NO TODO ESTA PERDIDO

                                       
                       Banda sonora para este "post" : "Disculpe el señor", Joan Manuel Serrat




Un servidor, a estas alturas de su vida,  ha acumulado una buena cantidad de cinismo y absoluta desconfianza en la especie humana. Pero a veces, me sorprendo gratamente al percibir reacciones solidarias totalmente inesperadas.


Días atrás, el 25 y 26 de Noviembre, la fundación Banc dels Aliments, una organización sin animo de lucro, radicada  en Cataluña y dedicada a la recogida de alimentos destinados a ser repartidos entre gente necesitada y sin recursos, realizó su campaña anual de recogida de alimentos en los centros comerciales, supermercados y cadenas de tiendas de alimentación catalanas. La "Gran recapte d´aliments" ( Gran recogida de alimentos ).


El año pasado, el saldo de la operación se cerró con algo mas de cuatrocientas toneladas de alimentos recogidos. Este año, la organización puso el objetivo en recoger ochocientas toneladas de alimentos para atender las necesidades de un sector de nuestra población cada dia mas creciente, necesitado de ayuda para atender su necesidad alimenticia cotidiana. 


El saldo final de la operación, ha sido de algo más de mil toneladas de alimentos recolectados entre la clientela de las cadenas de supermercados y áreas comerciales de toda Cataluña.


El resultado de la campaña, ha desbordado las previsiones de la organización, de tal manera que ha tenido que buscar con urgencia alguna nave industrial en el área de Barcelona para poder almacenar todo el stock de alimentos recogidos  en las donaciones particulares realizadas durante la campaña.


Desde que comenzó hace tres años la crisis económica en nuestro país, ha emergido un fenómeno sociál desconocido haste este momento, llamado "pobreza de cuello blanco". Se trata de una nueva clase de pobreza desconocida hasta el momento : gente que hasta hace poco tiempo, contaba con un empleo que le permitía salir adelante con normalidad y sin dificultades, pero que al  quedarse sin trabajo, ni siquiera puede costearse la cesta de la compra para alimentarse en el día a día.


Siempre ha existido en la sociedad catalana una pobreza marginal que ha recurrido a los comedores sociales y a las organizaciones de beneficencia dedicadas a estos fines. Pero en los últimos dos años, se ha añadido a este sector una nueva clase de pobres : los desempleados que han agotado todos los subsidios de desempleo, y no encuentran un modo de ganarse la vida honradamente y alimentar a su familia.


Desde aquí, quiero dar las gracias a todos aquellos que han contribuido con su donación anónima a este pequeño "milagro", el que mucha gente, mas de los que creemos, tenga en su mesa un plato de comida caliente.


No todo está perdido, aún queda entre nosotros mucha gente con buena voluntad.