viernes, 26 de octubre de 2018

VICIOS PEQUEÑOS ( XVI )


Lo de ocasiones anteriores, partiendo de estos plasticos :







. . . .  después de un laborioso montaje, y una fase de pintura mas laboriosa aún, he consiguido llegar a esto  :












Otro "Tiger I", que en este caso, es un regalo para un amigo, fanático de un juego de combate de tanques "on-line"  ( a mi me aburre soberanamente ), y que tiene este modelo de carro como "fetiche" particular.

No es de extrañar, este carro de combate fué la "bestia parda" de los aliados durante la liberación de Europa. 

Adjunto un video, es una secuencia de la pelicula "Fury" estrenada hace un cuatro años.

La secuencia cinematográfica no exagera nada, el comandante de carro Michael Wittman, al mando de este mismo blindado, destruyó el 13 de Junio de 1.944 en Villers-Bocage catorce carros blindados y quince vehículos de transporte enemigo en solo 15 minutos. Tuvo que retirarse al haber agotado las municiones, y averiarse la caja de cambios del "Tiger".



miércoles, 24 de octubre de 2018

NOCHE SOBRE LOS MARES ( EPILOGO )


Las largos dias y noches en un hospital, dan para mucho, especialmente si el dolor de un postoperatorio algo complicado no te permiten dormir demasiado, a pesar de la morfina a granel,  y ese era el caso de Vasile y yo.

La verdad, es que antes de conocer a Vasile no conocía gran cosa de Moldavia, salvo que era una antigua república soviética, que alcanzó la independencia tras el colapso político y económico de la antigua URSS.

Un lugar de paso entre los Balcanes y Ucrania, y mas allá, Rusia. Y como tierra de paso que es, ha tenido una historia algo convulsa en los últimos siglos. Eslavos, varegos, turcos, ucranianos, rumanos y rusos blancos han dejado su impronta en aquél lugar.


DOS PÁTRIAS

Vasile nació como ciudadano soviético, en una familia de etnia y raíces rumanas.  Asistió a la escuela estatal, donde el idioma oficial era el ruso, con el alfabeto cirílico, mientras en su hogar y con la mayoria de sus paisanos, la lengua materna era el rumano en su variante moldava, y con alfabeto latino. Creció dominando ambos idiomas, cursó la enseñanza secundaria, y muy joven ingresó como mecánico en la Armada Soviética

Vasile me relató como en los últimos  dias de la URSS como entidad política, los antiguos miembros del aparato comunista en Moldavia, de repente "descubrieron" su identidad moldava, y sintiendo un irrefrenable "sentimiento nacionalista" sobrevenido, declararon la independencia de Moldavia, y de paso, consiguieron con este giro político, mantenerse en el poder y conservar  sus poltronas y privilegios de la era comunista.

Como dijo aquél anciano noble de la novela "El Gatopardo" : "Que todo cambie para que todo siga igual" 

Como la pureza no existe, una parte del territorio moldavo, habitado por una minoría de origen ruso, la Transnistria, y en la que curiosamente estaba situada la mayor parte de la riqueza industrial de todo el país, decidió a su vez independizarse de Moldavia. En este caso, era aún mas obvio todavía que tras el decorado nacionalista se ocultaban intereses económicos muy fuertes.

Tras una corta guerra civíl y un armisticio, la Transnistria se independizó de hecho del resto de Moldavia, con una frontera trazada en las orillas del río Dniester, y encajonada con Ucrania. 

Solo el río Dniester le garantiza a la Transnistria la comunicación libre con Rusia, su mercado "natural",  habida cuenta de la situación actual entre Ucrania y Rusia

Tan solo ha sido reconocida por Rusia, como era de esperar, y desde entonces, los dos países viven de espaldas el uno al otro.

Ruina mutua asegurada.

El destino la ha dado a Vasile dos patrias, y ninguna de las dos le ha ofrecido un futuro prometedor. Vasile y su familia hubieron de hacer su equipaje, y seguir el viejo camino del pueblo hebreo en dirección a Occidente, buscando un futuro donde el trabajo y sus capacidades le garantizasen el pan diario,  a el y a los suyos.

Cerca de medio millón de compatriotas suyos, dejaron también el país desde la proclamación de independencia hasta ahora.

Coincidió esta decisión de emigrar, con el momento en que la construcción y la industria en Cataluña necesitaban urgentemente mano de obra cualificada. Y así fué como Vasile y su familia "aterrizaron" en un pueblo de la Cataluña profunda, en la provincia de Tarragona.

¿ Dos patrias, dos lenguas, una élite política ambiciosa a la que el país le viene grande ?. ¿ Intereses económicos "tapados" con una bandera ?.

¿ De que me suena a mi esta situación ?. Tengo una cierta sensación de haber visto eso ya en alguna parte.

Victoria, la esposa de Vasile, es una mujer que ronda la cincuentena. Con la belleza clásica de las mujeres eslavas, y unos preciosos ojos verdes, es una persona afable y atenta conmigo.

Domina bastante mejor el castellano que Vasile, a pesar de llevar aquí el mismo tiempo que él. Y es comprensible, ya que contribuye a la economía familiar trabajando en la hostelería, donde la comunicación es esencial, mientras que para Vasile lo importante en su trabajo es un plano detallado del trabajo a realizar.

Me relata lo duros que fueron sus primeros tiempos aquí, en un pequeño pueblo donde se conoce todo el mundo, y flota en el ambiente un cierto sentimiento supremacista con respecto a los recién llegados. 

Ni Victoria ni su marido entienden demasiado bien todo este desproposito que hemos dado en llamar el "procés".  Somos un país relativamente rico para ellos, y les sorprende todo el movimiento separatista. Ellos consideran que esto es un proceso muy parecido a la secesión de Transnistria : en el fondo, una guerra de ricos contra pobres.

Incluso me relata con un deje de amargura el reproche de una separatista "hiperventilada" del pueblo donde viven, aquella fanática considera que si llevan algo mas de diez años viviendo aquí, ya deberían hablar y entender con soltura el catalán.

No me sorprende, de descerebrados e insolentes vamos sobrados en Cataluña últimamente.

Intento hacerle comprender que gentuza así es una minoría, que el lenguaje es para la mayoria de los catalanes una herramienta para hacernos comprender, y comprender a los demás, y no un arma política para ningunear y humillar a nadie.

Curiosamente, Vasile y yo tenemos dos patrias y un mismo resultado : ninguna de las dos ha colmado nuestra expectativas, a la hora de la verdad, nos han dejado en la estacada y en ayunas.

Llega la mañana de mi alta, y dejo en aquella soleada habitación a Vasile.

Su enfermedad es algo complicada : una variedad de cáncer, un tumor que se desarrolla a costa de disolver la materia ósea. La intervención quirúrgica que ha sufrido tuvo un doble objetivo, extirpar el tumor de su columna vertebral, y afianzar las vertebras afectadas con un bastidor de varillas y tornillos de titanio. Cuando reciba el alta en traumatología, deberá someterse a radioterapia en el Hospital Duran y Reynals para eliminar de la zona los posibles restos tumorales.

Lo mio solo ha sido "chapa y pintura"

Me despido de Vasile y de su familia deseándoles toda la suerte del mundo, antes de que una silla de ruedas me lleve hasta la ambulancia que me espera.

Miércoles veinticuatro de Octubre. Después de pasear renqueante hasta el quiosco de prensa del barrio, y tras el segundo café de la mañana, tomo el tibio sol otoñal recostado en el respaldo de un banco callejero. Me siento aún algo torpe, aunque me recupero poco a poco.

Y me sorprendo cuando me doy cuenta de que le estoy rezando a un dios en el que no creo, para que un viejo enemigo recupere su salud. Para que Vasile venza su enfermedad, y pueda contarle algún dia a sus nietos sus sentimientos en la vela de un viejo submarino, de noche,  mientras el barco "respiraba" y el contemplaba un firmamento y un mar infinitos.


"Desearía ser un pescador, revolcandome en el mar. . . . . "
















lunes, 22 de octubre de 2018

LA AVIADORA


Para "desengrasar" un poco, quiero traeros aquí un corto de animación que es una auténtica delicia.

Es un homenaje a los anónimos pilotos de prueba, que en una época en que muchas cosas estaban por descubrir, arriesgaron su vida probando nuevas fórmulas aeronáuticas.

Y también es un homenaje a las mujeres pioneras como Jaqueline Auriol, que rompieron barreras sociales y mentales, ocupando su puesto junto a sus compañeros masculinos, y que descubrieron que el único limite era el cielo.

jueves, 18 de octubre de 2018

NOCHE SOBRE LOS MARES ( ENEMIGOS DE AYER 4ª PARTE )





Submarino modelo 641 "Foxtrot" de la Armada Cubana.
(  Fuente : Wikipedia )



      Jueves cuatro de Octubre del año dos mil dieciocho.  Mi viejo destructor, el "Marques", hace décadas que fue achatarrado y convertido en clips para papeles. 

       Los submarinos de la serie 641 "Foxtrot" que tripuló Vasile son ya casi historia, y no es ninguna metáfora :  existen varios repartidos por medio mundo convertidos en museos vivos sobre la Guerra Fría, dos de ellos incluso en San  Diego y Long Beach, California,  en Estados Unidos.

       Tan solo ha sobrevivido alguno en la Armada Cubana, y vete a saber si está en condiciones de navegar siquiera, no digamos ya de operar con normalidad

       Intento combatir el aburrimiento leyendo, sin resultado. Mi capacidad de concentración está alterada por la morfina, y me es imposible centrarme en lo que leo. Igual me sucede con la música del reproductor MP3, y eso que hay cuatro "gigas" de música variada.

      Con un "costurón" de quince centímetros en mi cadera derecha, dificultades para moverme  y con mi vejiga sondada, no estoy en condiciones de deambular demasiado ni siquiera con las muletas. Me siento como si fuera un bebé otra vez, al que de vez en cuando hay que vigilarle los pañales

      Estoy sentado en un tronado sillón de hospital, contemplando la ventana de la habitación.  Desde la décima planta del hospital las vistas sobre el Bajo Llobregat son magníficas. La ventana está orientada al sureste, y tengo una visión parcial del puerto de Barcelona.

      Tras los muelles y las grúas, una parte de la canal dragada, la "calle segura" de entrada y salida del puerto. Si, en los mares también existen calles y caminos, aunque no lo parezca.
No están trazados sobre el mar, pero si en las cartas de navegación, y son la garantía de un paso seguro y sin sorpresas sumergidas para los buques

      De vez en cuando, veo entrar o salir algún carguero, e incluso algunos de esos "megacruceros" de veinte cubiertas que recalan en Barcelona.

     Vasile está tumbado boca arriba en su cama, con la vista puesta en el techo, la operación de su columna vertebral exige una cierta inmovilidad, y también está  atiborrado de morfina, como yo.

-- Vasile, ¿ has echado en falta el mar algúna vez ?.

-- No demasiado, pero algúna vez recuerdo aquellas noches bellísimas, cuando había buen tiempo. Echo en falta aquella sensación de. . . ., no se como decirlo.

-- ¿ De paz, de tranquilidad ?.

-- Sí, es eso, algo así, medianoche en el mar. . . .  era algo increíble.

      Descubro otra afinidad entre nosotros, el éxtasis ante la belleza.

     Cuando ya era un marino veterano, las noches en que la climatología lo permitía, sacrificaba algunas horas de sueño para pasarlas en cubierta, contemplando un espectaculo  tan bello y trascendente que hace enmudecer a cualquiera con un mínimo de sensibilidad : un firmamento claro y puro como raramente se puede ver sin contaminación lumínica, mil millones de soles brillando sobre un mar oscuro y plano como un cristal.

    Al final, acabé por costumbre trepando por el mástil principal y subiendo hasta la plataforma del radar de tiro. Una vez allí, sentado, conectaba un viejo "walkman" de la Sony, el primer modelo que se fabricó y que era un devorador de baterías AA, y escuchaba música al mismo tiempo que sentía en mi cara el viento de la velocidad del buque, la leve vibración de las turbinas bajo mi trasero, y la magnificencia de los cielos sobre mi cabeza.

    Me sentía como el único ser vivo en la tierra, y me parecía estar cruzando el universo.

    Por unos instantes, me sentía inmortal, me sentía libre, y allí tuve la sensación de rozar la eternidad.

    Solo por algo así, todas las incomodidades, todos los esfuerzos valían la pena.

    Después, la vuelta a la prosaica realidad, intentar descabezar un sueño rodeado por treinta tipos durmiendo en un espacio de cuatro por ocho metros, con lo que ello conlleva : ronquidos de diversa intensidad, ventosidades atronadoras, y aromas no demasiado agradables. A pesar de que disponíamos de unas magnificas duchas con una provisión inagotable de agua caliente, había quien tenia un particular sentido de la higiene personal.

    No tengo derecho a quejarme, Vasile en su viejo "Foxtrot" compartía cama con otros dos tripulantes, y las duchas estaban racionadas estrictamente a una vez cada semana.

( Continuará )





lunes, 15 de octubre de 2018

NOCHE SOBRE LOS MARES ( ENEMIGOS DE AYER 3ª PARTE )



No recuerdo la fecha exacta, pero si que sucedió en una fría mañana del invierno de 1.980.
El viento en cubierta era suave, pero cortante, y el mar estaba calmado. Estaba cubriendo mi puesto delante de la pantalla del radar de superficie, en el  CIC del buque.

Habiamos cruzado el Estrecho de Gibraltar hacia unas horas, y habíamos puesto rumbo a la base naval de Cartagena, la próxima escala en nuestra travesía.

A través de los auriculares me llegó la voz del sonarista de guardia.

-- Superficie, aquí sónar, ¿ hay algún contacto de superficie en la demora uno uno cero diez millas aproximadamente ?.

Yo estaba vigilando a un par o tres contactos que navegaban por delante nuestro, verificando que no hubiese riesgo de colisión con ningún pesquero o barco mercante. Ya se que suena extraño poder colisionar en pleno dia y con buena visibilidad, pero a veces lo inexplicable sucede, como podéis comprobar en este video reciente, y como sucedió hace algo mas de un año frente al puerto de Barcelona : un carguero ruso embistió sin posible explicación a un pesquero.

Estaba trabajando con la pantalla ajustada a una escala pequeña. Amplié el alcance de la pantalla y esperé unos instantes a que los barridos de la antena recorriesen las coordenadas que me habían indicado.  No había nada en la superfície en aquella zona.

-- Sonar, aquí superficie. No hay nada a flote en esas coordenadas.

-- ¿ Trazas de snorkel  ?.

-- Negativo, y creo que a esa distancia el diez tampoco lo detectaría.

El sonar confirmó la existencia del contacto submarino, y en la mesa trazadora se fué siguiendo la señal de aquél posible sumergible. Se grabó aquella señal, y el sonarista empezó a cotejar aquella firma de ruido con las grabaciones de que disponiamos a bordo, buscando identificar el modelo de sumergible con el que nos habíamos tropezado.

Yo continué vigilando que no nos llevásemos a algún inocente barco por delante, y de vez en cuando echando un vistazo a la zona donde se movía aquella señal sumergida. Nada.

El barco continuó con su rumbo, las instrucciones eran claras, recoger el máximo de información posible y no meternos en berenjenales.

Cuando acabé mi guardia, me crucé con mi colega sonarista que también había acabado su turno con los hidrófonos.

-- ¿ Y el eco de hace un rato ?.

-- No estoy seguro, pero creo que era un posible "Foxtrot" de la flota Roja camino del Atlántico.

El protocolo dictaba comunicar por radio la presencia de aquel sumergible, y enviar a posteriori un informe escrito detallando la posición, rumbo apreciado y posible identidad del sumergible al cuartel general de la Armada.

Por aquella época, el sistema de escucha submarino SOSUS de la armada Norteamericana funcionaba a pleno rendimiento por todo el Atlántico, y  podía detectar con facilidad la entrada de cualquier submarino en la zona que se consideraba crítica en caso de conflicto.

Nuestro informe era una redundancia, pero servia para confirmar cualquier movimiento de un posible sumergible soviético.

Alguien, en algún lugar de Norteamérica disponía de un inmenso mapa cubierto de señales actualizadas en tiempo real con el sistema SOSUS como fuente principal, y multiples informes como el nuestro.

Vasile, ¿ estabas allí ?.


(  Continuará )

martes, 9 de octubre de 2018

NOCHE SOBRE LOS MARES ( ENEMIGOS DE AYER 2º PARTE )



La ventana de nuestra habitación en el hospital esta orientada hacia el este, y desde la planta décima, nos ofrecía una buena perspectiva sobre la Zona Franca de Barcelona, y algo mas allá, los muelles del puerto de Barcelona y el mar.

Sin nada mejor que hacer durante horas, y entre visitas y revisiones médicas, Vasile y yo contemplabamos la lejana masa azul que refulgía bajo el sol, y el tráfico de buques que entraba y salia del puerto a través de la canal dragada de acceso. El viernes por la tarde hubo una auténtica "procesión" de cruceros de lujo zarpando hacia las costas de Francia e Italia.

Y en ese momento conocí el pasado de Vasile.

- Yo fuí marinero unos años en la armada soviética, y aún siento nostalgia del mar de vez en cuando.

- ¡¡ Vaya Vasile !!, yo también fuí marino una buena temporada en la Armada Española.

Aquí, empezamos a compartir nuestras experiencias marineras. Poco poco, Vasile me hizo un relato de su pasado militar. En la década de los años ochenta, Moldavia formaba parte de la URSS, tras la invasión y posterior anexión al final de la Segunda Guerra Mundial.

Vasile nació y creció en un país cuya mayoria se expresaba en idioma rumano, pero donde el idioma oficial era el ruso, con la dificultad añadida de los dos diferentes alfabetos, cirílico para el ruso, y latino para el rumano.

Moldavia era entonces, y es aún ahora, un país con una economía poco desarrollada y basada en la agricultura. Ante la falta de salidas en el mercado laboral civíl, Vasile decidió enrolarse en la Armada Soviética, formándose como mecánico, e ingresando en la rama submarina, en los mismos años en que yo era radarista en un destructor español.

Lo destinaron a una escuadra de submarinos de la flota en el Mar Negro, en Crimea. Desde allí, sus áreas de patrulla se extendían por todo el Mediterráneo, llegando hasta el estrecho de Gibraltar y las costas del norte de África y Portugal.

Grácias a la pequeña maravilla que significa disponer un teléfono móvil con conexión de internet para realizar búsquedas, encontré sin muchas dificultades el modelo de submarino : el tipo 641 ruso, la clase "Foxtrot" según la jerga y el código de la OTAN.

Aquí tengo que retroceder a los años ochenta, a lo mas crudo de la Guerra Fría para poder daros una visión de lo que sucedía en las marinas de la OTAN, y concretamente en la Española.

Aunque hasta 1.982 España no entró oficialmente en la estructura de la OTAN, desde antes de la muerte del dictador la Armada Española lo estaba de hecho, como una fuerza de reserva suplementaria para controlar el Mediterráneo Occidental y el Estrecho de Gibraltar.

Se utilizaban todos los procedimientos de operaciones, manuales, y sistemas de comunicación de las marinas de la OTAN y la Armada Norteamericana, y de hecho  participamos en todas las maniobras conjuntas que se realizaban.

Si me hubiesen destinado a un destructor norteamericano de un dia para otro, yo no habría notado ninguna diferencia en mi forma de trabajo delante de las pantallas de radar, ni habría tenido ningún problema para comunicarme y lanzar y recibir órdenes.

O sea, que cuando Felipe González decía públicamente por aquella época : "OTAN, de entrada NO", a mi me entraba un ataque de risa tonta al escucharlo. 

Porque YA estábamos dentro. 

Aquí fué cuando empecé a descubrir el cinismo de nuestra clase política, y el lado oscuro de González.

Bueno, volviendo a lo de antes, el "coco", la auténtica "bestia parda" para las armadas de la OTAN eran los submarinos de la flota Roja.  No preocupaban especialmente solo los que tenían capacidad nuclear, sino los submarinos convencionales de patrulla, que podrían sembrar el cáos en la lineas de comunicaciónes marítimas en caso de un hipotético conflicto.

Y aquí aparecian los submarinos clase "Foxtrot" que tripulaba Vasile.

Técnicamente no era un modelo demasiado avanzado, y sus motores eléctricos eran bastante ruidosos funcionado en inmersión, por no hablar de sus escandalosos diésel en superficie o en snorkel.

Para un submarino, el silencio es la impunidad, y el ruido significa la muerte. El factor sorpresa queda eliminado.

Pero los rusos habían fabricado un número considerable de estos buques, que incluso habían exportado a las marinas afines y del Pacto de Varsovia. Y esa era la preocupación en el Almirantazgo, el numero masivo de unidades de esta y otras clases anteriores.

Podían hacer mucho daño en los primeros dias y semanas de una hipotética guerra, hasta conseguir eliminar a unos cuantos de ellos.

No es que el buque que yo tripulaba en aquella época, el "Marqués de la Ensenada" fuese la "alegría de la huerta" y el orgullo de la Armada Española, pero estábamos equipados con un par de sonares modelo SQS29 de la casa Whestinghouse que aunque algo anticuados, nos daba una buena capacidad de detección submarina, y sobre todo, estábamos equipados con una buena cantidad de torpedos autónomos del modelo MK-46, que nos permitían disparar y olvidarnos de ellos. 

El torpedo seguía y atacaba al submarino sin necesidad de guiarlo, mientras nosotros salíamos a  potencia máxima para quitarnos de en medio y vigilando el impacto.

Pero en aquellos dias existía una auténtica histeria anti-submarina en la OTAN, era inminente la entrada en servicio de otra nueva clase de submarinos soviéticos, la clase 877 rusa, "Kilo" en la jerga de la OTAN.  Según los informes de la inteligencia naval, serian ( y lo fueron ) absolutamente silenciosos.

Así estaban las cosas cuando Vasile y yo estuvimos en trincheras enfrentadas, en el mismo tiempo y lugar. Y hubo momentos en que las cosas estuvieron muy, muy tensas.

Pero tambien eramos muy jóvenes entonces, y vivimos situaciones inolvidables al alcance de muy pocos, insólitas y bellas.


" Yo he visto cosas que vosotros no creeríais.
Atacar naves en llamas mas allá de Orión.
he visto rayos C brillar en la oscuridad    
cerca de las puertas de Tannhauser .         
Todos esos momentos se perderán en          
en el tiempo, como mis lagrimas en la lluvia"

Replicante Roy Batty, "Blade Runner" de Ridley Scott.


          
No fué tanto como el personaje de Blade Runner, pero escuchar a través de los hidrófonos del sónar a una manada de ballenas comunicarse entre si con ese sonido terrible y bello a la vez, es algo inolvidable, o como contemplar una aurora boreal en alta mar. No sigo mas.


( continuará )
          





domingo, 7 de octubre de 2018

NOCHE SOBRE LOS MARES ( ENEMIGOS DE AYER 1ª PARTE )



El pasado martes llegó para mí la hora de la verdad, y me sometí a una operación de cadera, un implante de prótesis para corregir una artrosis que estaba llegando hasta sus ultimas consecuencias en dolores insoportables y en dificultades serias para mi movilidad.

Grácias a las técnicas quirúrgicas, a un buen equipo de cirujanos y traumatólogos la operación fué efectiva y con una recuperación sorprendentemente rápida.

También han contribuido a ello todo el personal sanitario de la unidad de traumatología del Hospital Universitario de Bellvitge, en Hospitalet, para los que solo tengo palabras de agradecimiento por su profesionalidad y por el trato recibido en todo momento, que derrocharon conmigo calidez y simpatía.

Caso aparte es el suministrador de los víveres de la dieta del hospital, Lo del café para el desayuno que suministra es un crimen contra la humanidad, que solo se puede expiar siendo fusilado al amanecer, y sin derecho a cigarrillo ni a unas ultimas palabras.

La vida hospitalaria es un mundo aparte de nuestra realidad habitual. Hay que dejar en la puerta del hospital nuestro pudor, nuestra vanidad, y nuestro ego. 
Ya los recuperaremos cuando salgamos con el alta. Allí dentro no nos ayudan en nada, y solo servirán para crear dificultades añadidas. Hay que acostumbrarse a enseñar el trasero sin ningún pudor y naturalidad, vestido con la bata hospitalaria.

Compartí habitación con Vasile, un moldavo de edad similar a la mía, que padece un cáncer óseo que amenazaba con disolver las vertebras centrales de su columna dorsal. Al dia siguiente de mi operación, se sometió a una cirugía para estabilizar sus maltrechas vertebras con la inserción de unas barras y tornillos de titanio. Una operación con un post-operatorio bastante doloroso, que hay que "regar" con abundante morfina durante unos cuantos dias, como en mi caso. De hecho, cada uno disponíamos de una bomba de morfina que accionábamos a voluntad según la intensidad de nuestros dolores.

Así fué como compartimos unas cuantas noches de insomnio y duermevela, muy similares a las de los que están ebrios de alcohol y se hacen confidencias personales que en otras circunstancias no serian posibles.

Vasile emigró aquí hará unos trece años, junto con su esposa y sus seis hijos buscando una vida y un futuro que ninguna de sus dos patrias podía darle en aquellos momentos. El es un mecánico con buena formación y especializado en soldaduras técnicas. 

Era la época final de la recalentada expansión económica de nuestro país, que requería oficios que hasta ese momento nuestro sistema formativo, y nosotros mismos habíamos despreciado y marginado ( ¿ soldaduras, caldereros ?, ¡¡ puagg !! trabajos de obreritos indignos ).  Aquí había que ser arquitecto, abogado, master en algo o político para ser considerado un "hombre de provecho".

Durante los años de la construcción de la fallida Linea Nueve del Ferrocarril Metropolitano de Barcelona, fuí testigo de las reuniones diarias de los soldadores que trabajaban en las estructuras metálicas de los túneles de la obra.  Corrillos de diez o doce trabajadores, a los que el ingeniero de turno asignaba el tajo diario. ¡¡ recurriendo a los servicios de un traductor !!, porque la mayoria eran de origen polaco o eslavo. Hubo que recurrir a ellos, porque nuestro sistema de formación profesional no podía suministrar los técnicos suficientes para todas aquellas obras, y las empresas se "robaban" literalmente las unas a las otras el personal necesario para aquellos trabajos.

Puedo aseguraros que una soldadura de tecnica TIG bién realizada no está al alcance de ningún lerdo, y que de ella depende la seguridad de estructuras críticas que usamos cada dia sin darnos cuenta de ello, desde puentes, estructuras metálicas,  maquinaria de transporte y hasta vulgares ascensores.

Allí en aquella habitación, convivieron dos tipos de orígenes dispares, culturas diferentes, pero curiosamente con un común denominador, los dos tenemos dos patrias, dos lenguas  , y los dos hemos estado en un momento dado en trincheras enfrentadas, vistiendo uniformes antagónicos y con la posibilidad de habernos exterminado mutuamente sin conocernos.

En el siguiente "post" os aclararé el porqué de las dos patrias de Vasile, y de como demonios nos podriamos haber matado mutuamente hace ya bastantes años.

Mientras tanto, expresaros mi felicidad por haber cruzado las nieblas de Avalon de ida y vuelta, y estar recuperándome felizmente.

Grácias a todos por los buenos deseos que me expresasteis, en este caso han funcionado.