* " No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro optimismo o nuestro pesimismo, de origen filosófico o patológico quizás, tanto el uno como el otro, el que hace nuestras ideas "
* Miguel de Unamuno, "Del Sentimiento Trágico de la Vida ".
El transito de las vacaciones a la normalidad cotidiana se hace estos dias pesado y espeso, como la humedad y la temperatura que estos días sufrimos en Cataluña.
Poco a poco se van reincorporando a su lugar amigos, conocidos y saludados, todos aquellos que forman parte de mi paisaje personal desfilan poco a poco a ocupar su lugar habitual en mi existencia.
Algunos, bronceados por el sol de alguna lejana o cercana costa, otros, con el mismo color lácteo de piel con el que se marcharon.
Pero todos han retornado algo diferentes de como se fueron.
Alguno tal y como descendió del avión, empezó a buscarse un abogado especializado en divorcios. La convivencia "total" durante veinte o treinta días ha sido una dura prueba para su matrimonio, y ha descubierto que todo aquello que tenían en común como pareja, ha desaparecido tras años de uso y abuso intensivo.
Otros han descubierto lugares, paisajes y personas desconocidos que han cambiado su perspectiva de la vida.
Y alguno, ha regresado tan golfo y sinvergüenza como cuando se marchó.
Hablando de "golfos", ayer compartí unas cervezas y un rato de conversación con mi amigo Mario.
Mario es un tipo singular, alguien que parece un personaje salido de una novela del siglo XIX escrita por alguno de los Dumas. Es uno de esos tipos que ha venido a este mundo a pasar el veraneo. Hijo de un industrial que trabajó lo indecible para triunfar, y que lo consiguió con alguna patente a nivel mundial, cuando heredó el negocio paterno, lo vendió a una multinacional alemana reservándose para el el rendimiento económico de las patentes.
Desde entonces practica la "dolce vita" sin dar un palo al agua. Nos conocimos por su afición a los viejos autos deportivos, que restaura con mimo. Le facilité algunas raras piezas para un Fiat, y ahí nació nuestra amistad. Quizás la clave de esa amistad es lo diferentes que somos.
Una faceta de Mario que me fascina es su vida sentimental. Por encima de la cuarentena, se mantiene soltero y sin compromiso. Pero tiene la cualidad de complicarse la vida liándose con mujeres casadas y comprometidas de buena posición y mejor cuenta corriente.
Mujeres maduras que matan su aburrimiento languideciendo en gimnasios de lujo, mientras sus maridos o parejas se dedican a hacer buenos negocios, trabajar en prestigiosos bufetes de abogados, o son protagonistas de la kafkiana vida política catalana.
Nunca he entendido ese "magnetismo" de Mario para con este tipo de señoras.
- ¿ Pero que demonios les das a ellas ?.
- Las escucho, "nen", las escucho y las entiendo. Y ellas aprecian eso en mi, el saber escucharlas con atención, con respeto por sus problemas.
Bien, debe ser eso, y además tener tiempo y saber satisfacer otro tipo de necesidades con solvencia contrastada.
Ayer por la tarde reí hasta saltarme las lágrimas escuchando sus andanzas este pasado Agosto en Ibiza mientras compartíamos unas cervezas. Como hacia años que no reía.
Todo vino a cuento de la última moda en saraos ibicencos, que causa furor entre nuestras élites y la gente fina : ¡¡ tomar ayahuasca !!.
Me explicó Mario que nada mas aterrizar el y su amante de turno en la isla, fueron invitados a una reunión para tomar este brebaje alucinógeno originario del amazonas.
Como marcan las reglas de la "jet-set", no se hace de una forma vulgar, no es una cita de vulgares yonkies que buscan satisfacer su adicción, no.
El "sarao" se organiza en una finca privada, en una casa particular dotada de un buen salón decorado en tonos suaves. La concurrencia ingiere el brebaje que es preparado por un autentico chamán peruano traido para la ocasión. También cuentan con la asistencia de un psicólogo que controla que el placentero "viaje" de los invitados no se transforme en una pesadilla psicodélica, y la asistencia de un par de empleados de seguridad, por si algún invitado se pone violento. Todo ello amenizado por una música "chill-out" que facilita el "colocón" colectivo.
Todo ello, vistiendo ropa cómoda e informal.
Mario es un tipo algo escrupuloso con lo que ingiere, así que me confesó que fingió apurar su copa de ayahuasca, de cuyo contenido se deshizo disimuladamente en uno de los macetones del jardín de la casa. No se arrepentió de hacerlo
Se tumbó en el suelo sobre unos cojines, junto a su pareja, y se dispuso a contemplar el "viaje" de ella y del resto de los allí reunidos.
Parece ser que los que ingieren esta droga, buscan el ponerse en contacto con sus seres queridos y saldar viejas deudas emocionales, resolver conflictos, buscar en lo mas profundo de su "yo" los problemas que les atormentan.
Algunos tienen experiencias similares a una toma de LSD, contemplando colores imposibles y escuchando voces y sonidos indescriptibles.
El asunto duró un par de horas, en las que Mario escuchó a los que le rodeaban soltar todo tipo de incoherencias, y comportarse como niños asustados, incluyendo a alguna persona que sollozaba constantemente llamando a su madre. Algún otro invitado parecía perseguir a cuatro patas a un animál inexistente por todo el salón.
Y todo ello bajo la vista de un chamán peruano vestido con plumas ceremoniales y con pinturas tribales, un psicólogo, y un par de matones de gimnasio.
No pude contener la risa imaginando la estrambótica reunión, al chamán perfectamente caracterizado para la ocasión con plumas y maquillaje y a los invitados de postín con un colocón digno de un fumador de hierba callejero.
Mario me contó como salió de allí escuchando a su pareja contarle que había visto a su difunto abuelo, que había estado jugando con un perrillo que había tenido treinta años atrás, y como el perrillo le había hablado con palabras cariñosas.
Parece ser que a nuestras élites no les basta el mejor champagne francés, ni las sensaciones que dá pilotar un buen yate en el mar azúl de las Baleares. Ahora buscan eso que ellos llaman la "trascendencia" a través de una droga que toman las tribus amazónicas por usos ancestrales de su cultura.
Un espectáculo que bascula entre lo esperpéntico y el ridículo, diseñado para "cazadores" de nuevas sensaciones, envueltos en un escenario teatral.
Ahora empiezo a entender a mi abuela cuando me decía aquello de : "niño, no hagas el indio, por favor".
Mario jura que no vuelven a llevarle a otra fiesta de la ayahuasca ni a rastras.
Prefiero tomarme esta "frikada" de nuestras élites a risa, en vez de indignarme y achacar todo este asunto a nuestra decadencia cultural.
Reirme de una pandilla de gili... ( piiiip) que buscan nuevas sensaciones para llenar el vacío interior que les desazona y no saben cómo acallar.
Reirme de quien quiere ponerse a buenas con sus difuntos a través de las visiones ocasionadas por una intoxicación química. Tendrían que haberlo hecho en vida de aquellos, ahora es demasiado tarde.
Reirme con el hechicero peruano que regresará a su país acabada la temporada de verano con un buen rollo de billetes de quinientos en el bolsillo, y pensando que los españoles están locos de atar. . . . . . si es que es realmente un hechicero peruano.
Reirme como decimos aquí en Cataluña : " Del muerto y de quien lo vela".
Dejemos la ayahuasca a aquellos para los que tiene un significado real, los nativos de la amazonia peruana.
Y sigamos riéndonos, porque hay que tomarse este tiempo que vivimos a risa, no hay que tomarse la vida demasiado en serio, porque nadie sale vivo de ella.
Haré caso a Amaltea, y prometo ser un poquito más frívolo.
Y os dejo un regalo, un video de Elle King, un descubrimiento musical que he hecho hace algúnas semanas, y cuya voz me recuerda al "pop" de los años sesenta.
Eso, y una foto de "Atila" muerto de risa por las cosquillas que le hago en la panza
Poco a poco se van reincorporando a su lugar amigos, conocidos y saludados, todos aquellos que forman parte de mi paisaje personal desfilan poco a poco a ocupar su lugar habitual en mi existencia.
Algunos, bronceados por el sol de alguna lejana o cercana costa, otros, con el mismo color lácteo de piel con el que se marcharon.
Pero todos han retornado algo diferentes de como se fueron.
Alguno tal y como descendió del avión, empezó a buscarse un abogado especializado en divorcios. La convivencia "total" durante veinte o treinta días ha sido una dura prueba para su matrimonio, y ha descubierto que todo aquello que tenían en común como pareja, ha desaparecido tras años de uso y abuso intensivo.
Otros han descubierto lugares, paisajes y personas desconocidos que han cambiado su perspectiva de la vida.
Y alguno, ha regresado tan golfo y sinvergüenza como cuando se marchó.
Hablando de "golfos", ayer compartí unas cervezas y un rato de conversación con mi amigo Mario.
Mario es un tipo singular, alguien que parece un personaje salido de una novela del siglo XIX escrita por alguno de los Dumas. Es uno de esos tipos que ha venido a este mundo a pasar el veraneo. Hijo de un industrial que trabajó lo indecible para triunfar, y que lo consiguió con alguna patente a nivel mundial, cuando heredó el negocio paterno, lo vendió a una multinacional alemana reservándose para el el rendimiento económico de las patentes.
Desde entonces practica la "dolce vita" sin dar un palo al agua. Nos conocimos por su afición a los viejos autos deportivos, que restaura con mimo. Le facilité algunas raras piezas para un Fiat, y ahí nació nuestra amistad. Quizás la clave de esa amistad es lo diferentes que somos.
Una faceta de Mario que me fascina es su vida sentimental. Por encima de la cuarentena, se mantiene soltero y sin compromiso. Pero tiene la cualidad de complicarse la vida liándose con mujeres casadas y comprometidas de buena posición y mejor cuenta corriente.
Mujeres maduras que matan su aburrimiento languideciendo en gimnasios de lujo, mientras sus maridos o parejas se dedican a hacer buenos negocios, trabajar en prestigiosos bufetes de abogados, o son protagonistas de la kafkiana vida política catalana.
Nunca he entendido ese "magnetismo" de Mario para con este tipo de señoras.
- ¿ Pero que demonios les das a ellas ?.
- Las escucho, "nen", las escucho y las entiendo. Y ellas aprecian eso en mi, el saber escucharlas con atención, con respeto por sus problemas.
Bien, debe ser eso, y además tener tiempo y saber satisfacer otro tipo de necesidades con solvencia contrastada.
Ayer por la tarde reí hasta saltarme las lágrimas escuchando sus andanzas este pasado Agosto en Ibiza mientras compartíamos unas cervezas. Como hacia años que no reía.
Todo vino a cuento de la última moda en saraos ibicencos, que causa furor entre nuestras élites y la gente fina : ¡¡ tomar ayahuasca !!.
Me explicó Mario que nada mas aterrizar el y su amante de turno en la isla, fueron invitados a una reunión para tomar este brebaje alucinógeno originario del amazonas.
Como marcan las reglas de la "jet-set", no se hace de una forma vulgar, no es una cita de vulgares yonkies que buscan satisfacer su adicción, no.
El "sarao" se organiza en una finca privada, en una casa particular dotada de un buen salón decorado en tonos suaves. La concurrencia ingiere el brebaje que es preparado por un autentico chamán peruano traido para la ocasión. También cuentan con la asistencia de un psicólogo que controla que el placentero "viaje" de los invitados no se transforme en una pesadilla psicodélica, y la asistencia de un par de empleados de seguridad, por si algún invitado se pone violento. Todo ello amenizado por una música "chill-out" que facilita el "colocón" colectivo.
Todo ello, vistiendo ropa cómoda e informal.
Mario es un tipo algo escrupuloso con lo que ingiere, así que me confesó que fingió apurar su copa de ayahuasca, de cuyo contenido se deshizo disimuladamente en uno de los macetones del jardín de la casa. No se arrepentió de hacerlo
Se tumbó en el suelo sobre unos cojines, junto a su pareja, y se dispuso a contemplar el "viaje" de ella y del resto de los allí reunidos.
Parece ser que los que ingieren esta droga, buscan el ponerse en contacto con sus seres queridos y saldar viejas deudas emocionales, resolver conflictos, buscar en lo mas profundo de su "yo" los problemas que les atormentan.
Algunos tienen experiencias similares a una toma de LSD, contemplando colores imposibles y escuchando voces y sonidos indescriptibles.
El asunto duró un par de horas, en las que Mario escuchó a los que le rodeaban soltar todo tipo de incoherencias, y comportarse como niños asustados, incluyendo a alguna persona que sollozaba constantemente llamando a su madre. Algún otro invitado parecía perseguir a cuatro patas a un animál inexistente por todo el salón.
Y todo ello bajo la vista de un chamán peruano vestido con plumas ceremoniales y con pinturas tribales, un psicólogo, y un par de matones de gimnasio.
No pude contener la risa imaginando la estrambótica reunión, al chamán perfectamente caracterizado para la ocasión con plumas y maquillaje y a los invitados de postín con un colocón digno de un fumador de hierba callejero.
Mario me contó como salió de allí escuchando a su pareja contarle que había visto a su difunto abuelo, que había estado jugando con un perrillo que había tenido treinta años atrás, y como el perrillo le había hablado con palabras cariñosas.
Parece ser que a nuestras élites no les basta el mejor champagne francés, ni las sensaciones que dá pilotar un buen yate en el mar azúl de las Baleares. Ahora buscan eso que ellos llaman la "trascendencia" a través de una droga que toman las tribus amazónicas por usos ancestrales de su cultura.
Un espectáculo que bascula entre lo esperpéntico y el ridículo, diseñado para "cazadores" de nuevas sensaciones, envueltos en un escenario teatral.
Ahora empiezo a entender a mi abuela cuando me decía aquello de : "niño, no hagas el indio, por favor".
Mario jura que no vuelven a llevarle a otra fiesta de la ayahuasca ni a rastras.
Prefiero tomarme esta "frikada" de nuestras élites a risa, en vez de indignarme y achacar todo este asunto a nuestra decadencia cultural.
Reirme de una pandilla de gili... ( piiiip) que buscan nuevas sensaciones para llenar el vacío interior que les desazona y no saben cómo acallar.
Reirme de quien quiere ponerse a buenas con sus difuntos a través de las visiones ocasionadas por una intoxicación química. Tendrían que haberlo hecho en vida de aquellos, ahora es demasiado tarde.
Reirme con el hechicero peruano que regresará a su país acabada la temporada de verano con un buen rollo de billetes de quinientos en el bolsillo, y pensando que los españoles están locos de atar. . . . . . si es que es realmente un hechicero peruano.
Reirme como decimos aquí en Cataluña : " Del muerto y de quien lo vela".
Dejemos la ayahuasca a aquellos para los que tiene un significado real, los nativos de la amazonia peruana.
Y sigamos riéndonos, porque hay que tomarse este tiempo que vivimos a risa, no hay que tomarse la vida demasiado en serio, porque nadie sale vivo de ella.
Haré caso a Amaltea, y prometo ser un poquito más frívolo.
Y os dejo un regalo, un video de Elle King, un descubrimiento musical que he hecho hace algúnas semanas, y cuya voz me recuerda al "pop" de los años sesenta.
Eso, y una foto de "Atila" muerto de risa por las cosquillas que le hago en la panza
Vamos por partes:
ResponderEliminar* Miguel de Unamuno, "Del Sentimiento Trágico de la Vida ".
Unamuno fue un adelantado a su época.
Cuando Sarter publicó la Nausea, y lideró su Existencialismo en el Mayo del 68, Unamuno ya había hablado en los 30 del (PERMANENTE ESTADO DE CONGOJA".
Como siempre, a los de casa jamás se les hizo caso.
Pero Unamuno es un Ni-hilista por excelencia, un tipo para leer y ver que detrás de sus escritos hay una humanidad increible y una carga de profundidad sin límites.
b) AMALTEA.Si hay una persona versada en Humanidades , es ella.
Poco a decir, pero mucho a agradecer, lo digo porque mantengo una relación muy estrecha, y porque su personalidad es arrolladora, tanto como su conocimiento y el saber estar.
Un abrazo desde Tot
Miquel
Precisamente comparto con Don Miguel su espíritu nihilista, Miquel.
EliminarNo puedo decir que la vida me haya maltratado, pero me ha dado los suficientes coscorrones como para pasarme a esa corriente de pensamiento, combinado con la escuela cínica del inefable Diógenes.
La última entrada de Amaltea describiendo aquella escena callejera en Suiza me tocó la fibra sensible, parecía un escena de una novela de Joseph Conrad.
Mario en el fondo también es un nihilista, ¡¡ pero con "pasta, el muy cabrito !!.
Un abrazo
SARTRE, perdón...
ResponderEliminarY es que hay gente "pa tó". El aburrimiento y la vida sin complicaciones es lo que tiene, que algunos se las buscan.
ResponderEliminarPosdata: como no tengo ni tu email ni te veo por facebook, te lo tengo que decir por este medio: formas parte del elenco de actores de reparto en mi último libro. Te puede informar a través de mi blog.
Un saludo.
Gracias Cayetano.
EliminarPuedes contactarme a través del e-mail : rodericus2009@live.com.
Un abrazo.
Desde luego, tu amigo Mario podría ser un personaje de Highsmith.
ResponderEliminarCreo que sí, mejor la frivolidad que dársela de trascendente como forma de diversión. No hace falta la ayuhuasca, ni otras drogas, para volver la mirada hacia dentro: qué deseábamos y en qué nos hemos convertido. Atar cabos y buscar la relación entre fuera y dentro. En fin que no hay viaje más intenso que el interior.
Abrazo
La verdad es que no, no nos hacen falta substancias químicas para hacer introspección. Lo que sucede, es que a algúnos la realidad les disgusta o no les agrada tal y como es
EliminarPero para algunos estas cosas son un pasatiempo, que se puede convertir en un descenso a los infiernos.
Un abrazo.
Hola Rodericus
ResponderEliminarDespués de muchos problemas.... he cambiado mi blog, pues el anterior pasó a mejor vida. Me gustaría que siguiéramos compartiendo pareceres
el nuevo blog de Florestán aunque de novedades pocas, es ...
http://florestandebarcelona.blogspot.com.es/
Un beso
Gracias Florestan. Ya me extrañaba el cierre tan súbito de tu "blog".
EliminarNos veremos y leeremos allí.
Un beso.
Poco nos pasa para lo que podría. Creo que voy a apuntarme al esfuerzo de la risa porque si me paro a meditar todo lo que significa, refleja o explica esa casta de privilegiados que nos dirige...mal modo de reenganchar con el cotidiano paisaje.
ResponderEliminarMe encanta la risa de Atila ;)
Creo que tenemos que adoptar el humor como mecanismo de defensa, o acabaremos como aquél personaje de tu insigne paisano Buñuél : Don Quintin El "Amargao".
EliminarUn dia jugando con "Atila", descubrí que tenia cosquillas al rascarle las costillas. Literalmente se "descojona" cuando le rasco allí.
Un besazo.
Tienes razón, ya empezamos la vuelta a la normalidad, y es que en este mes de septiembre parece que comienza el año, es un volver a empezar el curso, o el trabajo, y es que cuesta volver a adaptarse, y sobre todo, al cambio de estación, es todo novedad, pero hay que tomárselo con sonrisas, no nos queda otra.
ResponderEliminarVaya con Mario, con tan solo escuchar a las mujeres casadas, ya las tiene en el bote jajaajaj, de todas formas, mejor sin sustancias, y todo de manera natural para pasarlo bien.
Me encanta volver a tenerte por aquí, es una gozada leer tus entradas en tu blog, o tus comentarios en el mío, cómo te echaba de menos.
Un besazo.
Gracias Maria. Yo tambien tenia ganas de leerte, mi poetisa del erotismo.
EliminarUn besazo
Rodericus...ante todo perdona la molestia otra vez.....
ResponderEliminarPero he cambiado otra vez de casa, y después de muchos enfados y nervios, Florestán tiene nueva morada.
Un beso
https://florestanbcn.wordpress.com/