de una moto clásica ?.

Vaya mierda de cumpleaños, bueno, no tan mierda,  al menos anoche, ¡¡ follé !!.

FIN

Post Escriptum.

Hoy, ocho de marzo es el dia internacional de la mujer. 

Este pequeño relato es un humilde homenaje a todas vosotras, madres, compañeras, hermanas. Sin vuestra valentía para vivir, sin vuestro coraje, sin vuestro amor, y sin vuestra abnegación para enfrentaros a todo, nosotros, los hombres, no seriamos nada ni nadie.

También quiere ser una breve reflexión. De vez en cuando hay que parar el jodido tio-vivo que es nuestra vida cotidiana, echar un pié a tierra, y mirar con ojos nuevos a la persona que tenemos a nuestro lado, como si volviésemos a verla por primera vez.

Y recuperar la emoción, la alegría, el amor y el respeto que una vez sentimos, si es que todo eso se ha perdido. No volveremos a sentirnos solos nunca más.