martes, 28 de septiembre de 2021

LAS CONSECUENCIAS DE AÑOS DE "BUENISMO" MARCA "COLAU"

 


Huella del impacto de la botella en los montantes de las puertas.


El pasado sábado día veinticinco de Septiembre comencé mi jornada laboral como de costumbre, a las seis de la mañana, ignorante de la batalla campal que se desarrollaba en los alrededores de la Plaza de España de Barcelona entre los participantes de un "botellón" masivo y las escasas fuerzas de la policía autonómica, los anti-disturbios de los Mozos de Escuadra.

Para aclarar mi relato a los que no conocen a lo que me dedico, soy conductor de un coche VTC de la empresa Cabify, y mi función es atender a las solicitudes de transporte que hacen nuestros clientes a través de la aplicación del móvil.

Sobre la siete de la mañana me entró una solicitud de un cliente, recogida en la calle Tinent Flomesta del barrio de  Sants con final en la esquina de la calle Rocafort con Gran Vía.

El trayecto entre los dos puntos pasa por la calle de Sants, calle Cruz Cubierta, Plaza de España y finalmente el lateral de la Gran Vía.

Al llegar a la altura de Cruz Cubierta, me encuentro con un paisaje desolador : una motocicleta de alquiler tumbada y cruzada en mitad de la calzada, y el asfalto sembrado de vidrios.

Unos grupos de jóvenes ascienden por ambas aceras en dirección a la plaza de Salvador Anglada.

Reduzco la velocidad del coche para esquivar la motocicleta y evitar reventar los neumáticos con los cristales de botellas sembrados. 

Sin previo aviso, un estruendo sacude el coche mientras una lluvia de cristales rotos cae sobre el capó y el techo. Un botellazo lanzado a toda potencia del brazo contra mi coche. 

El pasajero entra en pánico y empieza a gritar, mientras yo, conservando la sangre fría procuro alejarme de los alborotadores sin  reventar ninguna rueda.

A cincuenta metros calle abajo, hay estacionada una furgoneta de los anti-disturbios con las luces encendidas, donde están refugiados los policías. No se mueven del interior del vehículo, y no hacen ningún amago de perseguir a los gamberros, a pesar de haber contemplado con claridad lo sucedido.

Cruzo la plaza de España esquivando un mar de vidrios rotos en el asfalto y algunos contenedores de basura ardiendo. Varias furgonetas de los antidisturbios cortan el acceso a la Avenida del Paral-lel, pero tampoco veo a sus tripulaciones  poniendo orden en el caos. El pasajero continua gritando histérico, mientras yo procuro calmarlo.

Por fin llegamos a su destino, donde cierro el servicio, y me desvío de la Gran Vía para echar un vistazo a los daños del coche.

Compruebo que por suerte, el impacto ha sido entre los dos montantes de los vidrios de las puertas del lado derecho, como se puede apreciar en la fotografía, y los cristales rotos que cubren el vehículo.

Si esa botella hubiese impactado contra alguno de los cristales, habría entrado en el interior del  vehículo, con las consecuencias que se pueden imaginar.

Retiro el grueso de los cristales con un plumero ( mas tarde pasé el coche por un túnel de lavado ), y me tomé un café para asentar los nervios.

Por desgracia, aquí en Barcelona empezamos a acostumbrarnos a estos incidentes que se suceden una semana si y una semana no, como en su momento sucedió con la llamada "kale borroka" en el País Vasco.

Barcelona desde hace muchas décadas, ha sido una ciudad donde imperaba el civismo, el respeto mutuo y la tranquilidad.

¿ Como demonios hemos llegado a esta situación ?, pues bien, aquí empieza mi particular  "Yo Acuso", parafraseando a Emil Zola.

Yo acuso al Ayuntamiento de Barcelona encabezado por la señora Colau de haber desmantelado en sus mandatos a la unidad anti-disturbios de la Guardia Urbana, fiando el orden público a la "buena voluntad" de los ciudadanos. Es harto conocida la fobia de la señora Colau y sus "mariachis progres" a los uniformes, confundiendo el uso legítimo de la violencia para evitar desordenes, con la represión indiscriminada.

Yo acuso a los sucesivos gobiernos del al Generalitat de haber desplazado las competencias en orden público de la Policia Nocional y Guardia Civil, sustituyéndolas por una policía autonómica insuficiente, mal equipada y peor entrenada para hacer frente a situaciones de desordenes y saqueos como los que estamos viviendo.

Todo esto, y la "politización" del cuerpo, reconocido públicamente por los propios sindicatos de los Mozos de Escuadra

En general, a nuestros gobernantes municipales y autonómicos, la seguridad ciudadana les importa un bledo. Ven estos actos de salvajismo como algo imprevisto que perturba la tranquilidad ciudadana, y como algo molesto para ellos, pero sin cuestionarse en ningún momento porqué ha sucedido y como evitar que se siga repitiendo.

Encogerse de hombros no elimina los problemas

Señora Colau y señor Aragonés, la teoría de "El Buen Salvaje" de Jean -Jacques Rousseau está equivocada desde el mismo momento en que el filosofo la formuló.

El ser humano no es "intrínsecamente bueno" por naturaleza, no existe una bondad "natural".

El noventa y nueve por ciento de la ciudadanía respeta las leyes por miedo al castigo y a las represalias, no por ningún prurito moral.

El "codigo de Hammurabi es el primer código penal dictado por aquél rey babilónico en el siglo XXI antes de Cristo. Ya por entonces, alguien decidió poner orden en el caos social, y lo puso por escrito, para disipar dudas

Lo único que puede garantizar el respeto a las leyes y el orden, es la estaca empuñada por una policía que haga un uso legítimo de la violencia, realice detenciones, y ponga delante de un juez a los delincuentes.

Tengo que recordarles que en el Pais Vasco, el gobierno autonómico acabo con el vandalismo sistemático dictando leyes, y sobre todo, condenando a pagar los daños ocasionados a los autores de los mismos. No hay nada mejor que "tocar el bolsillo" de los incívicos para apaciguarlos.

Todo lo demás, son gilipolleces metafísicas, que quedan muy elegantes en sus discurso político, pero que fomentan lo peor : la impunidad de los posibles delincuentes.

Señora Colau,  hágase un favor a usted y a los ciudadanos de Barcelona, dimita y dedíquese a practicar el "buenismo" en su particular intimidad, y deje el gobierno de la ciudad en manos mas capaces que las suyas y las de la señora Janet Sanz.

¡¡ Jubílese, si realmente nos quiere, váyase !!.









14 comentarios:

  1. No se porqué no me había salido hasta ahora. Hay algún cambio de horario que no debo de tener bien con tu bloc.

    Estoy de acuerdo contigo. Sólo hay un problema con este consistorio, que lo miran todo de forma política, o sea, lo que más votos les de, de esta manera, si saben que les restará votos de un colectivo lo dejarán correr, y así nos va.

    la Colau lo mira todo desde perspectivas de votos, no de bien ciudadano. No quiere utilizar a la urbana para lo que están, o sea, para proteger a aquel que no hace nada y le queman el coche, lo roban la moto, o le rompen el taxi. Eso no interesa, interesa contentar a la masa.
    Ese buenismo pueril nos pasa factura. La gente de poder adquisitivo ya no vendrá, y lugares como Tunez, Grecia o Tel Aviv se pondrán de moda dejando Barcelona como el culo del Mediterráneo.
    Un abrazo

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    1. Algo tan simple como los robos a las puertas de los hoteles de lujo ya nos puso en el punto de mira antes de la pandemia, y los que realmente dejan dinero son esos huéspedes. Hasta a la ex-mujer de Manuel Valls fue una de las víctimas.

      Un abrazo.

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  2. Totalmente de acuerdo, pero es un mal endemico no solo de Barcelona. Están llegando a la edad adulta generaciones de niños consentidos por sus padres a los que nunca pusieron límites. Es un problema de educación, agravado, claro está, por unos políticos que nunca se tomaron esto en serio.
    Saludos.p

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    1. Se le ha ido el problema de las manos, por desidia y por no saber manejarlo. Con el añadido de que no actuar judicialmente contra el vandalismo del "pruces", por intereses electorales, ha sentado el precedente de impunidad.

      Un abrazo.

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  3. No es un problema de la Colau, es genèric arreu d'Espanya, La Colau no te la culpa de tot el que passa al món.
    Quan més se'n parli, pitjor. Remetrà tot sol, sobretot si les autoritats apliquen la llei i per tant més disciplina, la Colau i la resta d'alcaldes.

    Salut

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    1. FRancesc, en el mon, no, pero a Barcelona, va disoldre els anti-disturbis de la G.Urbana, y durant anys no ha cobert las plaças vacants per jubilació.

      I ara, venen las pressas per cubrir-las

      ¡¡ Cola-Cau dimissiò !!.

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  4. Pues estoy de acuerdo contigo Rodericus, hasta que no les toquen el bolsillo, no paparán, también me enteré que muchos de los detenidos son menures...Eso me deja perpleja,este vandalismo tiene que acabar y hacerlo con mano dura, si no no habrá remedio.
    Siento enormemente tu percance, no hay derecho a tantas injusticias.
    Saludos cordiales.

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    1. Fue como se acabó con la kale-borroka en Euskadi. A la que los padres o tutores de los menores de edad detenidos tuvieron que abonar los miles de Euros del coste de los destrozos, se dejó de quemar nada allí.

      Un abrazo.

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  5. Me acuerdo cuando las multas por botellones, ir por la acera con la moto, pisar césped o dormir en la playa...eran lo peor.Y ahora las echamos de menos.
    Sí a todo, ésta señora no se dará cuenta de que los jóvenes no son intrínsecamente buenos hasta que vea crecer a sus niños y aún así igual sigue autoengañándose.No sé cómo el personal olvida tan pronto su adolescencia y juventud.
    No sé qué hubiera sido de mi sin los grises y un padre autoritario...ahí lo dejo.

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    1. Todavía conservo una cicatriz en la cabeza, obra de una porra de los "grises" en 1.977, no se andaban con miramientos.

      Nuestra educación entró por osmosis bajo nuestra piel, y acabamos descubriendo que respetar las leyes y las normas nos acarreaba mas beneficios que perjuicios. Y que era la forma de convivir con los demás y progresar.

      Un abrazo.

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  6. Rodericus, yo no creo en el "buenismo", tampoco creo que sacar a los guardias a dar leña solucione nada, soy escéptico con las multas económicas en estos casos (no en otros). A estos que lanzan botellas, destrozan escaparates y generan mierda, les ponía a trabajar los fines de semana de botellón, a limpiar la mierda de sus "camaradas", a pintar las paredes que ensucian, a reacondicionar el mobiliario que estropean. Pero no por horas, sino por resultados, cuando la pared que has ensuciado este como estaba, aqui sigues todos los fines de semana, el coche que has quemado debes reconstruirlo, pintura, mecánica, interiores hasta que quede como estaba. Si no tienen conocimientos, pues que los adquieran, en sus fines de semana, así tendríamos a la gente ocupada y aprendiendo esos oficios necesarios, mientras siguen en sus estudios o en sus trabajos.
    En unos años tendríamos esos pintores, fontaneros, chapistas, mecánicos, electricistas, albañiles y demás oficios con plena demanda en la sociedad, ellos aprenderían y mientras aprenden no joden nada. Poner multas a estos niños pijos insatisfechos, no beneficia a nadie, ponerles condenas les hace convertirse en "héroes", a currar, todo el mundo a currar, que es como se saca a la sociedad adelante. Pero no por horas, vuelvo a decir, sino por obra, importante matiz, en mi opinión, así quizás alguno se pensara en atacar según que cosas y sobre todo en fines de semana para no entorpecer sus estudios.
    Un saludo.

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  7. Hola Rodericus, estás situaciones son lamentables y mucho más lamentable todavía que no se busquen soluciones para atajarlas. Los políticos se hacen los locos de cualquier problema con tal de seguir en su poltrona un año más. Besos

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