domingo, 6 de octubre de 2013

FUNERAL A LAS DOCE

Vista nocturna de Barcelona desde la sierra de Collcerola
How do the fools survive ( Como sobreviven los locos ). Doobie Brothers


Viernes al mediodía. Estoy a punto de hincarle el diente al almuerzo, y suena el teléfono. En la pantalla veo el numero de mi buen amigo Paco.

- "Nen", te llamo para decirte que ha muerto la madre de Jordi.

- ¿ Jordi ?, ¿ cuál de ellos ?.- Tenemos al menos tres "Jordis" en nuestro circulo de conocidos.

- Jordi P. el "gavatxo".- 

Ahora soy consciente de la identidad del Jordi de nuestra conversación. Jordi P. es un viejo amigo nuestro. Nacido en Cataluña pero criado, crecido y formado en Francia. A pesar de haber regresado a España hace mas de treinta años, sigue manteniendo un leve acento francés, tanto hablando en castellano, como en catalán. De ahí el sobrenombre de "gavatxo" con el que le conocemos. No es un"mote" despectivo, como podría parecer, todo lo contrario en este caso, lo usamos como un apelativo cariñoso.  La infancia, es la autentica patria de cada ser humano. Lo demás, son tonterías.

- Te llamaba para saber si vamos juntos a darle el pésame esta tarde al tanatorio.

- ¿ Esta tarde ?, imposible, tengo un compromiso ineludible. Pero podemos ir mañana por la mañana tras nuestro almuerzo comunitario con lo amiguetes.- Como Paco parece desconocer el donde y cuando será el funeral, decido llamar yo directamente a Jordi P.

Hablo con Jordi, y le encuentro relativamente animoso y tranquilo, a pesár de la defunción de su madre. Era ya una anciana que había rebasado los ochenta de edad, y su muerte ha sido la consecuencia de una enfermedad ni demasiado larga, ni tampoco corta. El final de su vida era esperado por los que la rodeaban. El funeral, como yo suponía  será al mediodía del día siguiente en el tanatorio de la Ronda de Dalt.

Sábado por la mañana a primera hora. Parto hacia el almuerzo semanal y caigo en que hoy es el "dia del rovellón ( niscalo ) ". Cada año por estas fechas, cuando comienza la temporada de recolección de estas setas, el plato "estrella" de nuestro almuerzo son estas setas. Hechas a la plancha con una gotas de aceite y algo de perejil, es un autentico bocado de cardenal.

Cuando nos reunimos, veo que alguien ha decidido que acompañemos los "rovellons" con unas butifarras de carne. Echo un vistazo a los embutidos, y estos tienen un aspecto algo triste, de una calidad  reseca, de que una véz pasados por la plancha, tendrán una consistencia leñosa.

Tras un rato observando como los cocineros voluntarios preparan el pequeño banquete, se me ocurre hacer una pregunta : 

- ¿ Alguien ha pensado en hacer un poco de "alioli" ?.

Me devuelven una mirada se asombro y de despiste.

- Pues no, la verdad es que no.

- Pues venga, pasadme el mortero, algo de ajo, un huevo y el aceite, cocineros de pega, "pipiolos". No pensareis que nos vamos a comer estas tristes butifarras en seco.

Me enfrasco en realizar  la salsa de la mejor manera posible. En mitad del jaleo y en una posición incomoda manejo el mortero. Cinco minutos mas tarde, la salsa está terminada, con un contenido de ajo aceptable, y una consistencia bastante espesa. 

El dicho de que los cocineros cubren sus fracasos con las salsas, es cierto, y el "alioli" le da a aquellas carnes algo patéticas el toque adecuado para ser un plato aceptable. Los "rovellons" esta impecables, con una buena textura al paladar y un profundo aroma a bosque húmedo.

Es una seta, un fruto otoñal del bosque muy efímero. Tan solo habrá dos o tres semanas para consumirlos en fresco recién recolectados. El resto del año, los amantes de estos hongos, tendremos que consolarnos con sus conservas, un espejismo de los frescos.

Una véz liquidado el almuerzo, y masticando un chicle de mentol para disipar el aliento a ajo, emprendemos Paco y yo la travesía de la ciudad en mi coche rumbo al tanatorio de la Ronda de Dalt. No hay otro remedio que cruzar toda la ciudad de sur a norte.

Para ser un sábado por la mañana, el tráfico en el centro de Barcelona es fluido y ágil. Es una de las pocas cosas positivas que nos ha traído la crisis, hemos dejado de usar el vehículo privado hasta para ir a comprar el periódico. Llegamos en apenas veinte minutos a la ubicación del tanatorio, encaramado sobre la falda de la sierra de Collcerola, al lado del viejo cementerio de Horta. Nunca antes habíamos estado aquí ninguno de los dos

El cielo es límpido, claro y transparente. Las tormentas de la tarde anterior, son solo un recuerdo, y la luz ya ha empezado su viraje hacia el color del otoño. Localizamos la capilla donde Jordi y un puñado de familiares y amigos acompañan el cadáver de la anciana. Antes hemos cruzado un par de plantas diáfanas del moderno edificio. La luz de sol, penetra a raudales conjurando a la muerte. Una mujer joven, empleada de la compañía y vestida impecablemente de negro, sobre una peana de granito negro, interpreta piezas de música clásica con un violoncelo de una forma desganada. Tengo la impresión de que desafina un poco. Cuando la emprende con el Adagio en G menor de Albinoni, veo mi sospechas confirmadas, desafina bastante.

Jordi P. está bastante entero animicamente, dadas las circunstancias. Hablamos de trivialidades, buscando minimizar la presencia del ángel exterminador que revolotea silenciosamente por aquellas salas.

Desfilamos hacia la capilla donde será celebrado el servicio religioso. La elegante mujer rubia sigue "asesinando" con su violoncelo otras piezas musicales.

Jordi P. ha pedido dirigirnos unas palabras durante la ceremonia. Me temo que no haya preparado previamente la elegía fúnebre, y mis temores, se confirman. Suelta un discurso algo atropellado y burdo, trufado con algunas expresiones malsonantes. Un par de "collons" y algún "hostia" dejan algo perplejo durante unos instantes al capellán, un septuagenario que debe haber visto todo tipo de situaciones en estas ceremonias. Pero a pesár de lo burdo y atropellado de sus palabras, el discurso desordenado de Jordi P. es un canto de amor y respeto hacia sus padres,  a su manera, y uno piensa :

- Jordi, eres un bruto, un salvaje, pero tienes un corazón de oro. Y quizás sea por eso por lo que te apreciamos todos.

Una véz acabada la ceremonia y tras habernos despedido del grupo, cruzamos las amplias salas y salimos al exterior rumbo al aparcamiento. Me sorprende lo reducido de los grupos de familiares y amigos que velan a sus deudos en las capillas del tanatorio. Aunque es el mediodía de un sábado, apenas hay gente entre el bosque de columnas de aquella salas. Eso, a pesár de que prácticamente todas las capillas están ocupadas.

La vista desde aquella altura es impresionante. La ciudad parece resbalar hacia el mar entre los dos ríos.  Sigo la primera linea de costa con la vista, y mis ojos tropiezan con los rascacielos de formas rasgadas de la zona del "Fórum". Aún desde la distancia, es algo que golpea a mis ojos. 

Uno empieza a creer que los arquitectos o los despachos de arquitectura modernos, en el fondo, son como mis perros, que anhelan marcar todas las esquinas del barrio con sus orines. Y ellos, con sus supuestas lineas vanguardistas. Las tendencias y las modas, pasan, pero los soberbios "mamotretos" de cuarenta plantas, seguirán ahí durante décadas rompiendo el horizonte, hasta que la fealdad, de puro familiar, pase inadvertida a nuestros ojos.

Paco y yo enfilamos la Ronda de Dalt a bordo de mi auto. Nada mas entrar en ella, el tráfico ce la vía rápida se ralentiza y se detiene. No dejo de pensar en el tanatorio vacío, a pesar de que casi todas las capillas estaban ocupadas.

- ¿ Te has dado cuenta de la poca cantidad de gente que había acompañando a sus finados ?.

- Si, he caído en eso. Apenas cinco o seis personas en cada capilla.

En un tiempo en que han florecido las redes sociales "virtuales", las viejas y reales redes sociales están extinguiéndose. Nos sentamos frente a un ordenador que nos conecta con alguien situado en las antípodas. Nos pasamos las horas muertas pulsando el "me gusta" en múltiples páginas de Facebook, creamos redes de amistad con alguien a quién no conocemos físicamente. Nos adherimos a múltiples causas que creemos justas firmando manifiestos a favor de esto o de aquello.

Pero nos apartamos de los viejos como si fuesen unos apestados. Y cuando finalmente mueren, ni siquiera somos capaces de perder algo de nuestro tiempo despidiéndonos de ellos y acompañando a sus deudos en el dolor de su ausencia.

No recordamos en aquella viejecita recién fallecida a la mujer madura que nos saludaba en la escalera durante nuestra infancia, y que alguna véz endulzó nuestros lloros desconsolados con un caramelo, su afecto y alguna caricia.

Como personas y como sociedad, nos asemejamos mas cada véz a los cangrejos ermitaños, encerrados dentro de una concha, donde nos acurrucamos aún mas en el fondo sin hacer nada cuando oímos los gritos de auxilio de nuestro vecino. 

No me extraña que los poderosos nos manejen a su antojo. Ni siquiera sabemos de quién es la mano que nos golpea. 

¿ Redes sociales, solidaridad ?. ¡¡ Y una mi... ( piiiiipp ) !!. 

- "Nen", ¿ porque has cerrado tu página del "facebook" ?.

- Porque estaba cansándome de solicitudes de amistad de gente que desconozco, y de que todos "colguéis" chorradas intrascendentes, como esas fotos hechas con el móvil del plato de paella que vais a zamparos en el "chiringuito" de la playa, o esas otras imágenes patéticas de postales ñoñas con frases de alguien que igual sirven para un barrido como para un fregado.  Paco, la amistad no es eso, es otra cosa. Y lo sabes tan bien como yo.

- ¡¡  O.K. cascarrabias !!. Cuando lleguemos, te invito a una cerveza.






13 comentarios:

  1. Ya hace mucho tiempo que está pasando esto que explicas. Incluso cuando se tiene un hijo hay gente que no se toma la molestia de decirlo ni siquiera por teléfono. Lo comunican por el "face" y se acabó. El dia que esto pase de moda nos habremos vuelto más individualistas de lo que somos ahora; ya no felicitaremos a nadie. Ya no quiero hablar de solidaridad porque parece una palabra pasada de moda.
    Saludos.

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    1. La evolución de nuestra sociedad no augura nada bueno. Empezamos a consumir bienes de "bajo coste", y ahora tenemos empleos de "bajo coste".

      Si las relaciones personales las pasamos a las mal llamadas "redes sociales" de internet, acabaremos teniendo una soledad absoluta.

      Y el individualismo que mencionas, se ha extendido de tal manera, que ahora los amos de esta sociedad, nos manejan a su antojo sin ningún problema, nadie protesta.

      Saludos.

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  2. La solidaridad es muy buena, mientras sea con dinero que no es nuestro y la amistad es una nube de moda, donde nos perdemos en las formas y olvidamos el fondo.
    Un saludo.

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    1. ¡¡ Menudas amistades tenia yo en Facebook !!, je. Salvo cuatro "reales", el resto eran conocidos de un conocido, y alguno-a que se había apuntado de forma espontanea.

      Saludos.

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  3. Ya decía yo....
    A mi me gustan las redes de los bares, el vermouth, la tapa, la caña... ya sabes, esas cosas. En esto de internet no tengo cara, ni nombre para la mayoría, ni apenas datos.
    No será muy de bibliotecaria pero qué quieres, una es así y por cierto que tampoco he puesto pésames online, que sé que puede hacerse
    Besos

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  4. La vida real está en las calles, y es bastante mas amena que el "facebook".

    A alguien como tú la imagino con una buena copa de vino en la mano y compartiendo una conversación interesante mientras el duende manso del vino acalla los temores mas íntimos.

    Un beso.

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    1. Guau, me acabas de impresionar. Pero me temo que soy un poquito menos sofisticada :-P
      Besos

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  5. El facebook se hizo para la sociedad norteamericana, individualista y poco sociable donde la gente no encuentra tiempo para alternar con sus amigos. Prefiero alternar con mis amistades de manera personal, aunque cuando se esta lejos de la patria el facebook sirve para mantenerse al tanto.

    ;o)

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    1. La mejor manera de tomar un café, es en compañia.

      Tienes razón en cuanto estar en contacto con la gente que quedó en tu país, ahí tiene una buena aplicación.

      Un beso.

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  6. que bien cuenta usted las cosas ! yo recien me acabo de enganchar al face ! saludosssw

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  7. Es lo que hay neno, pero eso de que nos alejamos de los viejos como apestados no nos deja indiferentes. Y se me ocurre apuntar algo que... A los mayores, una gran mayoría, es la propia vida quien los va arrinconando, pero bien es cierto que los que estamos cerca deberíamos ayudarlos a que no sea así.
    Yo vivo en una ciudad pequeña y a los tanatorios suelen ir los más íntimos. La familia que cada vez son más pequeñas y los amigos ( que en esto no creo que se cambiara) y algún vecino que se enteró.
    Eres increíble!
    Bicos.

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  8. Desde que leí esta entrada me quedé pensando en todo lo que cuentas sobre la amistad. En general creo que este tiempo de crisis que atravesamos hace mella en todo. A título personal cuando tengo un día malo por preocupaciones varias me abstengo de contactar con quien sea, descontando a quienes viven conmigo, porque las personas contagiamos nuestras preocupaciones y no me gusta contagiar malas vibraciones. Si llevamos esto a términos generales eso podría explicar que en estos tiempos duros para casi todos nos abstengamos de precisamente vernos cara a cara con esa gente que nos lee en el rostro y a quienes resulta casi imposible no preocupar.
    Creo en la amistad digital, al menos en la que se asoma a mi blog, o la que leo en los blogs que sigo y me llena como persona (¿¿será que lo que se dice amistades reales tengo pocas??)

    De cuando en cuando se nos van personas que conocíamos desde niños, y el único consuelo es que seguiremos compartiendo todos los recuerdos que compartimos con ellos; por eso de algún modo no se van.
    Un abrazo

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