miércoles, 27 de febrero de 2013

LA CONCIENCIA DE UN TRAMPOSO



La actualidad informativa de los últimos meses me ha convertido en un tipo atónito, y creo que como yo, a una buena parte de la ciudadanía de este país.

El asunto Luis Barcenas se está convirtiendo en un serial por entregas que supera la imaginación de cualquier escritor o guionista. Para los que estáis al corriente del asunto, no hará falta que me extienda en detalles. Para los que leáis estas lineas desde fuera de España, he colocado al principio de este párrafo un enlace que os aclarará bastantes cosas. En pocas palabras, es el mayor escándalo de la vida política de este país en los últimos veinte años.

En él confluyen las finanzas inconfesables del partido político en él poder, negocios turbios, delitos fiscales  y quizás alguna cosa más que no conocemos, ni conoceremos nunca.

Este caso, sigue un patrón que se repite en otros escándalos de corrupción política anteriores, como por ejemplo el conocido como caso Millet. Un individuo respetable, de clase pudiente y con un cargo de responsabilidad pública, cede a la tentación de robar una parte del dinero que por motivo de su responsabilidad o posición, pasa por delante de sus manos.

Pero escarbando en el pasado ( todos tenemos uno ), descubrimos que Luis Bárcenas, en sus años jóvenes de deportista alpino ya " apuntaba maneras ".

Allá por 1.987, Luis Bárcenas, un consumado alpinista ya en aquella época, participó en lo que denominó " La expedición de las autonomias al Everest ", un intento para coronar la cima del mundo con una expedición compuesta por alpinistas de todas las regiones españolas. 

A su regreso, Luis Bárcenas y Luis Fraga, los dos lideres de la expedición, reclamaron haber creado una " vía española " a la cumbre del Everest. La federación española de alpinismo y alguna otra autoridad en la escalada al Everest, desmintieron que Bárcenas y sus compañeros hubiesen abierto una ruta nueva a la cumbre. 

Sencillamente, siguieron con alguna pequeña variante lo que ya se conocía como " vía japonesa", abierta algunos años atrás por escaladores nipones. Para aclararlo, seria como si por cambiar de acera, alguien dijese que circula por una calle diferente. También estaba previsto que Luís Bárcenas descendiese de la cumbre con un parapente.

Pero para alguien que conozca las condiciones climáticas que imperan casi todo el año en el macizo del Himalaya, la idea del descenso en parapente suena a suicidio. En su defecto, Bárcenas anunció que descendería esquiando, otra idea bastante pintoresca. 

Realmente, Bárcenas nunca alcanzó la cumbre, y el descenso sobre esquíes, no pasó de un tramo de algunos cientos de metros, mas bien arrastrándose sobre los esquíes, y mas muerto que vivo, lo que ocasionó que sus compañeros de cordada tuviesen que arriesgarse mas de lo debido para salvarle el pellejo.

Tras el regreso de la expedición a España, se descubrieron las falsedades de los triunfos que Bárcenas y Fraga querían atribuirse, gracias al testimonio de algunos de los participantes en la expedición. La proeza de abrir una nueva ruta inedita hasta la cumbre del Everest, no pasó de un burdo intento de fraude, muy, muy burdo.

Bien, parece que ya por 1.987 y como deportista, Luis Bárcenas no tenia ninguna ética. Ni sentido del ridículo.

Quiero aclarar, que los practicantes del alpinismo tiene todo mi respeto y mi admiración, lleguen o no a la cumbre de su objetivo. Considero que subir a la cumbre de cualquier monte por una pared vertical, ya es una proeza.

Y el pasado alpino y deportista de este "imputado" por apropiación indebida, también me hace reflexionar sobre el presente de algunos  deportes profesionales.

Tenemos muy reciente el caso del ciclista Lance Armstrong. El 10 de Octubre de 2.012, la Agencia Antidopaje de EEUU, la USADA, presentó contra Armstrong y el equipo ciclista US Postal un informe demoledor, donde se les acusaba de " utilizar el sistema mas sofisticado, profesionalizado y exitoso de dopaje que el deporte profesional jamás ha visto ".

Tras esta acusación razonada y con pruebas, la Unión Ciclista Profesional desposeyó a Armstrong de sus siete trofeos como ganador del "Tour de Francia". Semanas atrás, el propio Armstrong confesó en una entrevista televisada el dopaje casi continuado en sus años como profesional del ciclismo. Apareció en aquella entrevista como un alma torturada por sus propios engaños, confesando poco mas o menos que su vida deportiva había sido un monumental fraude.

Toda una bofetada para los amantes del deporte, y para los enfermos de cáncer que veían en el a un referente, un luchador nato. Me queda una pregunta : ¿ si a Armstrong no le hubiesen descubierto, tendría ahora esos mismos remordimientos de conciencia ?.

Tengo buenos amigos que practican el ciclismo amateur. Son esos tipos que se levantan a las seis de la mañana de un día festivo, para subirse a una bicicleta y recorrer un par de centenares de kilómetros antes de la hora del almuerzo, solo por amor al deporte. 
Y ellos y yo coincidimos en pensar, que para subir a la collada del Tourmalet sin despeinarse, hace falta tomar algo más que pasta italiana y carne a la plancha.

Soy un tipo con mis virtudes y mis defectos, como todo el mundo. Pero hubo algo que me inculcaron en mi niñez y que se instaló debajo de mi piel : el amor a la honradez, al trabajo bien realizado, y el respeto a lo ajeno.

Caraduras y sinvergüenzas como Bárcenas son la cara visible de un problema social que tenemos en este país : la ausencia de ética. Las corruptelas de Bárcenas y Millet tienen cifras astronómicas, de libro de récords. Pero hay toda una ola de corrupción extendida por nuestro país, de perfil mas bajo, mas discreto, pero que en conjunto, también mueve cifras millonarias.

He sido testigo de esta corrupción de "baja intensidad" en empresas estatales, y también en la empresa privada. A algunos de estos corruptos se les "destapó el pastel" y acabaron fatal. A otros no. Pero los que tratábamos con ellos, conocíamos su catadura moral.  

Pero siempre que escucho algo sobre estos asuntos, no dejo de intentar colocarme en la mente de esta gentuza. ¿ Creerán que nadie averiguara nunca quienes son realmente, que nunca tendrán que responder de sus delitos ?. ¿ Que demonios piensan de si mismos a esa tranquila hora en la que concilian el sueño ?.

Quién lo crea así, está muy equivocado. Y máxime aún en política, donde los aliados y amigos de hoy, pueden ser los traidores y los enemigos de mañana.

Independientemente de lo que hagan los tribunales con él, pise la cárcel o no, tengo el convencimiento de que el señor Bárcenas no podrá disfrutar del dinero expoliado tranquilamente. Siempre habrá quién recordará lo que es.

Aparte de una reforma política en profundidad, como país y como sociedad, necesitamos reconstruir la moral y la ética. Las públicas, y las privadas. No todo vale en el camino del éxito personal.

Sobre lo que pienso de nuestra sociedad y de nuestro país, recomiendo vivamente leer la teoria de la " identidad liquida " de Zygmunt Bauman.

Necesitamos urgentemente un "centro de gravedad permanente".


Cita de la semana

" Si quieres limosna, pídele a los pobres".

Anonimo






4 comentarios:

  1. Hay que empezar de nuevo, con cuatro cosas claras y desde ahí, volver a intentarlo.

    (me lo imagino contando lo de la ruta...en peineta)

    Gran entrada

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  2. Pilar, necesitamos un "reseteo" a fondo.

    Pues lo de la "peineta" no se donde lo habrá aprendido, porque el caballero fue alumno de la Universidad Pontificia de Comillas. Se supone que allí, aparte de formación académica, enseñaban buenos modales.

    Un beso.

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  3. Tal y como se van desarrollando las cosas , creo que este señor , bárcenas , se va a librar de todo ...nadie va a tirar la primera piedra...o se hundiría el barco definitivamente y volverlo a reflotar , creo , costará mucho mas ! saludos
    BAR CENAS...JEJEJJEJEJE

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  4. Rosa, pues yo que de esta a Mariano se le hunde el barco. Este culebrón no ha hecho mas que empezar.

    Un beso.

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