He pasado casi toda mi vida laboral ligado a empresas ligadas al ramo comercial de la metalurgia. En los tres o cuatro días laborables que van desde navidad a nochevieja, tradicionalmente se realizaba el inventario anual.
En esos tres o cuatro días hábiles, la empresa cesaba sus actividades normales, y se procedía a recontar físicamente los productos existentes en el almacén. Todos, desde el gerente hasta el último empleado de la empresa, pasaban revista a las estanterías pertrechados con papeles y bolígrafos, anotando las existencias reales de todos los artículos.
Todo esto servia para completar el análisis económico del año que se acababa. Sumado al balance económico, servia para averiguar el estado de salud financiero de la empresa, y tener una idea clara de si se había ganado o perdido dinero o valor durante el año.
Eran jornadas que parecían inacabables, compensadas con la camaradería en los tiempos de descanso, con almuerzos pantagruelicos, sazonados con conversaciones animadas y chistes políticamente incorrectos.
Quizás por deformación profesional de tantos años, estos últimos días del año tengo tendencia a la introspección, a pasar inventario al fondo del alma, a pasar balance.
Y uno descubre que quizás ha llorado mas que reído, y que ha sufrido mas que ha gozado.
Aunque sigue pesando mas lo positivo que lo negativo.
Algún viejo amigo se ha marchado en este año,y aunque uno hace tiempo que aceptó la muerte como algo natural, y ha dejado de hacerse preguntas del porqué y el como de esas ausencias dolorosas, no se deja de sentir dolor por el que se va, y por los que le rodeaban.
Pero el balance arroja saldo positivo. Cada dia vivido, es un dia que te enseña algo nuevo, si sigues conservando la capacidad para aprender de los niños, y su infinita capacidad de asombro.
Aprender el secreto del amor, que tiene que ser como la delicada órbita de un satélite : no estar demasiado cerca como para caer como un meteorito, arrasándolo todo, ni demasiado lejos como para perderte en el vacío infinito del espacio. A saber escuchar mas y hablar lo justo.
A saber lo que puedes esperar de los que te rodean, y no exigirle nunca a nadie mas de lo que puede darte. Y a agradecerlo cuando lo recibes.
A relativizar el mundo que nos rodea, a saber que es lo que puedo cambiar y lo que no. Y en consecuencia, centrar mis esfuerzos en aquello que puedo solucionar, y a tratar de minimizar aquello que es irresoluble.
En lo público, algún premio en un concurso de modelismo me ha "endulzado" los últimos meses del año.
Confieso que he abjurado de alguna convicción personal : desde hace unos meses uso un teléfono "inteligente" con conexión a la red y "wassap". No ha quedado mas remedio, las presiones profesionales han sido mas fuertes que mis principios, y he tenido que "pasarme al lado oscuro" abandonando el "teléfono tonto" de toda la vida que solo servia para llamar o recibir llamadas y mensajes cortos SMS.
He de reconocer que para mi actividad es útil el puñetero "wassap", una nota enviada a tiempo ahorra llamadas superfluas.
Pero no me uniré a las masas de "alelados" que camina por las calles pendientes de una pantalla como si su vida dependiese de ella. Resulta muy incomodo moverse por la calle y por el metropolitano esquivando a esta pandilla de zombies que viven "colgados" de sus aparatos.
Me gustaria conocer el balance de cabezazos contra paredes, farolas y árboles, ademas de atropellos que produce esta nefasta costumbre. Los servicios de urgencias de los hospitales nos podrían aclarar bastante este asunto.
Sigo conservando la costumbre de apagar el móvil los fines de semana. Para asuntos urgentes, ya está la linea de teléfono fija de casa, cuyo numero conocen bien los allegados. Creo que gano mas de lo que pierdo, en tranquilidad e intimidad.
También son días en los que uno reflexiona, ¿ quien soy ? : ¿ el que se mueve interpretando su papel en lo profesional ?, ¿ el que conocen mis amigos ?, ¿ la persona a la que conoce íntimamente mi ser amado ?.
¿ Quien es uno realmente ?. Posiblemente una mezcla de todo lo anterior, o nada que ver con ninguno de ellos.
Es por eso que he colocado esa vieja canción se Supertramp. Pertenece al álbum "Breakfast in America", publicado en el lejano 1.979. Fué la primera ocasión en que un disco se convirtió en "disco de oro" antes de salir a la venta, los pedidos de reserva de las tiendas superaron el millón de unidades antes de empezar a distribuirse.
Yo contribuí a ello, reservando un disco en una tienda ya desaparecida en la Rambla de Cataluña en Barcelona
" Take the long way home" habla de eso, de quien se es realmente, detrás del "personaje" que interpretamos todos en público. De quienes somos cuando cerramos la puerta detrás nuestro y estamos a solas.
Echo en falta a bandas de la solvencia musical y poética de los Supertramp de aquellos años.
Un servidor, Timoteo y los "chicos" os deseamos un año 2.016 cargado de felicidad a todos vosotros.