A principios de año publiqué aquí esta fotografía, que era una auténtica paradoja : una tienda de alimentación "vegana" puerta con puerta con una carnicería-tocinería, en la calle Sant Antoni María Claret de Barcelona
Hace unos días, volví a pasar por el mismo lugar, después de seis meses largos sin frecuentar el barrio.
Mi sorpresa fue que la tienda "vegana" ha echado el cierre definitivamente. Posiblemente haya sido victima directa también de la pandemia. La carnicería, sigue abierta y trabajando con la normalidad habitual.
Y esto me ha hecho reflexionar un poco sobre los nuevos hábitos modernos de alimentación.
Antes, había vegetarianos por "obligación". Cuando nací, en los sesenta del pasado siglo, las carnes en la cocina eran un auténtico lujo. El pollo era un plato reservado para los días festivos, y un filete de ternera en la mesa era todo un raro acontecimiento.
Ahora disponemos de carnes asequibles con las que complementar nuestras necesidades de proteínas animales, que difícilmente se pueden complementar con una alimentación vegana, por mucho tofu que comamos.
Pero hay por ahí quien confunde los hábitos alimentarios con una religión, y se transforma en un o una radical-vegetariano por voluntad propia.
En fin, solo bastaría con aplicar la cita del filosofo Epicuro : "nada en exceso" para llevar una vida plena y sana sin renunciar a un buen filete de ternera de vez en cuando.
Cada día descubro multitud de comercios y negocios cerrados en Barcelona, y eso me crea tristeza y desazón.
Por todas las ilusiones, las esperanzas y los puestos de trabajo destruidos.
Esperemos salir de esto lo antes posible.
Los veganos son una nueva especia postmoderna, como los hipsters, hay mucho de postureo y poco de ciencia. Ya hace años que aprendimos a comer un poco de todo con mesura; es como cuando alguien me dice que ha ido al dietista y este le dice que deje el pan, deja al dietista que no tiene ni idea - es mi consejo -. El pan no engorda. De hecho nada engorda. Grande Covian que era un gran dietista explicaBa siempre lo mismo: Si usted se come un plato de mongetas, con cansalada, butifarra, una llesca de pan y un vaso de vino, como se ha hecho un hartón de comer, eso si engorda, pero ninguno de los productos alimenticios por separado en si y si se comen con mesura, engorda.
ResponderEliminarSALUT
"Mesura", es la clave. Y el tamaño de las raciones, también.
EliminarY antes, RODERICUS, una carnicería, sino recuerdo mal.
ResponderEliminarNo hay nada pero que un fanático , da igual a lo que se refiera, la religión, la comida, la política o el fútbol. Dan miedo, y no les puedes hablar si por aquellas entras en su discurso.
Un abrazo
Alguna gente ha decidido buscarse causas sagradas, sean las que sean.
EliminarAntes, solo pasaba con el futbol, ahora ya ves.
Y a hacer abstinencia de carne los lunes, como quieren implantar en algunos Ay untamientos de "izquierdas" donde hay algunos fanáticos sueltos, para "luchar contra el maltrato animal y luchar contra el calentamiento global".
ResponderEliminarLo mismo, hay que apuntarse a algúna "causa sagrada" para darle sentido a la vida.
EliminarEstoy de acuerdo con tu reflexión, a mi también me produce desasosiego ver como tantos negocios están echando el cierre y con ello sus ilusiones y sobre todo su forma de vida. De que vivirán todas esas familias a partir de ahora. Además que el mundo se nos ha convertido en una ratonera de la que no se vislumbra salida alguna.
ResponderEliminarSobre las imposiciones veganas, políticas o religiosas tendría mucho que decir y desde luego nada bueno, porque todas derivan hacia la tiranía. Hay que comer bien, con mesura y de todo...pero sobretodo que vaya en consonancia con lo que nos movemos y nuestro tipo de trabajo. Un abrazo
Dieta mediterránea equilibrada, y ejercicio según posibilidades de cada uno.
EliminarUn abrazo.
Da mucha tristeza ver tiendas cerradas. Es como el símbolo de los malos tiempos. Un aviso de lo que posiblemente venga.
ResponderEliminarUn saludo.
Crucemos los dedos....
EliminarUn abrazo.
Yo soy vegano "dospuntocero", de última generación, como los vegetales previa transformación de los mismos de forma natural en el estómago de un rumiante. Así preservamos la vida animal y la mía. La barrida de negocios es total, entre internet y las epidemias y sobre todo el miedo, no va a quedar ninguno. Yo nunca he comprado nada en internet, no lo hare nunca, pero soy una especie a extinguir, lo se.
ResponderEliminarUn saludo
Te entiendo y opino lo mismo que tú, prefiero el comercio tradicional de toda la vida, y hasta huyo de los centros comerciales despersonalizados que han crecido como setas en los últimos años.
EliminarUn comercio de barrio me da mas garantías en todo.
Saludos.
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ResponderEliminarTe equivocaste tanto... Hicimos reformas y tenemos varios locales. La carnicería la traspasaron, no le iría tan bien
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