PUSE RUMBO AL HORIZONTE, Y POR NADA ME DETUVE.

                                   
                                  Abriendo caminos ( Diego Torres y Juan Luis Guerra )



Un nuevo proyecto, un nuevo destino, un nuevo lugar. Miro hacia atrás, y por la popa veo los restos de la tormenta que he atravesado, convirtiéndose en una neblina que se difumina con el horizonte. De vez en cuando, el resplandor débil de un relámpago ilumina las nubes distantes.


Ya no me amenazan


Un nuevo reto me absorbe ahora, focaliza mis pensamientos, y me ha hecho recuperar la confianza en mi mismo.


Voy a saltar como un trapecista sin red de seguridad, es una apuesta a todo o nada. Pero el hormigueo que siento en mis dedos, y la sensación de seguridad, me invitan a saltar con confianza, sabiendo que saldré de una manera u otra de este pozo en el que había caído.


Te fuiste y me dejaste medio inundado, medio hundido. Te fuiste sin ninguna delicadeza ni piedad. Para ti, lo único importante eres tu misma, tu egoísmo y tu pequeña vida tejida con mentiras. 


Las velas, eran solo jirones de trapo destrozado y flameando al viento, sin fuerzas para retenerlo.


Pero a veces, cuando el mar recupera su color azul profundo, encuentras las fuerzas para reparar los boquetes. Puedes achicar el agua con muchos apuros, y te llevas la gran sorpresa de que la vida te envía unas velas nuevas. Entonces, vuelves a oír el ruido de las olas cortadas por la proa, un delfín salta a tu lado sobre las crestas, hablándote con su parloteo, y te guía hacia un puerto donde poder reparar todo tranquilamente. 


El viejo Neptuno ha enviado a uno de sus hijos para confortarte y darte ánimos. Y el sonido del viento en las velas, serena tu alma, y te devuelve la cordura. La vida sigue y te hace un guiño de complicidad.


Miro ahora hacia atrás, y ya no te veo. Tampoco te añoro, ¿ sabes ?. Todo eso, se acabó. Tu mirada, tu calidez en la penumbra de nuestra habitación, tus silencios cuando no sabias como responderme, aquella sombra que de vez en cuando se apoderaba de ti al mirarme a los ojos, tu cariño fingido, tu falsa vergüenza, todas las mentiras. Todo eso, se acabó.


Me gustaría ser elegante como siempre he sido, aquel caballero de decías que yo era, y desearte lo mejor en el futuro.


Pero me temo, que alguien como tu que vive envuelta en un cascaron donde no existe la realidad, al final acabará encontrando lo que ha ido sembrando siempre.


Y el día que nos encontramos realmente con nosotros mismos, con lo que somos de verdad, con nuestra realidad mas intima, puede ser el día mas feliz, o el mas miserable de nuestra vida.


Tenias casi razón en aquello que me dijiste : "nací sola, y moriré sola". 


Pero en tu caso, no es cierto, naciste sola y morirás en  "soledad". Es muy diferente, quizás estarás rodeada de gente, pero estarás en una isla de vacío, atrapada contigo misma.


Se que leerás esto. Mucha suerte


Un nuevo proyecto, un nuevo destino, un nuevo lugár.






- ¿ Navego yo contigo en ese velero, "nene".
- Si, Timoteo, mi amigo, mi compañero de silencios. Como siempre los has hecho en estos años. Pero por favor, ajusta la escota de las velas, aún podemos tomar mas barlovento.
- ¡¡ A sus ordenes, mi capitán !!.
- No empieces a "pasarte" conmigo, Timoteo. Y gracias por todo lo que has hecho por mi.
- Yo también te quiero, "nene".