domingo, 5 de mayo de 2019

LA ESENCIA DEL MAL

Nuria Gispert


Días atrás, mi compañero de la "blogosfera" Francésc Puigcarbó pubicó este articulo sobre la ultima "gansada"  cometida por nuestra ilustre ex-presidenta del parlament, Núria Gispert.

La señora Gispert se dió el lujo de reenviar un "twit" donde se comparaba con cerdos a los políticos catalanes que habían redirigido sus carreras profesionales a Madrid o al ámbito estatal.

No es la primera vez que esta señora comete estos deslices que ponen al descubierto su autentica ideología camuflada bajo la etiqueta "demócrata-cristiana", la "oficial" de Unió Democrática de Catalunya", el colapsado partido político que lideraba Duran Lleida.

En los comentarios, indiqué que el nazismo puede tener caras muy amables, bajo la apariencia plácida de una mujer madura teñida de rubio.

Frnacésc me respondió diciendo que no banalizase al nazismo.

Pero señores y señoras, el nazismo no es solo una orgía de uniformes negros, cruces gamadas, desfiles y parafernalias visuales.

Detrás de eso subyace la idea del supremacismo, de las supuestas diferencias raciales, y de la superioridad de un grupo sobre los demás.

En el refranero castellano, existe uno que nos serviría para definir la personalidad de la señora Gispert :


" Si quieres conocer realmente a fulanito,
dale un carguito "

Y Gispert tuvo ese "carguito" entre el año 1.995 y el año 2.001, Consejera de Justicia. Como tál estaba al mando del Departamento de Instituciones Penitenciarias de Cataluña, o sea, el control también de las prisiones catalanes, incluyendo la vieja Prisión Modelo de Barcelona.

 En la celda numero uno del segundo piso de la cuarta galería de la Modelo,Helios Gómez un artista plástico, realizó por encargo del capellán de la cárcel, un mural al fresco representando  la Virgen de la Merced, la patrona de los condenados, rodeada de penados en actitud de adoración.

Eran unas figuras duras y descarnadas, que reflejan el sufrimiento de los presos, angeles negros, y una virgen compasiva que carga en su regazo a un niño Jesús de piel aceitunada y ojos negros.


Durante años, aquella celda cumplió el papel de capilla, acogiendo a  aquellos presos que habían sidos condenados a muerte para pasar allí sus ultimas horas.

Ese mural tenia un doble valor. Por un lado, su calidad artística intrínseca, y por otro, el contexto,  el tiempo en el que fué realizado, y su función.

Un pedazo de la historia reciente de este país

Durante su mandato en Justicia, y tras una visita a la Modelo, la señora Gispert dió orden de tapar con una capa de pintura el mural de Hélios.

La extraña explicación oficial es que se hizo por "motivos higiénicos".

La explicación real, es que creo que la señora Gispert encontró aberrantes aquellas figuras que tanto se alejaban de la imaginería católica a la que ella estaba acostumbrada. No pudo soportar ver a una virgen agitanada y a un niño Jesús de rasgos oscuros y ojos morenos. ¡¡ Pecado, herejia !!.

Si a la señora Gispert se le apareciera en su casa el auténtico Jesucristo histórico, haría que el servicio lo echase a la calle a patadas, al confundirlo con un vulgar indigente.

Volviendo al nazismo, no solo fueron las masas de SS uniformados que desfilaban. El nazismo también eran las rubias matronas alemanas que los aclamaban entusiasmadas en los desfiles.
Las mismas que se sentían aliviadas al ver desaparecer paulatinamente a sus vecinos judíos, homosexuales, o sencillamente izquierdistas, sin plantearse nunca a donde eran conducidas aquellas personas.

Todo por el bién de la patria.

El nazismo, su esencia, es el supremacismo. El considerar al otro inferior tan solo por su origen étnico o social.  Es el "cosificar" a ese otro, negándole su categoría humana y poniéndolo al nivel de un animál. Es el negarle a ese "otro" los mismos derechos que uno disfruta.

Este comportamiento, lo ha tenido la señora Gispert, solo hay que tirar de hemeroteca

Y con alguien sin derechos, sin humanidad, y sin dignidad se puede hacer cualquier cosa, desde emplearlo en condiciones de semiesclavitud, a enviarlo lejos de nosotros, o a un campo de exterminio.

Si Francésc, la señora Gispert es una nazi de manual. Y no banalizo al nazismo, todo lo contrario. La esencia del mal es incolora, inocente, pero perversa.

En cualquier país al norte de los Pirineos, a la señora Gispert sus rebuznos ya le habrían costado la retirada de la Cruz de Sant Jordi, y lo mas importante, la retirada de las DOS generosas pensiones que le han reportado su paso por la política.

Y a los del comité de la Cruz de Sant Jordi les aconsejaria una revisión de sus métodos de selección de candidatos.
Porque a este paso, esa condecoración va a quedar devaluada, con un valor moral a la altura de una chapa de cerveza.

Yo, de otros premiados, devolvería mi cruz urgentemente por mensajería. Menudo club.


P.S.

Habréis notado que en las ultimas semanas no me "prodigo" demasiado en el "blog", ni escribiendo ni participando en otros.

Es sencillamente que mis compromisos laborales y mis horarios me impiden hacerlo como quisiera.

No estaba muerto, ni tampoco tomando cañas, es sencillamente un trabajo con largos horarios. Y es que a final de mes, siempre hay facturas por pagar.

Un cordial saludo a todos.