CREPÚSCULO SOBRE SAN PEDRO

                                       Fuente : "La Vanguardia"/ Gabriel Bouys / AFP

Amanece un viernes bronco, con un temporal de levante que riega de intensa lluvia el área metropolitana de Barcelona. Coincide con algún compromiso laboral serio en mi agenda. Decido madrugar, porque en esta tierra, como buenos mediterráneos, no estamos acostumbrados a conducir sobre asfaltos húmedos, y un día de lluvia, acostumbra a convertirse en un día de accidentes de tráfico, leves y graves. En la radio, el locutor que desgrana las noticias matutinas comenta que hay un carguero a la deriva frente a la costa. El temporal de levante está mostrando la cara más áspera del Mediterráneo.

Mi intuición no se equivoca, la red de carreteras y autopistas está colapsada ya al amanecer. Mi prevención al salir un rato antes, se hace rentable y consigo llegar a mi destino a la hora acordada. 

Una vez resuelto lo mas urgente de la agenda diaria, puedo darme el lujo de comprar el periódico y tomar un café caliente, que se agradece mas que de costumbre con semejante clima. 

Echo un vistazo a la primera página del periódico taza en mano. Una fotografía que ocupa media portada entra por mis ojos. Como fotógrafo aficionado, es la instantánea que me habría encantado hacer. Estar en el momento, y el lugar adecuado. Por la posición de la cúpula y del sol,  creo que puedo identificar incluso en que barrio de Roma está la terraza desde la que el fotógrafo la ha tomado. 

Un solitario helicóptero se aleja de la cúpula de San Pedro, mientras el sol poniente se hunde en el horizonte de tejados,  azoteas y campanarios. . El poder temporal, y la eternidad compartiendo el horizonte y el crepúsculo. Una moderna máquina de aluminio y acero, símbolo del poder   junto a la belleza centenaria que lleva siglos marcando el centro de la cristiandad, y que seguirá ahí, impávida  cuando esa máquina sea solo chatarra para las fundiciones.

- Parece que el Espíritu Santo se ha modernizado, ¿ eh ?. Menudo helicóptero que se gasta el Papa. Eso si que es marcharse con clase.
- Una maravilla. Un Augusta AW-139. Pero es un "préstamo" de la Fuerza Aérea Italiana.- Respondo.

El comentario del camarero me saca de mis ensoñaciones. Apuro el café, y salgo a la calle dispuesto a terminar el trabajo de la mañana.

Aunque soy un agnóstico convencido, no puedo ignorar que la importancia de los cambios en la jerarquía católica nos afecta a todos los europeos. Por no hablar del poso que la religión y la educación católica han tenido en mi vida, y en la de generaciones de mis ancestros. Hasta las raíces de nuestra cultura están impregnadas de la esencia de la iglesia católica.

Tengo que reconocer que me equivoqué al juzgar a Joseph Ratzinger como Papa cuando fue nombrado en el año dos mil cinco como sucesor de Karol Wojtyla. Su último cargo hasta ese momento, había sido el de prefecto ( director ) de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Para los no iniciados, aclararé que la Congregación para la Doctrina de la Fe no es otra cosa que la antigua Inquisición. 

No, la Inquisición no desapareció nunca, tan solo mudó de nombre. El antiguo, tenia demasiadas resonancias siniestras debido a sus abusos durante la edad media y el renacimiento. Actualmente, en nuestros días, se encarga de velar por la pureza de la teología católica, y de perseguir a los sacerdotes y obispos díscolos que se apartan de la ortodoxia. Bajo la dirección de Ratzinger, metió en cintura a los teólogos que predicaban la llamada "teologia de la liberación" en Sudamérica, tratando de acercar a la iglesia a los pobre y los oprimidos.

No deja de ser una ironía, el que Ratzinger mas tarde, al ocupar la silla de San Pedro, haya clamado para que la Iglesia retome la pureza de los primitivos cristianos, después de haber "masacrado" desde su anterior cargo al ala mas progresista que trataba de regresar a las esencias originales, poniéndose del lado de los pobres y de los perseguidos.

Me equivoqué al juzgarle. Con su gesto al dimitir, ha demostrado tener una cualidad, una virtud fundamental : honradez.

De los motivos de su marcha, se está especulando bastante. Unos hablan de una salud resentida que le impide llevar adelante su pontificado como el desearía. Otros hablan de un supuesto informe, encargado por él meses atrás, que retrata la degeneración moral de la curia y del cardenalato. De una presunta "mafia" purpurada inmersa en escándalos sexuales y económicos. Lo cuál, no me extrañaría en absoluto.

Personalmente creo que su marcha está ocasionada por una mezcla de ambas cosas, y que siente que sus escasas fuerzas no le acompañan para realizar una limpieza a fondo de la Santa Sede. 

Parece ser que mientras el sucesor de San Pedro gobernaba su barca en aguas turbulentas, los oficiales a su cargo andaban apostándose la pesca en una inmoral  timba  de póker, y abusando del pobre grumete quinceañero.

Aunque no lo creamos, lo que sucederá en los próximos días en la capilla Sixtina, nos afecta a todos, creyentes, agnósticos y ateos. La Iglesia, es la empresa multinacional mas antigua de la historia. Durante dos mil años de historia, ha ido perfeccionando su maquinaria y sus estructuras, y su influencia y su poder llegan hasta el último rincón del mundo.

Pero sea quién sea el cardenal que se eleve hasta el papado, tiene por delante una ingente tarea. Poner al día una maquinaria esclerotizada que se aparta cada día más de la realidad social, y hacer  una adecuada limpieza de los golfos y corruptos. E imitar a Jesús cuando expulsó del templo a los mercaderes y a los cambistas.

Porque si no, quizás se haga realidad la profecía de San Malaquias de Armagh, y sea el último Papa. No porque llegue el Apocalípsis, sino porque sencillamente la iglesia católica se quedará sin "parroquianos".

Sigo mirando la bella fotografía, e imagino a un anciano que suspira aliviado, y que mira con sus ojíllos vivaces las terrazas romanas a través del plexiglas. Viendo el sol hundirse sobre el Mediterráneo. 


Buen viaje y larga vida, Santo Padre