REFLEXIONES DE UN CORTO VIAJE

                                
        Banda sonora para este "post" : "The road to Hell" ( La carretera al Infierno ) Chris Rea



Hoy ha sido un día de autopistas y de viaje en automóvil. Por motivos laborales, he debido desplazarme a Valencia. Se trata de añadir una empresa nueva de productos metalúrgicos a la cartera de empresa que represento. La crisis, se ha cebado especialmente en la rama industrial de la economía de nuestro país, y la manera de sobrevivir en el sector comercial de la industria para mí, es ampliar mi cartera de empresas representadas. El viaje de ida, ha sido algo tenso y con mi atención puesta en la carretera. las gestiones han sido fructíferas, el producto que la empresa fabrica es perfectamente compatible con el resto de mi cartera de representaciones, las condiciones ofrecidas son razonables, y tengo una herramienta mas de trabajo a añadir a las que ya tengo.

Tras una comida ligera, inicio el retorno a Barcelona mas relajado, recreándome con el paisaje que cruzo. Hacia ya algunos años que no recorría la geografía que hay al sur de Tarragona. Los cambios en el paisaje y el horizonte en todo este tiempo que he estado ausente de la zona, son evidentes. A mi izquierda, tengo la cordillera de montes que recorre todo el litoral mediterráneo.

                                                 Torre de vigía medieval fortificada

Aquí, no ha cambiado casi nada. Desde la cumbre de algunos de los montes y colinas que bordean la costa, me contemplan los restos de viejas fortificaciones, y algunas torres de vigía medievales. Paso a la sombra de siglos de historia que me hablan de un pasado bélico y violento. Algunas de estas fortalezas, las mas antiguas, son de la época de la reconquista. De los siglos en que este territorio era la frontera entre el reino cristiano de la Corona de Aragón, y el reino árabe de Valencia. Me hablan del control sobre el camino de la costa, para poder alertar de la presencia de ejércitos invasores que se moviesen en cualquier dirección.

Creo ver a las sombras de Rodrigo Díaz de Vivar y de su tropa cabalgando en dirección contraria, dirigiéndose a Valencia para ponerle cerco.

Muchas de ellas, cambiaron de manos y de bando varias veces en la época de la reconquista, hasta que definitivamente el rey Jaime I puso fin al reino árabe de  Valencia, y la frontera se trasladó mas al sur.

Otras, las torres de vigía, me hablan de la época en que los piratas de Berbería, las actuales Argelia y Túnez, asolaban las costas con sus incursiones de saqueo, secuestrando a los pobres lugareños despistados que no habían tomado refugio en las fortalezas, para ser vendidos como esclavos en los mercados norteafricanos.

Desde las torres, aquellas solitarias atalayas, se vigilaba la costa, buscando la presencia de las velas que delataban la proximidad de los piratas, para poder avisar con algo de tiempo a la población local. Para que tuviesen tiempo de recoger lo poco de valor que tuviesen, y ponerse a salvo de los piratas musulmanes.

A mi derecha, queda el paisaje de la costa, que me habla de un pasado mas inmediato, y según se mire, tan cruento como el anterior.

En estos últimos años de falso esplendor económico, las moles de edificios de apartamentos, hoteles y viviendas han desfigurado el perfil de la costa de Castellón. Masas de hormigón de quince y veinte pisos de altura han transformado el horizonte de la costa, como queriendo competir con el perfil de Manhatann.
Una arquitectura funcional, gris y fea que se ha desparramado al calor de la actividad de las compañías constructoras, que alentaban el "sueño" de una segunda residencia al lado del mar, de negocios hoteleros desmesurados, y de pura especulación inmobiliaria.

Acabo de descubrir, que aparte de la Costa Brava, la Costa Dorada, y la Costa del Azahar, también tenemos aquí la Costa del Hormigón Armado. Bloque gigantescos de viviendas, puertos deportivos inmensos y semi desiertos.

La codicia de los políticos locales y de los constructores, no tiene que envidiar a la de los antiguos piratas berberiscos. La diferencia, es que cuando se capturaba a un pirata antaño, acababa colgando de una horca. Con los responsables de este desaguisado, no sabemos muy bien que hacer. La pena de muerte está abolida en este país desde la llegada de la democracia, pero no estaría de mas enviar a la cárcel una buena temporada a los causantes de este desastre económico

                    Uno cualquiera de los "Clubes" de carretera, también conocidos como "puti-clubs"




El otro "complemento" del paisaje que contemplo, son los abundantes "clubes" a pié de carretera. Bajo la excusa de negocios legales como bares u hoteles, en ellos se practica descaradamente la prostitución.

Supongo que en los tiempos de bonanza económica, en estos locales debía ser donde los promotores y constructores celebraban el éxito profesional en compañía de los políticos locales corrompidos por el dinero fácil de la expansión inmobiliaria.

Centenares de mujeres de origen extranjero, sin estancia legal en nuestro país, y en una buena parte, coaccionadas en contra de su voluntad por sus proxenetas, ejercen el oficio mas viejo del mundo en estos locales.

Un servidor, no acaba de concebir como un hombre sensato puede contratar los servicios sexuales de una mujer sabiendo todo esto, que ella no es otra cosa que una esclava obligada a prostituirse en contra de su voluntad.

Creo que aquellos viejos piratas berberiscos, eran bastante mas honrados que algunos de nuestros políticos, empresarios y algunos personajes siniestros y anónimos que permiten la moderna esclavitud en el corazón de Europa