El escritor Javier Pérez Andújar ( fuente : Ara Besós ).
Ayer, el escritor y ensayista Javier Pérez Andújar leyó el tradicional pregón de las fiestas de la Merced en el ayuntamiento de Barcelona.
Un bello pregón hecho con sencillez y pura poesía, dedicado a la Barcelona que vió crecer a Javier y en la que crecimos muchos que ahora nos sentimos identificados con sus palabras, una oda a la Barcelona mas humilde de los años setenta y ochenta que podreis leer integro aquí.
Un canto a la cultura popular y callejera que me ha llegado al alma, porque yo crecí en ella, con sus mismos paisajes y referentes.
La Barcelona de aluvión que surgió de la inmigración de post-guerra, en cuyos barrios bullía una clase obrera procedente de todos los rincones del país, barrios donde Gaudí no puso un solo ladrillo porque a los Guëll y a los Milá nunca se les habría ocurrido levantarse un palacete o una segunda residencia.
Barrios mestizos donde resonaban las canciones de Manolo Escobar o de Juanito Valderrama, y de vez en cuando, alguna muñeira gallega. Era la manera de sacudirse la nostalgia por una tierra abandonada, de donde se había escapado huyendo de las privaciones y del caciquismo, buscando el paraíso prometido en un barrio de extrarradio, y con un trabajo en las cadenas de montaje de la OSSA, de la SEAT, de la Maquinista Terrestre y Marítima, o soportando el estruendo de los telares mecánicos como contramaestre en algúna fábrica téxtil.
Lugares donde la ciudad cambiaba su nombre y era otra cosa, como lo definió el también genial escritor Paco Candel.
La otra Barcelona, que trabajó de sol a sol para tener un rincón propio al que llamar hogar, y que sufrió y padeció lo indecible para enviar a sus hijos a la universidad.
Desde que el ambiente político se ha ido enrareciendo de unos años acá, el pregón de las fiestas de Barcelona siempre ha sido polémico.
Ya lo fué en le lejano 2.006, cuando la invitada fue la escritora Elvira Lindo, y le cayeron críticas atroces por leer su pregón en castellano. Precisamente Elvira había resaltado en su pregón el carácter cosmopolita y abierto de la ciudad, y su especial relación personal con ella.
Bien, pues las críticas dejaron muy claro lo contrario, que los barceloneses no somos ni tan cosmopolitas ni tan abiertos.
Pero ayer se desbordó el vaso de la estupidez con las críticas a Javier Pérez. Porque Javier, es barcelonés, y catalán como el que más.
¡¡ Ah !!, quizás sea que no tiene los ocho apellidos catalanes, y no ha querido enmendar este "pecado original" imperdonable haciéndose independentista.
Pero detrás de las críticas hacia Javier , y de la parodia del contra-pregón del Actór Toni Albá, disfrazado de Felipe V, empiezo a detectar un cierto tufillo a clasismo
Hace unos meses, en un anterior post puse a caer de un burro al escritor Félix de Azúa por el mismo motivo. En los setenta, Azúa había sido activo militante de lo que se llamo la "izquierda divina", y que yo calificaba de "izquierda pija" directamente. Gente de la alta burguesía catalana que simulaba ser marxista, pero que miraban por encima del hombro a los militantes de la clase obrera.
Ahora me doy cuenta de que una parte de esa burguesía clasista, quizás la siguiente generación ( de tal palo tal astilla ), ahora ha mudado su piel de progresista de salón y de martini en la mano, en independentistas de nuevo cuño, que buscan una identidad inexistente en una huida hacia adelante, hacia ninguna parte.
Es la vieja Barcelona con palco en el Liceo, contra la Barcelona de sesión doble en cine de barrio.
La Barcelona del Real Circulo Artistico contra la Barcelona del Ateneo Popular Obrero.
El "Pijoaparte" de Juan Marsé despreciado y ninguneado por los hermanos de Teresa.
Parafraseando el viejo tango de Gardel, cuarenta años no son nada, y no hay nada nuevo bajo el sol.
Hoy, los catalanes somos la amalgama de muchos orígenes, de muchas procedencias. Nos hicimos barceloneses por voluntad propia, y en este mestizaje, está la esencia de esta ciudad.
Nosotros, los hijos de inmigración, de los suburbios, de la humildad, somos los auténticos barceloneses. Estamos aquí porque adoramos esta ciudad, y porque la hicimos tal como es, y la seguimos haciendo entre todos.
Somos los que leemos a Salvador Espriu, o a Pablo Neruda sin importarnos el idioma en que están impresos. Que hablamos catalán o castellano cuando nos conviene o cuando nos dá la gana.
Y no queremos elegir, ni que nos obliguen a hacerlo.
No necesitamos llevar una "estelada" pegada al trasero para demostrar nuestra identidad. Ni para disfrazarla.
Se os ha visto el "plumero".
La Barcelona de aluvión que surgió de la inmigración de post-guerra, en cuyos barrios bullía una clase obrera procedente de todos los rincones del país, barrios donde Gaudí no puso un solo ladrillo porque a los Guëll y a los Milá nunca se les habría ocurrido levantarse un palacete o una segunda residencia.
Barrios mestizos donde resonaban las canciones de Manolo Escobar o de Juanito Valderrama, y de vez en cuando, alguna muñeira gallega. Era la manera de sacudirse la nostalgia por una tierra abandonada, de donde se había escapado huyendo de las privaciones y del caciquismo, buscando el paraíso prometido en un barrio de extrarradio, y con un trabajo en las cadenas de montaje de la OSSA, de la SEAT, de la Maquinista Terrestre y Marítima, o soportando el estruendo de los telares mecánicos como contramaestre en algúna fábrica téxtil.
Lugares donde la ciudad cambiaba su nombre y era otra cosa, como lo definió el también genial escritor Paco Candel.
La otra Barcelona, que trabajó de sol a sol para tener un rincón propio al que llamar hogar, y que sufrió y padeció lo indecible para enviar a sus hijos a la universidad.
Desde que el ambiente político se ha ido enrareciendo de unos años acá, el pregón de las fiestas de Barcelona siempre ha sido polémico.
Ya lo fué en le lejano 2.006, cuando la invitada fue la escritora Elvira Lindo, y le cayeron críticas atroces por leer su pregón en castellano. Precisamente Elvira había resaltado en su pregón el carácter cosmopolita y abierto de la ciudad, y su especial relación personal con ella.
Bien, pues las críticas dejaron muy claro lo contrario, que los barceloneses no somos ni tan cosmopolitas ni tan abiertos.
Pero ayer se desbordó el vaso de la estupidez con las críticas a Javier Pérez. Porque Javier, es barcelonés, y catalán como el que más.
¡¡ Ah !!, quizás sea que no tiene los ocho apellidos catalanes, y no ha querido enmendar este "pecado original" imperdonable haciéndose independentista.
Pero detrás de las críticas hacia Javier , y de la parodia del contra-pregón del Actór Toni Albá, disfrazado de Felipe V, empiezo a detectar un cierto tufillo a clasismo
Hace unos meses, en un anterior post puse a caer de un burro al escritor Félix de Azúa por el mismo motivo. En los setenta, Azúa había sido activo militante de lo que se llamo la "izquierda divina", y que yo calificaba de "izquierda pija" directamente. Gente de la alta burguesía catalana que simulaba ser marxista, pero que miraban por encima del hombro a los militantes de la clase obrera.
Ahora me doy cuenta de que una parte de esa burguesía clasista, quizás la siguiente generación ( de tal palo tal astilla ), ahora ha mudado su piel de progresista de salón y de martini en la mano, en independentistas de nuevo cuño, que buscan una identidad inexistente en una huida hacia adelante, hacia ninguna parte.
Es la vieja Barcelona con palco en el Liceo, contra la Barcelona de sesión doble en cine de barrio.
La Barcelona del Real Circulo Artistico contra la Barcelona del Ateneo Popular Obrero.
El "Pijoaparte" de Juan Marsé despreciado y ninguneado por los hermanos de Teresa.
Parafraseando el viejo tango de Gardel, cuarenta años no son nada, y no hay nada nuevo bajo el sol.
Hoy, los catalanes somos la amalgama de muchos orígenes, de muchas procedencias. Nos hicimos barceloneses por voluntad propia, y en este mestizaje, está la esencia de esta ciudad.
Nosotros, los hijos de inmigración, de los suburbios, de la humildad, somos los auténticos barceloneses. Estamos aquí porque adoramos esta ciudad, y porque la hicimos tal como es, y la seguimos haciendo entre todos.
Somos los que leemos a Salvador Espriu, o a Pablo Neruda sin importarnos el idioma en que están impresos. Que hablamos catalán o castellano cuando nos conviene o cuando nos dá la gana.
Y no queremos elegir, ni que nos obliguen a hacerlo.
No necesitamos llevar una "estelada" pegada al trasero para demostrar nuestra identidad. Ni para disfrazarla.
Se os ha visto el "plumero".
He leído el pregón en casa de Francesc, y ahora leo tu entrada, me ha gustado, me ha gustado mucho. Hay que diferenciar patria de estado, la primera engulle al segundo, lo ningunea, lo pudre, lo hace dañino. ¿Cuantas banderas de España han servido para tapar miserias, robos e incompetencias? ¿cuantas banderas de España nos han llevado a un retraso secular de curas, médicos y alcaldes en pueblos y ciudades?. Con la bandera se tapa todo, aquí se tapó durante siglos y con ella se beneficiaron muchos sinvergüenzas. Muchos que decían defender nuestra identidad y tal, solo defendían sus propios intereses, alentaban la incultura y fomentaban un proteccionismo que con la disculpa de proteger nuestros empleos, solo servia para proteger e incrementar su fortuna.
ResponderEliminarYo soy de estado, no de patria, no hace falta que venga nadie a decirme quien soy, ni de donde vengo, ya lo se... Un saludo
P.D. Me has recordado una canción que dice:
"Somos los nietos de los obreros que nunca pudisteis matar..."
Mas o menos Temujin. Aquí confunden identidad con patria y estado, y la cultura con la cultureta de andar por casa.
EliminarHabrá que esperar a que baje el "souflé" a ver en que demonios queda todo. Pero me temo que la frustración por no alcanzar sus utopías va a ser tremenda.
Si, podríamos decir que somos los nietos de aquellos obreros que el abuelo necesitaba en su fábrica, pero que no le gustaba tener viviendo demasiado cerca, ni contemplarlos el domingo al salir de misa tomando el vermut.
Un abrazo.
Los mismos perros con distintos collares. Qué poco hemos cambiado en 200 años.
ResponderEliminarUn saludo, Rodericus.
Con los mismos collares, y en el fondo los mismos intereses tapados con una bandera.
EliminarUn abrazo.
Bueno, a lo que vamos:
ResponderEliminarIba a contestar a RODERICUS, pero no, porque no se necesita respuesta, sino aseveración, y como estoy de acuerdo en la totalidad del texto, nada que alegar.
Y si TEMUJIN, ya sabes que nos conocemos hace mucho tiempo, tu desde Burgos y yo desde Barcelona, y creo que cada vez más te vas dando cuenta de que hay una fractura grande, muy grande causada principalmente por los políticos.
Hace cinco años, sólo cinco años, no había esta falera de división entre quienes son los buenos ciudadanos y los malos. Esto ha venido todo por el poder y el dinero de los que lo manejan.
Mira, TEMUJIN, Barcelona siempre ha sido por su logística en la Península una tierra de puertas abiertas. Cartagineses (recuerda el nombre de Anibal Barca y de donde venimos), Fenicios, Griegos, Romanos y Judíos, ¿quieres más mezcla?.
En fin, amigo, ya ves que no todo en Catalunya es pensar en marchar, sino que hay pensamientos de sentido común y de consenso.
Un abrazo
Gracias Miquel.
EliminarUn abrazo
Miquel el nacionalismo se propaga a base de afirmar una y otra vez que un país es superior a todos los demás porque tú naciste en él y por lo tanto eres superior. Los rancios nacionalismos patriotero, del palo que sean, son capaces de defender cosas como esta y quedarse tan tranquilos, más tarde una vez creada "la gran nación", defenderán, siguiendo el mismo razonamiento, que las clases que pagan más impuestos, siguiendo la misma lógica, tendrán que tener más derechos y los barrios como Pedralves, Sarria o San Gervasi deberán disfrutar de mejores servicios como seguridad, limpieza o Sanidad que las zonas de Nou Barris, Ciutat-Vella y Sants-Montjuïc y habrá muchos que justificaran eso, como justifican el anterior vídeo, que haría sonrojar a cualquier persona decente.
EliminarPersonalmente pienso que los estados deben servir para igualar derechos y proporcionar similares oportunidades a sus habitantes y eso significa que las personas que más tienen deben aportar más y fíjate que digo personas , no territorios , porque los territorios jamas han pagado nada, (eso es uno de los mantras del nacionalismo), habrá gente en Cataluña que si nos ponemos a hacer los repugnantes balances sera claramente "deficitaria" con el estado ¿y que?, ¿dejamos morir a los enfermos de cancer porque no son rentables?. Yo prefiero gastar el dinero en dar oportunidades a gente que no las tuvo que gastármelo en guardias para proteger mi riqueza de la gente que nunca tuvo oportunidades.
Hay más similitudes entre un obrero de Citroen en Vigo con uno de la SEAT de Martorell que entre este ultimo y un vecino de Sarriá, aunque los dos últimos sean catalanes.
Ve a partidos que dicen ser de izquierdas y a sindicatos haciendo de palmeros a esta tropa, me parece ofensivo.
Un saludo a todos
Ver a partidos....
EliminarBarcelona siempre ha sido una ciudad cosmopolita, europea, abierta, culta, plural, amante de la diversidad... Siempre que la visité me encontré cómodo, como en casa. Es una pena que algunos -los de siempre y otros muchos como efecto colateral de la crisis- quieran convertirla en lo que nunca fue: un coto privado, un reducto provinciano, aislado de todo y de todos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Cayetano. Otra forma de manipulación es ocultar aquello del pasado que no conviene a los intereses del momento. Pero Cataluña siempre ha sido tierra de paso por su ubicación. Bajo la plaza de Sant Jaume están la Barcelona ibera, la romana, la visigótica, la árabe, la Barcelona Condal.
EliminarSomos la mezcla de todos aquellos que nos precedieron, como un estofado cocido a fuego lento y viejo. Como el acero de una buena espada, hecho de multiples capas que le dan fuerza y elasticidad.
Eso, no pueden borrarlo.
Un abrazo.
Salut RODERICUS.
ResponderEliminarCorrecto CAYETANO GEA. E incluso en una aldea grande.
Han intentado (creemé) incluso dividir a los catalanes por su escritura.
Los hay vetados por el sistema: Marsé por ser premio Cervantes; Mendoza por decir que escribe en el idioma que piensa; Zafón por unas declaraciones... Entonces, los del sistema imperante dentro las murallas, que existen, envían a Berlín a 100 escritores catalanes -cosa incierta, porque lo cierto es que escriben sólo en el idioma catalán, pero los hay sólo traductores-, en representación de la Cultura catalana pero dejando de lado quien lo hace en la otra lengua.
Y es aquí el problema que han creado los políticos, porque esto sólo es política, basura política. Y son incapaces de enviar a Berlín a una persona que ha escrito muchos y buenos libros, como Peréz Andujar, hoy conocido por el pregón.
Soy socio de la http://www.acec-web.org/cat/default.asp
Asociación Colegial Escritores Catalunya. - aunque aún no he publicadado nada- (pendiente estoy). Algún día te explicaré la diferencia con la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, pero no por aquí, porque no deseo polemizar ni entrar en política, que de eso se trata.
¿ Y qué es lo que pasa ?, que escritores/as mediocres columnistas de diarios subvencionados, van en representación de la totalidad de la cultura "escribidora " de nuestra Comunidad.
Penoso. Pero a los subvencionados del sistema (Gregorio Morán dixit), les va de puta madre.
Salut
Típico todo del nacionalismo cuando se convierte en excluyente. Una pena.
EliminarSaludos, Miquel.
Fácil....muy fácil...... Referéndum a la escocesa y punto.
ResponderEliminarY se acepta lo que salga como buenos demócratas que son, somos o pretendemos ser....
Y a vivir que son dos días.
Salut i Bona diada de la Mercè.
Rodericus, me será un poco difícil contestar, porque a mi modesto entender el tema en Barcelona puede dar para mucho, sin embargo hay lugares como Manresa que hace años ocurre igual (optan por un sistema muy igual y no pasa nada). Yo no se si a la Colau le gusta crear este tipo de cosas. A mi como trabajador que he levantado el puño muchos años, he corrido por las calles y tuve la gran suerte de conocer a Paco Candel, y diré que el Pregón me pareció muy bueno. Pero creo que Pérez Andújar muchas veces se ha “pasado mucho” y no siempre ha hecho justicia. Cuidado, que no se puede decir que nadie tiene pecados. Rodericus, todos los años de la inmigración fueron muy difíciles, demasiado. Hay de todo, unos se han sentido más cómodos por la lengua que hablaban en la suya, otros no porque perdian la que tenian, y que ahora que pueden no la quieren perder. Pero honradamente pienso que nadie fue culpable, ni los de aquí, ni los que llegaban. Se tardó en solucionarlo, pero en una dictadura que ya sabes como estaba el catalán poco se podía esperar. Y ahora es verdad que llevamos unos años donde hay unas personas que desean ser escuchadas y no todas son catalanas. No tienen derecho a ser escuchadas? Si alguna frase me ha quedado en la memoria es la de Candel, él puso nombre a todos los que llegaban, que no lo tenían, y cuando lo tuvieron no pasó nada, que tenia que pasar?. Estoy seguro que tanto tu como yo hablamos, leemos y escribimos catalán, sin embargo recuerda los tiempos que no podíamos tener nada, ni prensa en catalán. También habían lios porque “estos catalanes quieren demasiado” Esto también fue lucha de barrio y entre todos, catalanes y personas mayores venidas de todas partes que junto a sus hijos también lo son y quisieron. Claro también entiendo que habrán muchas personas que nunca se han hecho a Catalunya, nada que decir, y muchas de ellas solo querrán la bandera española, pues bueno…Pero es verdad que si hace unos años se hubiera dejado votar ahora no estaríamos así. Es lo que percibo, lo digo en serio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep, comparto todo lo que dices. El primer crítico con la gente que no se ha integrado aquí en cincuenta años (que los hay ) he sido yo. Es gente que ha hecho de la falsa nostalgia una forma de vida, y una forma de negar la realidad. Mi padre fué uno de ellos, y tardó mucho tiempo en darse cuenta de lo equivocado de su actitud.
EliminarCataluña no es diferente de otros territorios, y hubo catalanes que acogieron a los inmigrantes con los brazos abiertos, colaborando en su integración con buena voluntad, y otros que no, y que fomentaron una cierta xenofobia cultural. Recuerdo calificativos como "arreplegats", "mursianus" y sobre todo, "xarnegos".
Aunque visto desde la distancia puede parecerlo, la integración no fué fácil. Hubo todo tipo de intereses en que no lo fuese, desde la xenofobia de algunos catalanes, hasta el interés del régimen de Franco de eliminar la cultura catalana mediante la disolución étnica, y la marginación oficial de cualquier cosa que oliese a cultura catalana.
Pero con esfuerzo de muchos, con trabajo, la cultura catalana emergió de las catacumbas a la luz. De lo privado a lo público con renovada energía. De ser una lengua de calle y de pátio, a enseñarse en las aulas. Volvió a la normalidad que nunca debió perder.
No considero a Pérez Andújar ningún "gurú" cultural. Tiene aciertos y fallos, genialidades y fracasos como todo el mundo. Siempre hay que ser selectivo y crítico.
Pero lo que me ha sacado de quicio es la actitud de una parte de nuestros independentistas con las críticas a que el pregón lo haga un escritor que solo publica en castellano. Es el rechazo directo al castellano que hay en la cultura catalana. Es la actitud del grupo municipal de Convergencia o como se llamen ahora, participando en el acto de pregón, pero enviando dos regidores como representación oficial del partido a la payasada de Toni Albá.
Siempre he negado que existan divisiones en la sociedad catalana basadas en el origen o la lengua, pero empiezo a creer que hay algúnos que la buscan.
Me encantaría que hubiese un referéndum sobre la independencia de Cataluña al estilo de los que hubieron en Quebec o en Escocia, porque así pondremos las cartas sobre la mesa, y al dia siguiente despejadas las dudas, el gobern podría trabajar en lo que nos interesa realmente a todos : los problemas reales como la educación, la sanidad, la economía, la pobreza, las estructuras públicas que necesitamos, etcetera.
Porque llevamos ya cuatro años centrados en el "proces". Y hay algunos a los que esta situación de "impasse" les va muy bién a título personal. Ya sabes, aquello de "Qui dia passa any empeny", mientras cada mes caen el sueldo y las dietas oficiales.
O la paradoja del perro de Alcibiades, le cortó la cola para que todo el mundo centrase su atención en el perro, mientras el seguía con su nefasta gestión del poder en Atenas.
Nos ha tocado vivir en tiempos interesantes.
Un abrazo.
Ya vemos qué hay,en el fondo y en la forma, una hostilidad estúpida contra quienes no están en la onda soberanista. Claro que conviene atizar como sea al que disiente, no sea que se escacharre un invento del que viven, y muy bien, una clase que se siente y comporta como élite.
ResponderEliminarNo hay nada menos de izquierdas que apelar a un derecho nacido de residir en un territorio determinado. Se olvidan que la izquierda es, por naturaleza, internacionalista.
Observo en estos últimos tiempos que los voceros del régimen están bastante alterados, será porque no se puede mentir a todos durante tanto tiempo.
Me encantó el pregón, agradezco a Pérez Ándújar las evocaciones a un pasado que compartimos muchos.
Un Abrazo
Gracias Amaltea. Como bien dices empieza a cundir el nerviosismo por la falta de resultados, y por el cansancio de una parte de las bases del "procés", que esperaban ver algún progreso palpable hacia el referéndum.
EliminarEs el recurso fácil, el menosprecio y el insulto, cuando no quedan argumentos para discutir con el disidente.
Un abrazo.
Se envuelven en banderas quienes ya han hipotecado sus principios, y vendido nuestros sueños e ilusiones. Me sorprende ese empecinamiento en la división entre vecinos, ¿quien elige al pregonero?
ResponderEliminarMe acomodo para leerlo con calma.
Un abrazo fuerte
Normalmente la elección suele ser un acuerdo entre los grupos municipales, con lo que casi nunca es una elección unánime.
ResponderEliminarY a medida que el supuesto "proceso" se ralentiza y se mete en un callejón sin salida, el nerviosismo de algunos se acentúa más. Es cuando sale a la superficie lo que esconden realmente.
Un besazo.