ONCE DE MARZO

Aún recuerdo lo que hacia aquella mañana en la que el tiempo se detuvo para vosotros. Exactamente lo mismo que haciais en aquél momento a las ocho de la mañana, sacudirme el sueño de encima y dirigirme a mi trabajo. Repentinamente la radio empezó a vomitar nerviosa la tragédia, al principio con datos fragmentados, y poco después con  toda sú magnitúd.

El viejo dolór volvió a mis entrañas, pero esa véz más intenso y multiplicado por cién.

- No, esta véz no han sido ELLOS, no es su forma de actuár, son exactamente iguál de ruines que los responsables de esto. pero seguro que no han sido ELLOS.......

Desperté al mundo de la crueldad, el asesinato cobarde y la violencia ciega en una lejana madrugada de octubre de 1.981 en el puerto de Santandér. Veinte kilos de explosivo adosado al casco del destructór "Marqués de la Ensenada" me despertaron a mí, al resto de la tripulación (unos trescientos en aquél momento) y a la mitád de los habitantes de Santandér.

-Despierta Nene, ahí fuera unos hijos de p... que dicen luchár por la libertad de un pueblo vasco que solo existe en sú imaginación han estado a punto de mandarte al otro barrio con una de sús bombas.

Milagrosamente, solo hubo daños materiales, un agujero de dos metros de diametro en el casco y las maquinas inutilizadas por la inundación.

Allí  se esfumó mi inocencia politica acerca del patriotismo y las libertades. La pregunta que me hacia era : ¿ Porqué demonios unos tipos a los que no tengo el gusto de conocér han estado a punto de matarme a mí, al resto de la tripulación y a la mitád del barrio maritimo de esta ciudad?. ¿ El hecho de vestír el uniforme de la Armada por imposición legál me convierte en un enemigo declarado del pueblo vasco?. ¿Lo es también la población civíl de esta ciudád?.
He de aclarár que el  "Marqués" acarreaba en sús entrañas 1.400 proyectiles de artilleria de 127 milimetros, sus cargas impulsoras, 8 torpedos con cabeza de combate y una pequeña cantidád de explosivos plasticos para posibles demoliciones, aparte de una cierta cantidad de cartuchos para fusileria y algunas granadas de mano.
Estos datos no se publicaron en aquél momento, dado el secretismo de la Armada con sús unidades activas, pero ahora que el viejo "Marqués" fué desguazado hace tiempo y otro buque muy diferente lleva su nombre, ya no tienen importancia. Aquella madrugada se rozó la tragedia y la masacre.

De vuelta en tierra firme y ya sin uniforme. empecé a interesarme por la ideologia y las motivaciones de los etarras. Descubrí una mezcla de mitos que se cuentan alrededor de una chimenea y que ellos intentaron elevár a la categoria de Historia, una serie de fábulas irreales mezcladas con medias verdades, que de tanto repetirlas las han asumido como un dogma de fé. Me remonté al ideario de Sabino de Arana, padre de la patria vasca moderna y fundadór del PNV. Descubrí a un retrógrado, que una véz perdida la última guerra Carlista, cambió el lema absolutista de : " Por Diós, por la Patria y el Rey" por el otro de : "Diós, Patria y Fueros". La misma basura fascista cambiando la etiqueta. También descubrí una extraña simbiosis entre una parte de la intelectualidad nacionalista vasca con la chusma que practicaba técnicas de guerrilla urbana y el chantaje a la población que tenia a su alrededór. Y el silencio de la mayoria acobardada.
En casa, cada véz que expresaba en vóz alta mi opinión sobre el "conflicto vasco", observaba que algúna  gente se escandalizaba y me tachaba de "fascista", una extraña identificación ideologica entre catalanes y radicales vascos existia y vivia entre nosotros.
Hasta que sucedió el atentado a Hipercór. En este momento, todos los nacionalistas catalanes que simpatizaban con el independentismo vasco etarra vieron en que consistia la politica de las bombas y la extorsión. Hasta entonces, la etiqueta de Herri Batasuna habia obtenido unos buenos resultados en  la elecciones en las que presentaba lista por Catalunya.

Por todo esto supe aquella mañana quién NO habia cometido aquella atrocidád. Las medias verdades y las mentiras del gobierno en aquél momento tenian una razón inconfesable. Aquella mañana, uno de los asesores del gobierno de Aznár entró en la sala donde estaba reunido el gabinete de crisis y dijo en vóz alta algo que condicionó las 72 horas siguientes :
- Si los autores son los de ETA, ganareís la elecciones, pero si los autores han sido terroristas islamicos, las teneis perdidas.
A partir de ese instante, se puso en marcha a nivél nacionál una tremenda campaña de desinformación con el objetivo del gobierno para ganár tiempo hasta la mañana del domingo, hasta la apertura de los colegios electorales. A media mañana del mismo dia 11, en toda Europa se conocia el comunicado de AL-Qaeda reivindicando la autoria de la matanza, y la red hervia con las noticias sin censurár, pero a nivél periodistico y televisivo, el gobierno de Aznár procuraba sembrár la desinformación.
La noche del sabado 14 fuí de los que se sumó con muchas ganas a la cacerolada espontanea que atronó las calles del ensanche Barcelonés exgiendo claridád.
Y las mentiras y las medias verdades le costaron al PP pasár a la oposición.
Aún sigo sin comprendér. después de seis años y un juicio prolongado a los autores de la matanza, porqué hay quién sigue insistiendo en una conspiración oculta, en unos hipoteticos autores que no són lo que fueron juzgados. Solo lo puedo achacár a la debilidad de ciertas personas por creer en quimeras tan irreales como toda la mitologia que ha forjado ETA para justificár sús crimenes.

Por un milagro, un capricho de la suerte, estoy vivo. Por eso puedo entendér en toda su magnitúd todo el desconsuelo de los familiares de las víctimas, las vidas quebradas de los supervivientes y como el tiempo se detuvo para ellos aquél dia de Marzo.

Desde este rincón, mi recuerdo sentido a los que aquél dia nos dejaron, mi abrazo a los que sobrevivieron al horror y viven en un infierno involuntario, y a los familiares de los ausentes, mi sincero afecto y cariño, porque nunca podré encontrar palabras suficientes para consolarles.

El infierno y el paraiso existen, pero están en esta tierra, a nuestro alrededór.